A inicios de 2017, Netflix presentó una serie cuya trama explica los motivos por los cuales el personaje de una joven de 16 años se quitó la vida, y a las personas que responsabiliza de cada uno. “13 razones por qué” rompió récords de audiencia, generó más de 11 millones de tweets, y fue aclamada por sus fanáticos, al tiempo que recibió fuertes críticas de las asociaciones de profesionales de la salud mental.
La serie causó tal revuelo que rápidamente el tema del suicidio, o la decisión de una persona de atentar contra su propia vida, escaló hasta las primeras planas a nivel mundial, y se posicionó en primeros lugares de discusión e interés nacional, una posición en la que el tema se encuentra rara vez, pues suele ser evitado por las familias y escuelas.
Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que unas 800,000 personas se quitan la vida cada año, y la organización califica al suicidio como un “un grave problema de salud pública”. Durante los últimos seis años, en República Dominicana se registraron 3,629 suicidios.
Una investigación reciente presentada por las estudiantes de término de la carrera de Psicología Ana Cabrera, Laura Sosa, Leslie Camilo y Nicole Márquez indica que, según cifras nacionales, la mayoría de suicidios son cometidos por personas entre los 20 y 39 años de edad.
Al presentar el estudio “Suicidio: una calle sin salida” en el Seminario sobre investigaciones científicas La Ciencia desde lo particular, que organiza cada seis meses la carrera de Psicología y el Área de Ciencias Sociales y Humanidades, las jóvenes exploraron las creencias que tienen los jóvenes en torno al suicidio y sus causas.
Las razones de por qué
El trabajo de investigación, que consistió en 12 entrevistas a jóvenes universitarios entre 19 y 21 años, determinó que algunas de las causas que más se asocian con que una persona cometa un acto suicida son: trastornos psicológicos como la depresión, adicción al alcohol, ansiedad, baja autoestima y, en algunos casos, esquizofrenia.
El aislamiento social, sentimiento de desesperanza, acto de valentía, rechazo familiar y social, impotencia e incapacidad para enfrentar tensiones de la vida como problemas financieros, de pareja, enfermedades crónicas o terminales, fueron otras de las causas mencionadas.
Sin embargo, las investigadoras indicaron que el suicidio y sus causas suelen estar asociadas a una serie de mitos que no hacen más que desinformar y entorpecer la atención a casos importantes.
Mitos
Algunos de los mitos más comunes que encontraron son:
- La persona suicida no da señales ni expresa claramente sus intenciones.
- La persona suicida busca atención.
- Quien supera una crisis no recaerá.
- El intento de suicidio es hereditario.
- Quien se suicida padece de un trastorno mental.
- El suicidio es un acto impulsivo que no se puede prevenir.
- Las personas suicidas son depresivas y amargadas.
Algunos de los jóvenes consultados definen al suicidio como un acto de cobardía cometido por alguien con alguna condición mental para salir de sus problemas, como una salida fácil a problemas de distintos tipos, considerarse como un peso en la vida de otras personas, o vivir algún trauma o pérdida.
Sobre este tema, las jóvenes investigadoras explican que un acto suicida es más bien un proceso que involucra diversas etapas iniciando por una idea o deseos suicidas, seguidas de ideación, que es el plan o la manera como se piensa para cometer el acto, seguido a veces de autolesiones e intentos suicidas, hasta llegar a cometer el acto de suicidio.
Qué hacer
En caso de lidiar con una persona suicida o potencialmente suicida, la psicóloga clínica y coordinadora de la Maestría en Psicología Clínica y de la Salud del INTEC Maricécili Mora recomienda siempre tomar en serio una amenaza de suicidio y desplegar todo un protocolo preventivo que primero supone no cuestionar la idea del suicidio y, más bien, concentrarnos en ofrecer nuestra ayuda en cuanto a los motivos que pudieran estar causando la actitud suicida.
En un escenario ideal, lo más recomendable es poner en manos de un profesional de la salud mental al paciente suicida. Cuando un psiquiatra o un psicólogo recibe al paciente, de inmediato se pide la colaboración de la familia o de la red social de la que disponga el paciente, que consiste en no dejarle solo, retirar de su alcance cualquier objeto que suponga un riesgo (cuchillos, tijeras, armas de fuego, vehículos etc.), así como medicación, detergentes o venenos que puedan ser usados por el paciente. Hay que mantener una actitud afectiva y cercana. El apoyo social puede servir de alarma, por eso, activar esa red de apoyo es vital para el bienestar del paciente.
Suicidio en hombres y mujeres
Las deudas son un motivo muy frecuente de suicidio en República Dominicana. Las mujeres lo intentan más veces pero, al utilizar fármacos o envenenamientos, puede haber un margen de tiempo para salvarle la vida. Los hombres lo intentan menos, pero utilizan métodos más severos, como ahorcamientos o disparos con armas de fuego, por eso lo logran más a menudo.
En las noticias
Mora advirtió que divulgar la forma en que la gente se suicida, “aprovechando el morbo que nuestra cultura del espectáculo promueve”, puede contribuir a que se produzca un efecto de contagio, sobretodo en poblaciones tan vulnerables como son los jóvenes. Indicó que muchos países los medios de comunicación no publican noticias sobre suicidios, al menos de que se trate de un personaje de mucha repercusión mediática.
Juego peligroso
A inicios de este año, se hizo una tendencia a nivel mundial “La Ballena azul” que era una especie de juego en que los jugadores debían completar distintos retos que concluían en distintas maneras de quitarse la vida. Producto de la popularidad del juego, decenas de jóvenes en todo el mundo se quitaron la vida.