Skip to main content

Tag: Música

Disfruta de los clásicos de Disney con Desenchufados

El grupo estudiantil de canto presentó en el Campus el repertorio de canciones icónicas de la productora cinematográfica que de seguro marcaron tu infancia, quédate a escuchar cuáles son

SANTO DOMINGO. – La comunidad del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) cantó al ritmo de los clásicos de Disney junto a “Desenchufados”, grupo estudiantil de canto, que entonó frente al edificio Eduardo Latorre (EL) algunas de las melodías reconocidas de este gran conglomerado de medios de comunicación y entretenimiento.

“Libre Soy” de la película Frozen; “Veo en ti la luz” de Enredados, y “Beauty and the Beast” de la Bella y la Bestia fueron solo algunos de los clásicos presentados en la actividad organizada por la Unidad Vida Universitaria, Arte y Cultura, coordinada por Awilda Polanco, de la Dirección de Servicios a Estudiantes.

Irianna Jiménez, encargada de Arte y Cultura, valoró la disposición de Alba Pérez, directora del Coro de Cámara del INTEC, para organizar la actividad. Aseguró que en medio de la puesta en escena los oyentes se transportaron a recuerdos de su infancia.

“Esta presentación de DESENCHUFADOS fue sin duda un encuentro interactivo entre los intérpretes y espectadores, superando por mucho el objetivo de compartir un tiempo de música en vivo y de relajarse fuera del contexto académico, el grupo logró generar emociones en cada uno de los asistentes, desde estudiantes hasta colaboradores”, comentó Jiménez.

Por si te lo perdiste, te compartiremos una galería de fotos y el listado de canciones de este espacio, a fin de que al igual que los participantes te transportes a los mejores recuerdos de las películas que más disfrutaste en tu niñez.

 

 Repertorio de canciones “Clásicos de Disney”

Nombre Canción
Cindy Montero y Kaysie Sosa Libre Soy
Paul Cabrera y Camile Polanco A whole new word
Kaysie Sosa Eres tú
Angelica Rodríguez y Paul Cabrera Beauty and the beast
Angelica Rodriguez Parte de el
Allison Perez Sueña
Camille Polanco Reflection
Yocasta Rivas Color of the wind
Vincent Peguero Mother knows best
Enrique Naranjo Hombres fuertes serán hoy
Paul Alberto Cabrera Brillo
Stacey Minaya Te esperaré
Marcos Márquez Dos oruguitas
Elianna Jimenez Reyes/Camille Polanco La separación
Carlos Almonte Aquí
Alba Perez A dream is a wish your heart makes
Jose Ortíz y Angelica Rodríguez Veo en ti la luz

 

¿Se nos quedó algún clásico importante por cantar? 

Gabriel Pagán y Nathalie Hazím contagiaron con su música a los intecianos

Como parte de la “Gira Universitaria” los artistas se presentaron en la universidad y sorprendieron al público con la participación de Fernando Villalona y Mark B

Gabriel Soto, egresado de Comunicación Social y Medios Digitales

SANTO DOMINGO. – Imaginar que en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo un trimestre iniciaría a ritmo de buena música podría parecer inverosímil, sin embargo, la noche del jueves 2 de noviembre la cantautora Nathalie Hazím y el merenguero Gabriel Pagán pusieron a bailar a estudiantes, docentes y colaboradores en la plazoleta principal de la universidad como parte de su “Gira Universitaria”.

El concierto, que cuenta con el apoyo Banreservas, Seguros Crecer, AFP Crecer, FIAT y Motoneo, tuvo un toque especial con la comparecencia del merenguero Fernando Villalona, “El Mayimbe”, quien se unió a Gabriel en el escenario, para juntos hacer que todos los presentes se pusieran de pie para bailar nuestro ritmo autóctono. A su vez, estuvo como invitado el artista urbano Mark Burdier, conocido como Mark B, quien formó parte del espectáculo con el ritmo urbano de la canción “Playa y Arena”.

A las 4:40 de la tarde salí de mi casa para disfrutar del concierto, al llegar al campus, no podría creer lo que estaba viendo en esos momentos: una gran parte de los estudiantes se encontraban sentados en la plazoleta, en comunidad, esperando ansiosamente a que diera inicio el evento, otros ubicados en las escaleras de la Biblioteca, y algunos asomados desde el edificio Osvaldo García de la Concha para tener una mejor vista del espectáculo que se avecinaba.

