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Author: Cynthia Abreu

Periodista por convicción especialista en comunicación digital. Amante de los animales, la literatura en general y el arte.

Estudiantes de Ingeniería “Decoran” el Campus Virtual

Santo Domingo. La tarjeta de Navidad del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, INTEC, este año es un recorrido virtual por su campus, disponible en www.intec.edu.do/navidad, creado por cuatro estudiantes, constituidos en el Grupo Alpha.

Irving Anglón, Evangelista Marte, Pablo De León y Otto Vargas, de Ingeniería de Sistemas y Civil, virtualizaron el campus del INTEC como parte de

Los estudiantes ganaron la Competencia de Proyectos de Intecnología 2011 con su propuesta “Campus Virtual”, un tour virtual por la universidad, en 3D, que permite explorar los edificios García de la Concha, parte de la Biblioteca, el edificio de laboratorios Fernando Defilló, las plazoletas y otras áreas.

El proyecto original puede tener múltiples aplicaciones: como video juego, para ampliar la interacción con los usuarios y para facilitar el recorrido virtual por las principales instalaciones de la universidad.

Con el objetivo de acercar a los interesados y relacionados a su campus, el INTEC asumió la obra del Grupo Alpha en una versión “navideña” que ha utilizado como la tarjeta oficial de felicitación de Navidad.

La producción original ganó la Competencia de Proyectos de Intecnología 2011, tanto el premio del jurado como el del público, a través de un concurso por redes sociales. Cada uno recibió una minilaptop y un disco duro externo.

Mi objetivo es que INTEC se convierta en un modelo para el sistema educativo dominicano

Rolando M. Guzmán es el nuevo Rector del INTEC. Este profesor del Área de Negocios con un doctorado en Economía y dos maestrías – una en Matemáticas Puras y otra en Economía Cuantitativa- fue elegido el 18 de agosto por la Junta de Regentes y juramentado el pasado 15 de septiembre. Decidió participar en el proceso electoral porque entendió que se trataba de una oportunidad única para contribuir al desarrollo de la educación superior dominicana, “a través de una institución líder de la que he sido parte por muchos años y con la que tengo fuertes lazos afectivos”.

Hace 14 años imparte docencia en INTEC, en la carrera de Economía. Sus estudiantes lo respetan, pues reconocen que se las arregla para que entiendan y disfruten asignaturas que podrían lucir áridas plasmadas en un pensum.

De las aulas al gobierno del INTEC, el salto es comprometedor. Está consciente de ello, pero explica que representa una extensión natural del trabajo que ha desarrollado durante los últimos años, que trata en gran medida sobre los vínculos entre la dinámica económica, la educación superior y el proceso de desarrollo. “Siento que, aunque no me daba cuenta, mi quehacer profesional constituyó una escuela para la posición que hoy ocupo”, dice.

¿Su principal reto? “Lograr que la institución adopte grandes cambios, y a la vez preserve su esencia institucional”.

¿Cuál son las metas que desea alcanzar respecto al INTEC?

El principal objetivo es contribuir a que INTEC se convierta en un modelo para el sistema educativo dominicano, de modo que cuando alguien nos mire, se diga a sí mismo: “ojalá algún día todas nuestras universidades sean así”. Eso podría resumirse en una frase “INTEC: Modelo de Educación Superior”. Esto supone que logremos mejoras muy significativas en tres ámbitos de acción -docencia, investigación y extensión, para posicionarnos en cada uno como una universidad de clase internacional.

¿Cuáles son los problemas que enfrenta la educación superior dominicana? ¿Cómo el INTEC puede contribuir a solucionarlos?

El principal problema es el predominio de docentes y estudiantes a tiempo parcial, la ausencia de una masa de profesores y estudiantes dedicados íntegramente a la vida universitaria. Eso limita la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje que debería caracterizar a una universidad de calidad. En adición, las universidades dominicanas tienen una baja actividad de investigación e innovación, lo que reduce su importante función como generadoras de ideas tecnológicas, políticas y sociales. Por último, las universidades tienen escasos vínculos con las empresas y otras organizaciones, y eso dificulta la capacidad de generación de recursos para financiar muchas iniciativas importantes. Existen otras limitaciones, pero casi todas están relacionadas con las anteriores.

