El dato escondido
El estudiante Elías Y. Bortokán B. reaparece con uno de sus cuentos cortos y nos lleva hasta el mismo espacio en una misión inesperada. Acompañemos el recorrido de un astrounata muy curioso y de su equipo
Elías Y. Bortokán B.
Las condiciones del profesor Larson estaban muy claras. Todo aquel que lograra completar la misión tendría su viaje asegurado a la estación espacial. La misión era un programa simulado, con límites claros. El día del concurso amaneció con una atmósfera cargada de suspenso. Sobre todo Max, el jefe del proyecto no podía disimular su entusiasmo.
Los jóvenes astronautas estaban dispuestos a dar de sí su mayor esfuerzo. Se habían preparado con mucho esmero durante meses y hoy era el día tan esperado. Las ecuaciones del profesor Scott estaban demostradas. Todo un equipo de ingenieros se aseguró con empeño de que tanto en la teoría como en la práctica el resultado sería satisfactorio.
Mauricio era el estudiante más apreciado y líder del equipo de astronautas. Lucía su traje blanco impecable sin ninguna mácula. Brillaba por su sonrisa y magnetismo personal.
En la sala de espera ya todo era cuestión de tiempo. Sentado, organizado. Los asuntos del “Doc” Siempre eran así, contundentes y marcados por una sincronización pasmosa.
Llegó el momento del abordaje. Mauricio cruzó el umbral y se introdujo en la cápsula espacial. Al terminar su viaje descendió con el cuidado de los que pisan por la alfombra roja. Al descender fue recibido con gran júbilo en la estación espacial, a miles de kilómetros de distancia.