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Tag: intec

¡INTEC tiene sus nominados al Casandra!

La institución se enorgullece del “lado artístico” de algunos de sus más de 23 mil egresados y allegados. Este año suman seis en las nominaciones a los Premios Casandra 2012. Al INTEC solo resta desearles ¡Felicidades!

Categoría Actor de Teatro

Claudio Enrique Rivera, Economía

Además de esta nominación por su trabajo en Tsunami, este año ha recibido cinco a los premios ATI en Nueva York por El 28. Con más de 20 años “viviendo del y para el teatro”, explica que en INTEC descubrió la pasión y la rebeldía necesaria, para dedicarse a su carrera teatral, que le permitió adquirir una capacidad para la crítica, la investigación y la abstracción. Maneja el Teatro Guloya junto a su esposa, Viena González.

Fausto Rojas, Profesor de Teatro Proyección

Tiene 10 años en INTEC, siete de ellos como director del Teatro Proyección. Es su tercera nominación, ya que en 2005 compartió la misma categoría con la de “Mejor Director”, ambos por la obra El Funeral. “Los reconocimientos me dan fuerza y energía para continuar la lucha por el arte teatral”, dice. Nominado por Confesiones de una Máscara, ha creado y dirigido Los Enanos, El Funeral, La Boda de Virgilio. Entre sus proyectos está la película La Casa de San Juan (agosto) y cuatro films más.

 

Categoría Actriz de Teatro

Viena González, Ingeniería Civil

Conoció el arte en el Cuerpo de Danza del INTEC y luego el Teatro Proyección le despertó el talento desconocido y la pasión por el trabajo que mantiene. “Mi formación como ingeniera Civil, me ha servido para administrar el Teatro Guloya y  organizar mi  pensamiento creativo”. Esposa de Claudio Rivera, con quien maneja el Guloya, esta nominación reconoce su trabajo de 20 años en más de 15 obras. Antes ha sido nominada en las categorías Directora y Productora de Teatro.

Luvil González, Mercadeo

Define su nominación como “graduarse de INTEC pero en el arte dominicano”. Es egresada de la Escuela Nacional de Arte Dramático. Estrena “Asepsia” en marzo y actuará en la segunda temporada de “Confesión de una Máscara” en mayo, obra por la cual está nominada. Pertenecer a Teatro Proyección del INTEC cambió su vida, pues nunca se sentiría plena en una carrera convencional. Espera que la nominación despierte la curiosidad por el teatro que se hace fuera de las grandes salas. “Los espectadores merecen y valoran el teatro investigado, ensayado y diferente”.

Mejor Película

Jorge Luis Morillo, Diseño Industrial

Está nominado junto a su hermano Luis Morillo en dos categorías: “Director de Cine” y “Mejor Película”, ambas por la primera producción animada en 3D realizada en el país, “3 al rescate”. En 2011, además del lanzamiento de “3 Al Rescate”, recibió el reconocimiento del público en el premio “Espectadores del Futuro”, Festival de Cine Internacional, Guadalajara (México); “Mejor Película de Dibujos Animados” en el Festival de Cine Infantil Internacional de Santo Domingo  y el 2do lugar en el Premio de la Audiencia del New York Kidcinemafest. Dominar el diseño y desarrollo de productos han sido claves para identificar oportunidades y realizar proyectos comercializables. Planea continuar en el área cinematográfica y aportar entretenimiento y valores que ayuden a una mejor sociedad.

Compositor del año y Revelación del Año

Vicente García, egresado de Ingeniería Electrónica

Comenzó su carrera en 2002 como vocalista de la agrupación Calor Urbano, con quienes obtuvo sus cuatro primeras nominaciones al Casandra, tres como “Mejor Grupo de Rock” (2007, 2008, 2009) y una como “Video del año” del sencillo “Pa’ que no pienses” (2010). Este año figura pro primera vez como solista. “Cuantificar los logros en el arte, es difícil”, explica. Con el disco “Melodrama” ha tenido la oportunidad de tocar en diferentes países de Sudamérica y ha iniciado la selección de canciones de su segunda producción.

Advertencia: Barajar es perjudicial para la salud

Tres parciales, una práctica, cuatro materias, la vida (o lo que queda de ella) y una acción: ¡Barajar!