Guzmán ha sido profesor de Economía por 14 años.

¿Cuál será su estrategia para consolidar al INTEC como la mejor universidad dominicana?

La intención es fortalecer la gestión de todos los procesos clave, estableciendo un sistema de medición, evaluación, rendición de cuentas y compensación basada en resultados. La gestión deberá ayudarnos a identificar las actividades que contribuyen a nuestros objetivos, y a evitar aquellas que no aportan valor o incluso nos alejan de la meta. Además, nos permitirá garantizar que cada abeja de la colmena esté haciendo su mayor esfuerzo para lograr que INTEC sea un modelo de educación superior. Hay que trabajar intensamente para seguir atrayendo a los estudiantes más dedicados, a los mejores profesores y a los más eficientes empleados, y para aportar a cada uno un ambiente idóneo para el desarrollo de sus capacidades. El aumento del profesorado a tiempo completo, mayores vínculos con nuestros egresados y una mejor conexión con las empresas, gobierno y otras organizaciones son aspectos específicos de la estrategia.

¿Por qué INTEC no ofrece un MBA?

La oferta de programas se basa en un análisis de necesidades y capacidades. Es una labor que nuestras áreas desarrollan de manera continua. No descarto que tengamos muy pronto un MBA, pero debemos garantizar que satisfaga las más altas expectativas.

 

A los estudiantes que trabajan se les complican las cosas al seleccionar las asignaturas básicas, pues se imparten solo de día. ¿Cómo conseguir que por lo menos cada materia tenga una sección de noche?

Usualmente se ofrecen las asignaturas básicas en horario diurno, dejando el horario nocturno para asignaturas avanzadas. Sin embargo, muchos estudiantes talentosos tienen que combinar el estudio con el trabajo, y enfrentan dificultades para la selección de asignaturas. Para resolver el dilema trabajaremos en dos vías: primero, mejorar el proceso de programación de las asignaturas a través de los coordinadores de carreras; segundo, fortalecer el sistema de crédito educativo para que una parte cada vez mayor de estudiantes pueda dedicarse íntegramente a la vida universitaria, al menos durante sus primeros años de carrera.

¿Está de acuerdo con que solo los estudiantes que no hayan reprobado ninguna asignatura sean merecedores de reconocimiento y que el índice sea el único parámetro a tomar en cuenta?

Otorgar reconocimientos es siempre una tarea difícil, pues los estudiantes (como cualquier otra persona) podrían ser evaluados a partir de muchos criterios. Frente a ese problema, la mayor parte de las universidades en el mundo han adoptado un criterio basado en el índice académico, que refleja el rendimiento del alumno a lo largo de toda su carrera y tiene la ventaja de ser fácilmente verificable. Se impone además el requerimiento de no haber reprobado asignaturas para evitar el caso de estudiantes con alto desempeño en algunas áreas pero pobre desempeño en otras. No es un criterio perfecto, como probablemente ningún criterio lo es, pero es bastante aceptable para la comunidad. De todos modos, la universidad está siempre en proceso de revisión de sus procesos para incorporar mejoras cuando se entienda que resultan posibles y necesarias.

¿Plantearía usted la posibilidad de encuentros y coloquios con el Rector, abiertos a todos los estudiantes interesados en comunicarse directamente con usted?

Me encanta la posibilidad de dialogar con los estudiantes a través de distintos canales. De hecho, estoy ya programando encuentros periódicos para pensar juntos en la forma de avanzar hacia el objetivo de transformar a INTEC en un modelo de educación superior. En adición, pienso difundir los medios digitales a través de los cuales los intecianos podrán enviarme cualquier mensaje, y les aseguro que recibirán respuesta. En realidad, ninguna función del Rector me emociona tanto como poder dialogar con los estudiantes.

