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Author: Colaborador

Consumidores: verdaderos protagonistas del Brand Revolution

Por: Elías Jahzeel Matías Villamán

¿Están haciendo las marcas una revolución con su branding o la forma de comunicarse con sus clientes? Un ensayo del  inteciano Elías Jahzeel Matías Villamán, estudiante de Negocios Internacionales, que abordó este tema mereció el primer lugar del concurso FOA Universitario, realizado durante FOA 2019, en el que alumnos de distintas universidades participaron con la redacción de textos de entre 500 y 1000 palabras relacionados a temas de mercadeo y publicidad

Hablar de una revolución en la publicidad y el marketing puede parecer un aspecto sencillo para algunos o solamente una terminología como muchas otras. Tal vez se pueda  pensar no más allá del hecho de que se deban buscar nuevas formas de captar potenciales clientes, a través de anuncios mucho más atractivos o nuevas metodologías de crear campañas publicitarias que atrapen la mente de la población. Sin embargo, a la luz del siglo XXI y de los cambios existentes en nuestro entorno, este concepto va más allá que una idea, es todo un movimiento en el que el rol principal no lo tienen las marcas o las grandes publicitarias, lo poseen los consumidores.

El mundo publicitario se ha encontrado con una nueva población de compradores conscientes del poder que ejercen sobre las compañías, que dan valoraciones sobre los productos y servicios que ofrecen de manera directa a las empresas, hasta lograr crear todo un movimiento por redes sociales para desacreditar o dar apoyo a una campaña, todo dependiendo de si estás a favor o en contra de lo que se les presenta.

Esta nueva población es más inclusiva, apuesta a que se rompan los clásicos estereotipos encontrados en todos lados, se cansa rápido de lo repetitivo y siempre busca lo más nuevo y arriesgado. Ahora bien, ¿Cómo han respondido las marcas con relación a todo lo anterior? Hemos notado grandes cambios, poniendo de ejemplo el agregar modelos plus size a las pasarelas o quitar los sorbetes plásticos de una franquicia, sin embargo, esto no es suficiente para llamarlo una “brand revolution”.

Para crear toda una revolución no se necesita cambiar algunos puntos de toda la estructura, se debe demoler esta y edificarla de nuevo, transformar todo el sistema, crear nuevas aspiraciones a alcanzar, claro está, dejando aquel toque característico que identifica a una compañía de todo el resto pero teniendo en mente que el mercado es muy cambiante y siempre debemos estar un paso por delante, mirando más allá de la burbuja de la comodidad y arriesgarnos con prudencia a lo nuevo, a lo inesperado.

Cualquier marca o gran casa publicitaria que decida emprender y caminar hacia el futuro de la publicidad deberá comprender esto al mismo nivel que lleva su misión y visión, adentrase en su segmento de clientes y hacerle entender que está con ellos, que entienden lo que quieren y que apoyan los cambios sociales a los que están apostando para crear una mejor sociedad. Pero hagamos una pausa y pensemos ¿Cómo logramos unir todo esto, la revolución publicitaria, atraer la población tan demandante de clientes y espectadores e ir al ritmo de los cambios sociales que pasan en el mundo?

En primer lugar, debemos adentrarnos en la publicidad disruptiva, algo que a mi entender ya es de conocimiento de todos, pero no lo practicamos de lleno. No es solo el hecho de destacarnos del resto, es hacer una ruptura brusca con lo tradicional, ser creativos, pero al mismo tiempo dejando un mensaje en la mente de nuestro espectador, hacer que después de observar nuestro anuncio quede pensando en nosotros, en pocas palabras, experimentar y permanecer en la mente del consumidor.

Y como segundo punto, que es de importancia entender, es el hecho de que las causas sociales que persiguen nuestra clientela también deben ser las nuestras, tener la responsabilidad social y asumir nuestro rol para el cambio, pero no haciendo lo típico de donar dinero a causas benéficas. Esta acción está mal, pero es ir más allá, es ser uno con nuestros consumidores al momento de iniciar una campaña de apoyo a una causa social, tomarlas y hacer de nuestras campañas publicitarias portavoces de estos movimientos o acciones que se quiere lograr, ya que al final de cuentas, esto no solo ayudará que podamos retener nuestros clientes y captar nuevos, sino que el cambio social nos beneficia a todos ya sea de forma directa o indirecta.