Todos barajamos, pero hay algo en la sangre del estudiante universitario que motiva a que esta actividad sea imprescindible para la propia supervivencia, pues eleva sus niveles de adrenalina con cada día que se acerca a la fecha de entrega o recepción de exámenes.

El baraje es tan antiguo como el trabajo mismo. Dicen los expertos que “es la acción inconsciente de la búsqueda eterna del estudiante por la aventura, que lo empuja a ignorar sus quehaceres para así tener rushes de tiempo y agendas escritas por las mismas ninfas de Belcebú”…o algo así.

Muchas son las herramientas con las que se cuenta para esta rutinaria actividad. Buscar y encontrar a tus amigos de tercero de básica en todas las redes sociales a las que estés afiliado,  indagar sobre recetas suecas de pasteles de frutas deshidratadas, iniciar un blog, tomar clases de costura por correspondencia electrónica e incluso busca el significado de la vida en Wikipedia pueden ser consideradas como opciones buenas, válidas e imprescindibles al momento de empezar a trabajar.

Algunas son tomadas tan en serio que llegan a ser puestas en ejecución sin el más mínimo contratiempo. ¿La tarea? Bien, gracias; debo bañar al perro del hermano, del vecino de mi primo antes de ver el último capítulo de la serie del momento.

Esto se le llama “barajar horas de estudio como deporte extremo”.

Lo más interesante de todo es que uno cuenta con una voz casi imperceptible que reza en nuestro cerebro: “Fulano/a…te va lleva er diablo…ponte a trabajar…”, mientras que otra voz mucho más fuerte y seductora replica: “¡No ombe! Eso é’ diunavé”, y los días pasan como troncos cortados para hacer una fogata: ¡La de tu examen!

Recuerdas casualmente, un día antes, que tienes dos examenes y entre ellos una práctica que entregar. Empiezan los nervios, el rush, llamar al pana que no baraja nunca, pero que tiene la costumbre de apagar el celular porque “todo el mundo lo llama para repasar o para que preste la práctica”. Todo el mundo tiene un cuento: “No, loco, no me dio tiempo porque la vida, y tú sabes, blablablá, préstamela al favol”.

Repasa
Poderes de joseo elevados a 140%, mientras el apetito y el sueño se vuelven cosas secundarias.s para el examen como puedes: “botella mode”; o empiezas a rezar para que alguien que conoces esté con ese mismo profesor en la sesión de la mañana y te cuente qué tan piedra es el examen.

Terminas la práctica, le entras al examen y sientes cómo tu corazón pide cacao ante el torrente sanguíneo que le estás mandando por culpa de la adrenalina. Así es que se muere la gente.

Sales del examen, te ríes como un maniático ante la sorpresa de que, una vez más, te salvaste, mientras juras que nunca más…nunca más. Y entonces inicia el ciclo nuevamente.

La idea no es aplaudir al baraje, sino meditar al respecto. Recuerden, niños: “El exceso de baraja es nocivo para la salud. Es una ley de vida”.

Amores con un inteciano y otros derivados de la tayota

No hay dudas, la tayota es perfecta para describir qué es tener amores con un estudiante de INTEC. O quizá lo sean otras especies vegetales no comestibles, a juzgar por la afirmación de una de nuestras entrevistadas, quien simplemente lo resumió así: “Soy inteciana y yo no tendría amores conmigo misma”.

Les cuento: Soy inteciana desde 2008 porque trabajo aquí. Desde entonces me oponía a la teoría de que los estudiantes de INTEC solo pueden mantener relaciones con su misma especie. En mayo de 2011 esta hipótesis comenzó a flaquear. Queriendo ser la más Super Woman de la bolita del mundo decidí “felizmente” inscribirme en una de las maestría de la universidad, y desde entonces estoy tirada en la boca del lobo y convertida en una real inteciana, moviéndome del aula a la biblioteca y, lo que es peor, de lunes a lunes… ¡auch!

Nunca imaginé que mi fabulosa vida social podría pasar a un segundo plano. Pero, ¿Y mi novio? Ese mismo con el que ya llevo poco más de 6 añitos, a quien veía a diario para salir al cine, ir a algún juego, cenar, compartir con amigos o sentarnos por horas a vernos las caras y hablar lo mismo. ¿Él? Bueno, aparte de agregar una línea más a su ceño y rabiar más que cualquier canino cada vez que me llama fuera de horas de clases y recibe un: “baby hablamos luego, que estoy haciendo una práctica”; él, creo que a estas alturas anhela mi graduación (para la que falta más de un año) mucho más que yo.