¿Cómo no estar entusiasmado si todos los que se encontraban allí estaban esperando con ansias? El escenario que se encontraba montado en ese momento simplemente dejaba mucho que desear. El concierto aún no había comenzado del todo, pero debido al ambiente que se tenía, los estudiantes ya estaban bailando merengue, cantando las canciones que se colocaban, algunos entusiasmados de que sus profesores se unieran a la actividad (no que cancelarán las clases, porque nosotros amamos las clases) y otros simplemente disfrutando el momento.

El concierto inició con la presentación de la artista “Yellow Tree”, quien gracias a su personalidad y carisma hizo que una parte de los estudiantes que se encontraban allí se acercaran, hasta estar a tan solo unos pocos metros de la tarima. La forma en que bailaba y cantaba hizo que las chicas se unieran a cantar con ella aunque no se sabían sus canciones, pero gritando a todo pulmón.

Nathalie Hazim fue la encargada de poner a todos y todas en sintonía, y el público (para mi sorpresa) se encontraba súper maravillado con su aparición. Se podía apreciar, como casi todas las personas reunidas allí eran una sola a la hora de cantar con la cantautora dominicana, pero eso no queda ahí. Y es que, en cierto momento se acercó a tarima una pareja que Nathalie llamó, porque el novio le quería dedicar una canción de amor a su novia, simplemente un momento mágico.

Todos los demás que se encontraban con su pareja en ese momento apreciaron el detalle y también disfrutaron de la dedicatoria. El amor literalmente estaba en el aire.

El concierto alcanzó su máximo clímax con la aparición de Gabriel al que todos conocían por su sencillo “A tan solo una hora”. No me había percatado que, lo que antes era un gran grupo de estudiantes, de pronto se había convertido en una multitud que cantaba, bailaba y gozaba su música. Justo delante de mí, donde en un principio no había tantas personas, en un instante se convirtió en una pista de baile. La gran mayoría de estudiantes, egresados, colaboradores y docentes se encontraban bailando al ritmo de la música, sin duda una experiencia única.

Música y filosofía con el artista Manny Audico: “nos genera un mar de emociones”

El cantautor urbano dominicano compartió acerca del impacto de la música en nuestros pensamientos durante la clase Introducción a la Filosofía del profesor Frankelly Martínez

SANTO DOMINGO. – Los estudiantes de la asignatura Introducción a la Filosofía del profesor Frankelly Martínez tuvieron la dicha de conocer al cantante urbano Manny Audico quien, con algunas canciones de su álbum Pirómano transmitió algunas emociones de sus vivencias del pasado, amores y desamores, junto a recuerdos comunes del típico dominicano que vive en el barrio.

“La vida se trata de contrastes, no existe la luz sin la oscuridad. Pasa también con la música y la filosofía: apreciar el silencio antes de la música”, dijo Martínez al referirse al valor del silencio. A este comentario se sumó Martinez, quien afirmó que “El silencio es revelador de muchas realidades”.

En el encuentro con los estudiantes de distintas carreras compartieron acerca de las emociones que evoca una buena canción, así como aquellos mensajes implícitos que puede esconder.

“La música nos genera un mar de emociones, dependiendo de la inteligencia auditiva que uno desarrolla”, expresó Audico.

El artista también compartió acerca del proceso de composición: recursos literarios, lenguajes coloquiales o poéticos forman parte de la lluvia de ideas que le surgen en su proceso de creación, inspirados en experiencias o elementos culturales que evidencian la dominicanidad de nuestros artistas.

“La filosofía se puede adaptar a cualquier estilo de vida: estar tranquilos y pensar” para crear, explicó al referirse al concepto que considera esencial para construir una canción que pueda convertirse en una obra maestra.

La música como elemento de identidad

El estudiante Alejandro David Rodríguez nos comparte un ensayo orientado a identificar el nivel de influencia de la música en la identidad de las personas, y en particular en los adolescentes

La música es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos.

La música ha sido compañera del ser humano desde los comienzos de su historia. Se especula que los comienzos de su historia tienen relación con la imitación de los sonidos de la naturaleza, como el canto de las aves y también de la naturaleza interna del ser humano, por ejemplo el ritmo natural de los latidos del corazón.

Según Juliette Alvin “A través de los siglos, entre filósofos, médicos y músicos ya ha habido diversas escuelas de pensamiento que trataron de explicar el mecanismo de respuestas a la música. Oscilaron entre dos teorías: algunos creían que la música afectaba primordialmente las emociones y despertaba estados de ánimos que a su vez actuaban sobre el cuerpo; otros pensaban que el proceso era inverso: de lo fisiológico a lo psicológico”.

DSC_0255

Pero hay evidencia para sostener que la música tiene influencia en las personas, especialmente en los adolescentes, influyendo su ánimo y su comportamiento, ya que durante la adolescencia, los jóvenes buscan su lugar en el mundo social como un individuo activo en la sociedad, y esta búsqueda los lleva por diferentes caminos. El desarrollo psicosocial, enfatiza la búsqueda de la identidad en los años de la adolescencia y nos muestra la manera como los adolescentes elaboran modelos de conocimiento y conductas, a partir de los cuales construyen, interpretan y actúan la realidad, generando en repetidas ocasiones conductas antisociales que los estigmatizan y convierten en personas no gratas para la sociedad en donde viven.

En un mundo que tiende a la homogeneidad extrema, la música parece ser la última salida donde mostrar una diferencia. Ser original, independiente o rebelde, e ir contra la corriente. Quizás sea buscar una identidad diferente a la de sus padres, o quizás, solo ocupar el tiempo libre, o ahogar el sentimiento de soledad, y encontrar un grupo de personas en el que ampararse ante las exigencias del sistema. El hecho es que una de las actividades que más realizan los adolescentes es escuchar música.

Los adolescentes son los más propensos a ser influenciados por los nuevos estilos músicales, ya que se sabe que los jóvenes construyen su identidad con el vestuario, el peinado, el lenguaje, y la música. Los jóvenes se unen a grupos que se transforman luego en tribus sociales. Los amigos son el centro donde se forman los patrones de conducta que sigue el adolescente. En los grupos en los cuales, el elemento de unión, es la música, las creencias se generan a partir de ella. Ella es la que determina la forma de vestirse, de peinarse, de moverse, la forma de hablar. Este conjunto de creencias construye la identidad de ese grupo o tribu de pertenencia.

¿Tiene la música algún tipo de repercusiones en el plano cognoscitivo de los adolescentes?  Algunos podrían argumentar que la música tiene diferente significado para diferentes personas, y que su efecto es sólo cuestión de una respuesta condicionada, ésta no es una premisa aceptada por los productores de películas, pues al incorporar un tema músical a una película, se da por sentado que tendrá un impacto similar en todas las personas. Si este no fuera el caso, la música para las películas no tendría ningún sentido en otros contextos culturales. Pero se ha demostrado que el condicionamiento no puede lograr que la música que transmite enojo y odio, o temor y suspenso, a un ser humano, comunique amor o alegría y paz a otro.

No nos cabe duda de que si nos preguntamos qué es la música para los componentes de las tribus urbanas adolescentes obtendríamos respuestas que nos llevarían a pensar que cada individuo se siente identificado con un tipo de música y como música entendemos los componentes de dicha música, ritmo, melodía, texto (letra), armonía, textura… en su acepción propia. Si el individuo se siente identificado con algún tipo de música quiere esto decir que forma parte de su identidad. También podría hablarse de que cada individuo puede sentirse identificado con el intérprete de dicha música, sea por la propia interpretación, por sus ideas o por su forma de ser y de comportarse.

Aristóteles enseñaba que la música refleja directamente las pasiones o estados del alma -apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es imbuido por la misma pasión.

Autores como Lagner y Weir, en Alvin (s.f.), opinan que el sonido afecta principalmente al sistema nervioso autónomo, lugar donde se centran y se originan las emociones. Según Alvin (s.f.), las respuestas que muestra el hombre frente a la música, se ven influidas por factores como: la receptividad física del hombre al sonido, la sensibilidad del hombre hacia la música, ya sea innata o adquirida, y a su estado mental.

Las respuestas a la música, que llegan primero desde un estímulo perceptual son tanto fisiológicas como psicológicas. Su interacción se traduce en un efecto general relacionado con la combinación de los diversos elementos músicales presentes en una misma pieza; por ejemplo, cuando la melodía y el color, o el ritmo y la agudeza van juntos. La misma melodía ejecutada sobre diferentes instrumentos o a diferente altura- en distintas tonalidad- puede provocar reacciones diferentes y aun algunas veces de tipo opuesto.

