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Author: Colaborador

Un prototipo de velocidad

Estudiantes de distintas áreas preparan un vehículo de carrera para competir en Michigan

Ocho estudiantes de INTEC han puesto su ilusión en una carrera que no se da en las aulas sino en una pista. Su verdadera competenvcia no será contra otros automóviles, aunque los habrá, sino con cumplir todos los pasos necesarios para poner su automóvil a punto y listo para correr. Alejandro Calvanese, de Ingeniería Mecánica, y seis compañeros de distintas disciplinas y niveles, llevan  alrededor de año y medio enfrascados en el diseño de un automóvil Fórmula SAE, una competencia organizada y reglamentada por la Society of Automotive Engineers (SAE) desde 1978.

“Tenemos que diseñar, fabricar, probar y llevar a competencia un vehículo tipo fórmula”, dice Calvanese, líder del proyecto. “Además del diseño, se trata de la estructurar una compañía, pues así lo exige el reglamento. Tienes que diseñar el carro, organizar un grupo de trabajo, recursos, patrocinio”, agrega. El equipo ha constituido la compañía Intec Fórmula SAE a cuyos estatutos se atienen en el día a día de su proyecto, para el que cumplen horarios y responsabilidades.

Cuentan con la asesoría de los profesores Manuel Pool, de Ingeniería Mecánica y María Penkova, encargada del laboratorio de Mecánica.

El prototipo es evaluado por pruebas dinámicas y estáticas: diseño, costo y análisis de manufactura, presentación y economía de combustible. Pero la prueba más difícil y de mayor puntuación es la de su resistencia o Endurance, una competencia de 22 vueltas de un kilómetro cada una. Según Calvanese, sólo el 30 por ciento pasa todas las pruebas antes del Endurance, y sólo el 10 por ciento termina esta competencia.

El grupo se prepara para ir a Michigan en 2012, el certamen más importante de Fórmula SAE, pero antes esperan hacer un pequeño recorrido por otros circuitos menores, pues también se compite en Alemania, Inglaterra y Brasil.

El equipo
Carlos Ariel De Jesús, coordinador (Ingeniería Mecatrónica), Alejandro Calvanese (Ingeniería Mecánica), Israel Almeida (Ingeniería Aeroespacial del Programa 2+2 INTEC/Penn State), Omar Bergés  (Ingeniería Mecánica), Edgardo Villamán (Ingeniería Industrial), responsable de ergonomía y seguridad; Juan José Jáquez (Medicina), a cargo de la puesta a punto del motor; Sharon Schnabel (Ingeniería Industrial), Martha Valenzuela (Mecatrónica), a cargo de la electrónica y Rafael Brito, responsable de relaciones públicas y mercadeo.

 

“El Metro de SD es único en su forma de construcción”

Cuando se inauguró el Metro de Santo Domingo muchos dominicanos se sintieron con juguete nuevo. Muchas personas, hasta de Santiago, se apuraron a abordarlo, aún sin nada que buscar en Villa Mella.

¿Cuántos realmente se han preguntado el desafío tecnológico y de ingeniería que costó construirlo?

De acuerdo con Leonel Carrasco, subdirector de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), quien expondrá este viernes 19 sobre “La tecnología detrás del Metro de Santo Domingo”, este sistema es único en el mundo puesto que es el primero que se construye con la participación de ingenieros locales en lugar de la modalidad llave en mano.

“Los dominicanos tuvimos que prácticamente obligar a esos emporios internacionales a (confiar en) que nosotros podíamos también ayudar en la construcción del metro”, dice Carrasco. Así, la parte electromecánica y de material rodante y de rieles fue instalada por las empresas extranjeras mientras que toda la obra de ingeniería civil estuvo a cargo de una contraparte dominicana.

Las razones para exigir esta modalidad mixta se encuentran en los costos. Según el ingeniero, la opción llave en mano se encontraba varias veces por encima de los US$700 millones que costó la obra, puesto que pudieron utilizar materiales y mano de obra a precios locales y gracias a que se cuenta con una industria nacional que produce arena, grava y gravilla de muy buena calidad, una industria dominicana que fabrica acero y fábricas de cemento.

No significa que no hubo grandes desafíos de ingeniería, que pudieron sortearse con la asesoría de personal del Metro de Madrid.