Confieso que me ha costado llevarlo a la compresión de que estos tiempos en los que no nos vemos contribuirán mucho a mi crecimiento profesional. Sí, ya lo ha entendido (un milagro), aunque el rabiar se ha mantenido en un vaivén, mientras yo sigo, hasta nuevo aviso, en INTEC, un sábado a las 6:45 de la tarde, brechando por Facebook y bbm las parrandas del pueblo.

El lado bueno de este proceso es saber que es una experiencia compartida con muchas otras personas, lo que me lleva a confirmar que la teoría mencionada al principio tiene con qué sustentarse. Tengo compañeros que día y noche culpan a INTEC por el fracaso de sus relaciones con otras especies de estudiantes.

Para los que aún no han tenido su propia experiencia, les regalamos unas advertencias posteadas en nuestra página de Facebook. Léanlas bien, son importantes a la hora de lanzarse a vivir una aventura similar:

  1. El tiempo no depende de ellos, sino de INTEC.
  2. No todos los fines de semanas son de rumba.
  3. No se asuste si su novio inteciano empieza a hablarle de la 5ta./8va./9na./11ava. semana y usted, ni idea de los que está hablando.
  4. El poco tiempo que tengan juntos… ¡Aprovéchelo! Pueden durar semanas sin verse.
  5. Cuando escuche que su novio cayó con Campusano, Piedra, González, Cabrera, Torres, Scott, entre otras yerbas, prepárese para consolarlo. Sea buena pareja.
  6. En vacaciones (si se pueden llamar así), no atosigue a su novi@…necesita “resetearse”.
  7. Su pareja tendrá el verdadero “tigueraje”. Admitámoslo, en INTEC se aprende de joseo.
  8. Nada de celos disque porque su novi@ dura horas y horas estudiando donde un pana o un amiga…culpe a INTEC y beba agua.
  9. Lo más importante: Cuando inicie el trimestre en INTEC, coja un calendario y señale estas semanas, 5ta (primeros parciales), 8va (segundos parciales), 9na (semana de retiro) y 11ava (exámenes finales). Sepa que durante esos días usted debe andar por abajito, sobre todo en la 9na. Si está consciente de que no le ha ido bien, en esta semana pueden ocurrir discusiones estúpidas y como ya hemos dicho…comprenda.

Historias de amor y desamor

Juan Daniel Ureña, Ing. Civil.

¿Qué te digo? Ella me discutía porque quería que estuviéramos juntos y yo siempre estaba estudiando, amaneciendo. Después empezó con que yo tenía a otra.  Todo duró hasta el momento en que  le pedí ayuda con un resumen  y ella simplemente respondió: que te ayude el profesor o tus amigos. Es más, pídele ayuda al rector:  con ellos es que te pasas las 24 horas.

[sws_frames imageurl=”http://colmena.intec.edu.do/wp-content/uploads/2012/02/407900_3078340799985_1307700389_33357108_1174524458_n.jpg” imageframe=”sws_style1″ borderradius=”0″ imagealign=”sws_right” imagesize=”150″ imagemaxheight=”150″] [/sws_frames]Sara Inés Martínez, Administracion de Empresas

 Tienes sus pros y sus contras. Por un lado está el tener que esperar que el salga de las cuatro materias del día, más el laboratorio, más las amanecidas en casa del amigo que lo va a ayudar en el final… Y por otro lado, está la chulería de desayunar, comer y cenar juntos: INTEC aporta a la unión de la relación. A un trimestre para terminar nuestras carreras, ya los novios no existen más porque INTEC aportó su granito de arena para que hoy estemos felizmente casados. 

Karla Mateo, Ing. Industrial.

Cuando él estaba libre yo estaba amaneciendo por culpa de Automatización de Procesos. Sábados, domingos y cualquier día de la semana. No pudimos mantener la comunicación por el tiempo
que me consumía INTEC.

