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Author: Colaborador

El valor de las pequeñas cosas

Laura Marcelino / lauramarcelino10@gmail.com

Mientras buscaba concentradamente en mi computador, inmersa en mis deseos de éxito laboral, un documento solicitado por mi jefe, me detuve ante la presencia de una paloma negra que se posaba en mi ventana. Inmediatamente bauticé aquel momento como “la bendición del día”. Rápidamente y con esa excitación con la que los jóvenes de este tiempo solemos captar todo en nuestros teléfonos, tomé mi celular para retratar el singular acontecimiento. Segundos antes de presionar el botón de la cámara, acercando mi aparato al ave, está alzó sus alas y se marchó.

Entonces comprendí como la tecnología, a pesar de habernos traído un sinnúmero de beneficios, muchas veces provoca la extinción de pequeños placeres e instantes de la vida. Que al final lo que importa es capturar el momento, pero en el corazón, para que una vez escondido allí pueda realmente florecer en nosotros.

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Un lugar llamado Angostura

Les voy a contar lo que esperaba y luego lo que realmente me esperó. Anticipaba un fin de semana de aprendizaje y diversión en una visita de campo. Con este viaje a Jarabacoa viví eso y mucho más.

 

Por Carlos Lantigua
Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

Levantándome temprano con ganas de seguir durmiendo como es característico de los sábados, no me imaginaba yo lo que me esperaba ese fin de semana.

Primero les voy a contar lo que esperaba y luego lo que realmente me esperó. Anticipaba un fin de semana con mucho aprendizaje en temas políticos y sociales, acompañado de una visita de campo cuya mayor expectativa era qué tan bueno podía estar el río, que tan cómodas eran las cabañas, cuánto me divertiría en la noche con el grupo y qué historias escucharía. Sucede que con este viaje a Angostura, Jarabacoa, viviría eso y mucho más.

Iniciado el viaje y sin muchos kilómetros recorridos ya daba indicios el destino de que la aventura sería singular, en el kilómetro 77 de la autopista Duarte se nos pincha una goma, momento que aprovechamos todos para escurrirnos en esas comunidades humildes que se las come el sol y el olvido a orillas de nuestras carreteras. En mi caso conversaba con una señora que manufacturaba coloridas alfombras de saco que me decía “Aquí mi hijo, sobreviviendo; hago estas alfombras, vengo y las tiendo aquí abajo para venderlas, atiendo la casa y los muchachos”. Contaba aquella señora con un semblante en el que se peleaba la tristeza con la melancolía y más golpeada la obligada esperanza, esa que sirve para mantener la vida. Luego de varias fotografías entre el paisaje y mis compañeros de viaje no pude evitar la sensación de sentirme como un turista en mi propia tierra, ese sentimiento que embarga al que le preocupa y trata de aportar a una causa que no vive. En ese momento resolví ponerme en lugar de ellos, hacer menos fotos y usar ese tiempo para conocerles.

Mientras trataba de mimetizarme en aquel paraje del kilómetro 77 me llegó la imperiosa necesidad de ir al baño, fruto de mi constante manía de tomar agua. Con sigilo nos acercamos a una de las casas que tenía gente, asomó una joven su cabeza enrolada y sonrisa radiante invitándonos a pasar. Al fondo una letrina pequeña me recordaba que había decidido ponerme en el lugar de ellos, por lo tanto ese era mi “baño” de uso cotidiano. No pude evitar apretar la boca, lamentarme con un “chuipi” y decir que “no”. Así, involuntariamente, expresó mi cuerpo su desacuerdo con que yo le asignara aquella nueva área de aseo.

Pasado el tiempo y puesta la goma iniciamos nuevamente el viaje al verdadero destino. Sin embargo la parada anterior había preparado mi sensibilidad ante los detalles. Llegamos a Angostura con mucha hambre y deseos de aventura, luego de los interesantísimos módulos con fines pedagógicos llegó la noche y con ella el tiempo de interactuar con la comunidad.

Resulta que en Angostura la comunidad decidió unirse, empoderarse. Luego del huracán George, nos cuenta Esperanza, recostada del mostrador de su pequeño pero bien surtido colmado, la comunidad quedó incomunicada por el desbordamiento de ríos y puentes colapsados. Pasada aquella experiencia la comunidad resolvió unirse y montar su propio colmado, hacerlo en sociedad comunitaria con el compromiso de que todos comprarían allí; parte de las ganancias se la repartirían los socios y lo demás se ahorraría y esto luego alumbró una cooperativa, pero no quiero adelantarme.

