Elinor Plasencia presenció las auroras boreales en Canadá
La estudiante de Biotecnología viajó a ese país como parte del programa de movilidad de la universidad, estuvo seis meses en Alberta, una ciudad cercana al Polo Norte
SANTO DOMINGO.- Cada año, decenas de estudiantes del Instituto Tecnológico de Santo Domingo se suman a la experiencia de Movilidad Institucional, que brinda a los estudiantes oportunidades para enriquecer su formación profesional al participar de distintos programas. Las opciones son diversas, como períodos trimestrales en el exterior, programas de verano, pasantías, rotaciones médicas y cursos de educación permanente.
En el caso de Elinor Plasencia, estudiante de Biotecnología, le tocó vivir la experiencia de un semestre en Edmonton, