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El internet de las cosas

Durante el siglo pasado, sobre todo en el último par de décadas, hemos visto la aparición de una especie de campo de datos global. El planeta mismo, los sistemas naturales, los sistemas humanos, los objetos físicos siempre han generado una enorme cantidad de datos, pero no éramos capaces de oírlos, verlos, capturarlos. Ahora podemos, porque todas estas cosas están interconectadas.

Todo está interconectado.

Así que, en efecto, podemos decir que al planeta le ha crecido un sistema nervioso central. El planeta piensa, se mueve, vive… a través de ese sistema nervioso.

Pensemos en todas las cosas que nos acompañan cada día: estamos rodeados de dispositivos, sensores, objetos aparentemente simples que llena nuestra cotidianidad.

Todos ellos se entrelazan en un conjunto de relaciones entre sistemas complejos y si comenzáramos a ver los patrones en la data, tendríamos una mejor capacidad de entender el concepto denominado “el internet de las cosas”, que de manera inspiradorase desarrolla en el video “The Internet of things” de IBM Social

Media (búsquenlo en youtube, se lo recomiendo). Esto es, aprovechar la cantidad de información que se genera de manera exponencial todos los días entre toda esa maraña de sistemas y sistemas de sistemas de nuestro diario vivir para obtener sociedades más eficientes, encender la chispa de la innovación que se ha perdido creyendo que todo está inventado, que ya no hay que hacer por nuestro planeta.

Levantarme en la mañana con la seguridad de que mi alarma sabe (por sí misma) a qué hora tengo mi primera reunión y que el calentador de agua esté prendido al menos treinta minutos antes de despertarme para que cuando me levante encuentre el agua como me gusta, recibir notificaciones de audio en mi vehículo indicándome que la ruta que tomaré a mi reunión está despejada y que puedo manejar despacio, son sólo algunos ejemplos de la utilidad e importancia de este ambicioso cambio de visión global. Algo que hoy en día suena impresionante.

Todas estas pequeñas acciones aparentemente llevadas a cabo por dispositivos para “hacernos la vida más fácil” son manejadas de manera autónoma por unos sistemas que hacen la función de agentes ante el ser humando, haciéndolo consciente de todo lo que pasa en el mundo para que uno pueda planear su día más acorde con lo que desea hacer. Un planeta movido por este nuevo “sistema nervioso central”, es, así, un planeta inteligente, ¿no les parece? Un mundo inteligente donde se entrelazan dos dimensiones: una, de eficiencia, menos destructiva, capaz de conectar diferentes aspectos de la vida que se relacionan entre sí de una manera más consciente y deliberadamente inteligente. La otra dimensión penetra lo desconocido, para así generar nuevas formas de pensamientos, de actividades, de relaciones sociales.

Estamos viviendo tiempos de cambios exponenciales donde la convergencia está en todas partes. Es más fácil que nunca llegar a las grandes  masas, pero más difícil que nunca realmente conectarse con ellas. Ha llegado el momento de cambiar de visión: ¡Bienvenidos al futuro! Hay más dispositivos conectados a internet que personas actualmente. Una matriz de servicios crea un sistema nuevo en el cual las cosas le hablan a las demás cosas, y entre ellas también le hablan a los humanos.

Si aceptamos que esto es así, podríamos comenzar a ver el mundo como un sistema de información, creación y transmisión en el cual de manera creciente con el tiempo, seamos capaces de escuchar lo que el planeta tiene para decirnos.

* Inspirado en el video “The Internet of things” por IBM Social Media


David Mella

Emprendedor activo, político pasivo, tecnólogo de cora y poeta de pasión. Creo que en la era de la información el nerd es el macho alpha. Hubo una Colmena para la que no escribí pero ya me puse al día.

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