Ya dentro de uno de los salones del complejo ecoturístico de Angostura, que dicho sea de paso también es fruto de lo que les voy a contar a continuación. Un grupo de líderes de la comunidad nos iba a relatar como accionaron con una de las tantas iniciativas que han logrado ejecutar, y era el servicio de energía eléctrica, suplido por una mini hidroeléctrica cuyo proyecto fue planificado, ejecutado, puesto en operación y mantenido por ellos.

Comienza el relato con ímpetu esta señora, Inocencia, de carácter fuerte pero con ojos que dan cuenta de un ser humano dulce y cariñoso. “Nosotros nos dimos cuenta que unidos podíamos hacer muchas cosas, esto aquí era oscuro, las casas se alumbraban con lamparitas humeadoras, velas o cuaba, y decidimos hacer algo, cambiar las cosas (con ayuda de una fundación que alienta esos proyecto comunitarios con apoyo logístico y de seguimiento)”. Sigue contando la señora que en las noches en su cama pensaba “Dios mío ya no estoy muy joven y tú sabes que mi sueño es ver esta comunidad con luz, ayúdame a lograrlo”.

En ese momento quizá sin saberlo doña Inocencia dio el paso más importante para articular y desarrollar el liderazgo, tenía dibujado en su mente “un sueño”, esos que mueven montañas y construyen caminos donde no hay suelo. A partir de ahí todo cobró sentido: doña Inocencia es la encargada de supervisar el cuartico de máquinas de la mini hidroeléctrica, tiene conocimientos técnicos impresionantes de unidades eléctricas, generación de energía, distribución y ahorro energético. Yo, profesional del área, pude palpar cómo “un sueño” transforma a una señora humilde quizá con pocos estudios, en una profesional capaz en la materia.

Transcurría la noche del primer día y cada líder comunitario nos hablaba de sus proyectos, de las proyecciones, del manejo actual y el futuro. La verdad que presenciar aquello me llevó a seguir creyendo. Lo importante es que se han adicionado otras comunidades, hay proyectos en ejecución inspirados por Angostura, que dicho sea de paso es todo un modelo integral de desarrollo, donde ellos cobran la energía, abren una cooperativa, hacen préstamos a munícipes en aprietos y reinvierten lo recaudado en proyectos como en el que estábamos alojados: cabañas ecológicas en sus propias comunidades, cómodas, bonitas y, lo más importante, que transpiran olor a madera, esfuerzo, gente noble, con sentido de pertenencia de su comunidad. Transpiran el futuro que muchos soñamos para esta media isla, rellena de talento, amor y esperanza.

Nota: Esta experiencia fue parte de un programa de la Fundación Friedrich Ebert para formar agentes de cambio, en el cual imparten clases algunos profesores del INTEC. Algunos nombres de personajes son ficticios. La historia de mi segundo día la cuento en mi blog.

Carlos Lantigua y parte del grupo en Angostura
Carlos Lantigua y parte del grupo en Angostura
Río en Angostura, Jarabacoa.
Río en Angostura, Jarabacoa.

Del “joceo” y los exámenes parciales

La quinta y sexta semanas de clases del trimestre son de estudio, toma de decisiones importantes y mucha tensión, pero también te pueden servir para explorar de qué estás hecho

 

Mientras el resto de los mortales se debate entre la importancia decisión de a cuál/es día/s del Festival asistirá en el mes que viene, los Intecianos se mueven en un universo paralelo que gira en torno a los exámenes parciales, los trabajos, los cálculos de puntos y por supuesto, el incansanble joceo.

El joceo o la “búsqueda de información –clasificada- entre estudiantes que cursan o han cursado una misma asignatura” (según define el glosario de términos intecianos) es solo una de las técnicas de supervivencia comunes durante estas semanas.

Debemos reconocer que es más fácil dirigir un barco si hay un faro que le ilumina el camino pero, ¿hasta qué punto nos estamos jugando demasiado? ¿No deberíamos mejor concentrarnos en aprender los contenidos para obtener la mejor calificación? (parezco mi madre, lo sé).