Las respuestas psicológicas que experimenta una persona ante una experiencia músical, dependen de la capacidad del oyente para identificarse con la música, y no de la calidad de la música, por lo que las asociaciones o autoexpresión que realiza el oyente con dicha experiencia músical, dependen de lo que ya existe en su interior.

Gran parte del pensamiento contemporáneo adjudica la culpa del comportamiento aberrante (mala conducta sexual, rebelión, violencia, etc.) al supuesto poder característico de la música para orquestar nuestras acciones. Algunos extienden esto al punto de creer que la música es una herramienta especial de Satanás, de forma que, cuando aparece este tipo de comportamiento, él es el culpable.

Para recapitular podríamos decir que el análisis de la música como hecho social no puede realizarse de ninguna manera fuera del marco del análisis socio-cultural. La música no tiene significado sin su reconocimiento como una de las manifestaciones culturales de la sociedad y un “texto” de alto contenido simbólico, es decir, como comportamiento social culturalmente determinado.

La música puede desempeñar un papel importante en la socialización y en la formación de la identidad del adolescente, y se ha convertido en un símbolo de su búsqueda de identidad y autonomía. Los adolescentes utilizan la música como refuerzo de identificación con su grupo de iguales, como vehículo de su rebeldía contra lo convencional, para ayudarles a establecer una identidad separada de la de sus padres o simplemente es usada para relajarse, entretenerse o evitar el sentimiento de soledad.

La música ha tenido un papel más ritualista a lo largo de la historia; lo que quiere decir que la música tiene un papel muy influyente en todas las culturas, vale destacar que es ahí donde se antepone la respuesta a la pregunta- ¿influye la música en el comportamiento de las personas?- claro que sí, ya que se muestra como un vestigio de lo que es el individuo, de lo que siente la persona, de lo que piensa o de sus vivencias; por lo cual se puede decir, que mas que influir a la persona la muestra tal como es sin tabús, sin restricciones y sin ilusorias demostraciones de personalidad ,ya que es ahí donde se muestra en verdad quien es la persona; del mismo modo la música tiene un papel social, ya que lleva la ambientación de muchos de los ritos llevados por los seres humanos a lo largo de la historia ya sea universal o particularmente.

Si consideramos que es un rasgo de identidad todo aquello que le ayuda a mantener la propia personalidad y que además le hace sentirse identificado con otros individuos semejantes, debemos concluir diciendo que, la música es sin duda un rasgo de identidad y un componente influyente para cada una de las tribus urbanas.

Fotos: http://imagenes.4ever.eu; Feria INTECnología 2015.

Algo para ver, leer y escuchar…

Una comedia sobre la soltería, un libro sobre un extraterrestre que viene a estudiar a los seres humanos y, finalmente, toda la energía del rock de el legendario David Bowie

Algo para ver

Película La Langosta/The Lobster

Dirigida por el griego Yorgos Lanthimos, se trata de una comedia, un tanto cínica, de ciencia-ficción, en la que no falta el romance, el amor natural y el instinto animal, según la crítica de “El séptimo arte”. La película, recientemente en cartelera, plantea que en un futuro próximo todas las personas solteras son detenidas, transferidas al hotel y tienen 45 días para encontrar su alma gemela.

Si no lo logran, se transformarán en el animal de su elección. Para escapar a ese destino, un hombre huye y se reúne en el bosque con un grupo de resistentes; los Solitarios. Se trata de una crítica a las relaciones y a las personas que las ven como si fueran obligatorias.

Algo para leer

The Humans

¿Si fueras un extraterrestre, qué pensarías de los seres humanos al ver las noticias llenas de violencia y superficialidad? “The Humans” cuenta la historia de un extraterrestre, quien llega al planeta Tierra con el objetivo de eliminar todo lo relacionado con un descubrimiento que podría desestabilizar la vida en el universo; mientras tanto, debe vivir como ser humano personificando al científico Andrew Martin y enfrentarse a su día a día: familia, trabajo, amigos, reglas sociales y un sinfín de conceptos tan extraterrestres para él como el amor. “The Humans” no es un libro cualquier de ciencia ficción. El autor se encarga de acercarnos a los personajes y reflexionar junto a Andrew lo bueno, lo malo, lo feo y lo hermoso de tener la oportunidad de ser humano.

The humans

Algo para escuchar

Blackstar de David Bowie

El rock comienza el año perdiendo a uno de sus más grandes exponentes de todos los tiempos: David Bowie, tres días después de haber lanzado su disco Blackstar que se convertiría en el último de su carrera musical. Algunos medios ingleses, de donde él era originario, apuntan que compuso las canciones de este material discográfico a modo de despedida.