La revolución en la publicidad y el marketing la estamos viviendo ahora, en este mismo momento, por lo cual no debemos quedarnos rezagados antes los cambios que viven nuestra sociedad y el mundo de las marcas. Debemos apoderarnos de estos nuevos conceptos y llevarlos a la práctica, ser uno a uno con nuestra gente, comprender el gran valor de nuestras acciones al momento de realizar una campaña publicitaria, de postear un anuncio en Instagram o poner una valla publicitaria que se vea a tres kilómetros a la redonda, entender que nuestros consumidores también son nuestros portavoces y que sin miedo debemos arriesgarnos a lo nuevo en la publicidad, puesto que al final, solo que se arriesga gana.

30 mil metros cuadrados

Por: José Jiménez/ Estudiante de Comunicación Social y Medios Digitales

Malcolm X decía: “La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy”. Eran momentos de decisión crucial cuando restaban solo algunos meses para vestirme de blanco y caminar por las escalinatas del auditorio donde se cumplió el sueño de lograr una etapa hermosa en la vida: el colegio.

SANTO DOMINGO. -Ser consciente de la realidad que se presentaba frente a mí costó bastante. Saber que tenía que cerrar esta etapa y tomar una de las decisiones más determinantes: escoger la carrera profesional y la universidad para estudiarla.

Cuando entendí que mi mayor logro por alcanzar ya no sería el ser jugador profesional de béisbol, comprendí que mi objetivo sería ir detrás de la comunicación como profesión, por una natural pasión que puse en práctica durante todos mis años de colegiatura. O sea que, las pruebas de aptitudes para mí no eran tan necesarias y la ponencia en mesa de análisis de mi carrera profesional por cursar nunca fue un dolor de cabeza.

Realicé mis pruebas de orientación vocacional y pensé en estudiar Finanzas y Economía por una curiosidad que despertó en mí el libro “Padre Rico, Padre Pobre”.

En el verano del 2017, tomé, dentro de mis posibilidades y la de mi familia, una de las mejores decisiones en mi vida, estudiar la carrera de la cual sería parte de la primera promoción, por su recién apertura: Comunicación Social y Medios Digitales, en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

Sí, en el INTEC, el espacio universitario que conquistó mis gustos de solo verlo a través de las fotos. Pero, ¿por qué entre otras academias el INTEC es mi favorita? Su diseño de infraestructura está pensado para asemejarse a un modelo universitario de países con una gran población, economía y desarrollo, como Estados Unidos, por ejemplo.

A viva voz se ha escuchado que el espacio en donde está sostenida esta alma máter es una colina donde el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina tenía una de sus casas de veraneo. Alrededor de 30,000 metros cuadrados, sobre los cuales se ha logrado conformar edificios, oficinas, laboratorios, áreas verdes y espacios recreativos.

Tal vez, en 1971 cuando se coordinaba el surgimiento de esta Institución, el campus no se proyectaba de la forma que es hoy día. Sin embargo, el tiempo y la dedicación de todos sus directivos por conformar un campus armónico han capturado la atención y la pasión de estudiantes como yo, que están enamorados de un espacio inclusivo, que permite que habiten y convivan todo tipo de personas.

Así es este campus inteciano, donde los pensamientos emanan de mentes impresionantes, y donde conviven estudiantes dominicanos, extranjeros, becados, personas con diversidad funcional. Recorrerlo una tarde del domingo, día en que solo opera la Biblioteca Emilio Rodríguez Demorizi, tardaría unos cuatro minutos. Pero hacerlo cuando sus almas vivas están presentes, tardaría largos minutos y a lo mejor horas.

La plazoleta, la Biblioteca, el área de comida, el Panalito, las mesas de ajedrez, el nuevo acogedor espacio de Café Santo Domingo, los bambúes, las sombrillas, la plazoleta dos, el Bosquecito, son los lugares que convierten el día a día en INTEC, en una rutina con alto sabor a convivencia, amistad, relaciones y a éxito.

¿Y tú, te atreverías como yo a ser parte de un campus, que, entre sus espacios y sus personas, te acogen a tal punto que no te resultará fastidioso llegar a las 9:00 de la mañana y salir a las 10:00 de la noche?