Aquí comparto algunas técnicas que me han servido para sobrevivir en estos días y que me parece merecen ser compartidas:

  • ¡Ordeeeeeennnnnnn! Elabora un calendario de exámenes y entrega de trabajos parciales. Lo primero va primero.
  • Elabora resúmenes de contenidos. Puede ser resaltando contenidos en libros o cuadernos, redactando en la computadora, a mano o como mejor te parezca. Cuando resumes ya estás estudiando, pero además te queda un material de lectura para compartir o usar para prácticas.
  • No sacrifiques tu sueño. Yo por ejemplo, prefiero acostarme temprano y levantarme a las 5 A.M. a estudiar con pilas nuevas, aprovechando el silencio de la casa. Cuando no duermes bien, no das tu 100%.
  • No sacrifiques tu alimentación. Con los nervios de los exámenes hay quienes ni comen. Nuestro cuerpo necesita nutrientes ahora más que nunca. ¡Y es fácil!
  • ¿Estudiar en grupo? De-pen-de… del grupo, claro. Si se trata de un grupo de compañeros que has escogido porque saben cuándo es momento de “cherchar” y cuándo es hora de estudiar (en serio) entonces tienes el equivalente a una mina de oro. Si, estudia con ellos. Al otro grupo, resérvalo para el Festival aquel.
  • A la hora del examen…Lee bien cada instrucción, no lo entregues sin revisarlo bien, haz ejercicios de respiración y relájate y una regla general que siempre funciona para mí. En caso de selección múltiple ¡confía siempre en tu primera opción!

Eres inteciano, “saca de abajo” y da lo mejor de tí…. #LaVidaEsMasDuraQueINTEC #AsumeElReto

RECORDATORIO: Faltan tres semanas para la novena 🙂

¿Y tú, cómo sobrevives a la quinta y la sexta?

Imagen: Fuente externa.

Estudiante del INTEC establece récord nacional en Speedcube

Los representantes de la universidad se destacan por su agilidad con el Rubiks Cube y alcanzan medallas en varias categorías de torneos celebrados en el país, conozcamos un poco más sobre las huellas de estos jóvenes

Ching Hsien Huang Liu, Profesor Tennis Mesa Intec

El pasado mes de julio se realizó la competencia Galerías 360 OPEN en la popular plaza de esta Capital, en la que los estudiantes Jairoshi Ureña, Kelvin Marte y Diego Villalobos lograron medallas en diferentes modalidades de speedcube.

El estudiante del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Jairoshi Ureña resultó victorioso con medalla de oro en la modalidad de Megaminx  en la que estableció el récord nacional con 2:24.81 minutos de promedio.

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De igual forma, el estudiante Kelvin Marte ganó en dos modalidades: Blind, que consiste en solucionar el Cubo Rubik con los ojos vendados, obteniendo la medalla de plata con tiempo de 9:06.27 minutos. Al igual que Jairoshi obtuvo presea en la modalidad de Megaminx logrando conseguir la medalla de bronce con un tiempo promedio de 6:20.79 minutos.

Por igual el estudiante Diego Villalobos obtuvo la medalla plata en la modalidad de Cube 5x5x5 con un promedio de 4:42.31 minutos demostrando sus habilidades por primera vez en una competencia de Speedcube como el segundo con mejor promedio nacional en esta categoría.

En ocasiones anteriores Jairoshi Ureña y Kelvin Marte demostraron sus habilidades en eventos de esta categoría, saliendo con medallas Jairoshi de primer lugar en Cube 3x3x3 en la competencia SPM Open 2014, que se llevó a cabo en San Pedro de Macorís con un promedio de 16.80 segundos. También obtuvo el tercer lugar en la competencia de Santo Domingo Spring 2014 con un promedio de 18.56 segundos.

Además, el joven Ureña también se ha destacado en la modalidad de Rubik’s Cube One-Handed, que consiste en armar el cubo con una sola mano, donde ha ganado primer lugar con un promedio de 29.03 segundos en la competencia SPM Open 2014, también en esta modalidad ha obtenido una medalla de plata en con un promedio de 31.55 segundos en la competencia Santo Domingo Spring 2014.

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Kelvin se ha destacado anteriormente con una medalla en la categoría de Blind en la pasada competencia de SPM Open 2014 con un tiempo de 9:59.09.

Los estudiantes del INTEC que han participado en eventos oficiales de la World Cube Association (WCA) han sido los siguientes: Jislein Fernández que ha obtenido tiempos de 30.80 segundos en la categoría Cube 3x3x3, también cabe destacar al joven Yeltsin Sánchez logró un tiempo de 29.74 segundos en la misma categoría.