¿Extrañará la docencia?

Tengo intención de impartir ocasionalmente alguna asignatura, para tener siempre una apreciación directa de lo que se vive en el aula.

¿Aceptaría la posibilidad de aparcar en “el desierto” y ceder su parqueo a estudiantes para reconocer la deficiencia del mismo?

Muchas veces me he estacionado en “el desierto” y puedo seguir haciéndolo de vez en cuando. La reserva de parqueos para el Rector, docentes y otras autoridades se basa en la idea de que la ausencia o tardanza de esas personas tienen una repercusión significativa sobre procesos clave de la universidad. Por ejemplo, si un profesor no logra un lugar para estacionarse, ese hecho repercutiría sobre 20 ó 30 estudiantes. Sin embargo, es una buena idea que todos cobremos conciencia de las dificultades que viven los demás debido a las limitaciones de parqueo. De todos modos, ese es un problema que debemos resolver de raíz en el mediano plazo y estamos trabajando para eso.

¿Será terminado algún día el edificio de parqueos y laboratorios en el solar donde estaba la cancha?

Una de mis prioridades es revisar cuidadosamente el plan de inversiones y acelerar las obras de mayor impacto sobre la vida de la universidad. Será también importante transmitir información adecuada sobre las decisiones que tomemos, para que todos entendamos el plan que se está desarrollando y los dilemas que se enfrentan, porque las necesidades son diversas pero los recursos son siempre limitados.


Hacer más con menos

“Toy cortina, pelao, ¡sin ni uno en el bolsillo! Vamo´ a hacer un serrucho”. Un estudiante casi siempre está en olla. Y no se trata, en la mayoría de los casos, de un problema de ingresos; sino de una inadecuada administración de sus finanzas que lo lleva a subir una dolorosa cuesta mensual. Una cuesta que será más aguda ante el ya aprobado incremento de impuestos.

Sí, el conocido paquetazo fiscal impactará tu bolsillo, tu consumo. El techo de gasto de un estudiante oscila en promedio entre los 18,000 pesos al mes para los más austeros y hasta 25,000 para los derrochadores, señala Víctor Féliz, profesor de Finanzas de INTEC. “Sin incluir la vestimenta y otros egresos”, advierte Féliz. Pero, dónde puedes percibir eventualmente ese aumento: en el pago de la matrícula, servicios estudiantiles, fotocopias, preparación de los trabajos de investigación, transporte, alimentación y celulares, que son el grueso de la carga fija. Aunque el gasto depende también del nivel de ingresos de los estudiantes y de sus padres, que son los generalmente asumen el costo educativo, añade.

En todo caso, el goce de una buena salud financiera está estrechamente relacionado con la austeridad. Esto significa que tus gastos sean menores que tus ingresos y así evitas futuras deudas. ¿Qué hacer? Un presupuesto. “Herramienta fundamental para administrar eficientemente cualquier actividad que involucre recursos. Ayuda a planificar tus finanzas en familia y optimizar el uso de tu dinero, que es igual a hacer más con menos”, detalla el profesor.

Para Féliz también es un plan efectivo para controlar un mal mayor: los gastos más menudos que muchas veces –subraya- parecen insignificantes pero que al sumarlos alcanzan un monto considerable. Para poder subir la cuesta, el profesor aconseja “ser más hormiga y menos cigarra. Practicar la austeridad por encima del despilfarro, y sobre todo organizar nuestras finanzas para no sucumbir en el intento”. Evalúa siempre tus necesidades y evita esas compras compulsivas que desequilibran tu presupuesto.

Robots contra robots

Los estudiantes de mecatrónica tendrán su primera competencia de autómatas diseñados y desarrollados por ellos mismos.

Imagina a tu televisor enfrentado cuerpo a cuerpo con tu lavadora, cual si fueran luchadores.

Ahora trata de ver cómo tu impresora de injección de tinta trata de encontrar el camino más idóneo hacia la computadora.