Algunas de las canciones son “Lazarus”, “Dollar days”, “I can{t give everything away”. Sin lugar a dudas este último material tendrá un éxito rotundo. Anímate a escucharlo.

La herencia dominicana en el dembow

Es tiempo de subirle el volumen a los speakers para leer a nuestro egresado Joan Noboa, quien esta vez analiza cómo el popular ritmo del dembow contiene también muchos elementos de nuestra herencia cultural

Joan Noboa / Egresado de Psicología (2015) /  joannoboa93@gmail.com

Hace unos meses se hizo el estreno de la canción “El sonido de la lata” de “El Principe Baru”. En el video musical el escenario es la selva, en que el cantante aparece como el cacique de la tribu que allí habitaba. A pesar de que muchas personas dicen que el dembow no tiene nada qué aportar al país, yo creo que dentro de esta canción hay mucho que encontrar, comenzando con la frase que grita a la mitad de la misma… ¡Mis indios se escuchan de lejos!

En nuestro anterior ensayo titulado “El ritmo como base de la felicidad”, hablamos de cómo el tambor utilizado por los taínos sigue vibrando y reuniendo a nuestro pueblo, conformándose así en uno de los cimientos de la felicidad en las y los quisqueyanos. En ese aspecto, este trabajo tratará de relacionar nuestra música con aquello que Benedetto Croce considera la ciencia de la expresión, y Kant, un ejemplar donde se comparten y reúnen todas las ideas subjetivas…la estética.

Para Kant, la estética forma parte de esas necesidades subjetivas manifestadas con objetividad y que sirven de guía para un colectivo. Dicho elemento, también debía ser una experiencia que tenga un común en lo universal. ¿Qué tiene que ver eso con la música? Bien, te explico. Nuestros taínos relataban (necesidad subjetiva) las historias que debían ser recordadas en tiempos posteriores (guía y acción objetiva) ¿Cómo lo hacían? A través de cantos y ritmos con una especie de tambor hecho de un madero hueco, donde había un guía que decía una especie de coro, que a su vez, era contestado por los demás participantes (común en lo universal).

Pienso que Kant no se equivocó. Ese común en lo universal, en este caso la música, se ha mantenido vigente durante siglos, y en algunos casos, con la misma estética. Veamos el siguiente ejemplo:

Yo soy Ogum-Balendyó, y vengo de los olivos
a darle la mano al enfermo y a lenvantar los caidos…

Ay, yo soy Ogum (guía)
[Balendyó] (respuesta)
y vengo de allá (guía)
[Balendyó] (respuesta)

¿Les suena parecido? Esta letra es la introducción a Suero de amor del cantautor Kinito Mendez. Los palos son un ritmo donde se alaban distintas deidades, o luases, de los 21 misterios. Los orígenes de esta práctica se remontan la época de la colonización. Los españoles querían “cristianizar” a los africanos que habían traído, negándoles hacer todo ritual en honor a sus dioses y diosas, y dándoles cuadros de santos cristianos para que les rezaran. No les quedaba de otra, y ante ello, rendían culto a las imágenes cristianas pero atendiendo al significado de cada lua. Por ejemplo, a Santa Ana la relacionaban con Anaisa Pie, mientras que a San Elías lo veían como “El Barón del cementerio”. Y fue así que, de una forma sutil, comenzó el sincretismo (fusión) entre el catolicismo y los ritos religiosos africanos. Sincretismo que se mantiene hoy en día, al igual que la estética usada en ambos ritos (el areíto y el vudú)…Al parecer Juan Luis Guerra sabe de lo que hablo y lo representa en su canción “A pedir su mano” .

juanluis

Viene a pedir mi mano, viene
Vamo’ sonai unos palos pa’ que me quiera por siempre (guía)
Que su amor sea verdadero (respuesta)
pa’ que me quiera, ¡ay! (guía)
viene a pedir mi mano viene
vamo’sonai uno palo’ pa’ que me quiera por siempre (guía)
pa’ yo prendei’ mi lucero (respuesta)
viene a pedí mi mano viene (guía)