Paradigmas sociales en el oficio del cineasta dominicano

Por: María Laura Vásquez/ Estudiante de Cine y Comunicación Audiovisual

SANTO DOMINGO. -La sociedad dominicana, sumergida en un proceso de regeneración y redefinición infinito, es muy selectiva con las cosas que acepta, rechaza y deja pasar, independientemente de los niveles de moral que los asuntos en cuestión aporten a la sociedad civil. Creyéndonos expertos en el arte de la generalización y excelentes jueces de lo ajeno, suponemos que estamos calificados para clasificar y definir las cosas que no entendemos.

Todos conocemos en su semi-totalidad lo que implica el oficio de un doctor en Medicina; las horas que require, los años de estudio y la responsabilidad que recae en los hombros del practicante a la hora de salvar vidas, por lo tanto, no juzgamos las decisiones de un doctor y mucho menos su integridad como profesional y persona, pues ejerce una profesión sacrificada y respetable.

Un ingeniero civil, encargado de las infraestructuras de nuestro país, responsable por un desarrollo sustentable y una seguridad a largo plazo, tampoco es cuestionado por sus decisiones.

Sin embargo, el desconocimiento del cine y sus implicaciones lleva a al público a desestimar a quien decide estudiar la profesión. Y quienes ya son cineastas muchas veces son catalogados por algunos sectores de nuestra sociedad como “vagos” o se supone que tomaron el camino fácil, desvalorizando, no solo el cine como disciplina, sino también como arte, y ni mencionar a los otros artistas.

En una sociedad conservadora como la nuestra, en la que temas corrientes de pensamiento y hasta ciertas palabras son censuradas y castigadas en los medios de comunicación, el cine supone un desahogo del disconformismo social, a pesar de que esta facción de la disciplina aún no se desarrolla por completo. El hecho de que nuestro cine canalice una vertiente más enfocada en la comedia y en exigir poco de su público ha eclipsado la percepción que el pueblo tiene de la industria cinematográfica, al igual que de sus mejores expositores y obras.

El poco valor que para la mayoría tiene del oficio se ve canalizado, entre otras cosas, en las taquillas que venden diferentes tipos de películas. Por ejemplo, una comedia familiar con poco valor narrativo, estético y cinematográfico vende mucho más que un drama carcelario con mucho más peso cinematográfico.

La razón por la cual nuestra cultura menosprecia los esfuerzos para realizar un cine de valor viene desde la formación primaria. Enseñar que quien reprueba matemáticas es “bruto” y que el arte es un chiste, es enseñar que el ingeniero es serio y el artista es vagabundo. Enseñar que quien aprueba sin analizar y que las cosas se “josean”, es enseñar que el análisis profundo no vale la pena y que lo fácil de consumir es lo viable.

Reflexiones sobre la diversidad

Por: Ana Cabrera, José Meregildo, José Morel y Nicole Márquez/ Egresados de la carrera de Psicología.

Muchas veces el ser humano se encuentra en situaciones desconocidas o diferentes a lo que está acostumbrado lo que le provoca sentimientos de miedo y desconfianza ante aquello que no sabe con certeza qué es, cómo funciona o qué se puede aprender de ello.

SANTO DOMINGO. -Al impartir la asignatura “Atención a la Diversidad”, la profesora Rocío Hernández busca expandir los conocimientos de sus alumnos e involucrarnos en temas tan importantes como la inclusión social, educación inclusiva; diferencias entre inclusión, integración, exclusión y segregación; apreciación a las diferentes culturas y religiones, entre otros.

Uno de los temas desarrollados en clase fue la inclusión, y cómo esta influye en la perspectiva que pueden tener las personas ante la forma de ser, creer, actuar y aprender de los demás. Sabemos que no todos los seres humanos somos iguales. A partir de una de las lecturas realizadas en el curso titulada: “¿Niño limitado o niño diferente?” del autor chileno Humberto Maturana (1992), a cada grupo en la clase la maestra nos pidió hacer una reflexión.

