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Tag: Premios Soberanos

Jay Jiménez: Del béisbol a la comunicación

Descubrir nuestras verdaderas habilidades y aptitudes es lo que nos hace seres humanos: superarnos y dar una mejor versión de nosotros mismos cada día. Es esto lo que verdaderamente necesitas para darte cuenta que la vida no solamente se trata de perseguir tus sueños, sino también de percibir las habilidades que tienes y ponerlas en práctica.

Gabriel Soto/ Estudiante de Comunicación Social y Medios Digitales 

¿Cómo se define Jay Jiménez?

Me describo como una persona sencilla y a la vez compleja. Soy un joven apasionado por la carrera de la comunicación, y de ahí nace el ser un profesional de esta área. Me gusta comunicar, relacionarme con los demás, crear vínculos, conocer historias nuevas, conocer y sonreírles a todos, poder crear memorias a través de una conversación.

Esa fue mi historia, a partir de que en el colegio fui descubriendo esos dones que Dios ha puesto en mí y ese posible talento que tengo para la carrera, para el área de la comunicación. Pero antes de eso, yo tenía la intención de ser jugador profesional de béisbol, por ahí me fui definiendo como persona y fui conociendo muchos valores importantes para el joven y, por ende, para el adulto futuro en el que me iba a convertir y ya me estoy convirtiendo. Valores como la disciplina, el esfuerzo, el que las cosas se ganan con un trabajo duro, inteligencia y con dedicación.

¿Cómo se da ese cambio de decisión, de ser jugador de béisbol a estudiar comunicación?

 Un cambio drástico, un giro de 359 grados prácticamente, y se dio porque yo me lesioné. Hay lesiones que te retiran inmediatamente y lesiones que progresivamente te van sacando de juego, esta segunda opción fue la que me sucedió. Estuve batallando por alrededor de dos años con una lesión de hombro, causada por mi sobre esfuerzo y mi sobre dedicación, como un “Over gaming”, diríamos en inglés.

En ese entonces jugaba segunda base, corría bien, pero no era uno de los mejores bateando. El bate es importante, por lo que empiecé a pichar. Cuando empiezo a pichar y a jugar esa posición, las curvas, jugar hasta dos juegos por día, incluidos los fines de semana, , me fue desgastando, acompañado de un déficit deportivo que hay aquí en la República Dominicana.

Me quedé en ese déficit que hay de un acompañamiento deportivo verdaderamente profesional, como lo tienen los Estados Unidos, y eso no me ayudó. El caso es que cuando en ese momento me llega la oportunidad que a todos nos llega, que es decidir, ya en tercero y cuarto de bachiller, viene la universidad y ya con 17-18 años, prácticamente agotado de intentar mejorarme de la lesión, pero eso no sucedía.

Entendí que Dios me llamaba a ejecutar un plan B y era ese don que Él había puesto en mí, que yo había podido descubrir por mi pasión.

Empezaban a ponerme mucho a hablar por un micrófono en el colegio y por ahí me voy dando cuenta, y es cuando decido, tomar una prueba de aptitud, que arrojó que mis capacidades iban por las áreas de talento comunicación, mercadeo y no recuerdo que otra carrera. Y nada. Ahí me dije: “No, definitivamente para allá es que voy”, y empiezo a analizar universidades.

Ya dentro de la carrera, ¿Cómo definirías qué fue tu introducción a la comunicación?

Ese adentrarme a la carrera completamente, recuerdo que fue una clase con la profesora Rosa Alcántara donde por primera vez, luego de agotar el ciclo básico, nos reunimos todos los estudiantes de Comunicación. y fue como el clicde “aquí damos inicio a este transitar por la carrera de nuestros sueños”, fue ahí donde comenzamos a compartir nuestros anhelos, nuestros sueños, lo que nos gusta y lo que no, a criticar de manera constructiva el periodismo, la comunicación actual y las producciones, En ese momento fue cuando conecté en sí con la carrera y di inicio a mi viaje dentro de ella.

Luego de egresar de la universidad, ¿Qué tan rápido se te abrieron las puertas en el mercado laboral?

Es tan rápido como dar un paso con el pie derecho, y luego dar un paso con el pie izquierdo. Cuando estaba cursandola carrera se me presentó la oportunidad de un curso cubierto por la misma carrera sobre locución Internacional. Eso me dio la oportunidad de conocer a figuras posicionadas en la radio, y no bien tomando la clase me adentré a este mundo de la Radio, la locución y la animación musical.