Según el funcionario, su presentación, dirigida principalmente a estudiantes y profesionales de la ingeniería aunque abierta al público en general, se concentrará en contar la manera en que se fueron resolviendo las distintas problemáticas afrontadas a lo largo de la construcción. “Haremos un recuento de cómo los ingenieros dominicanos tomaron en sus manos el asesoramiento de los técnicos del Metro de Madrid y con esa asesoría nos responsabilizamos de la parte civil de la obra, 14 kilómetros y medio”, comenta Carrasco.

Un médico en un colmado banilejo

Gallos, mangos, bachatas, yaniqueques, motores, arepas y algunas que otras “R’s” mal puestas han sido parte fundamental de las 11 semanas que he pasado entre la comunidad de El Llano en Baní. Esperé mucho tiempo para llegar aquí (casi cinco años) y sin duda ha sido una experiencia invaluable en mi formación como doctor en Medicina, no por los conocimientos adquiridos pero por el compartir cotidiano con la gente de estos pueblos, por el trabajo comunitario realizado y por la calidad humana que se adquiere en el proceso.

A diferencia de la vida en la ciudad, la vida en una comunidad rural es muy tranquila, simple y con problemáticas sociales totalmente distintas a las de sus contrapartes urbanizadas, además de situaciones de salud muy particulares que desafían las destrezas de los estudiantes que trabajamos allí por los limitados recursos con los que contamos para resolver o manejar lo que aqueja al paciente.

Desde las 8:00 AM hasta el mediodía se labora en las UNAP (Unidad Nacional de Atención Primaria) brindando asistencia en las diferentes tareas clínicas como consultas diversas (Ginecología y Obstetricia, Medicina General, Pediatría), jornadas de vacunación, emergencias, visitas domiciliarias y seguimiento a pacientes.

La otra parte del Internado de Medicina Social es el trabajo comunitario, el cual insisto es lo más importante y el centro de este ciclo de Pasantía Rural. Sólo por este medio se puede impactar la comunidad y la salud colectiva positivamentey con efectos duraderos.

Preparar charlas sobre prevención, visitar enfermos, darse un baño en la rigola (canales de riego), programar operativos y hacer amigos con quienes pasar un buen rato, todo esto es parte de la atención primaria en salud e influye directa e indirectamente sobre el medio en que nos desenvolvemos.

Las incontables horas de trabajo y de sudor son bien pagadas, y aunque no hay una remuneración en efectivo, he recibido algo más grande que lo material. Obtener una sonrisa en cada casa, que te brinden un café o un vasito de jugo, que te regalen una funda de mangos, un heladito de leche con pasas en fundita o solamente que te inviten a sentarte bajo una mata a conversar es señal del cariño que te has ganado y de que ya eres parte de ellos, además de ser una muestra de que logramos nuestros objetivos y de que el trabajo está hecho.

El calor es inclemente, más de una vez mis compañeros se han referido a un sol mellizo que colabora con las interminables horas de calor de la faena. Y a pesar de lo incómodo que resulte salir a trabajar en tales condiciones y sin el confort que nos rodea en nuestras casas, no nos faltan las ganas de ir a nuestros puestos y servir a nuestra comunidad, porque al final de cuentas para eso estamos estudiando… para servir, proteger y devolver la salud a quienes lo necesiten sin importar cómo, cuándo, ni dónde.

Esta es una pequeña parte de mi historia en El Llano. Cada médico interno que pasa por este ciclo y por las diferentes comunidades de la provincia Peravia ha tenido vivencias impresionantes. Yo sólo quería compartir las mías con ustedes mientras me como unas masitas con refresco rojo en este colmadito.

¿Qué hace el Rector de INTEC?

[sws_red_box box_size=”630″] Miguel J. Escala – Rector [/sws_red_box]

Estoy seguro que muchos se preguntan sobre qué hace el rector de INTEC. Unos porque no lo ven, otros porque lo ven mucho, otros porque sienten que hay cosas que no se resuelven con la rapidez que quisieran y otros porque lo ven por múltiples lugares al mismo tiempo. No puedo contarles todo lo que hago en un día, pero sí les puedo decir que puedo pasar de una discusión curricular a una reunión sobre un proyecto ambiental, a una visita de una universidad extranjera, a una llamada de otro rector para invitarme a un encuentro o a reuniones administrativas. Los temas cambian, pero trato siempre de no perder de vista la Visión que tenemos que lograr y el seguimiento a los proyectos de la Estrategia INTEC 2012. Algo que disfruto, y a lo que a veces quisiera dedicarle más tiempo es a recibir visitas de estudiantes.