La cantidad de canciones donde esta estética se mantiene en pie junto al sonido de un tambor detrás es inmensa, y también la podemos encontrar en la bachata o la salsa (ritmos caribeños ¿casualidad, no?). De hecho, este mismo fenómeno se presenta en Venezuela donde, en la actualidad, las batallas de rap entre jóvenes tienen mucha popularidad, pero con la característica de que utilizan la misma estética que sus predecesores en las improvisaciones de coplas, muy diferentes a otros raperos de Latinoamérica. También lo podemos encontrar incluso el dembow. Si, en el dembow. Lo único es que en una sociedad donde se otorga más valor al individualismo, en las canciones, es el mismo guía que se responde debido a que no cuenta con el apoyo de más personas a su alrededor. Veamos…

Tengo el sonido de la lata (guía)
Es el sonido mami que te pone maniaca (respuesta)
Tengo el sonido de la lata (guía)
Ya sal del closet… (respuesta)

Lo anterior, a pesar de tener diferentes historias, no solamente tiene la misma estética de las canciones que he señalado en este escrito, sino que también, posee el mismo fin… contar una historia para que conduzca la necesidad objetiva del colectivo. En este punto es donde las feministas quieren poner un alto debido al contenido (machista) con el que se continúa guiando a la población, cosa que veo imposible si no miran más allá de lo que a simple vista se ve, comenzando con sus batallas perdidas hacia la industria musical, quienes no venden contenido, sino sonidos de lata vuelto ritmos, lo cual explicaremos en el próximo análisis.

Referencias

  • Atalay, 2007; Santayana, 2006 en Soto, M. (2015). Ética y estética de los roles de género del INTEC. (Monográfico inédito), INTEC: Santo Domingo, Rep. Dominicana.
  • Giovanni, C. (2009). Apuntes sobre el origen y práctica del vudú dominicano. Recuperado de: http://lapasioncultural.blogspot.com/2009/08/contexto-del-vudu-dominicano.html
  • S.a. (2011). El areíto. En Historia del nuevo mundo. Recuperado de: http://www.historiadelnuevomundo.com/index.php/2011/11/los-areitos/
  • Youtube.com

El ritmo como base de la felicidad

No dudes en darle a play en los enlaces y disfruta de la época dorada del merengue dominicano mientras analizas junto a nuestro egresado Jason Noboa cómo el ritmo musical impacta nuestro estado de ánimo

 

Joan Noboa / Egresado de Psicología (2015) /  joannoboa93@gmail.com

Hace varios días, tuve la oportunidad de asistir a un evento en la XVIII Feria del Libro. La conferencia se titulaba: “La palabra en la música”. Poner palabra y música en la misma oración hizo que, más rápido que inmediatamente, fuera al Teatro Nacional para ver de qué se trataba.

La charla, a cargo de las y los expositores fue magnifica, aunque algo me llamó mucho la atención. En un momento se instaló la pregunta de si la música hace a la letra, o es la letra que hace la música. Para el investigador Eddy Sánchez, “la obra de Prud’ Homme (las letras del himno dominicano) no fuese tan conocida sin la música de José Reyes”. Puede que sea cierto, aunque no me gusta entrar en debates dicotómicos, pues considero que con tantos colores, debatir sobre si algo es blanco o negro sería perder mi tiempo. Por eso, quiero ir un poco más lejos del 1844, y tocar otro tema en relación a la palabra y la música con nuestro pasado y, de esa forma, entender una parte de un estado emocional tan presente en las y los dominicanos, la felicidad.

En la actualidad podemos ver cómo hay un sinfín de “fórmulas” (mayormente en los libros de autoayuda) para buscar ese “tesoro” tan anhelado y envidiado. Hay quienes creen que se trata de disminuir el dolor y aumentar el placer. Otros, consideran que se obtiene alejado de todo bien material. Puede que ambos estén en lo cierto. Si le preguntamos a la Psicología positivista, una corriente cuyo objeto principal de estudio es la felicidad, nos dirá que debemos tener en cuenta ambas cosas –bienestar y sufrimiento- porque tanto lo malo como lo bueno es relevante existiendo un equilibrio entre ambas partes, y es tanto así, que ese equilibrio logrado trae consigo beneficios psicológicos, sociales y comunitarios. En esta parte, quizás, me preguntes ¿Cómo puedo ser feliz? Según Martin Seligman, co-fundador de la psicología positivista, existen tres caminos a seguir: el primero, es tener la mayor cantidad de momentos felices a través de lo que él denomina saboreo, junto a una atención plena de esas emociones positivas en el presente, las cuales vamos a desarrollar si miramos al pasado con gratitud y perdón, haciendo uso del optimismo y la esperanza para el futuro.

merengue1

El segundo camino, es mediante un momento de flow, y no me refiero a la palabra flow que tanto han desvirtuado, sino al “fluir” de la consciencia haciendo una actividad que nos guste, dejando el miedo al ridículo a un lado. Por último, el tercero de estos caminos hacia la felicidad consiste en desarrollar nuestras fortalezas y virtudes al servicio de las demás personas.