Ahí entonces conozco al locutor y animador musical, Luigi Ventura; ese camino me fue llevando a tener mi primer trabajo en “Radio Disney”, gracias a mi compañera en ese entonces, Yomairy Romero, quien ya era parte de Radio Disney. Ella pasó mi información, porque veía mi pasión por esa rama y me compartió el casting.Luego que aplico y quedo entre los seleccionados, me entero de que estaban buscando una voz masculina. No me encontraba totalmente preparado, sin embargo, se me presentó esta oportunidad que me preparó y me capacitó para estar como locutor de Radio Disney.

¿Cuál de todas las experiencias que has podido vivir en el mundo de la Comunicación es tu preferida?

 Sin duda alguna es la de host de eventos. He preferido utilizar la palara en inglés, ciertamente cuando hacemos la traducción de “host” en español es presentador, un ost de un evento es el anfitrión y presentador de esa actividad u evento. Sin embargo, no me he querido encasillar como presentador ni como animador, porque he podido descubrir en mí cierta neutralidad donde puedo ajustarme a la seriedad de un evento como presentar formal, que se asemeja mucho a una Maestría de Ceremonia, y puedo también asumir el rol como animador de una actividad u evento. He tenido la oportunidad de animar eventos deportivos, en donde la energía, la conexión con niños, jóvenes y adultos es importante, y he tenido que asumir esos dos roles. He sido host de eventos en donde solamente he tenido que ser como un puente comunicativo, una serie de momentos en donde mayormente son solemnes, que requieran de mucho respeto. Lo que realmente me define a mí y a mi marca personal, y la sigue definiendo actualmente es ser un host, animador, presentador, porque la respuesta de afuera hacia adentro ha sido positiva en este sentido.

Hay que resaltar por supuesto tu participación en los “Premios Soberano”, ¿Cómo podrías describir lo que fue para ti está experiencia?

Una experiencia única e irrepetible, una bendición merecida porque he podido demostrar cierta intención, capacidad y pasión por lo que hago. Primero por obra y gracia de Dios que permitió que yo sea el host. De 300 participantes tanto mujeres como hombres, pasé a la segunda etapa como seleccionado, y luego a la tercera etapa con una selección presencial para hacer el casting y con un guion que debía de completar con mis ideas y ejecutarlo sin leerlo delante del jurado de la Cervecería Nacional Dominicana y la producción de los Soberano.

Luego que fui parte de la experiencia, estoy muy contento porque representé a todos los jóvenes dominicanos del campo, la ciudad, del barrio…Siento que lo hice para comunicarle a la sociedad que, como jóvenes, sin importar la edad, podemos asumir roles y oportunidades que se pensaba que solamente eran escenarios para personas de alto prestigio. Sacando mi antorcha en representación de la juventud, demostré que si se puede.

Eres una persona llena de muchos talentos, sin embargo, el esfuerzo conlleva a sacrificio. Por ende, ¿Qué obstáculos se te han ido presentando a lo largo de tu camino?

Aunque quiera decir que no, he sufrido bastantes obstáculos, tuve momentos en los que no tenía trabajo, donde sentí que nadie me conocía y, en ocasiones, suelen pasar hasta dos meses en los que no recibo llamadas ni correos de personas para asumir el rol de productor o host de algún evento, pero he sido tan positivo que prácticamente olvido estos obstáculos y los dejo a un lado. Se me hace difícil recordar cuáles han sido, porque le he dado tanto valor a las cosas buenas que me suceden que quito ese peso de mí.

El ser humano conforme avanza el tiempo, aprende cosas referentes a lo que se le presente en el camino. Viendo todo esto, ¿Cómo te definirías actualmente a nivel profesional?

 Me sigo definiendo con otra mentalidad y con una espiritualidad diferente, es decir, un acercamiento a Dios que para esta carrera es muy importante. No me describo como un “santo”, pero el temor a Dios, el buscar de Él y creer en la palabra, el saber que ahí afuera hay un mundo completamente diferente y más cuando nos vamos adentrando en un espacio donde trabajas para la sociedad y trabajas para los demás.

Me defino como una “Esponja”. He tratado que, aunque sienta que merezca una mejor oportunidad, creo que siempre hay cosas que aprender y quiero que siempre esta sea mi mentalidad. Soy una persona más paciente, porque la paz y la calma nos generan las bases para asumir los roles como buenos profesionales.

