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Tag: opinión

Un Ipad mini por expresarte

Dos estudiantes fueron premiados con Ipads mini al ser seleccionados en un sorteo electrónico entre todos los que completaron la Encuesta de Satisfacción de Estudiantes

 

El pasado 9 de octubre, Día Rojo por el 42 aniversario de la Fundación del INTEC, el estudiante del primer trimestre de Medicina Ian Perdomo se encontraba en la Plazoleta disfrutando de los tradicionales cupcakes tras salir de clases. De pronto, recibió una llamada que le preguntaba su ubicación y que no se moviera.

Ganadora Ipad Mini-Encuesta satisfacción de Estudiantes

Ian no tuvo tiempo para tratar de buscarle sentido a lo que ocurría, pues, sólo segundos después se le acercaba el decano de Servicios a Estudiantes, Bernardo Echavarría y el coordinador de Inteligencia Institucional, Manaury Valerio, quienes le informaron que había resultado ganador del sorteo electrónico entre quienes completaron la Encuesta de Satisfacción Estudiantil. Además se le entregó su nuevo Ipad mini.

La sorpresa apenas permitió que Ian agradeciera la entrega, mientras recibía las felicitaciones de sus compañeros.

Sin duda ofrecer tu opinión sobre cómo mejorar los procesos de tu universidad, y dar tus sugerencias para hacerlo, te puede traer múltiples beneficios. La Encuesta de Satisfacción de Estudiantes, que se aplica el primer y tercer trimestre de cada año vía correo electrónico, es un instrumento de referencia para la integración de mejoras de la universidad. Es importante que los estudiantes tengan actualizado su correo electrónico en el sistema para poder recibir la encuesta.

Ganador Ipad-

Ciertamente, el principal objetivo de la encuesta es disponer de información sobre la percepción y satisfacción de los estudiantes de INTEC, que retroalimenten la planificación de mejoras continuas de la calidad de la gestión institucional. Es decir, tu opinión es uno de los principales insumos que emplean las autoridades para tomar decisiones y mejorar procesos.

Desde el año 2012 se realiza un sorteo electrónico de bienes o servicios entre quienes completan la encuesta, que en 2013 y 2014 beneficiaron a un total de ocho estudiantes.

Este año también fue premiada con un Ipads mini la estudiante Alixandra Cesarina Mora de la Especialidad en Nutriología Clínica. Las entregas fueron encabezadas por el decano de Servicios a Estudiantes y el coordinador de Inteligencia Institucional.

 

 

Hay que ponerle fin a la inmadurez

Hoy es lunes. Me levanté a las 6:00 AM, me puse la ropa de entrenamiento y me fui a correr. Volví y me desayuné con avena, una manzana, un jugo de naranja y ni miré el café. Estuve lista un poco antes de las 8 y llegué al trabajo quince minutos antes de la hora de entrada. Pude leer el periódico, ver todos los correos del fin de semana y a las 9 en punto ya había agendado la lista de cosas para hacer esta semana, llegando a 19. He madurado me dije. Sin darme cuenta entre tareas dieron las 11:30 y aun no había visitado Facebook o Pinterest. Decidí tomarme unos minutos para llamar a mi madre. Muy cordialmente, buenos días entre ambas, no iré a comer hoy, llego temprano esta tarde, nos vemos luego, te quiero. Casi me doy una palmadita en la espalda por llevarme de manera tan elegante con mi mamá, a los 23. Llegó la tarde, y como no fui a comer y me había levantado temprano me entró el humor de una persona hambrienta y con sueño. Apenas había llegado al punto 12 de la lista y comenzaba a frustrarme por la hora y media que llevaba leyendo las mismas 800 palabras sin comprender.