“Recuerdo cuando el INTEC solo tenía el GC y Los Fundadores”

“¿Quién no ha comprado el La Guagüita? “ Es probablemente la expresión que escucharíamos de cualquier estudiante o profesor de INTEC cuando se le pregunta por ésta. Pues precisamente la Guagüita es algo más que una paletera móvil; forma parte de la historia de INTEC y es muestra que no todo en esta universidad es pura clase y exámenes; de vez en cuando, los estudiantes necesitamos recuperar energía con alguna golosina o bebida.

Ambar Chireno, Dimelfy Domínguez y Larissa Aybar

Es normal ver mucha gente comprando cosas ahí y quedándose a charlar un poco con los vendedores, ahora bien, ¿nos hemos detenido a pensar como sucedió eso? ¿qué hace diferente a esta guagüita de las cafeterías o cualquier otra paletera? La Guagüita de INTEC tiene un desarrollo conjunto con el de la universidad, pero para conocer un poco de éste, trataremos de visualizarlo desde la perspectiva de el dueño y de los estudiantes.

“Yo he visto mucha gente venir y pasar, recuerdo cuando INTEC tenía sólo el GC y los Fundadores”

¿Cuándo y cómo surgió?

David Hernández es el dueño y creador del concepto de la Guagüita. Dice que primero empezó teniendo una paletera pequeña dentro de INTEC que para ese entonces era el único que ofrecía ese servicio dentro allí. Adquirió la guagüita cuando empezó a vender más y ya tiene, en INTEC, aproximadamente 30 años.

La Guaguita lleva su nombre por el modelo de carro que es; es una van pequeña marca Toyota modelo 4WD de color dorado. Su interior fue modificado para dar espacio para la mercancía a excepción del asiento de conductor.

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La Guaguita se surte de dos formas: o se va a adquirir la mercancía directamente a establecimientos proveedores o los proveedores van y les surten a ellos. La mercancía siempre es traída en cajas. Actualmente cuenta con tres empleados, entre ellos, el propio dueño. El menudo para la devuelta se coloca en la parte superior, clasificado y de fácil acceso.

“Lo que más se vende no son los cigarrillos como se piensa, en realidad lo que más se vende son los dulces”

Los diversos productos de la Guagüita nos han sido útiles en cualquier momento de nuestra vida universitaria. Podemos encontrar desde dulces hasta papel ministro para algún examen del que no estuviésemos enterados ( definitivamente, incluir este producto fue muy buena idea! ). Es una paletera muy completa.

Entre las cosas que podemos encontrar se enumeran:

-Dulces ( mentas, gomas de mascar, chocolates )
-Cigarros
-Utensilios ( papel ministro, borras, reglas)
-Bocadillos ( granolas, papitas, galletas)
-Bebidas ( agua, refrescos, jugos)

“A diferencia de otros, yo he fiado…” – Esto le agrega más valor a su pequeño negocio, aparte de la variedad de marcas y productos.
“Muchos me saludan, ya que siempre vienen a comprar algo aquí, aunque sea una menta…”

La Guaguita se encuentra en el parqueo de la calle Crisantemos,sector Galá, justamente al frente de la entrada del edifcio García de La Concha de INTEC, para que, quien salga o entre a la universidad, pase por ahí para que le sea más fácil comprarlo o, quién sabe si se le pega algún antojo. Desde ahí ha podido ver el desarrollo que ha tenido la universidad: los cambios en su infraesructura, los cambios de los alrededores y la gran masa de estudiantes que allí interactúa.

“Una vez trataron de moverme de sitio la Guaguita, un poco más lejos de la entrada, pero gracias a Dios nada grave.”

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Cuando se instaló una cafetería en INTEC , David se trasladó a la calle donde instaló su guaguita, sin embargo, trataron de moverlo del lugar (unos cuantos parqueos hacia la derecha ), quizás porque mucha gente se acumulaba en la entrada. Nos dice que siempre tiene que llegar bien temprano, a eso de las 6:00 A.M., para apartar el parqueo que queda en frente de la puerta del GC. Ahí , la guaguita se queda hasta las 10:00 P.M.

Nos comenta que a su entender la universidad tiene buenos estudiantes y buen personal, pero el problema principal que tiene es de espacio.

