Montañas en tierra de cocoteros
En su reciente viaje a Constanza, nuestro egresado de Diseño Industrial José Miguel Sánchez nos recuerda que siempre debemos tener actitud para explorar, descubrir, aprender y desaprender
José Miguel Sánchez Ovalles – MrPichón./ Instagram – Twitter: MrPichon / Mrpichon@Mrpichon.com
El conectarse con la naturaleza y desconectarse de la realidad 2.0 en la que vivimos siempre es agradable, más en un tiempo en el que nuestros niveles de ansiedad ascienden según se nos va descargando el celular.
Mis aventuras tienden a ser breves o “acomodadas”: días en la playa, una salida con amigos a alguna casa alquilada o visitas a provincias con noches “de paso” en alguna habitación oportuna, obvio con desayuno incluido.
Nada tan atrevido como armar una casa de campaña o tener que buscar leña para la cena, sin embargo inicie el 2016 con un viaje a Valle Nuevo en la provincia de Constanza, casa de campaña en mano, lo que dejó una huella de experiencias que tengo para contarles:
1. Si existe el amor sincero y honesto, es el amor por el inodoro propio:
Dejen de creer en Disney y amor demostrado después de un primer beso. El único amor más fuerte cuando uno se encuentra en un monte que el del amor a un baño es el amor de madre y cuidado.
Si es cierto que Valle Nuevo cuenta con área de baño en algunos puntos de acampado, también es cierto que la decisión entre ir al monte “a resolver” y poner tu inocencia en una tapa que amaneció con la temperatura en -1C es muy dura y no puede tomarse a la ligera.
2.Pensé que conocía mi país…pero no:
Valle Nuevo me dejo loco. Pequeños lagos que cambian de color, hermosos atardeceres y espacios congelados (con escarcha incluida a las 6 AM) son solo alguno de los atractivos que terminan opacados por la vista de las montañas. Siempre se ha promovido Erredé (RD) como tierra de playa y cocoteros. Sin embargo es más, mucho-mucho más.
3. En una isla de calor, el frío está presente:
Bien conocido es el dicho que en República Dominicana hay 2 estaciones: verano e infierno, y es que, el termostato de nuestra querida media isla se daño hace mucho y por negligencia o masoquismo nos hemos quedado con el dándonos calor nos guste o no. Sin embargo, a los 2500mts sobre el nivel del mar se siente “la brisita”. Tan delicada es que durante el día puede bailar por los 16C a 14C y de noche abrazarte con sus hermosos 5C a -1C. Si alguien lee esto y su sueño fue siempre sentirse como un pingüino, esta es su oportunidad sin salir de la isla. De lo contrario, vaya bien abrigado.
4. Pude sobrevivir 3 días sin redes sociales y vivir para publicarlo:
Gracias a la eficiencia (o no) de mi suplidor telefónico, pude vivir mi experiencia en Valle Nuevo sin interrupciones del mundo virtual, real o dominicano.
Utilicé mi celular solo para tomar fotos y el resto del tiempo sin distracciones lo dedique a explorar, disfrutar de toda la belleza natural, interactuar de forma tradicional y análoga con otros seres humanos y darme cuenta que 24 horas es demasiado tiempo cuando a las 6 PM ya es de noche y hace frío.
5. Nuestro país tiene mucho que ofrecer:
No tengo palabras para describir la experiencia. Si, no me bañé por tres días (antes de juzgarme, vayan ustedes al frío y si logran darse un cubetazo sin ver sus tres vidas pasadas hablamos) y comí de latas hasta habichuela con dulce (¡que no me juzguen dije!), pero la verdad es que no hay que ir muy lejos para tener espectaculares vistas tipo National Geographic o encontrar más que playas y cocoteros. Todo está aquí y solo tenemos que buscarlo.