Ahora puedes dejar de imaginar, pues eso es lo que los estudiantes de mecatrónica mostrarán el día de cierre de Intecnología… bueno, algo parecido.

“Hemos creado tres tipos de robot, cada uno de ellos con un nivel de dificultad ascendente, con el objetivo de que los estudiantes de ingeniería mecatrónica interactúen desde el primer año con los temas que tienen que ver con su carrera”, comenta el profesor Irvin Cedeño, director de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de Intec, sobre la Competencia de Robots para la que los estudiantes de esa área llevan meses preparándose. Se trata de una contienda en la que los alumnos de primer, segundo y tercer año tendrán oportunidad de demostrar mientras se divierten los conocimientos de mecatrónica aprendidos, cada uno en una categoría al nivel de su progreso académico.

Así, los de primer año participarán con los llamados Monsterbots, en los que principalmente ciertas nociones de mecánica para aprovechar el poder del motor de su robot orientado a fuerza más que a velocidad; los de segundo año con sus Sumobots, que hacen alusión a las luchas de sumo, dónde entran en juego habilidades electrónicas y de programación, ya que se requieren las mismas destrezas que en la categoría anterior pero sumadas a habilidades para programar la tarjeta lógica; y los Roberts, para tercer año, donde el desafío de hacer que su robot resuelva laberintos y remueva obstáculos ponen a prueba todos sus conocimientos.

Los robots deben ser completamente autónomos sin persona alguna controlándolos más que su propia inteligencia artificial. Esta experiencia, para Cedeño, no es más que una manera de obligar a los futuros ingenieros a poner en juego sus habilidades de creación.

“Los estudiantes de Mecatrónica se capacitan para ser diseñadores de dispositivos que respondan a necesidades. Entendemos que República Dominicana no puede seguir siendo un simple consumidor de tecnología”, plantea el experto en mecatrónica.

De acuerdo con el profesor, el potencial de la mecatrónica en el país, la ingeniería que integrar los dispositivos que realizan el trabajo mecánico con los que controlan de manera electrónica, no tiene límites. “Hoy día muy pocos dispositivos de uso cotidiano son ajenos a la mecatrónica”, dice el especialista.

El carro es un ejemplo de ello, pues aunque en sus orígenes fue un aparato mecánico hoy utiliza computadoras que gobiernan el funcionamiento de su mecánica.

“En otras palabras, dondequiera que haya un equipo un mecatrónico tiene cabida”, agrega.

Sin embargo, entiende que esta carrera necesita seguir creciendo pues existen apenas manufactureras, principalmente de zona franca, que se limitan a ensamblar dispositivos diseñados en otras latitudes.

Su esperanza de cara a la salida de la primera generación de ingenieros mecatrónicos que graduará INTEC dentro de sólo seis meses, es que la realidad se invierta y en el país se diseñen también los dispositivos de consumo local como los de exportación.

Un carro Fórmula SAE en Intecnología 2010

No es un carro Fórmula 1. La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE, por sus siglas en inglés) realiza cada año, desde 1978, una competencia mundial para estudiantes, que consiste en crear un prototipo de coche de carreras tipo Fórmula

Uno, pero bajo reglas y condiciones que los hacen diferentes. El evento principal es en Michigan (Estados Unidos), y un grupo de estudiantes, con el impulso y la asesoría de Manuel Pool, coordinador de Mecánica y de María Penkova, encargada del Laboratorio de Mecánica, aspiran a ir a Michigan en 2012.

El proyecto INTEC Fórmula SAE es uno de los que hasta ahora se preparan para Intecnología 2010, a celebrarse del 17 al 19 de noviembre, y uno de los 25 participantes en la Competencia de Proyectos que organiza la Dirección de Emprendedurismo e Innovación de la Vicerrectoría de Investigación y Vinculación (VRIV).

La competencia, abierta hasta el 30 de octubre, es una antesala de Intecnología y completa una tríada de concursos que a lo largo del año buscan despertar el espíritu emprendedor de los estudiantes.