Los estudiantes opinan

Para algunos, es una paletera donde encontramos más baratas las bebidas y dulces, otros opinan que es la solución más rápida par “picar” algo o fumar un rato, otros dicen que es el primer lugar donde buscan un papel ministro en época de exámenes. Lo que si es seguro es que todos alguna vez hemos consumido algo de ahí.

“Ahí es donde consigo algo rápido para comer entre mis clases” – María Sánchez

Hemos visto que la Guagüita es de gran utilidad para los estudiantes, casi imprescindible para algunos durante su estadía en el recinto; las facilidades de precio y la obtención de materiales de urgencia es lo que hace que estos vayan.

“Es donde puedo conseguir “snacks” más baratos” –José Jimenez

Este pequeño ejemplo de micro negocio es un ejemplo de que las personas pueden buscar una forma de sustento de forma ingeniosa y que no necesariamente tiene que ser algo muy grande para tener buenas ventas. La Guagüita es un establecimiento impredecible para algunos y para otros práctico, cualquier cosita se puede encontrar en la Guagüita. los estudiantes ven la Guagüita como una necesidad, sus precios son más bajos que la cafetería, su variedad incluso también la ubicación de esta es muy conveniente para muchos de ellos. en fin los estudiantes se siente a gusto ya que le resuelve muchos pequeños problemas que se presentan en su vida estudiantil.

“Me ha pasado que he tenido exámenes a ultimo minuto, y ahí consigo el papel y hasta una borra” –Antonio Tejeda.

Finalmente hemos visto que no importa que tan pequeño sea un espacio u objeto, siempre representa algo dentro de un ambiente y por tanto influye en su desarrollo; si existe tiene influencia y si no existe también suceden cosas, como es el caso de nuestra Guagüita, que parecer ser un pequeño complemento de la universidad pero influye en el comportamiento de los estudiantes.

Probablemente para quienes estén fuera de la universidad sólo sea una paletera más, pero hay que admitirlo, ¿qué paletera te vendería hasta papel ministro o te fiaría? Los detalles hacen las cosas diferentes. Esta Guagüita inteciana forma parte de nuestro día a día universitario, ya que buena parte de nosotros pasa por donde está y no es fácil no antojarse de alguna galleta o un refresco.

Estudiante del INTEC logra primer lugar en Copa Páginas Amarillas de Tenis de Mesa

El estudiante Juan Feliz Matos ganó el primer lugar en la categoría B de la Copa Amarilla de Tenis de Mesa, que organiza la academia Spin DR y que se realizó el mes pasado

El capitán adjunto del equipo de tenis de mesa del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Juan Feliz Matos, ganó el primer lugar categoría Ben la Copa Páginas Amarillas, un torneo que organiza la academia Spin DR y que contó con la participación de unos 25 jugadores de alto rendimiento.

copa pag amrilla2000En la competencia que fue de convocatoria abierta para atletas nacionales de la disciplina en las categorías A, B y C, se premiaron dos primer lugar, un segundo y un tercero

El Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) ofrece a sus estudiantes la práctica de tenis de mesa como parte de las actividades cocurriculares. En abril pasado, el equipo INTEC liderado por Feliz Matos se alzó con el tercer lugar en el Torneo Interuniversitario de Tenis de Mesa, que organizó  la Comisión Nacional de Deportes Universitarios (CNDU) del Ministerio de Deportes y el Centro Comercial Sambil.

Venezuela: la voz de los estudiantes

El corresponsal de la agencia de prensa AP, Ezequiel Abiú López, comparte su experiencia en la cobertura de las manifestaciones estudiantiles en Venezuela contra la escasez de alimentos, el desempleo, la inseguridad entre otras problemáticas

Ezequiel Abiú López (Texto y fotos)/ elopezblanco@ap.org / @ezequiel_abiu 

Caracas, Venezuela. Una tarde de marzo, Andrés y un grupo compañeros de estudios de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) abordaron el metro de Caracas con pancartas en las que expresaban “pensamos diferente, pero tenemos los mismos problemas”.

De pie en el centro de un vagón repleto de personas, en su mayoría trabajadores y amas de casa, Andrés insistió en que los estudiantes de la universidad pública no desean que continúen los focos de violencia entre manifestantes antigobiernistas, los grupos armados progobiernistas y la Guardia Nacional. Tampoco piden la renuncia del presidente Nicolás Maduro y mucho menos un golpe de Estado.