Hoy quisiera referirme a una reunión que tuve con una estudiante que entre otras cosas se lamentaba de la falta de materiales en nuestra biblioteca sobre el tema de la inflación. Me lució extraño y le pedí un día para hacer una búsqueda completa.

Decidí desde mi casa jugar con el catálogo de la biblioteca, como ustedes pueden también hacerlo. Recordé que la primera terminal a la que me conecté en mi vida estaba en la Biblioteca de Penn State cuando fui a estudiar en 1984. Las PCs apenas comenzaban a conocerse y lo que existía eran terminales conectadas a un computador central (main frame). El sistema, que se llamaba “LIAS”, no tenía acceso remoto, por eso una terminal de “LIAS” era mi primera parada en la biblioteca. Buscar en otras bases de datos era una actividad nocturna, cuando la conexión telefónica Dialog resultaba más económica. Uno pagaba los minutos de conexión. El INTERNET era algo muy cerrado y casi secreto.

Con las facilidades de hoy, y con lo que ofrece la biblioteca de INTEC, abrí nuestra web, un click en Biblioteca, otro en Catálogo en Línea y ya estaba en mi búsqueda. Marqué Alerta, la cual registra las publicaciones periódicas (revistas) en español y di un click en Búsqueda Avanzada. Coloqué la palabra “inflación” en el campo de Títulos y encontré 146 artículos. Luego recordé que desde el comienzo podía seleccionar Buscar en todas. Así lo hice. Fui a Bases de Datos de nuevo, puse “inflación” y esto fue lo que salió en Resultado de la Consulta: 146 en Alerta, 58 en Monografías (libros) y 129 en Banal. Nunca me ha gustado eso de “Banal”, pero ratifiqué que se refería también a artículos de revistas latinoamericanas. En conclusión, encontré 333 referencias.

Sólo tendría que anotar el número del documento y solicitarlo. Desde luego, habría que hacer una selección de lo encontrado, y programar su lectura y revisión.

Como sé que estamos suscritos a bases de datos internacionales, quería ver qué más podía compartir con mi asesorada. Di click a “Rec. por Subscripción” , seleccioné Ciencias Sociales, Fuente Académica (EBSCO), luego EBS-CO host y, por último, Economía y Negocios. Solo en esa base de datos en español obtuve 783 referencias, algunas de ellas de 2010.

Decidí limitar mi búsqueda a aquellas fuentes en que podía consultar el artículo completo: 56 artículos cuyos PDF podía bajar.

Tenía ahora 1,116 fuentes identificadas, de las cuales podía leer 389. Hubiera podido también verificar si había algunas revistas de las identificadas en INTEC, las cuales podía solicitar o buscar en otras bases de datos. Pero me parecía que 389 documentos eran suficientes para hacer un trabajo trimestral. Lo compartí con la estudiante, quien espero haya realizado un excelente trabajo.

Éstas son las cosas que también hace el rector. Espero que sirva para reforzar sus técnicas de búsqueda. Usen la biblioteca, disfrútenla, dominen el catálogo, conversen con sus coordinadores de carrera sobre materiales que no encuentren. Lo que aprendan sobre búsqueda hoy, nunca se les olvidará y se convertirá en parte de esas herramientas de aprender a aprender para toda la vida.

Más allá de eso, investiguen. No se queden con lo evidente. El espíritu reflexivo, crítico, se sustenta en el conocimiento y la búsqueda de éste. Muchas informaciones están ahí, a la espera de que alguien las conecte, las adapte y son los estudiantes e investigadores los responsables de hacerlo. Accesemos a la información para construir conocimiento, para hacer propuestas innovadoras, para prepararnos en nuestros argumentos. Estas prácticas marcan una diferencia.

Flashback 1985

Durante las vacaciones intertrimestrales, un centenar de intecianos de los ochenta se apoderó del campus durante una tarde de fiesta y recuerdos.

La mayoría de nosotros vivimos el día a día, sin percibir concientemente el paso del tiempo. Hace un año, en agosto de 2009 con motivo de la visita de Anaís, una inteciana residente el Estados Unidos, hicimos el junte de los amigos de la uni. Ella encendió la chispa para que iniciáramos el proceso de cocinar la celebración de nuestros 25 años de graduados del INTEC. ¡Guao, 25 años!

Con la ayuda de la Oficina de Egresados del INTEC y de la tecnología (¡viva el Facebook!) resultó menos complicado de lo esperado encontrar a la mayoría de los 209 graduados de la promoción del 1985 y algunos otros que se graduaron posteriormente, pero que eran de los nuestros. Fueron, eso sí, meses de llamadas telefónicas, intercambios de correos electrónicos, varias reuniones de reencuentro y la elaboración de un programa de actividades de nuestro aniversario.

Cuántas remembranzas de aventuras y desventuras estudiantiles nos embargaron por meses con cada encuentro.

Descubrir el INTEC de ahora, el Programa INTEC con los Estudiantes Sobresalientes, PIES, y la campaña Un Ladrillo para la Colmena fue una agradable sorpresa para la mayoría de nosotros que por más de 20 años ni siquiera habíamos visitado nuestra Alma Máter. Ese descubrimiento dio sentido a nuestra celebración porque nos brindó la oportunidad de participar como donantes de una beca PIES y formar la colmena Generación del 85 (que a partir del 16 de agosto está en el pasillo del INTEC con nuestras huellas orgullosas marcadas en el piso).

Aprovechar las vacaciones estudiantiles y la permanencia de ese rincón lleno de anécdotas que es El Bosquecito, fueron la clave para fijar fecha y locación del gran evento. El mérito de la elección del nombre lo tiene el equipo de Desarrollo y Egresados del INTEC. Así que el Atardecer de Plata tomó cuerpo.

Como un regalo de la naturaleza, el pasado viernes 16 de julio llovió “por un tubo y siete llaves” así que nuestro atardecer plateado se trasladó al salón llamado Julio Ravelo de la Fuente, profesor de Topografía de los graduados de Ingeniería Civil en 1985. Profesor y Maestro de grato recuerdo para todos nosotros.

Una celebración desbordante de muchos afectos, reencuentro con profesores de la época y contacto con un INTEC progresista e innovador, que sigue cumpliendo con su compromiso con la excelencia, que responde acertadamente a los retos de nuestra sociedad y, 25 años d

Una paloma en Haití

Tras haber dedicado tiempo a buscar opciones para comenzar una maestría, Paloma Rivera no dudó en postergar sus planes para viajar a un país al que nunca había ido y dedicarse de lleno a proveer ayuda a los damnificados del terremoto en Haití. Tras el terremoto del 12 de enero, esta inteciana, que terminó Trabajo Social en el 2008, vislumbró cómo sus conocimientos académicos, su liderazgo juvenil, la experiencia que había adquirido en sus trabajos anteriores y sobre todo su solidaridad serían de gran utilidad en Haití.

Así que, sin dudarlo, Paloma convocó activistas juveniles y dirigentes de organizaciones no gubernamentales y como una “tech-freak” –como se autodefine– hizo uso de las redes sociales para conseguir insumos materiales, comida y agua para llevarlos a los damnificados.

Ya el año pasado Paloma había alternado su trabajo de investigación sobre el mercado laboral con el activismo a través de la ONG Indajoven, del grupo Autoconvocados y en manifestaciones en contra de la instalación de una cementera en Los Haitises, así como en protestas contra la privatización de las playas.

Aunque confiesa que lamenta no poder participar en luchas sociales y medioambientales, está convencida que su apoyo es importante en Haití. “Lo que comenzó como un esfuerzo para llevar alivio a Haití se convirtió en la oportunidad para poner en práctica mis habilidades como trabajadora social”, comenta.

Paloma cruzó por primera vez la frontera a mediados de enero con un cargamento de ayuda recabada a través de Indajoven y otras ONGs.

Sin contar con más recursos que la buena intención, Rivera tomó el liderazgo para organizar tres campamentos de damnificados en Delmas 33, Marassa 10 y Duval 26.

La labor de Paloma no se limitó a la entrega de ayuda recolectada en República Dominicana, sino en el manejo de los tres campos de damnificados, en la gestión de apoyo por parte de las organizaciones internacionales para asegurar el suministro de alimentos y agua.

Una ONG con base en Miami la invitó incluso a viajar a esa ciudad para recaudar fondos para Haití a través de un desfile de modas y diarios como el New York Times, The Washington Post o The Guardian la citaron en algunos de sus reportajes.