La primera es la Competencia de Ideas de Negocios y la segunda la Competencia de Planes de Negocios, que son de carácter nacional e impulsadas por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT). La Competencia de Proyectos, una iniciativa del INTEC, que busca convertirse en un incentivo para promover el trabajo de equipos multidisciplinarios entre profesores y estudiantes de todas las áreas.

La sexta versión de Intecnología promete sumergir al campus en un ambiente cultural francés, ya que este año el país invitado será Francia, con el apoyo de la Alianza Francesa, la Cámara de Comercio Domínico-Francesa y Campus France. A partir de septiembre se realizarán cineforums, exposiciones y charlas de “calentamiento” para lograr que Intecnología 2010 sea una fiesta de tecnología y cultura.

El fruto de la solidaridad

La historia de una futura médico inteciana es un ejemplo de compañerismo a imitar.

Generalmente pasamos por la vida sin saber mucho sobre qué les ocurre a quienes nos rodean, sus penas y alegrías.

Si lo hiciéramos, podríamos descubrir mil maneras de tender una mano y con acciones muy simples podríamos cambiar el rumbo de muchas historias. Eso ocurrió en INTEC hace unas semanas gracias a la solidaridad de un grupo de estudiantes de Medicina.

Las tragedias más impensables pueden ver “la luz al final del túnel”. Rosselin Vásquez, una inteciana estudiante de Medicina de 19 años, ya tiene un testimonio que lo confirma, una historia que, más allá de la tristeza y el dolor, tiene un futuro por el compañerismo y el apoyo que cosechó en el camino. Rosselin perdió a su padre a los 12 años. La mayor de tres hermanas, se encontró, así de pequeña, de cara a lo inexplicable de la muerte.

Y como hija mayor tuvo que apoyar a su madre, una mujer luchadora que siguió adelante enfrentando junto a sus tres hijas todas las trabas que les presentaba el camino.

Dos años más tarde a esta valiente mujer se le diagnosticó cáncer de mama.

Una nueva tempestad en la vida de esta adolescente, que durante los siguientes cinco años tuvo que acompañar a su madre en una lucha desigual contra una enfermedad que finalmente terminó venciéndola. Y es así que antes de cumplir los 20, cursando el séptimo trimestre de la exigente carrera de medicina, Rosselin se enfrentó al desafío de aprender, de golpe, a cuidar de sí misma y de sus hermanitas, haciendo los papeles de hermana mayor, papá y mamá. Un drama no sólo afectivo, sino también económico.

Además del dolor que causa la pérdida, el miedo y la soledad, surgen las preguntas sobre el futuro: ¿cómo seguir la carrera?, ¿debía olvidarse de su sueño de ser oncóloga pediatra o infectóloga?, ¿tanto esfuerzo para nada?

Al enterarse de esta situación, sus compañeros se unieron para buscar una manera de echarle una mano. Conocían las excelentes condiciones académicas de Rosselin y sabían de empresas que apoyan el Programa INTEC con los Estudiantes Sobresalientes, PIES, como la Fundación AES Dominicana.

Escribieron una carta a la empresa presentando la situación de la compañera y, sin que ella lo supiera, le solicitaron una beca de estudios. No resultaba difícil convencer a esta empresa, que apoya a estudiantes PIES. Rosselin tenía todos los méritos académicos y su índice de 3.85 servía de prueba.

Pocos días después, la solicitud fue aprobada. De AES Dominicana citaron a Rosselin para una entrevista. “Yo no sabía nada”, confiesa.

Es así que, junto a todos sus compañeros, recibió la sorpresa. Le dieron la beca. “Ha sido lo mejor que he recibido.”

Más que eso, fue un alivio enorme saber que puedo continuar con mis estudios a pesar de todo” expresa Rosselin mientras sostiene una mirada firme, con sus grandes ojos color miel. “Agradezco de corazón a todos las personas que intervinieron por mi bienestar. Soy muy afortunada”, agrega.