Consideramos que Maturana trata de cambiar la forma de pensar del ser humano acerca de cómo ve a los demás. Por ejemplo, cuando vemos a un niño, o a cualquier otra persona con alguna condición o limitación, ¿realmente se trata de un niño especial, un niño limitado o un niño diferente? Acerca de este cuestionamiento el escritor chileno expresa que los seres humanos presentan al menos dos dimensiones dentro de lo que es su existencia: la biológica y la humana.

Maturana sostiene que desde el punto biológico no existe aquello que se conoce como error, disfunción, minusvalía o incapacidad, sino que esto pasa a existir en la dimensión de lo humano y en el reconocimiento.

Interpretamos, a raíz de lo expuesto, que cada persona es igual sin importar la razón a nivel biológico, pero una vez que lo vemos desde la perspectiva de la dimensión humana, la discriminamos o consideramos limitadas, incapaces, especiales… es decir, le ponemos una etiqueta.

Maturana plantea que la limitación o discapacidad en los seres humanos no existe, es más bien es una manifestación de la falta de autorespeto y el miedo al amor. Dejándonos con la reflexión de ir más allá y creer en la idea de que sí existe una diversidad humana que nos da la oportunidad de ver la funcionalidad de la persona como una oportunidad, y no como una limitación.

El pensar que una persona es limitada, es limitar nuestra percepción de las oportunidades de esa persona e impide el desarrollo de una perspectiva diferente e inclusiva ante la diversidad funcional.

Yale International Clinic: salud integral para niños necesitados

Por:  Elianny Lantigua – Egresada de Medicina / Coordinadora de Yale International

Con esta iniciativa, el Área de Ciencias de la Salud del INTEC, en conjunto la Escuela de Medicina de Yale, lleva atenciones médicas a poblaciones de escasos recursos, focalizándose en la población infantil

Durante mi formación como doctora en Medicina en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) cumplí el rol de monitora de las asignaturas de Epidemiología y Salud Pública esto me permitió tener mi primer contacto con la realidad social y las necesidades sanitarias de las comunidades de escasos recursos. Conocí la brecha en el acceso a los servicios de salud con la que lidian las personas económicamente desfavorecidas y pude trabajar en proyectos para mejorar las condiciones de esas comunidades mediante la promoción de salud, campañas de concienciación, la educación y la investigación.

Años más tarde, previo a mi graduación, tuve la oportunidad de realizar una rotación clínica en el prestigioso hospital Yale-New Haven, en Connecticut. Esta fue sin duda una de las mejores experiencias de mi vida, la que se hizo posible gracias al acuerdo que posee el INTEC con la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale y su programa de electivas clínicas para estudiantes visitantes.

Una vez allí tuve el privilegio de presenciar cómo funciona el sistema de salud de los Estados Unidos, además de notar la increíble infraestructura del Hospital y la gran cantidad de recursos que poseen. Para mí fue un contraste al compararlo con los hospitales de la República Dominicana donde recién terminaba de cursar mi año de internado, por lo que sentí la necesidad de devolver a nuestra isla un poco de lo mucho que recibí.

Una tarde mientras conversaba con el doctor Pedro González, residente de segundo año de pediatría en Yale, nos surgió la idea de realizar un operativo médico gratuito en República Dominicana, con el fin de brindar servicios de salud integral a los niños necesitados.

Gracias al apoyo de la doctora Marietta Vázquez, directora del Programa de Salud Global Pediátrica de Yale, el doctor Tyrone Rodríguez, director del Programa de Residencia de Odontología pediátrica de Yale, de todos los médicos residentes voluntarios de ambos departamentos, del INTEC y de las empresas que decidieron sumarse al proyecto como patrocinadores, Yale International Clinic pasó de ser una idea muy ambiciosa a ser una hermosa realidad.

El sábado 11 y domingo 12 de mayo de 2019 fue realizado el primer operativo médico en la comunidad Gualey de Pizarrete, en la provincia Peravia. Participó un grupo de más de 70 voluntarios conformado por estudiantes de las carreras de Medicina y Odontología, así como doctores egresados del INTEC, junto con un grupo de médicos especialistas y odontólogos voluntarios del hospital Yale-New Haven.

Gracias al excelente trabajo de todos los voluntarios atendimos más de 250 niños, quienes fueron beneficiados con evaluaciones pediátricas, dermatológicas, oftalmológicas, intervenciones odontológicas y charlas educativas.