Con su trabajo, Paloma también ha puesto el nombre de INTEC en alto.“Estamos ante una oportunidad para que haitianos y dominicanos nos demos cuenta que aunque somos dos países, compartimos los mismos riesgos naturales y medioambientales”, insiste.

Recientemente el Instituto Haitiano de Desarrollo Integral (IHDI) la contrató c

Nostalgia de un frito verde

Justo antes de graduarse del INTEC, a Felipe Díaz le llegó la beca que lo llevaría a Noruega

[sws_red_box box_size=”300″] Felipe Díiaz, Egresado de Trabajo Social [/sws_red_box]

Poco antes de terminar la carrera, y ya en inmerso en la cacería de maestrías y becas, me llegó la oportunidad de aplicar para la maestría en Bienestar Social Internacional y Políticas de Salud en la Oslo University College (OUC). Así que me embarqué hacia Noruega al final del verano, con el pesar de perderme la ceremonia de mi graduación y decidido a aventurarme. A decir verdad no esperaba menos que osos polares, bacalao y la casa de Santa Claus.

Para la maestría de un año de duración me preparé psicológicamente, para el frío y las pocas horas de sol que me pronosticaron.

Es bueno oír y aprender de las vivencias de otras personas, pero no hay nada mejor que experimentar en propia piel culturas y lugares diferentes.

Creo que lo mejor que hice fue intentar integrarme al contexto, participé como miembro del consejo estudiantil e inmediatamente me inserté en la Unión de Estudiantes Internacionales, primero como vice-presidente y luego como presidente.

Gracias a estos compromisos, pero no únicamente, hice mi círculo de amigos/as y mi red de amistades y conocidos/as. Logré conectarme con la comunidad dominicana en Oslo y entré en contacto con más de 200 dominicanos/ as residentes en esa ciudad.

En la maestría, la mayoría de las clases fueron muy buenas, materias y temas interesantes. A decir verdad me hicieron falta los debates y conversaciones informales a los cuales me había acostumbrado a participar en el área de sociales del INTEC, esperaba encontrar también en Oslo esos espacios para interactuar con profesores/as y estudiantes. Estos espacios, para mí, son el complemento formativo ideal que me permitió sentirme en todo momento al nivel de la maestría, poder sobrellevar las clases y actividades extracurriculares y poder integrarme a otros grupos lúdicos y académicos.

El lograr sentir de cerca la cultura escandinava, llegar a conocer a los y las noruegos/as, fue uno de los factores que me hizo sentirme cómodo al decidir extender mi estadía y quedarme un semestre más para completar mi tesis. Los estereotipos dan una orientación general, pero son muy mal parámetro para medir verdaderamente a las personas de una sociedad. Personas frías, secas e intransigentes hay, como en todos lados, pero en Noruega no son la generalidad como se “cree” popularmente. Entre la belleza inmensa y diferente que ofrece la geografía noruega, con sus fiordos, ríos y lagos, las interesantes costumbres milenarias, metodologías de vida y organización y funcionamiento de la sociedad alternativos al que conocemos y el contacto con las personas, que es más personalizado e individual que al que estamos acostumbrados, hicieron de este tiempo una experiencia inolvidable para mí.

Como aprendizaje de sobrevivencia debo decir que es muy importante hacer tuyo el ambiente donde estás y adaptarte al contexto. Cuando se está tan lejos, los detalles de tu patria, de tu gente, de tus costumbres son revalorizados. Cuando entran los momentos nostálgicos de lugares o calles, actividades o cherchas, comidas o fritos verdes, pueden ser momentos muy incómodos si no se está consciente de que llegarán y si no se tienen los soportes para “encontrar-te” en donde estás o encontrar un chin de tu Quisqueya alrededor tuyo.

La segunda humanidad

La evolución no se detiene para nadie, incluyendo al Homo sapiens. Descubrimientos en genómica y biotecnología significan que estaremos guiando nuestra propia evolución en algún momento, posiblemente antes de lo que piensas. Dependiendo de qué tanto juguemos con nuestro genoma y modifiquemos nuestros cuerpos y cerebros, este podría ser el último siglo humano.