“Lo que queremos es que nos escuchen”, insistió Andrés, al narrar una serie problemas financieros y de infraestructura por los que atraviesa la academia, así como las dificultades que enfrentan cada día los venezolanos, como la inseguridad, que con 79 asesinatos por cada 100 mil habitantes ubica a Venezuela entre los cinco países con mayor tasa de homicidios.

Andrés y sus compañeros también subrayaron las penurias de sus familias para adquirir alimentos, dada la escasez que afecta al 28% de los productos básicos, el creciente desempleo por el cierre de empresas y la inflación, que según del Banco Central supera el 56%.

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Los jóvenes estudiantes de medicina recibieron esa tarde los aplausos de los pasajeros del metro. En otros vagones, algún simpatizante del gobierno los enfrentó, señalándolos como  “pitiyanquis” y acusándolos de apoyar un supuesto golpe de Estado financiado de forma presunta por Estados Unidos y que desde principios de febrero se manifiesta en protestas callejeras contra Maduro.

Pero de manera independiente a la filiación política de los pasajeros, la voz de los estudiantes de Venezuela, como en otros en países, representa el sentir de un sector importante de la sociedad y del futuro de la nación. Por ello, sin importar las ideologías políticas y partidarias, la gente escucha a los universitarios y los respeta.

De forma contraria a las imágenes que avanzan de manera viral en las redes sociales y en medios de comunicación, la mayoría de las manifestaciones que se realizan en Venezuela, como en las que participaban los estudiantes de medicina, son pacíficas y no proponen un golpe de Estado, como asegura Maduro.

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Los estudiantes de ocho universidades han realizado protestas multitudinarias en la próspera zona este de Caracas, ajenas a los enfrentamientos violentos, en los que exigen cambios en las políticas del gobierno para impulsar la creación de empleos, reducir la inflación, la escasez de productos básicos, combatir la delincuencia y la presencia de grupos motorizados armados que mantienen con temor a los barrios populares.

En algunas de esas manifestaciones, los estudiantes portan velas para pedir por la paz.

Otros grupos estudiantiles, tanto de universidades privadas como públicas, sí piden que -en los términos constitucionales- se celebre en el futuro próximo un referendo revocatorio. En ese referendo pedirán “la renuncia del gobierno por ineficiente”, de acuerdo con el líder estudiantil Juan Requesens.

Aunque en un principio las manifestaciones se originaron entre estudiantes universitarios y en la zonas de clase media alta de Caracas, Valencia y San Cristóbal, personas de sectores populares se han unido poco a poco a las protestas debido a que consideran que la situación económica del país se ha deteriorado, al tiempo que se incrementa la delincuencia.

Pero mientras miles de universitarios se manifiestan a diario de forma pacífica y gran parte de Venezuela vive su cotidianidad ajena a las protestas, otros pequeños grupos, entre ellos algunos estudiantes encapuchados, se enfrentan a las fuerzas del orden. Aunque son los menos, la violencia en esos choques ya ha dejado más de 40 muertos desde febrero y las imágenes de esos enfrentamientos le han dado la vuelta al mundo, dejando en segundo plano la voz de los estudiantes que piden paz, empleo y seguridad.

#SelfBe: una exposición fotográfica sobre identidad y redes sociales

El público puede tomarse una foto tipo “selfie”, publicarla en las redes sociales utilizando el hashtag #SelBe y ser parte de la exposición que habrá en La Fábrica Contemporánea, ubicada en el sector de Gazcue

SANTO DOMINGO. “#SelfBe” es una exposición fotográfica, pero también una reflexión sobre dos temas polémicos: la vanidad y la exposición en las redes sociales. Con esta muestra visual, Ciara Acevedo analiza el impacto que tienen las nuevas tecnologías en nuestra vida y, sobre todo, en nuestra intimidad.

“A través del popular ‘selfie’ o autofoto expongo mi vida, mis gustos, mis espacios, mis costumbres, pero también permito que el espectador se vea reflejado en esas imágenes y forme parte de ellas utilizándolas para sus propios ‘selfies’. La idea es integrar al público, meterlo a mi realidad y, al mismo tiempo, crear otra con un resultado opuesto a lo que significa un “selfie”, explica Acevedo.

“#SelfBe” consta de una serie de diez fotografías impresas en vinil translúcido ellas dan título a la exposición porque es una invitación a ser parte de la obra: el espectador puede usarlo para su autofoto, publicarla en las redes sociales con el ‘hashtag’ #selfbe y participar en este juego de identidades, realidades y espejos.