[sws_frames imageurl=”http://colmena.intec.edu.do/wp-content/uploads/2012/02/Pamela.jpg” imageframe=”sws_style1″ borderradius=”0″ imagealign=”sws_right” imagesize=”150″ imagemaxheight=”150″] [/sws_frames] Pamela Mirabal, egresada de Medicina

A mi novio lo conocí en INTEC. Fue una experiencia súper interesante, pues imaginen el tiempo que hay que dedicarle a la carrera de Medicina, y más aun si es en el INTEC. Ambos sabíamos que no teníamos tiempo para muchas cosas, así que aprovechábamos todos los pequeños momentos, nos hicimos los mejores compañeros de estudios, los mejores aliados en los grupos, los mejores amigos y de paso los mejores cómplices. En mi caso, que mi novio fuera un interciano fajao, sin tiempo a veces ni para ir a la barbería fue lo mejor que me ocurrió

Dorian Feliz, Medicina

Solo tenemos 3 meses, y hasta el momento hemos sobrevivido. No sé si es muy rápido para considerar que la prueba ha sido superada, pero nos ha ido bien. Creo que hemos sabido diferenciar y respetar
entre tiempos de estudios y vida personal. A pesar de eso, no puedo negar que casi siempre él me dice que mi cabeza solo está en Histología.

[sws_frames imageurl=”http://colmena.intec.edu.do/wp-content/uploads/2012/02/252018_2238385561827_1313645535_2550354_641993_n-e1330889768460.jpg” imageframe=”sws_style1″ borderradius=”0″ imagealign=”sws_right” imagesize=”150″ imagemaxheight=”150″] [/sws_frames] María Alejandra Majluta, egresada de Economia

No era difícil vernos y teníamos la ventaja de que tomábamos todas las clases juntos y podíamos ayudarnos con las tareas y los estudios. Nos veíamos todos los días en la uni (yo iba a clase para estar con él y a veces nos escapábamos juntos al bosquecito).

Luvil González, egresada de Mercadeo

El inteciano es analítico, priva en serio… Mi primer novio en INTEC (ambos éramos intecianos) terminó conmigo por falta de tiempo. Pero como yo también soy inteciana, ese trimestre, después de que me botaran, me volqué en los estudios de tal manera que saqué A en las 6 materias. Pero no todo es malo: siempre te pueden sorprender con flores en la plazoleta, puedes compartir atardeceres en el bosquecito, o par de besitos en la Biblioteca.  

Una gran colmena llamada ADE

Cuando un inteciano se gradúa, pasa automáticamente a formar parte de la Asociación de Egresados del INTEC, el órgano más importante de vinculación entre el INTEC y sus egresados.

¿Para qué sirve esta asociación? ¿Qué beneficios les ofrece a sus miembros? A nadie le gusta tener la membrecía de un club que no tenga beneficios. La actual directiva de la ADE se ha propuesto que cada egresado nuevo del INTEC conozca las respuestas a estas preguntas y se sienta parte de la institución. Su fin primordial es precisamente contribuir a que ese vínculo se fortalezca a través del desarrollo de actividades que incrementan el compañerismo, la formación, la ayuda mutua y la solidaridad. Todas ellas orientadas a propiciar el progreso y buena imagen del INTEC.

Cada dos años se elige un directorio ejecutivo y el actual está compuesto por un grupo de egresados en 1985 que ha decidido apoyar al INTEC a través de proyectos de recaudación de fondos e iniciativas para actualizar la base de datos de egresados: 23,216 intecianos dispersos por el mundo.

Entre los planes de este grupo de voluntarios está el organizar, con el apoyo de la Dirección de Desarrollo y Egresados, “Pasos por PIES”, una caminata para recaudar fondos que serán destinados al Programa INTEC con los Estudiantes Sobresalientes, y a la vez servirá para volver a cruzar los caminos de compañeros y profesores.

La ADE se reúne por lo menos una vez al mes para proponer acciones de servicio a los egresados y apoyar las actividades que realiza la Dirección de Desarrollo y Egresados. “La ADE somos todos – afirma en este sentido su actual presidente, el Ingeniero Julio Molina- Queremos invitarlos a acercarse, a ser parte activa, a ser propositivos y a ayudarnos a edificar esta comunidad que es para todos. Tengan siempre presente que en la Asociación de Egresados tienen un gran equipo de amigos, dispuesto a servirles”.

