“Ir a la universidad me hizo mejor nadador”
Con su característica sonrisa deslumbrante y su afable actitud, el nadador de aguas abiertas, Marcos Díaz, egresado de Administración de Empresa y de la Maestría en Mercadeo del INTEC, recibió al equipo de La Colmena en sus oficinas del Ministerio de Deportes, donde funge como Viceministro de Deporte Escolar y Universitario. La entrevista fue pautada en ocasión del 40 aniversario de la universidad, y por haber sido exaltado como inmortal en el Salón de la Fama de la Natación Internacional, en Long Beach, California.
Después de unos minutos en la sala de espera, él mismo salió disculpando el retraso de la cita e invitándonos a pasar, para dar inicio al interrogatorio que nuestro equipo le tenía preparado. “Cuéntenme, que nos trae de nuevo el INTEC”, fueron sus palabras para romper el hielo. De inmediato comenzamos:
En las oficinas del Ministerio de Deportes.
Foto: Montserrat Diaz
LC: ¿Qué significa para Marcos Díaz ser un inteciano?
(Suspira)… fue uno de mis primeros retos trazados y alcanzados. Conquistar un título en INTEC no es tarea fácil, y haberlo hecho en dos ocasiones, por mi carrera y luego por mi maestría, es más que un orgullo. A ello debo gran parte de mi éxito como nadador. De INTEC obtuve la disciplina, la constancia y la capacidad de discernir y manejar para bien las oportunidades que se presentan.
LC: ¿Alguna anécdota en especial de tu vida como estudiante universitario?
MD: Mis recuerdos en INTEC son fáciles de resumir: los dolores de cabeza y la presión de la semana once, la odisea de buscar parqueo y de seleccionar materias de forma manual (en ese entonces) y, por supuesto, las caras ya familiares de los bedeles y monitores que nunca olvidaré.
LC: ¿Crees que es importante una carrera profesional para un deportista?
MD: Desde mi experiencia, puedo afirmar que los estudios son 100% esenciales en el éxito de cualquier profesional del deporte. Desarrollar el conocimiento, en cualquier rama del saber, te da el plus para manejarte, discernir y analizar las situaciones desde diversos aspectos. Incluso desde este nuevo rol que desempeño en el Ministerio de Deportes, eso es lo que quiero impulsar, que nuestros jóvenes atletas, cuenten con una base educativa sólida, que les permita crecer aun más, sea cual sea su meta en la vida.
LC: De administrador de empresas a nadador de aguas abiertas ¿Cómo funcionó esta combinación?
MD: Me inicié en la natación desde muy niño, por problemas de respiración. Nadar fue una de las recomendaciones médicas para combatir el padecimiento. Desde ahí hice de este deporte mi gran pasión, pero nunca desvié la meta de una profesión universitaria. En ambas cosas estaba mi futuro. No hubo una transición en sí. Recuerdo que una de las etapas más fuertes que viví en la universidad fue en la que nadaba de madrugada, luego trabajaba, después debía continuar con mis compromisos de estudiante.
LC: ¿Ser exaltado al Salón de la Fama de la Natación Internacional, estuvo en algún momento entre tus sueños?
MD: ¡Ni por la cabeza me pasó! Este reconocimiento ha sido para mí una gran sorpresa. Lo bueno de que sucedan estas cosas es darse cuenta del seguimiento que los demás dan a tu carrera. Cuándo recibí la invitación para asistir a la ceremonia, entendía que era una invitación de cortesía, luego de releer fue que caí en cuenta de lo que se trataba. ¡Qué gran honor!
LC: ¿Qué consideras esencial para alcanzar las metas?
MD: La actitud. Si quieres triunfar debes tener disciplina, enfoque, convicción de lo que quieres y por sobre todo, amor por el trabajo, por supuesto.
LC: ¿Qué te falta por lograr?
MD: ¡TODO! La vida cambia y así mismo cambian nuestros retos. Hoy podemos estar enfocados en algo, y mañana estarlo en otra cosa distinta, simplemente porque el entorno o las circunstancias así lo provocaron. Tengo muchos planes personales y profesionales. Desde el Ministerio pretendo dar lo mejor de mí para forjar en nuestros jóvenes deportistas un futuro mucho más prometedor y seguro. Así mismo me toca velar por mi familia, por mi hijo. Es mucho lo que aun tengo que lograr, y estoy trabajando en y para eso.
De repente… entra esa llamada anunciándole a nuestro entrevistado que lo esperaban en una reunión que tenía más de 15 minutos iniciada. Nuestro equipo entendió pero faltaba un último requerimiento: ¡LAS FOTOS!
Marcos muy amablemente accedió. Él mismo ubicó en el edificio los mejores ángulos, sin prisa. Posó para cada flash de nuestra cámara, y por su puesto, para la foto con el equipo. Al finalizar, agradeció la visita y se reiteró a las órdenes de su Alma Mater. Se despidió recordando una frase que vale la pena compartir: “Mantener la mente en lo más alto, y los pies muy firmes en la tierra, es la única forma de garantizar el logro, para bien de cada uno de nuestros sueños”.
¡Gracias Marcos por mantener con orgullo tus raíces intecianas!