La artista invita a formar parte en esta pieza subiendo sus “selfies” y depositando un espejo en La Fábrica Contemporánea, para la próxima entrega.

La exposición está abierta al público en La Fábrica Contemporánea, ubicada en la calle Danae #4, de Gazcue. Una segunda entrega de este proyecto orgánico será presentada en La Videoteca de Casa de Teatro el próximo mes de junio.

En su cuenta de Instagram (@crarq), Ciara Acevedo comparte un interesante diario fotográfico sobre el proceso de creación y montaje de “#SelfBe”.

Sobre la autora

Ciara Acevedo es arquitecta y fotógrafa. Su instalación “F1L14C10N” fue una de las obras seleccionadas en la 27ª Bienal de Artes Visuales del Museo de Arte Moderno. Su audiovisual “De lo profano a lo sagrado” participó en la muestra colectiva “Equipaje Compartido”, realizada en la galería Guatíbiri Río Piedras (Puerto Rico) en el año 2012.

Como fotógrafa ha participado en numerosas colectivas y desarrollado diversos trabajos, entre ellos “Identidad de la luz”, “Mural urbano”, así como imágenes para “Sonámbulos”, primera novela dominicana concebida para redes sociales. Acevedo es fundadora de ViArtRD, una comunidad de arte y cultura en Instagram.

Foto: Tomada de Cape Times/Publicidad (Adaptación)

Rayos: de la tierra al cielo

A propósito del inicio de la Temporada ciclónica, con la llegada de este mes de junio, compartimos un artículo del profesor Martín Meléndez sobre el origen de los rayos, la forma en que se producen y algunos datos curiosos

 

Martín Meléndez / martin.melendez@intec.edu.do

Este tema siempre me ha apasionado y varias veces he tenido discusiones sobre si los rayos van desde las nubes hacia la tierra o viceversa, así que me entusiasma compartir la información que he obtenido.

Casi todos hemos tenido la suerte (o mala suerte) de haber sufrido una tormenta eléctrica y deben recordar que la misma se produjo casi seguro en horas de la tarde, especialmente en los meses de primavera y verano.

Los rayos y relámpagos son destellos eléctricos producidos por descargas de millones de voltios de electricidad. Estas descargas calientan el aire en su camino hasta temperaturas cercanas a los 30,000 C (una temperatura más elevada que la superficie del sol). Si estos fenómenos van de una nube a otra nube reciben el nombre de relámpago (es decir, empiezan y terminan en una nube).

El fenómeno eléctrico que ocurre en la tierra y las nubes recibe el nombre de rayo y son mucho menos comunes que los relámpagos, no por esto menos importantes, ya que se estima que más de 350 millones de rayos caen en la tierra en un año.

Rayos

Los rayos son elementos mucho más complejos de lo que parecen. Cada descarga eléctrica comienza dentro del cumuloninbo, con una columna de aire cargada eléctricamente (producida por la humendad y el diferencial de temperatura) que avanza en dirección descendiente hacia la base de la nube.

En cuestión de milésimas de segundos esta columna, que recibe el nombre de guía escalonada, se ramifica hacia abajo, hasta llegar cerca del suelo. Debe surgir una chispa que vaya de la tierra hacia las nubes (es decir, en sentido contrario) y que se una con la guía escalonada. Una vez en contacto, la columna se convierte en el camino de una descarga de retorno. Es decir aunque un rayo parece bajar desde la base de la nube, lo que realmente ha pasado es que es que la descarga eléctrica se ha movido desde la tierra hasta la nube, con un diferencial de potencial de mil millones de voltios entre las nubes y el suelo. En promedio un rayo mide 1.5 km y el más extenso fue registrado en Texas y alcanzó los 190 km de longitud. Un rayo puede alcanzar la velocidad de 200,000 kilómetros por hora.

Los rayos constituyen un peligro mortal, aunque han ido disminuyendo con el paso del tiempo por la cantidad de personas que se han trasladado de los campos a la ciudad, donde existen pararrayos. La probabilidad de ser alcanzado por un rayo es de 1 en 2,300,000.

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El autor es ingeniero civil experto en Desastres y Encargado del Laboratorio de Hidráulica y Mecánica de Fluidos del INTEC, Área de Ingenierías