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Tag: CCA

Los inicios de una patente

La Colmena decidió celebrar que #INTECHaceHistoria con la primera patente universitaria de República Dominicana investigando los orígenes del moderno equipo, los cuales nos llevan a Cotuí, provincia Sánchez Ramírez. El impacto ha sido tal que el presidente Danilo Medina destacó la labor de Francarlos y Keyron durante su discurso en V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)

SANTO DOMINGO.- Francarlos Esteban Bencosme Ferreira y Keyron Figueroa Güichardo adquirieron reconocimiento nacional e internacional tras ser los jóvenes que, con apoyo del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), obtuvieron la primera patente de innovación universitaria de República Dominicana por el Catalizador de calentamiento automático para motores de combustión interna.

Aunque hace solo unos meses que presentaron su innovación orientada a  reducir las emisiones de gases tóxicos de los vehículos, la verdadera historia tras la patente se origina en el municipio de Cotuí, en la provincia Juan Sánchez Ramírez, hace alrededor de diez años.

¿Quiénes son estos muchachos que con 21 años ya registraron una patente?  La respuesta  viene de  Fermín Figueroa y Jacqueline Guichardo, padres de Keyron, y Francifelly Bencosme y Bernarda Ferreiras, padres de Francarlos.

El inquieto autodidacta

Francarlos Esteban I, nacido el 28 de noviembre de 1994, es el menor de seis hermanos y siempre fue demasiado inquieto, así lo describe su madre, Bernarda Ferreiras, quien asegura que pese a ello nunca dio dolores de cabeza, de hecho, resalta la dedicación y la perseverancia como sus mayores cualidades.

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De pequeño, él disfrutaba patinar, montar skateboard y crear figuras con legos. Mientras que el interés por desarrollar proyectos de negocios propios lo adquirió de su padre, Francifelly Esteban Bencosme, quien le incentivó el amor por la lectura y los deseos de soñar. Es estudiante de ingeniería Mecatrónica del INTEC.

Su madre Bernarda narra que siempre supervisó las tareas de sus hijos y estuvo a punto de “volverse loca” cuando Francarlos estaba en cuarto de bachillerato y su cuaderno de matemáticas, a fin de año escolar, solo tenía 19 hojas escritas. Ante su preocupación su hijo le explicó que no copiaba nada porque era él quien impartía las clases, ya que aprendía leyendo los libros e investigando en internet.

Un inventor innato

Keyron es el menor de tres hermanos y desde muy temprana edad mostró sus habilidades para “arreglar” todo lo que según su criterio estaba dañado, lo que le mereció el apodo de “mata sano”. Sus padres recuerdan que de regalo de Día de Reyes le compraban carritos a control remoto que no duraban ni media hora en sus manos sin ser desarmados hasta la última pieza

“Íbamos a la tienda y antes de llegar a la casa ya traía el carrito desarmado porque tenía un defecto que él debía reparar. Pero no solo reparaba sus juguetes, también su hermano mayor sufría por las consecuencias de su inventiva”, precisa su padre, el ingeniero Fermín Figueroa.

El tremendo Keyron, nació el 24 de enero de 1995.“Una vez yo puse un arbolito y coloqué unas velitas de adorno. Yo no sé dónde él encontró fósforos para prender las velas, pero incendió el arbolito y cuando el no pudo más con el fuego nos llamó, ya él había apartado los muebles y el techo estaba negro”, recuerda Jacqueline.

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Desde los cinco años siente fascinación por la tecnología, por eso hizo cursos de redes y seguridad, reparación de computadoras y software. Arreglaba la licuadora, las planchas y todo lo que tenía que ver con electricidad. No todo era tecnología, también jugaba vitilla, béisbol y frecuentaba la piscina. En la actualidad, estudia ingeniería Eléctrica en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Politécnico Loyola, el origen del catalizador

A la edad de 13 años Francarlos y Keyron tomaron juntos los exámenes de admisión para cursar el bachillerato en el Instituto Politécnico Loyola en San Cristóbal, hasta ese momento ellos no se conocían, pero sus padres sí. Al mes se enteraron de que ambos fueron admitidos y ahí germinó su amistad  y empezaron los sueños de crear una empresa que les permitiera contribuir a la protección del medioambiente.

Después de dos años internos en el Loyola regresaron a Cotuí y concluyeron el bachillerato en el Politécnico Juan Sánchez Ramírez. Fue en ese momento de sus vidas cuando comenzaron a diseñar  y a trabajar con ahínco en la creación del Catalizador de calentamiento automático en motores de combustión interna.

Hubo momentos de desilusión, pero nunca perdieron la esperanza, afirma Francifelly, padre de Francarlos, además asegura que si el proceso hubiera sido fácil ellos no se hubieran esforzado para alcanzar el éxito.

Keyron y Francarlos salían de Cotuí para Santo Domingo a presentar su proyecto a empresas e instituciones del Estado, pero tardaron un largo tiempo hasta encontrar una respuesta positiva. Fue el Centro de Emprendimiento e Innovación del INTEC donde por primera vez escucharon el sí que les cambió por completo la vida.

Francarlos y Keyron mantienen su amistad igual que como cuando eran adolescentes y trabajan juntos en otros proyectos de innovación que favorecerán el medioambiente. Esperan a mediano plazo ver concretizada su idea de constituir su empresa soñada.

Unos chicos normales

Los gustos de Francarlos

Comida: Taco Bell

Deporte: Basquetbol y natación

Música: Cualquiera que le anime

Equipo favorito: Águilas Cibaeñas y Medias Rojas de Boston

Carrera: Ingeniería Mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo

 Los gustos de Keyron

Comida: Sancocho y mondongo

Deporte: Béisbol y Basquetbol

Música: Salsa y Merengue

Equipos: Águilas Cibaeñas y Yankees de Nueva York

Carrera: Ingeniería Eléctrica en la Universidad Autónoma de Santo Domingo

Danilo Medina reconoce a los creadores del Catalizador

Durante su alocución en la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente Danilo Medina destacó el trabajo realizado por los jóvenes Francarlos Bencosme y Keyron Figueroa.