En algún momento — quizás en el transcurso nuestras vidas — los humanos finalmente excederemos nuestras limitaciones de diseño. Vamos a interactuar con inteligencias artificiales, extenderemos la vida humana, y ganaremos la capacidad de modificar nuestros cuerpos más allá de nuestra comprensión actual de las prótesis. Nos convertiremos en lo que se conoce como posthumanos, gente que han ampliado sus capacidades tan lejos que ya no cumplen con la definición estricta de humanidad. Las mejoras podrían incluir conexiones de los nervios a la cyberverso, inteligencia artificial injertada en la nuestra, extremidades robóticas, la nanotecnología, drogas o biotecnología para mejorar la mente.

¿Si el Homo erectus eventualmente evolucionó en Homo sapiens, en que evolucionará el Homo sapiens? Especialmente cuando cuenta con ingeniería genética e implantes biotecnológicos? Esa es la pregunta extraña y ardiente.

Estos posibles seres posthumanos podrían tener años de salud indefinidos, mayores facultades intelectuales que cualquier ser humano corriente y quizás sensibilidades y modalidades completamente nuevas.

Las posibilidades (excusen el cliché) son infinitas. Los más entusiastas transhumanistas cantan un futuro en que los ciegos verán, los inválidos caminarán y la muerte será vencida.

Y con la nanotecnología lista para dar sensación a piel artificial, curar el cáncer cerebral e incluso dotar de inteligencia a las células sanguíneas, todo parece muy prometedor.

Sin embargo, no todo es rosas. El transhumanismo, el movimiento intelectual y cultural que afirma que la posthumanidad es un objetivo deseable que mejora radicalmente la condición humana, ha sido clasificado como la idea más peligrosa del mundo por los críticos, capaz de socavar los fundamentos del orden social y la igualdad de derechos. Ya sea por sentimientos religiosos o razones seculares, los opositores ven con desconfianza la posibilidad de modificar lo que llaman la esencia humana y las consecuencias no anticipadas que conllevar.

¿Qué pasará cuando controlemos nuestras propias mutaciones a nivel genético? ¿Cuando enganchemos nuestro cerebro hasta los ordenadores y descarguemos datos directamente en nuestra mente?

¿Cuando podamos crecer seis brazos, o sustituir los dedos artríticos por dedos biónicos? ¿Cuándo tengamos una memoria de backup o un una completamente electrónica?

Las respuestas vienen de la ciencia, pero también vienen de la ciencia ficción y el futurismo. Hay todo un género de literatura que explora ese futuro, y una miríada de voces en la blogosfera contribuyendo al debate.

Seguro, aumentar nuestras capacidades y eliminar nuestras limitaciones físicas será aumentar el potencial de la humanidad para llegar a alturas insospechadas.

Y cuando esto ocurra nuestra capacidad de cometer idioteces y atrocidades se multiplicara miles de veces. Tendremos que preocuparnos por la posibilidad de estigmatización y la discriminación, ya sea en contra o en favor de personas tecnológicamente mejoradas. La justicia social también está en juego.

Todo esto suena muy lejano y maravilloso.

Estas tecnologías posthumanas son perturbadoras y atemorizantes (o tentadoras) precisamente porque no están aquí y se mantienen a una distancia. Pero no es así en realidad. Una noción de transhumanismo esta implícita en mucho de la agenda de investigación de la biomedicina contemporánea.

De hecho, ya hay posthumanos entre nosotros. Aimeé Mullins, sin piernas desde los dos años ha roto récords mundiales de atletismo; Steve Mann tiene 20 años con una cámara instalada en el ojo y Claudia Mitchell cuenta ahora con un brazo robótico controlado por su mente, salido de las páginas de Yo, Robot.

In a New York minute: Aventuras de una inteciana en la Gran Manzana

Johnny Carson definió una vez ‘un minuto de Nueva York’ como el tiempo aproximado entre una luz pasando a verde en las calles de Manhattan y el taxista detrás tocando bocina. Definitivamente, nuestro ‘nueba yol’ acelera hasta el más tranquilo de sus tantos visitantes tropicales que en su estado natural, probablemente experimenten el ‘chillout’ en su cotidianeidad. Comparto cómo puede un minuto newyorkino agotar hasta a una inteciana.

