Séptima; semana de hermosa locura
Hay quienes viven la vida día a día,pero los estudiantes del INTEC viven semana a semana. En esta colaboración, la estudiante y miembro del Coro INTEC, Debora Menieur, nos narra los vaivenes de su séptima semana y el tributo del grupo a Juan Luis Guerra.
Debora Menieur
En un abrir y cerrar de ojos, entre ajetreo y ajetreo ha pasado una semana más de este trimestre en curso. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando vives tu vida por semanas. Como es de esperarse entre trabajos, amanecidas, calificaciones y más, las anécdotas semanales se fueron acu
No sé si había comentado que formo parte del coro de mi universidad. Sucede que durante todo el trimestre nos habíamos estado preparando para el concierto que fue llevado a cabo el pasado jueves 19 de septiembre de 2013 en el auditorio de la universidad. Fue un concierto en honor a Juan Luis Guerra quien, para hacer más perfecto todo el evento, es mi cantante favorito. El homenaje a su persona se debe a que es un símbolo de orgullo dominicano. Aquí hay una pequeña parte de nuestra presentación
Debido al concierto mi afición por el cantante aumento en grandes cantidades. Tanto creció la misma que me encontré bailando “El Farolito” para evitar quedarme dormida mientras me amanecía haciendo un trabajo de una materia. Admito que fue muy efectivo, desde entonces hago todas mis tareas con un playlist de Juan Luis y hago mejor los trabajos, ¡es magia!
Los preparativos para el concierto implicaron intensificar mis habilidades de nerd visitando la universidad hasta el domingo. Eso sí, cada segundo, minuto y hora de ensayo fue una inversión y su fruto se vio en la presentación. Me siento muy feliz de formar parte de un grupo que es una familia, una vivida representación de una familia grande, donde siempre está ocurriendo algo nuevo. El coro para mí es un lugar donde vaciamos el estrés mientras aprendemos cosas nuevas. Cosas que no se limitan solo a cantar, sino que también nos enseñan a relacionarnos unos con otros y a vivir en hermandad.
El director del coro es un hombre ejemplar. Realmente cumple su rol de padre de familia (de nuestra familia coral), tal cual debe de ser. Se preocupa por nosotros, nos escucha, nos hace reír, nos enseña, corrige y nos da lecciones que van más allá del canto. Lo más hermoso de todo es que tiene la habilidad de hacer cantar aun a las personas que no cantan y terminan cantando lindo.
Su política de que “el arte es para todos y no se limita solo a un grupo de personas” fue quien me permitió unirme al grupo sin miedo y gracias a eso encontré una familia. La familia más loca del universo, pero la familia en la que encajo por el hecho de ser quien soy, una familia que con su locura llena de alegría mi alma y me recarga las energías.
Eso es el coro para mí.
Ahora sin más ni más, me voy al son de “Si tú te vas” de Juan Luis a seguir con mis tareas.
Tomado del blog: vivalauni.blogspot / Newspagedesigner.org