“Las emociones son estados anímicos que provocan una actividad orgánica que se refleja en distintos tipos de comportamiento”, explico Robert Plutchik. Hizo de las emociones: ira, temor, tristeza, sorpresa, disgusto, alegría, esperanza y aceptación las 8 categorías principales para los demás tipos de comportamiento. El no haber alcanzado las metas del día me daba tristeza y enojo contra las cosas que habían surgido en el camino; dice Mafalda, “lo urgente no deja tiempo para lo importante”. Sentía miedo por el día de mañana, ya que había cosas en agenda que serían puestas a un lado, hasta terminar las que quedaron pendientes hoy. Mi seguridad se fue a pique en la llamada que me informaba que algo no saldría a tiempo a pesar de haber aclarado las fechas de entrega y haber dado seguimiento diario a la producción de las piezas. A pesar de todo, me sentía empoderada de la situación y dicen por ahí que no hay amenaza peor que alguien con poder y con hambre. Digamos que esa tarde no fui muy nice con mis compañeros y que no logré completar más nada de lo planeado y que la semana entera se arruinó un poco por haberme creído más grande de la cuenta. Cuando somos pequeños, nos brindan una merienda entre las tareas y en la escuela nos dan una media hora de siesta, y nos permiten salir al patio a dejar salir la energía contenida. Esto es lo que nos permite aprender durante esos primero años de formación, el balance. Work hard, play hard.

¿Cuándo fue la última vez que miraste hacia arriba para adivinar qué forma tienen las nubes? ¿Cuándo fue la última vez que probaste tu cereal favorito, no la cosa esa con fibra que comes ahora, sino, tu sabor preferido? ¿Cuánto hace que no sales a pasear, a caminar o a correr? Es importante no dejar que el niño dentro de cada uno muera, ejercitarlo, sacarlo a conocer cosas nuevas y darle a probar alimentos deliciosos, para que este pueda seguir aprendiendo, para que este pueda crecer en vez de hacerse viejo. Digamos que esta noche, en vez de dormirme aun con la ropa del trabajo frente a las noticias, me voy a hacer una sopa de letras y voy a dibujar mi nombre con ellas, me voy a dormir temprano y a comer cereal de bolitas (el que parece purina) de desayuno mañana. Suena a que va a ser un día genial.

Cúspides y sótanos de la sociedad inteciana ¿qué estudias?

[sws_red_box box_size=”250″] Elvis Santana Espinal – Estudiante [/sws_red_box]

La carrera que estudias te posiciona según implique más o menos esfuerzos

Leyendo la pasada Colmena me topé con un artículo escrito por Montserrat Díaz titulado: Un campus, muchos mundos. Una fiel descripción de algunos de los especímenes que se aprecian en la Jungla Inteciana de manera detallada y precisa.

Era una clasificación de los estudiantes en relación con su ambiente. Estaba tan bien hecha que al instante recordé otro método de organización: la Pirámide Social de Intec, aquella en que la carrera que estudias te puede convertir en el payaso o el Dios de la universidad. Decidí escribir sobre ella y los prototipos que la conforman. De abajo hacia arriba, los especímenes son los siguientes:

Psicólogos, mercadólogos y administradores: El sótano de la pirámide. Víctimas de burlas incesantes y el hazmerreír de muchos que creen que el tener dos matemáticas (y una tercera concentrada en negocios para mercadólogos y administradores) son razones suficientes para estar “chiling” y más si dejaste enseñar tu pensum donde en los últimos trimestres hay una cantidad razonable de electivas. La verdad es (y deben de admitirlo) que las tres son menos exigentes que otras carreras, pero eso no le quita su dificultad en algunas áreas y el compromiso que exigen es igual de agotador.

Contables: Vamos subiendo. Si perteneces a esta familia debes saber que nadie te ha echado al sótano porque tu grupo es reducido y la mayoría desconoce el programa que estudias.

Economistas: ¡Salvados de la burla! La gente cree que esta carrera es la única con dificultad del Área de Negocios, por eso tienen el respeto de los ingenieros ya que tomas más de tres matemáticas al igual que ellos. Los economistas pueden darse el lujo de burlarse de los del sótano…pero hasta ahí.

Ingenieros: Son el centro de la pirámide, aunque con fuertes diferencias entre ellos. Hay una jerarquía interna que pone a los de Software y Electrónicos arriba y destierra a los Industriales al borde casi de unirse con los Economistas. Pocos se meten con ellos. Si eres lo suficientemente valiente para hacerlo, prepárate para recibir un bombardeo de pensums, materias rarísimas y discursos que no acaban nunca.