Al llegar a Manhattan en marzo, mi primera tarea tuvo que ver con la organización a la que orgullosamente pertenezco, Justicia Global. Les cuento que para esa fecha, el libro “Revolución Cotidiana” escrito por nuestro coordinador Ángel Pichardo, profesor de INTEC, se ponía en circulación en Nueva York. Me reuní con algunas compañeras/os de la organización y asistí a una de las conferencias en el ‘Mirabal Sisters cultural and commmunity center’. Ver cómo la gente se interesa y se identifica con los valores de la solidaridad y el compromiso con la transformación del sistema de dominación fue, como siempre lo es, emocionante y conmovedor.

Después, me tocó perderme en Brooklyn bajo un aguacero frío, casi no llegar a tomar un bus y quedar encaminada a Boston, para entrevistarme con el señor Noam Chomsky.

Se me presentó la oportunidad de trabajar en un proyecto de Chomsky hacía poco tiempo y estaba allí para conversar sobre mi colaboración en éste. Era un día lluvioso y el Massachusetts Institute of Technology, MIT, se veía imponente entre las calles bostonianas y los posters del Big Papi. Departamento de Lingüística. “Si, tengo una cita con el profesor Chomsky”, dije y mi corazón comenzó a latir a mil. Ahí estaba, con sus 80 y tantos años y su sonrisa. No podía creer estar a menos de un metro y a tantas palabras de este lingüista y filósofo estadounidense. Fue un momento de orgullo y a la vez de humildad.

Pero no tenía tiempo de quedarme en esa nube, el modelo dominicano de las Naciones Unidas en Nueva York comenzaba en sólo un día, y tenía que prepararme para mi papel como la delegación de Francia. Lo que le siguió a esto fueron hot dogs de calle, vómitos, estrés, estudio y un premio por delegación distinguida en la clausura del evento.

¡Qué semana! El colmo es que después de distribuir libros, asistir a conferencias, conocer a Chomsky, ganar en un modelo de la ONU, celebrar dos cumpleaños e intoxicarme con comida de la calle, sólo me quedaba el prospecto más atemorizante de todos: volver a INTEC, y enfrentarme a los finales.

Lo que esperan los consumidores en 2010

El Área de Negocios presenta el Índice de Confianza.

Para saber qué tan optimistas/pesimistas están los consumidores sobre la situación económica del país, existe el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), un indicador que mide estadísticamente la percepción de quienes tienen el poder de compra, el cual sirve a las empresas para tomar decisiones de mercado. Investigadores del Área de Negocios del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), con apoyo de estudiantes, realizan esta investigación desde 2008, dos veces al año.

Los resultados del tercer índice, realizado a finales de 2009, proyectan que la mayoría de los consumidores manifiestan desconfianza e inseguridad con respecto a su situación económica en 2010, ya que el índice general fue de 47.4 para el primer semestre de este año.

El ICC es el resultado de la media aritmética de un conjunto de variables que afectan la probabilidad de compra. Para interpretarlo se parte de que puntuaciones mayores de 50 puntos permiten estimar un decrecimiento en la actividad económica de un determinado sector, porque implican pesimismo en el consumidor. Es decir, mientras más cerca (o por encima) de 50, la proyección es negativa.

El estudio elaborado por INTEC recoge la percepción de 1,100 consumidores de 17 provincias del país, clasificada en 16 renglones, con un margen de error cercano al 3%. El próximo ICC está pautado para la segunda mitad de 2010.

En los últimos años se ha demostrado que la demanda de productos y servicios de los sectores económicos está altamente influenciada por la percepción de confianza de los consumidores, por lo que el INTEC  concentra esfuerzos en levantar periódicamente este tipo de información, estratégica para la planificación de las empresas.

Banca y sociedad

Algunos de los renglones en los que se consultó la percepción fueron compra de electrodomésticos, vehículos, muebles, etc. La mayoría de los encuestados esperan que la situación económica general mejore pero pocos aspiran a que los precios de los artículos mejoren en el mediano plazo (42.24).

Un dato interesante que arroja la investigación es que el Banco Popular es el favorito para conservar ahorros, al registrar la mayor cantidad de ahorrantes dentro de la muestra, con 36.3%.

A pesar de esto, el Banco de Reservas se percibe como el más seguro, con 48.8% de la preferencia.

En cuanto a los problemas sociales que más aquejan a la ciudadanía, el 56.6% de los encuestados opina que la delincuencia es el problema social que más se ha intensificado, seguido por la economía, con 31.9%.