Cada uno de estos tres caminos es propio del sentir colectivo del pueblo dominicano. Un pueblo al que le gusta gozar, aunque todavía no tiene idea de cómo perdonar ciertos errores de su pasado (1er camino); quienes usan la creatividad para ganarse el sustento de cada día, disfrutando lo que hacen, y sin pensar que sea vergonzoso (2do camino) y; personas que, sin lugar a dudas -porque estas no caben en las guaguas públicas- manifiestan ese calor humano a través de su solidaridad (3er camino) pese a que existan quienes digan que lo único que creamos fue la tambora, y se utilice golpeándola.

Aun así, a quienes sustentan este pensamiento, y a cualquier otro con intenciones eurocéntricas, debo decirles que los instrumentos de percusión son otra de las piezas claves en la felicidad de las y los dominicanos. Me explico. Antes de la colonización, nuestros taínos celebraban “el areito”, una ceremonia que era alusiva a alguna victoria, regocijo grupal o casamiento del cacique. En este rito, se bailaba y cantaba. Algunas veces con una música emitida por una especie de tambor hecho con un madero hueco.

merengue2Sus cantos, buscaban plasmar sus historias para que no fueran olvidadas por las generaciones siguientes mediante un guía que decía una frase, y esta era contestada por las demás personas a coro. Esta forma de hacer música ha ido evolucionando desde aquella época hasta la actualidad, ese será otro tema de estudio, pero por ahora, nuestro interés radica en la pureza del sonido, la melodía y tempo (velocidad).Tres características del sonido que, bien combinadas, evocan la felicidad de quien los perciba. Los músicos de la Región Cibao saben a qué me refiero.

Para el maestro Crispín Fernández (saxofonista), “nunca llegarás a ver a un músico del Cibao triste”… ¿Por qué pasa esto? ¿Qué tiene que ver la música con que los dominicanos sean felices? Bien, les pondré el mismo ejemplo que me comentó una vez Crispín. Si escuchamos la canción “Se murió Martín” nos daremos cuenta de que relata una historia muy triste, pero aun así, las personas bailan ese merengue alegremente ¿Acaso las personas son sordas? No lo creo, de lo contrario, otra cosa sería. Analicemos dos versiones de dicha canción para encontrar la diferencia, una interpretada por Jhonny Ventura, y otra por de Pavel Núñez.

Escuchemos los acordes… En la música, es muy común escuchar que acordes menores son para la tristeza (aunque una gran amiga me dijo que sugieren intimidad o emotividad), y acordes mayores para la alegría. Para nuestro análisis solo tomaremos la introducción de ambas canciones. En la del “Caballo mayor”, Jhonny Ventura, se pueden apreciar un Do menor y un Sol mayor, mientras que en la de Pavel Núñez podemos encontrar los acordes Re menor y Sib mayor, exactamente lo mismo, solo que un tono mayor a la canción anterior.

3008137c1d3f388medEntonces, viendo que tienen la misma letra y están compuestos tanto por la misma estructura de acordes mayores y menores ¿Dónde es que está la diferencia? ¡¿Por qué una me invita a bailar y la otra a reflexionar sobre lo que le pasó a Martín?! Si bien la personalidad de ambos cantantes influye, para mí, la respuesta está en el tempo. Mientras que la balada pop no cuenta con dicha fuerza y velocidad, enfocándose en la intimidad de sus notas; el merengue va un poco más acelerado.

Cabe decir que este fenómeno puede contemplarse muy bien en los años dorados del merengue “En Bandolera” de Alex bueno, “La quiero a morir” de Sergio Vargas y muchas más y también en la salsa (“Volveré” de Chiquito team band, “Ya te olvidé“- Cristian Bc…), donde tanto composiciones propias como “Se murió Martín” o adaptaciones de otros géneros, se ha acelerado el tempo, evocando la fuerza del tambor en el fondo…Tambor que, desde la época de nuestros taínos ha estado presente para agruparnos y transmitir historias, viviendo el presente en un momento de flow donde nuestra atención plena está solo enfocada a nuestro bienestar y felicidad, razones por las que, según el mismo Crispín, el merengue no ha muerto –y tampoco creo que muera-, las cuales explicaremos en la segunda parte de “No importa lo que cantes” donde abordaremos la evolución de nuestra música a través de la historia teniendo como base el tambor, y cómo se ha mantenido la estética del lenguaje que la acompaña.

