MI AÑO 2020
Por: Carla Aponte Guillén/ Estudiante de Diseño Industrial/ Más alto índice de su promoción en 2020
El cambio de modalidad que conllevó la nueva realidad en la que el mundo está sumido por la pandemia de la COVID-19 ha marcado cómo los estudiantes y profesores vivimos este último año universitario 2020, sin embargo, no se reflejó en el desempeño académico de nuestra universidad.
Las directrices del Plan Estratégico Institucional 2018-2022, ya establecidas en nuestro ADN, han sido las responsables de mantener a nuestra comunidad operando, aún en la incertidumbre.
La impresionante capacidad de adaptabilidad que nos ha mostrado la institución y, por supuesto, nosotros los estudiantes, son un vívido reflejo de las capacidades organizaciones y la agilidad de reacción de toda la comunidad. Asimismo, la respuesta de nuestras abejas se hizo notar a nivel nacional con iniciativas para ayudar a la población dominicana, como testimonio de la vinculación del aprendizaje con la generación de impacto social.
Entre este dinamismo de acciones se encuentra la capacitación, a través de la simulación médica, a todo el personal del Ministerio de Salud Pública sobre la correcta colocación de los equipos de protección personal y las guías para los pacientes. Además, notando la demanda y escasez de ventiladores en el mundo, varios egresados y expertos intecianos unieron sus ideas para fabricar ventiladores mecánicos de bajo costo, que fueron entregados a centros de salud para tratar a pacientes con problemas respiratorios derivados de COVID-19. Otra iniciativa que se accionó fue la fabricación de máscaras de protección, que fueron repartidas en todo el territorio nacional para el personal de salud y los ciudadanos que trabajan con pacientes positivos o sospechosos de portar coronavirus.
Sin embargo, para mí lo más impresionante de todas estas iniciativas fue el tiempo de reacción que tuvo nuestra institución. Todo esto se llevó a cabo en los primeros 75 días de cuarentena; así es como ha dado la cara al país el Instituto Tecnológico de Santo Domingo haciendo una declaración activa de su nombre. Como inteciana es maravilloso contar con un espacio que eduque en torno al bien común y apoye esa resolución en un mundo lleno de desigualdades.
No todos los estudiantes del país pueden decir que se graduaron de una universidad que te lleva a realizar proyectos con futuro, y el record nacional para una universidad de ocho patentes registradas son la prueba de nuestra orientación al desarrollo del conocimiento, la innovación y el emprendimiento. La más reciente patente del INTEC fue obtenida por un dispositivo que determina la madurez de frutos de zapote, nuevamente un aporte a la sociedad.
Nuestra comunidad ha estado muy enfocada en desarrollar el potencial de grupos multidisciplinarios, una forma increíble de aprendizaje y dinamismo entre diferentes áreas académicas. Gracias a estos espacios que ha abierto el INTEC y la determinación de estos grupos de estudiantes, este año un equipo ganó en nombre de nuestra universidad el “Systems Safety Award” (Premio de la Seguridad del Sistema), en el Desafío Rover de Exploración Humana de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) 2020, tras diseñar el mejor sistema de seguridad para un rover, como son denominados los vehículos que podrían utilizarse en futuras expediciones en planetas, lunas, asteroides y cometas, un logro que le llevó a ser reconocidos por las más altas autoridades del país.
Además, continuando con los éxitos interplanetarios, en este año se inició la creación del primer satélite artificial dominicano, para el cual se está diseñando la primera misión espacial de República Dominicana, bajo el nombre “Programa QuisqueyaSat”. Esto es una demostración de que, a pesar de ser un país pequeño, tenemos toda la capacidad y preparación para lograr un cambio y nuestra institución está trabajando para que esto ocurra.
Para concluir, este año también se realizaron las primeras dos graduaciones virtuales de personas extraordinarias, que lograron adaptarse y vencer. Estas ceremonias son un reflejo de que los intecianos podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos, que el Plan Estratégico Institucional es un ente viviente entre nosotros y que la solidez de nuestra institución no tiene igual. Los hechos que han sido recogidos en esta publicación son una evidencia de esa vocación.