El respeto a la carrera ajena puede ser la paz
Aprendamos a vivir con la elección profesional de los demás
[sws_red_box box_size=”250″] Natali Castro – Estudiante [/sws_red_box]
La vida es una rueda que suele ir a favor y a veces en contra de nuestros deseos y en el punto que inicia…ahí mismo puede acabar.
En el recorrido todo lo que hacemos se nos puede devolver. Por eso debemos comprender que el prójimo es como nuestro hermano, o no, mejor aun: es como nosotros mismos; o quizás debamos apreciar a ese ser que está cerca, con dos ojos y dos brazos al igual que uno, pero que estudia en una área diferente, como parte de esa tómbola llamada vida, en la que todos estamos y podemos rencontrarnos varias veces, tal vez en un mismo trabajo, o mas allá: que “esa persona” sea ahora jefe del departamento en el que laboramos, o viceversa. Es imposible saberlo. Pero, como es impredecible, portémonos bien con los demás, cero burlas y molestias, simplemente aceptemos a los otros en su posición de seres diferentes y con elecciones profesionales distintas.
Nadie tiene que enterarse que no te gusta su susodicha carrera, no ombe ¡jamás! Y si es así, simplemente muérdete la lengua y ten en cuenta que pocas personas comparten los mismos gustos y que NINGUNA CARRERA (en negrita, subrayado y hasta cursiva, que valga la redundancia) debe ser menospreciada, por la cantidad de matemáticas que incluya su pensum…por citar un factor.
Cada carrera es tan importante para la sociedad como el oxígeno para el proceso de respiración. O como estudiar para pasar un examen, pues es imposible llenarlo sin lápiz, sin borra o sin lapicero. Estos utensilios vendrían siendo la vasta cantidad de carreras existentes, mientras que el examen representa nuestra sociedad. Sin los “utensilios” el “examen” simplemente no podría ser resuelto, ¿o sí?…
Dentro de nuestra bella, roja y hexagonal colmena, conformada por pandas, tortolos, rocanrolero y demás estudiantes mencionados de vez en cuando en estos artículos, a veces existe esa especie de burla a una que otra carrera.
No hay razón aceptable para discriminar a estudiantes por sus elecciones. Compañeros: vivamos y dejemos vivir. Cada quien é feli’ con lo suyo. Al final, cada persona será responsable de ejercer su profesión y no hay nada que podamos hacer al respecto. Vivamos con eso, pues como dijo alguna vez el político mexicano Benito Juárez Galdós: “El respeto al derecho ajeno es la paz” y acentuó: la vida suele dar muchas vueltas.