La vida golpea, a veces, pero también tiende la mano. Esa mano que un grupo de intecianos solidarios tendió a Rosselin no supuso un gran esfuerzo pero cambió la vida de un ser humano. Ahí va ella, con sus sueños de frente, haciendo lo debido para ser esa médico que siempre soñó ser.

Intecianos hay hasta en la China

Gracias al convenio con la República Popular China, cinco egresados cursan maestrías en ese país.

Cualquiera resuelve un día irse a estudiar fuera del país. Pero hay que tener una determinación especial para decidirse por China. José Antonio Hernández y Ángel Camacho la tuvieron y allá se encuentran ahora, uno en Wuhan, provincia de Hubei, y otro en Beijing, gracias al convenio que el Gobierno de la República Popular China tiene con INTEC.

Ellos son los becarios del segundo año del programa del que el pasado junio se graduó el primer participante, José Arturo Altagracia y en el que en pocos días se irán dos valientes más: Tania García Tineo y Emmanuel González. Sí, China.

Cuando leas este artículo piensa que ellos están nada más y nada menos que en la tierra del día después, donde el sol se acuesta cuando de este lado comienza a salir (y viceversa): a 12 husos horarios de nosotros, hablando en mandarín, estudiando en inglés y viviendo la experiencia más global que se pueda imaginar. “Tengo compañeros de los cinco continentes y esto me permite visualizar qué está pasando en el mundo”, cuenta José Antonio, egresado de ingeniería civil y estudiante del máster en Administración de Negocios, mientras explica para La Colmena cómo esta realidad multinacional le ha permitido desarrollar una visión global de la que República Dominicana forma parte.

“Es ahí cuando uno se da cuenta de lo pequeño que es el mundo y del real significado del término “ciudadano global”, coincide Ángel, economista y futuro egresado de la maestría de Comercio Internacional de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Beijing.

Lo mismo destaca José Arturo, el pionero, ya de regreso a la isla: “El intercambio que se da entre compañeros de diferentes nacionalidades, situaciones económicas y sociales, créanme que es una experiencia maravillosa”.

Y no se trata sólo de perspectivas sobre la realidad mundial, sino que, como lo cuenta José Antonio, los estudios de casos que se presentan en el aula “te permiten apreciar y entender las diferentes perspectivas con que las personas analizamos las cosas, y cómo cada quien enfoca su norte o toma decisiones, a partir de sus propia cultura y entorno”.

Al pasar el periodo de adaptación inicial, el balance para todos es definitivamente positivo.

Al principio el obstáculo más fuerte es el idioma. Lo sientes desde que te toca tomar un taxi o comprar algo y nadie entiende nada de nada, ni las señas.

Al revisar el proceso en perspectiva, Ángel advierte que una de las cosas más importantes que se aprende cuando se está tan lejos es aceptar las diferencias y ver las cosas desde un punto de vista menos etnocéntrico.

Mi recomendación – le dice a nuestros lectores- es que aprovechen el tiempo y se preparen lo mejor que puedan, que estén dispuestos a correr riesgos porque nada bueno llega si nos quedamos sentados esperando”. Y agrega, para los que opten por seguirle los pasos: “Tráiganse una mano de plátano, yuca o lo que prefieran, ¡por aquí no van a encontrar!”.

Un diseño inteciano en la colección de Aguayo

Richard Delgado, ganador del primer premio de la competencia interuniversitaria de mosaicos de Industrias Aguayo espera que este reconocimiento ayude a que vean “que los diseñadores industriales estamos haciendo algo interesante”

“Fuera de coro, fue lo máximo”, dice Richard Delgado, estudiante de segundo año de Diseño Industrial de INTEC, al intentar describir lo que significó para él recibir la noticia, el pasado 27 de mayo, de que había ganado el primer premio del concurso interuniversitario de diseño de mosaicos hidráulicos de Industrias Aguayo de Construcción, en el que participaron cerca de 90 estudiantes de Arquitectura, Diseño de Interiores, Gráfico, Industrial y de Bellas Artes de las distintas instituciones de educación superior del país.