Los intecianos son profesionales de guerra

“Los profesionales de INTEC tienen una calidad probada”. “Son personas de guerra, no les importa el horario y el tiempo invertidos”. “Son más prácticos, buscan soluciones rápidas”. “Son incansables, trabajadores, disciplinados y exigentes”. Estas afirmaciones provienen de empleadores de un grupo de 77 empresas líderes en manufactura, construcción e infraestructura, servicios financieros, telecomunicaciones y otros sectores de la economía nacional, entrevistados por la firma ASISA Reserch Group para una investigación cualitativa sobre egresados del INTEC y su posicionamiento en el mercado laboral, solicitada por la Dirección de Desarrollo y Egresados. El objetivo ha sido conocer las ideas y percepciones que tienen las principales empresas empleadoras del país de los egresados del INTEC en cuanto a: características generales que los diferencian, competencias, fortalezas y debilidades, así como similitudes y diferencias con los egresados de otras universidades nacionales.

El estudio se enfocó en indagar las características percibidas por gerentes de recursos humanos en los egresados de Ingeniería y Negocios, de grado y post-grado, tomando en consideración que estas dos áreas representan el 80% de la población egresada de la universidad.

Los resultados son halagadores. En sentido general, se les percibe con un excelente nivel académico, empleados, disciplinados, orientados a resultados, con un excelente manejo del tiempo, proactivos, con rápida adaptación al cambio, un buen desempeño bajo presión y dispuestos al aprendizaje… “Yo no sé si es por la forma en que les dan las clases, que es más práctica, o porque ellos son más enfocados, no sé, tienen algo”, afirma uno de los entrevistados de una empresa constructora. “Se muestran muy seguros para realizar cualquier asignación, son muy seguros de sí mismos”, destaca un entrevistado del sector Comercio. “Aceptan retos y críticas de mejora, son muy receptivos”, observa un entrevistado de la industria de Servicios Financieros y Seguros.

“En una escala del 1al 5, le daría un 5. Los estudiantes de INTEC me gustan muchísimo”, dice una de las ocho empresas de Manufactura. Y en un mundo profesional cada vez más globalizado, un entrevistado de la industria turística agrega un dato importante: “Si tuviéramos que sacar profesiona les dominicanos para mandarlos a otro país, creo que los de INTEC sacarían ventajas”.

Estas características, en principio bien valoradas, entrañan también riesgos. Así lo observan algunos informantes. “Se les crece un poco el ego”, según un reclutador del área de la Construcción. En palabras
de una de las cuatro empresas de la industria de Energía y Minas abordadas en el estudio: “Pueden trabajar bajo presión, se acostumbran a eso en INTEC, pero a veces trabajan muy rápido sin analizar las cosas a profundidad, orientados más a trabajar sobre la base de resultados”. “Yo soy egresada de INTEC – explica una entrevistada de Telecomunicaciones- y si no me veo presionada no respondo”, confiesa.

Sentados sobre la marca país

Los países, como las personas, tienen características propias, algunas notorias, otras difusas. Descubrir rasgos cargados de identidad y plasmarlos en un objeto capaz de convertirse en una marca propiamente dominicana fue el reto que asumió un grupo de estudiantes de la materia Proyecto de Diseño de la carrera de Diseño Industrial. La misión: explorar esa identidad que nos diferencia y nos hace únicos y convertirla en un objeto de la vida cotidiana. Una silla… Marca País.

Así, bajo la dirección de Angélica Rodríguez, la profesora de la asignatura, doce diseñadores se volvieron ebanistas y, antes de tomar la sierra y taladro, tuvieron que buscar sus respuestas a preguntas como ¿qué significa un mueble para los dominicanos?

“En nuestro país el mueble es un objeto cultural de mucho arraigo y carga simbólica- explica Angélica Rodríguez- y en sus características puede ser una marca país”.

Para diseñar sus propuestas, Montserrat Díaz, Leonor Castillo, Richard Delgado, Richard Rivera, Erick Hernández, Leannis Lebrón, Marielys Rodríguez, Michelle Almonte, Edgar Mateo, Joanny César, Silvia Ricard y Stephanie Smith tuvieron que explorar el mundo de la ebanistería criolla, realizar visitas de campo al pequeño distrito maderero de Villa Consuelo, “VillaCon”, y a la fábrica Rattan Dominicano, la única empresa dominicana que fabrica modelos con guanos y expresamente promueve su desarrollo, entrevistarse con expertos en propiedad intelectual especialistas en signos distintivos, entre los que figura la Marca País. Antes de comenzar a fabricar sus propuestas, realizaron una tertulia sobre el tema con estudiantes de otras universidades.

Así llegó la hora de subir al taller y fabricar. “Es emocionante vivir en carne propia el proceso de fabricación de un producto que yo misma diseñé”, dice Montse. “Los tropiezos durante el proceso de construcción me enseñaron a ahorrar material y pensar en la elaboración del mueble durante el diseño”, comenta Marielys.