Referencias

  • Gracia, E. (2013). Panorámica actual de la psicología positiva. Trabajo de fin de grado, UOC. Recuperado de http://openaccess.uoc.edu/webapps/o2/bitstream/10609/24027/6/egracianaTFG0613memoria.pdf
  • Park, N., Peterson, C., & Sun, J. (2013). La Psicología Positiva: Investigación y aplicación. Terapia psicológica, 31 (1), 11-19. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=78525710002
  • Vázquez, C. Hervás, G, Rahona, J & Gómez, D, 2009. Bienestar psicológico y salud: Aportaciones desde la Psicología Positiva. Anuario de Psicologia Clinica y de la Salud, 5, 15-28. Recuperado de http://institucional.us.es/apcs/doc/APCS_5_esp_15-28.pdf
  • S.a. (2011). El areíto. En Historia del nuevo mundo. Recuperado de: http://www.historiadelnuevomundo.com/index.php/2011/11/los-areitos/
  • Hasta la tambora.
  • Acento.com.
  • Sipse.com

Si decido quedarme

Dirigida por: R. J. Cutler

Esta película me dejó con un sentimiento agridulce. Entré al cine sin saber que esperar; ni siquiera sabía cuál era la historia, ni la sinopsis de la película. Nada. Solo sabía que era un drama adolescente, obviamente basado en un libro.

Al principio no estaba nada convencida. Era simplemente la típica escena cursi de la “familia feliz” que yo no soporto, ya que pienso que se siente muy falsa y forzada. Otra característica que noté fue que utilizaron esa idea del personaje narrando la historia, que se usa muchísimo en las películas adolescentes, todavía no entiendo por qué (para mí la narración es un asunto muy delicado en películas).

A medida que la película avanzaba, empecé a entender por qué utilizaron algunos elementos que a mí, particularmente, no me gustan. Sin embargo, había demasiados momentos cursis (hasta más no poder :P) y nunca estuve realmente convencida por la película.

Algo que me gustó fue que el personaje principal tiene muchos obstáculos y desvíos en la historia que le dificultan muchísimo tomar la decisión de “quedarse” y que aunque, como espectador, sabes cuál va a ser el final, la película te hace dudarte MUCHO a ti mismo.

Esta película te va a hacer llorar, pero obligado. No hay forma de escaparse de esas lágrimas que comienzan a salir por la esquina del ojo y, en verdad, si no fuera por ese peso emocional que logran transmitir, este filme sería MUY fácil de olvidar.

En comparación con “Bajo la misma Estrella”, creo que es mucho mejor. Los personajes son más completos y están mejor balanceados. Cada uno parece tener un propósito y su propio mundo. No se siente como que ellos solo viven en un espacio vacío imaginario que rodea la vida del personaje principal. Además, esta me saco lágrimas.

En general creo que esta película es una buena opción si te quieres entretener por un par de horas. No te va a cambiar la vida, o a plantearte grandes preguntas y no es una obra de arte, pero al final no sentí como que boté mi dinero a la basura.

Es una película promedio con mucho sentimiento.

Imagen: http://ow.ly/BOK37

Música con sentido benéfico

Para los amantes de los animales y del buen jazz se acerca una oportunidad de verdadero disfrute. El 21 de mayo se realizará en Casa de Teatro el concierto “Bajo la piel del centauro” a cargo de un grupo de músicos y artistas encabezados por Patricia Pereyra

El concierto será pro fondos el refugio de animales THE GUETTO2GARDEN  y se realizará este 21 de mayo a las 9:30 de la noche en Casa de Teatro. Contará con la participación de los músicos Rafelito Mirabal, Guy Frómeta, David Holguín, Edward Olivo y Ivanova Casimiro.

Como invitados estarán Maya Oviedo Ducoudray,Nicole Santiago,Alexis de Peña,Esar Simó,Emmanuel Bretón y Jagad Bandhu Pavan Das.

La conducción será a cargo de Lissette Selman con fotografía de Marielle de Luna y el espacio escénico a cargo de José Miura.

Busca más información aquí.