Richard Delgado fue uno de los 19 estudiantes de INTEC que, animados por la coordinadora de la carrera, Arancha Toribio, decidieron llevar el proyecto académico hasta el final.

Cuatro de ellos, los más avanzados en la carrera, ingresaron en la lista corta de los 30 finalistas. “¡Las cuatro propuestas finalistas nuestras estuvieron geniales!”, cuenta la entusiasta profesora sobre el trabajo del ganador y de Michelle Almonte, Joao Rodríguez y Layla De la Cruz.

El diseño de Richard ya está plasmado en una loseta de concreto y pasa a ser parte de la línea de mosaicos artísticos “Porvenir” de la colección de Aguayo.

Será comercializada como uno de los productos de catálogo de la marca y, además, se exhibirá en la muestra de la próxima Trienal Internacional del Tile Cerámico.

El segundo y tercer lugar le correspondieron a la PUCMM y UNAPEC.

Se entregaron, además, siete menciones de honor.

La satisfacción de Richard encierra una especie de orgullo de pertenencia.

Lo explica así: “Yo no fui con la mentalidad de ganar. Claro que quería ganar, y es importante para mi portafolio, pero fui con la mente de que era algo bueno para la carrera. Lo más importante era que ganara alguien de nosotros, para que se sepa lo que hacemos los diseñadores industriales de INTEC. Para que los mismos funcionarios de nuestra universidad se den cuenta de que estamos haciendo algo interesante”.

Del dato a la inspiración

¿Qué inspiró el diseño ganador? La información, explica Richard.

“La inspiración no es el punto de partida, no se trata de que una idea llegue de la nada: la creatividad tiene que llegar de la acumulación inteligente de información”.

Ahí la clave de esta propuesta geométrica en blanco y negro.

Durante una de las visitas técnicas organizadas por el área a la empresa, Richard observó el proceso de producción de losetas y se preguntó cómo hacerlo más simple. Se propuso encontrar una solución que ahorrara tiempo y colores incrementando productividad y variantes de combinación.

Al final, confiesa, el juego de figuras geométricas simples fue combinado a lo “Lady Gaga”. Pero ese es sólo el toque artístico final.

Colador, ¿real o mental?

La universidad pone a la disposición varias opciones para que los estudiantes superen sus dificultades en matemáticas: Foro MAT-INTEC y tutorías presenciales.

¿Te imaginas tener al cerebrito de tu curso disponible para ayudarte a resolver la tarea de matemática o de cálculo las 24 horas? ¿Qué tal preguntarle a un profesor algo que no entendiste justo al momento en que haces la tarea?, ¿o llevarle aquel problema que no logras entender, ni siquiera con el monitor, para que te expliquen sólo a ti? La universidad ofrece dos opciones sin costo alguno para los estudiantes que necesitan apoyo con las matemáticas: el foro virtual MAT-INTEC (tutorías en línea) y las tutorías presenciales (cara a cara con el profesor, todo oídos para tus problemas).

No es coincidencia. Es un pie de apoyo para que termines lo que empiezas y no te venza la “incompatibilidad de caracteres” con los números o el miedo a no pasar esa materia a la que muchos llaman en los pasillos “el colador”. Sobre todo porque es posible amar la ciencia de resolver problemas y de eso abundan los ejemplos: Baldor, Euclides, el grupo Bourbaki o, más recientemente, Stephen Wolfram, creador de Wolfram Alpha, un buscador de respuestas en lenguaje natural (aún en prueba y en inglés) que revoluciona los resultados de búsqueda porque arroja cifras, estadísticas y líneas de tiempo sobre los temas, y además se enmarca en una teoría del universo basada en las matemáticas (www.TED.com).