Fue una gran experiencia compartir ese fin de semana con un grupo de jóvenes líderes quienes comparten la misma sensibilidad hacia los problemas de desigualdad en la accesibilidad a los servicios de salud de las comunidades desfavorecidas, la cual es primordial para generar el cambio que necesitamos en nuestra sociedad.

A través de Yale International Clinic buscamos brindar soluciones sostenibles a esta problemática mediante la realización de este tipo de actividades varias veces al año, con miras a, eventualmente, expandirnos para trabajar con más comunidades. También buscamos aportar en la labor de formación continua del personal de salud mediante la realización de charlas educativas gratuitas. Es un proyecto que, aunque se encuentra dando sus primeros pasos, está en constante evolución y posee un gran potencial. Estoy ansiosa por continuar viendo su alcance e impacto en la vida de las familias beneficiadas con el transcurrir de los años.

Vehículos Eléctricos: una opción ecológica

Los automóviles que funcionan únicamente con electricidad tienden a producir menos descargas que los automóviles que queman gasolina u otros tipos de combustibles fósiles, debido a los productos químicos y al sistema de combustión del vehículo.

Por: Aarony Reyna García

Los vehículos de motor eléctricos (VE) mejoran los estándares de calidad de vida entre la población del mundo. Estos tipos de automóviles reducen la emisión de gases contaminantes al reducir el uso de combustibles fósiles. En ese mismo orden, disminuyen los riesgos de combustión o sobrecalentamiento del motor cuando chocan y el desarrollo del proyecto de autos eléctricos impulsa el progreso económico.

Los vehículos que funcionan con combustibles fósiles generalmente emiten algunos gases contaminantes para el medio ambiente, mientras que se ha demostrado que los autos eléctricos producen menos gases contaminantes, casi ninguno.

Según lo confirmado por la Oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable de los Estados Unidos de América, los automóviles que funcionan únicamente con electricidad tienden a producir menos descargas que los automóviles que queman gasolina u otros tipos de combustibles fósiles, debido a los productos químicos y al sistema de combustión del vehículo. No obstante, la cantidad de emisiones producidas por los vehículos eléctricos puede depender de la calidad de la electricidad que se entrega para encender el automóvil, aunque representa una amenaza menor para el medio ambiente.

Además, los automóviles que funcionan exclusivamente con electricidad tienen menos posibilidades de incendios y explosiones cuando ocurre una colisión, esto debido a la falta de sustancias inflamables presentes en la estructura del automóvil.

Thomas Broberg, asesor técnico superior de seguridad del Centro de seguridad de automóviles Volvo, expresa que los vehículos eléctricos podrían ser más seguros que los que tienen motores de combustión en todos los aspectos, y más cuando su diseño cubre todos los escenarios riesgosos. Dicho esto, suponiendo que los procedimientos adecuados sean efectivos, los autos eléctricos representan un hilo inferior para la vida humana.

Por otro lado, los vehículos eléctricos mantienen un impulso significativo en los niveles económicos, por la sustitución de los combustibles fósiles de uso común a electricidad. Según el modelo macroeconómico aplicado por Cambridge Econometrics, el movimiento popular de automóviles de tipo eléctrico e híbrido en el futuro inmediato afectará significativamente las inversiones en tecnologías automotrices.

En el mismo orden, la extensión de vehículos eléctricos en todo el mundo generará el interés de invertir en estaciones de carga que brinden a los clientes la posibilidad de cargar sus automóviles cuando estén fuera.

En conclusión, los automóviles eléctricos proporcionan una forma de vida más sostenible al mejorar la calidad de vida de los humanos, ayudando a mantener un aire más limpio y mejorando la economía en todo el mundo. Considero que el desarrollo de esta tecnología ayuda a controlar la distribución del suministro, especialmente porque habrá una reducción significativa en el suelo y el agua, así como la contaminación del aire, ya que el refinamiento de los combustibles fósiles disminuirá significativamente debido al uso diario y la dependencia del motor eléctrico.

El feminismo en el cine dominicano (dentro y fuera de la pantalla)

Por: Nicole Reyes Lugo/ estudiante de Cine y Comunicación Audiovisual

La industria del cine dominicano cuenta con 990 mujeres que trabajan detrás de cámara. El Sirecine registra 628 actrices y 863 actores, para un total de 1,491, en el que las féminas ocupan el 42%.