Para finalizar, ¿Qué consejos le darías a esto jóvenes que quieren ingresar en el mundo de la comunicación?

Lo primero es saber qué es lo que quieren estudiar, tratar de identificar y hacer una inspección mental no tomando la decisión a la ligera.

Identificar si les gusta hablar en público, redactar, investigar, los shows de televisión, evaluarlo todo, para que, cuando tomen la decisión, puedan seguir identificando lo que les gusta, qué no les gusta y no cerrarse ante algo que no les guste tanto; sino que tengan una actitud entusiasta y positiva.

Hoy en día hay que vivir para tratar de llegar a la meta, porque hay dos compromisos importantes: el compromiso que tenemos como profesionales y el compromiso que tenemos con la sociedad. Por ejemplo, yo que me siento tan identificado con mi tierra, tengo este doble compromiso que todos debemos de tener cuando decidimos lo que vamos a estudiar, lo que estamos estudiando y lo que vamos a hacer como profesionales.

Plátano power: ¿mito o realidad?

Aunque el equipo dominicano no pudo repetir la hazaña de alzarse con el trofeo del Clásico Mundial de Béisbol, el fenómeno “plátano power”  se mantiene vivo entre los dominicanos que luchan cada día por destacarse en distintos ámbitos

Por: Dr. Jimmy Barranco, Médico Bioquímico-NutriólogoCoordinador Especialidad y Maestría en Nutriología Clínica, INTEC)

SANTO DOMINGO.- El plátano es un alimento que procede de las Islas Canarias, pertenece a la familia de las musáceas, y se cree que en su hábitat natural fue desarrollado por hibridación de dos especies silvestres: Musa acuminata y Musa balbisiana. Es el cuarto cultivo del mundo, y constituye una fuente importante de hidratos de carbono (carbohidratos) en África, Asia, América Central y el Caribe, donde se consume como un platillo principal.

Algunos indoctos dicen que el plátano contiene “bruteína”. Sin embargo, en 100 gramos de porción comestible de plátano hay: 32 gramos de carbohidratos, 499 mg de potasio, 37 mg de magnesio y 34 mg de fósforo; 1,127 UI de vitamina A (37.5% de los requerimientos diarios), 18.4 mg de vitamina C (31% de los requerimientos diarios), 0.3 mg de vitamina B6 (23% de los requerimientos diarios), y 2.3 g de fibras.

Durante el Clásico Mundial de Beisbol el pueblo bautizó a este alimento como “plátano power”, asumiendo que le confiere potencia a nuestros peloteros. ¡Vox populi, vox Dei!. Pues, la glucosa del plátano es el combustible energético preferido por el músculo, por los glóbulos rojos al oxigenar los tejidos; y por las neuronas para pensar con lucidez. Esa energía de la glucosa  es convertida en trifosfato de adenosina (ATP), cuya síntesis requiere fósforo, magnesio y potasio, presentes en el  plátano.

Las vitaminas A y C del plátano, participan en la reparación de los desgarros musculares que ocurren durante las actividades deportivas; actuando, además, como antioxidantes contra los radicales libres, liberados en el ejercicio físico. El plátano es rico en vitaminas del complejo B, especialmente piridoxina (vitamina B6), cuya acción antioxidante reduce los niveles elevados de homocisteína (factor de riesgo cardiovascular) producida durante el ejercicio. Esta vitamina previene la neuritis; y, junto a la vitamina C, corrige la anemia causada por la destrucción de glóbulos rojos, cuando los pies comprimen con fuerza el suelo.

Para evitar la pérdida de estas vitaminas durante la cocción, el plátano debería hervirse con su cáscara. El plátano verde  debe consumirse antes del juego, porque es rico en fibras y almidón de absorción lenta; lo cual permitiría almacenar suficiente cantidad de combustible (glucógeno hepático y muscular), para evitar la hipoglucemia durante la competencia. El plátano maduro debe ingerirse después de la competencia, debido a que su alto contenido  de sacarosa (azúcar de absorción rápida) corrige mejor  la hipoglucemia, y ayuda a recuperar las reservas agotadas de glucógeno.

El “plátano power” recobró protagonismo en la gala de los pasados Premios Soberanos cuando los merengueros Juan Luis Guerra y Jhonny Ventura concluyeron su participación con la flecha característica del fenómeno creado por el lanzador Fernando Rodney.