“La matemática en INTEC no es un colador, en absoluto. Tiene una incidencia significativa en el logro de las competencias del estudiantado y queremos que incida de la mejor manera”, explica Leandra Tapia, vicerrectora Académica del INTEC y doctora en matemáticas. “Nos proponemos acompañar al estudiante por varias vías en la superación de cualquier dificultad en matemáticas”.

El temor a las fórmulas y números es una situación mundial, pero hay factores que inciden de forma diferente en las respuestas de cada jóven. Entrar a la universidad significa un cambio de ambiente, de sistemas, de dinámica y de tipo de relación con profesores, diferentes a los del colegio. “INTEC tiene un ritmo trimestral, por lo que es mejor empezar desde temprano y no dejar el esfuerzo para la tercera semana de clases porque eso es acercarse al medio término”, aconseja Tapia.

Sin embargo, la disposición lo es todo. “El foro MAT-INTEC me salvó de un segundo retiro”, cuenta Miguel Sánchez, de diseño industrial, quien entró al foro en la novena semana, convencido por amigos de que no retirara e hiciera el esfuerzo. “Tuve una mezcla de ayuda de una amiga estudiante de Economía y del foto virtual de Matemáticas, porque a veces uno necesita un cara a cara cuando está ahogado. También hablé con el profesor para que me reorganizara los puntos y llegué con más confianza al examen. Pasé”.

Máximo Campusano, coordinador de la Sub-Área de Matemáticas del Área de Ciencias Básicas, explica: “Muchos estudiantes se predisponen y entran a las materias con miedo, no se atreven a preguntar delante de sus compañeros, por lo que las tutorías se convierten en un espacio más cercano, menos expuesto, para resolver sus problemas”.

“La actitud de los estudiantes debe ser de trabajo, no de miedo”, afirma Tapia, también profesora del INTEC. “Al estudiante que desde el principio busca ayuda – incluso de orientación de aptitud, disponible en Servicios a Estudiantes- y trabaja para enfrentar las dificultades, es difícil que le vaya mal”.

En el caso de las tutorías presenciales, tres profesores ofrecen todos los días ayuda personalizada en el Área de Ciencias Básicas, desde Matemáticas I hasta Matemáticas IV: José Antonio Aceituno, Corides Pérez y Zaida de Jesús.

En la tarea por reforzar el aprendizaje de matemáticas, coordinado por la Vicerrectoría Académica, participan la División de Servicios a Estudiantes, la División de Gestión de la Docencia y el Área de Ciencias Básicas, ya que mejorar el desempeño en matemáticas no atañe sólo a los estudiantes.

Este año la universidad estrena el Modelo Aprendizaje-Enseñaza (MAE-INTEC) y los profesores se encuentran sumergidos en restructuraciones y entrenamientos para asumir un papel de acompañantes y trasladar el centro de la enseñanza y la responsabilidad de aprender del profesor al estudiante. MAT-INTEC. Soluciones en línea 24/7

El Mat-INTEC es un foro virtual que permite aclarar las dudas en las asignaturas de matemáticas, consultando tanto a los profesores del área, como a otros compañeros de clase y egresados “siempre listos” para resolver retos.

Lo coordina René Piedra, coordinador de la carrera Matemáticas con concentración en Ciencias Actuariales. Participan apasionados de las matemáticas como Edwin Pujols, estudiante de término de electrónica destacado en las Olimpíadas Iberoamericanas de Matemáticas (mención de honor), y egresados como Randy Leonardo y Heriberto Vásquez, quienes disfrutan el reto de resolver problemas y compartir sus habilidades con los menos afectos al lenguaje de la ciencia.

Desde su creación, en noviembre de 2009, más del 80% del estudiantado del ciclo propedéutico ha pasado por el foro.

Foro Mat-INTEC 

Cómo entrar?
Funciona las 24 horas del día a través del portal de la universidad, www.intec.edu.do, y los interesados sólo deben ingresar su PIN (clave de acceso) y seguir las reglas de comportamiento, que se encuentran en el enlace del Mat-INTEC de la página.

Requisitos para entrar al foro
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