SANTO DOMINGO. -En el cine dominicano, como en muchas otras disciplinas, la participación de la mujer aunque no ínfima, es condicionada por los roles de género y los estereotipos. Ya sea frente a la cámara, reducidas a ser el interés amoroso que responde a las necesidades de un personaje masculino, o detrás de cámara encasilladas en departamentos de arte, producción o cualquier tipo de asistencia.

De acuerdo a un artículo del periódico elDinero, citando al Sistema de Información y Registro Cinematográfico (Sirecine), establece que en República Dominicana existen 6,255 registros de personas que trabajan en el área audiovisual, aunque hay algunos que están registrados dos veces. De esos registros, 1,778, es decir, el 28%, son de féminas. Pero, de manera oficial, la industria cuenta con al menos 1,618 mujeres, de las cuales 160 tienen un doble registro porque se desempeñan en más de un área.

Según esta fuente, la industria del cine dominicano cuenta con 990 mujeres que trabajan detrás de cámara. El Sirecine registra 628 actrices y 863 actores, para un total de 1,491, en el que las féminas ocupan el 42%. De los 227 registros con los que cuenta Sirecine sobre dirección cinematográfica, 30 pertenecen a mujeres, es decir un 13%.

Estos datos son importantes, aunque podrían parecer insignificantes para los fines de este análisis. La razón principal por la que se refuerzan los estereotipos a través del cine, se debe a la falta de representación de determinados sectores de la sociedad a la hora de realizar, analizar y corregir guiones, en este caso el de la mujer.

Las buenas intenciones son insuficientes

Existen películas como ¿Quién manda? (Ronni Castillo, 2013), Todos los hombres son iguales (Manuel Gómez Pereira, 2016) y Locas y atrapadas (Alfonso Rodríguez, 2014) que quisieron dar la impresión de tener un mensaje de empoderamiento a través de sus personajes femeninos, sin embargo, la pobre calidad de la escritura y el desinterés por la investigación nos deja con personajes planos y vacíos que solo tienen como fin empujar una trama que en esencia es dirigida por las acciones de las contrapartes masculinas.

Lía Lockhart, actriz, directora y editora, considera la juventud como una ventaja de la industria del cine local, y esto permite una mayor participación de la mujer.

“Igual, lo ideal sería alcanzar una industria equitativa donde tanto el hombre como la mujer puedan fluir creativamente y ser respetados. Para mí, trabajar en una industria como esta es una oportunidad de crear y representar a las mujeres en el cine dominicano”, subraya la ganadora del premio a mejor dirección y mejor cortometraje entregado por FEMUJER, en 2018, por su cortometraje Está bien llorar, Alicia.

Sobre los retos futuros que afronta una mujer directora/realizadora en la industria del cine, Lockart señala que: “el primer reto es que tal vez no se le tome tanto en cuenta, o no crean que es capaz, pero gracias a Dios hay muchas realizadoras dominicanas que están dando de qué hablar y están defendiendo y haciéndole ver al público, y a todo el que trabaja en este medio, que las mujeres tenemos la misma capacidad de creación que los hombres, trabajamos fuerte al igual que ellos”.

Otras producciones “cómicas” se valen de la objetivación de la mujer como recurso recurrente por el matiz sexual que tiene la comedia a nivel nacional, y que, al ser escrita por hombres, es inevitable que la mujer quede en el plano de la sumisión, pues rara vez se trata de una mujer que es dueña de su sexualidad y sus acciones, y siempre será para satisfacer o favorecer al hombre.

En otras películas como La lucha de Ana (Bladimir Abud,2012), La Gunguna (Ernesto Alemany, 2015), Carpinteros (José María Cabral, 2017), Cocote (Nelson Carlo de los Santos, 2017), Dólares de arena (Laura Guzmán e Israel Cárdenas, 2014), La hija natural (Leticia Tonos, 2011) y Miriam miente (Natalia Cabral y Oriol Estrada, 2018), sus personajes femeninos, tanto en roles protagónicos como de soporte, son dueños de una personalidad propia, toman la acción en sus manos y tienen peso como unidad narrativa.  Son más que “props” (objetos que se utilizan y aparecen en las películas), como les llamo personalmente, que serán utilizados por los personajes masculinos en beneficio de la historia.

