Un recorrido por el Estudio de Cine de Quitasueño
Los estudiantes de la carrera de Cine y Comunicación Audiovisual hicieron varios recorridos para el Estudio de Cine de Quitasueños, organizados por el Área de Ciencias Sociales y Humanidades y la coordinación de Vida Universitaria
Danny Ocrela / d.ocrela@gmail.com
Mi papá me dijo una vez “Lo que nunca olvidaré de la escuela fue lo que también vi en el museo”, yo cuando lo escuché creí haber entendido, pero ahora realmente sé lo que él sintió.
El sábado 26 de noviembre un grupo de estudiantes de la carrera de Cine y Comunicación Audiovisual del INTEC hicimos una visita al estudio de Cine Quitasueño. Al principio parecía un fieldtrip normal, vamos a ver cámaras y un set, pensé. Sin embargo, desde la partida, el simple hecho de llegar fue toda una experiencia.
Lo primero es que hay que ir a Haina y llegar a ese pueblecito llamado Quitasueño, que para un autobús entrar es toda una odisea y encima las personas de ese lugar se quedaban viendo el vehículo como si fuéramos marcianos, al parecer no reciben muchas visitas. Su realidad es tan diferente a la nuestra que cuando le preguntamos a un motoconcho donde queda el Estudio Quitasueño él dijo: – ¿¡E´tudio!? ¡Ah si! ta´ la ecuela doblando allí y el liceo do equina ma´ pa’llá. – Con ese pequeño momento nos dimos cuenta que estaba a punto de vivir una aventura como cualquier otra que he vivido en mis recorridos fotográficos.
Luego de doblar las calles y enderezar las esquinas de Quitasueño dimos con el estudio. Mi primera impresión fue: “ah pero eperate’ que eto’ e’ grande”. La entrada parece la de cualquier fábrica con seguridad y un amplio portón eléctrico y un terreno que se veía más grande que el INTEC. No nos apeamos bien del autobús y nos recibieron inmediatamente y como si ya nos conocíamos de antes los señores Ángel Muñiz, conocido por su trabajo como director de películas dominicanas como Nueba yol; y su hermano y productor Miguel Ángel Muñiz. Los hermanos, que también son los dueños del estudio, nos dieron el tour por las instalaciones, siempre muy joviales y atentos a nuestras inquietudes.
Cuando entramos a la planta principal en el lobby nos encontramos con una reunión improvisada del equipo de arte para una película que se estará grabando en el estudio próximamente, donde estaban inclusive conocidos como Francis Disla (El Indio). En la mesa se veían los bosquejos de los escenarios y el vestuario. No nos dio tiempo a percatarnos que la pared del fondo estaban los posters de las películas de los Hermanos. Cómico, me sentí en ese momento como en una película donde muestran los estudios de Hollywood.
Luego pasamos donde realmente ocurre la magia, el cubo negro del estudio, la caja de arena. Acá Ángel nos explicó cómo funciona. La pared está hecha con un block y concreto especial, luego es revestida con una tela especial, luego se entabla el piso por algo especial, se pinta de negro para que de un efecto especial, andamios para las luces y techos y forro de muebles para proteger la pared especial. En fin, toda la magia que hace las películas.
En el estudio había sets ambientados como los años 50, por los cuales pasamos y quedamos fascinados por lo real que se veía todo. Ángel nos explicó cómo se hace cada parte del set dependiendo de si se va a usar o no como cuando hay una pelea y hay que contrallar algo o alguien contra una pared se debe usar otro lugar y/o material. Luego vimos el segundo cajón, que era igual al primero pero con ganchos hidráulicos.
Pasamos a la parte exterior donde vimos una pared de Nueva York con la cual se hizo una escena de Nueba Yol. Un restaurante que parecía que estuviese en La Caleta. Pero lo más fascinante de todo fue la fachada de una iglesia. Yo mismo me pregunté por qué construirían algo tan costoso solo para una película, inocentes y engañados nos dimos cuenta que era de foam.
Luego de mostrarnos toda la utilería y los trabajos que se han hecho en el estudio, nos llevó debajo de un árbol donde nos tenían un refrigerio preparado. Acá nos habló de lo implica para el ser cineasta y nos dijo dos grandes realidades: “ser cineasta es ser cuentista o contar historias, expresar un sentimiento y eso es será en el 100% de las veces. Lo segundo que uno debe hacer para vivir de esto es no esperar que andarás en un carro de lujo, eso llegará por añadidura, pero el que se lanza en este mundo debe ser por pasión más que cualquier otra cosa”.
Ya al final digamos que tuvimos un pequeño bonus track, nos encontramos nada más y nada menos que Tomás Piard. Si usted no sabe de él, yo tampoco sabía, pero si lo buscan en Google lo primero que aparecerá es: “El cineasta cubano más prolífico y hermético”. Lo más interesante de todo es que él nos preguntó por los libros que nos gustan y luego por películas.
Al final volvimos a INTEC “tripeando” en el autobús, sin embargo, todos estábamos más seguros de estar estudiando nuestra verdadera pasión: Cine.