“Me di cuenta de que soy capaz de diseñar un mueble tomando en cuenta todos los factores ambientales, económicos y de fabricación”, agrega Richard Rivera.

Los modelos, cada uno con los rasgos de su creador y todos muy “dominicanos”, se exhibieron por un mes en el lobby de la sala Julio Ravelo de la Fuente de la Biblioteca de la universidad. El proyecto culminó el 20 de mayo con una subasta de los ejemplares. Por consenso, los fondos obtenidos fueron donados al Asilo de Ancianos Santa Rosa de Lima.

“Les aseguro que nuestros estudiantes de diseño serán los egresados con mayor incidencia en la producción nacional,” confía Angélica Rodríguez Bencosme.

El poder de las sillas

Nelson Taveras tiene más de una razón para celebrar: ganó el primer y segundo lugar de “Diseña la Silla 2011”. Fue uno de los estudiantes de Diseño Industrial de INTEC que participaron en el concurso dirigido a estudiantes universitarios celebrado en junio en el marco del First Interior Design Show, en el Hotel Dominican Fiesta. Y a todos les fue muy bien: de las 8 piezas finalistas, 4 (las dos de Nelson, la de Richard Delgado, y la de Leanny Lebrón) eran intecianas.

Sentado sobre su esfera de cartón corrugado, a la que ha bautizado “Moon Chair”, silla luna, Nelson nos cuenta cómo nacieron estas piezas ganadoras. Y comenta que su favorita, en principio, era la silla puente (“Bridge Chair”), no la Luna, por lo innovador del diseño de piezas independientes unidas sin pegamento con soga tensada, a partir del concepto estructural del arco en la distribución de la fuerza. “En esa me fajé por varias semanas”, explica. La Luna, que resultó la favorita del jurado, tuvo a su favor la escasez de recursos que obligó a Nelson a cambiar de materiales.

“El hecho de que fuera en cartón ayudó mucho. Yo tenía mis votos jugados en la otra, porque es más innovadora, pero supe que la gente prefería la Moon”, explica.

“Ambos conceptos son geniales”, comenta Arancha Toribio, con un orgullo que se filtra por la colita de los ojos. Como coordinadora de la carrera, está que no cabe en sí misma: “Lo chulo de nuestros proyectos es que todos los muchachos construyeron sus sillas, no sólo las diseñaron. Y eso hace una gran diferencia”. Lograr resistencia y comodidad pegando planchas de cartón en plano seriado es como para un premio. Que resulte cómoda, aun más. Así como lo es lograr un ottoman (o una butaquita, como quieras verlo) desarmable en forma de arco perfecto.

Quizá no lo hubiera logrado solo, pero no fue necesario descubrirlo. Contó con sus compañeros, tanto en apoyo monetario como en horas de trabajo. Alejandro Alcázar, por ejemplo, compartió con Nelson cuatro amanecidas. “El corte lleva mucho tiempo, porque es un proceso manual y tiene que ser muy perfecto”, cuenta.

Arancha también se siente premiada. Después de todo “nuestras ideas y nuestra Escuela están saliendo de las cuatro paredes de la universidad, y eso me gusta”. Ojalá, insiste, todos se animen en participar en este tipo de iniciativas. ¡Y a ganar!

EL SERRUCHO

El “Design Power” como dice Arancha, se muestra en colectivo. El tiempo para fabricar los prototipos era breve, (¿qué hay de nuevo en eso?) y escaso el dinero disponible. Todo el presupuesto se le fue a Nelson en la primera silla, la “Bridge”, cuya fabricación salió en 6,500 pesos. Producir la “Moon” en playwood habría salido en unos 14,000 pesos, en cambio, si la hacía en cartón, bajaba a 8,000. Aun así, los numeritos no daban. Pero los compañeros decidieron a ayudarlo. Alejandro Alcazar, Narciso Contreras, Claudia Liranzo, Laura Portuondo, Laura Bengoa, Elsy Andújar, Emilia Espaillat, Amaya De Jesús, Adrián Medrano e Iván Reynoso hicieron una colecta y sumaron entre todos 5,000 pesos. No importa cuántas sierras haya en el taller de Diseño, ese serrucho mostró compañerismo y sentido de equipo. Ese es el premiazo.