Como estudiante, consumidora de cine y futura realizadora, me da mucha curiosidad ver hacia dónde se dirigirá el cine dominicano en la medida que evolucione, no solo en las técnicas, sino también en el pensamiento.

Primera edición del “Game Developer Day” se celebró en el INTEC

La actividad contó con la participación de expositores nacionales e internacionales, talleres, charlas y exposiciones de videojuegos locales

SANTO DOMINGO. -En el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) se celebró el día de desarrolladores de videojuegos (Game Developer Day, en inglés), en el cual emprendedores de videojuegos dominicanos se congregaron en un ambiente de aprendizaje y socialización.

El evento fue una iniciativa de la Comunidad de Desarrolladores de Videojuegos de República Dominicana (CDDV) y contó con el respaldo de las carreras de Ingenierías de Sistemas, Software y Ciberseguridad del INTEC y sus Comités de Estudiantes.

Osvaldo Larancuent, coordinador de la carrera de Ciberseguridad, expresó su admiración por la iniciativa, y puntualizó que este sector tiene un crecimiento impresionante a nivel global en la industria del entretenimiento.

“Esta vibrante comunidad de desarrolladores de videojuegos demostrarán, a través de las exhibiciones de sus productos, las capacidades que tiene el talento local para generar propuestas de valor que ofrezcan servicios en este sector tecnológico”, puntualizó Larancuent, durante la apertura del evento.

De su lado, Marco Marmolejos, fundador de la CDDV, dijo que la asistencia de desarrolladores de diferentes partes del país marca un hito en el desarrollo de la comunidad y permitirá atraer y estimular la industria local. Además, agradeció al INTEC, su alma mater, por el apoyo en sus diferentes iniciativas.

Marmolejos hizo mención especial a Danny Peña, dominicano establecido en Florida, con una influencia global en la industria del videojuego, quien tiene un programa radial en internet con niveles de audiencia extraordinarios.

“Es el único latino premiado al salón de la fama de los podcasts, productor de un documental sobre el desarrollo de su carrera y además organizador de eventos de masas en su comunidad, y quién compartirá sus experiencias sobre cómo hizo para alcanzar el éxito logrado”, puntualizó Marmolejos.

El fundador de la CDDV, también agradeció el respaldo y presencia de Unity Technologies, quién a través de Ashley Alicea, impartió talleres sobre el desarrollo de videojuegos y los recursos digitales para la creación de videojuegos.

El evento contó con una agenda de ponencias y exhibiciones, que además incluyó la participación de los siguientes representantes:

  • Marco Marmolejos (Fundador de la CDDV).
  • Ashley Alicea (Evangelist | Unity Technologies).
  • Danny Peña (Host / Founder | Gamertag Radio y primer latino (dominicano) en estar en el salón de la fama de Podcast).
  • Juan Luis Plaza (Learning and Development Manager | The Key Talent).
  • Pablo Oyarzo (Founder | Dominican Hardware Community).
  • Andrés Hiciano(Game Artist | Nexus Education).
  • Fidel Soto (Project Manager | PiTech).
  • Daniel Espinal (Game Artist | Genius Plaza).
  • Leorian Ricardo (director Creativo | Moro Studio).

Asimismo, el escenario sirvió para que diferentes emprendedores y asistentes compartieran sus testimonios, experiencias y sus videojuegos desarrollados. Entre los cuales se presentaron iniciativas orientadas al ocio, educación, las artes y el ámbito empresarial.

Las palabras de cierre estuvieron a cargo Joel Jiménez, en representación del coordinador del Área de Ingenierías en Sistemas del INTEC, y Marco Marmolejos, de la CDDV.

Chat Bot: una vida estudiantil más interactiva

Por: Jonathan Suero Nova/ estudiante de Ingeniería en Ciberseguridad

SANTO DOMINGO.- Chat Bot es una tecnología que permitirá a varios usuarios interactuar de manera sincronizada y ser atendidos al mismo tiempo, de manera automática y en cuestiones de segundos, sin importar el lugar donde se encuentren, realizando las funciones de igual manera que una persona.