Diseñadores: Al principio todos te verán como el que vino a pintar en Intec y por poco acabas en el sótano. Luego llega el tercer trimestre y subes como nadie a una posición privilegiada. Empiezas a cargar con novecientos noventa y nueve cosas entre lápices, cartones, herramientas y demás. Tus amigos ya no te hablan porque nunca te ven y se quejan de que vives en el taller, para que al llegar los últimos trimestres de la carrera todos aquellos que creían que te iban a convertir en su objetivo de burla misteriosamente desaparezcan. No es por nada que tienen el título de los Vampiros de Intec.

Médicos: Durar cinco años y llevar trimestres de 21 y 22 créditos son razones suficientes para que no discutas con ellos. Será difícil ganarles una batalla, incluso si te encuentras más arriba de la pirámide. Alégrate de que si no tropiezas en el camino, cuando te gradúes podrás sacarle en cara que todavía les falta un buen trecho para terminar.

Matemáticos: Todos te tienen miedo y rezan por tu cerebro para que no se te termine de fundir con tantos números y fórmulas. Pocas veces pondrán reírse de ti y al que se atreva a decir que terminarás siendo profesor, lo veo sordo de las dos orejas.


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: ¡Nadie se mete contigo! Reverencia al Dios de Intec. Ninguna persona se atreve a discutirte. No hay palabras para describirte.

Así de simple es la pirámide que mueve nuestra sociedad inteciana. Lo que sí es cierto es que ningún estudiante de otra universidad podrá discutir con alguno de ustedes porque el que está más “chiling” en Intec, si se compara con otro universitario, está pasando la de Caín, la de Abel y la de cualquier otro personaje.

El respeto a la carrera ajena puede ser la paz

Aprendamos a vivir con la elección profesional de los demás

[sws_red_box box_size=”250″] Natali Castro – Estudiante [/sws_red_box]

La vida es una rueda que suele ir a favor y a veces en contra de nuestros deseos y en el punto que inicia…ahí mismo puede acabar.

En el recorrido todo lo que hacemos se nos puede devolver. Por eso debemos comprender que el prójimo es como nuestro hermano, o no, mejor aun: es como nosotros mismos; o quizás debamos apreciar a ese ser que está cerca, con dos ojos y dos brazos al igual que uno, pero que estudia en una área diferente, como parte de esa tómbola llamada vida, en la que todos estamos y podemos rencontrarnos varias veces, tal vez en un mismo trabajo, o mas allá:  que “esa persona” sea ahora jefe del departamento en el que laboramos, o viceversa. Es imposible saberlo. Pero, como es impredecible, portémonos bien con los demás, cero burlas y molestias, simplemente aceptemos a los otros en su posición de seres diferentes y con elecciones profesionales distintas.

Nadie tiene que enterarse que no te gusta su susodicha carrera, no ombe ¡jamás! Y si es así, simplemente muérdete la lengua y ten en cuenta que pocas personas comparten  los mismos gustos y que NINGUNA CARRERA (en negrita, subrayado y hasta cursiva, que valga la redundancia) debe ser menospreciada, por la cantidad de matemáticas que incluya su pensum…por citar un factor.

Cada carrera es tan importante para la sociedad como el oxígeno para el proceso de respiración. O como estudiar para pasar un examen, pues es imposible llenarlo sin lápiz, sin borra o sin lapicero. Estos utensilios vendrían siendo la vasta cantidad de carreras existentes, mientras que el examen representa nuestra sociedad. Sin los “utensilios” el “examen” simplemente no podría ser resuelto, ¿o sí?…

Dentro de nuestra bella, roja y hexagonal colmena, conformada por pandas, tortolos, rocanrolero y demás estudiantes mencionados de vez en cuando en estos artículos, a veces existe esa especie de burla a una que otra carrera.

No hay razón aceptable para discriminar a estudiantes por sus elecciones. Compañeros: vivamos y dejemos vivir. Cada quien é feli’ con lo suyo. Al final, cada persona será responsable de ejercer su profesión y no hay nada que podamos hacer al respecto. Vivamos con eso, pues como dijo alguna vez el político mexicano Benito Juárez Galdós: “El respeto al derecho ajeno es la paz” y acentuó: la vida suele dar muchas vueltas.