Mi emprendimiento surgió en la asignatura Tecnología de Información Emergente que cursé en mi cuarto trimestre, de la mano del docente Osvaldo Larancuent, en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

Chat Bot permite a los usuarios interactuar y mantener una conversación con un programa informático, el cual puede estar vinculado tanto a aplicaciones móviles como en sitios en la web. Este chat Bot será de gran impacto, ya que también podría ser un instrumento que le facilite al usuario las más rigurosas informaciones tanto de la universidad, como de las carreras impartidas allí.

¿Que sustituirá?

Podría sustituir a un sinnúmero de trabajos sencillos, los cuales no requieren de mucha fuerza de voluntad, tales como un secretario o secretaria o cualquier personal que te ayudan a realizar los pasos para ingresar a la universidad, con respeto a las personas que están encargados de realizar la solicitud de admisión con éxito.

No obstante, podría ser de suma importancia para una universidad como el INTEC.

¿Cómo funciona?

El uso adecuado para este Chat Bot es preguntar cualquier información requerida, tanto por el estudiante o algún nuevo usuario que desee ingresar a la universidad, permitiendo así el desarrollo positivo para los usuarios, las 24 horas del día y los siete días de la semana. Este chat automático podría detectar de igual manera la interacción, ya sea de un estudiante o un particular.

Mi deseo es contar con suficiente apoyo tanto de la universidad como de mis compañeros para llevar a cabo mi proyecto con éxito, y que tanto yo como todos los estudiantes disfrutemos de este gran proyecto.

¿Somos capaces de reconocernos a nosotros mismos?

Por: Paul Guerra Rosado/ estudiante de Medicina

Vivir con VIH (+) no es algo que deba llevarnos a la exclusión y a la discriminación … Es sólo una realidad que puede ser tu realidad.

SANTO DOMINGO.- Crecemos con un número indefinido de expectativas sobre lo que es la vida, sobre lo que será el mundo y del cómo será marcada nuestra propia historia. Como humanos sentimos un gran temor a lo desconocido, nos aterra que todo sea diferente, pero necesitamos que al menos algo cambie. El Rally VIHDA realizado en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo fue el encuentro, desde mi perspectiva, con nuestro propio yo.

El dolor no es agradable, el sufrimiento tampoco lo es. Y, creo que tras esta experiencia  he aprendido que el reconocer la realidad del mundo tampoco lo es. Pero al igual que lo primero, todo es necesario, porque todo tiene una enseñanza que nos marca.

Nunca había tenido la oportunidad de compartir con una persona VIH (+). Nunca había tenido la oportunidad de compartir con la ESPERANZA, tan real y verdadera como la cuentan las grandes historias. Y fue algo maravilloso.

Cuando ingresé a la última estación del Rally, aquella en la que se nos pidió guardar silencio y calmarnos un poco, debido a la gran exaltación producto de la euforia, nunca imaginé experimentar la sensación de sentir que yo era cada mirada. Uno de los organizadores de la actividad nos pidió seleccionar una de cuatro personas que nos rodeaban, ubicadas dentro de los cubículos que utilizamos para estudiar en nuestras horas libres. El criterio de selección que debíamos aplicar era: ¿cuál persona consideraba yo, era VIH (+)?

Una de mis compañeras, Gabriela Mateo, inmediatamente se indignó profundamente y lo expresó en seguida. El motivo de su frustración era el simple hecho de que el VIH no poseía rostro. Pero dentro de mí en ese momento se formó una tempestad muy grande, porque miré a cada una de esas personas y en ellas pude verme a mí mismo. La angustia e incertidumbre en cada una de esas miradas era mi realidad; la felicidad como producto de una autovaloración era mi realidad.

Ellos/as eran yo. Y elegirlos a ellos era elegirme a mí, porque yo definitivamente era ellos. Porque todos somos todos. No soy VIH (+), pero eso no me hace diferente.

Vivir con VIH (+) no es algo que deba llevarnos a la exclusión y a la discriminación… Es sólo una realidad que puede ser tu realidad. Amar y brindar al otro la confianza y la seguridad de que posee todo nuestro apoyo nos hace grandes como personas. Y es que una persona VIH (+) no es diferente a nosotros, no existe cosa en esta tierra que nos haga diferentes unos a otros más que la maldad que exhibamos hacia el otro.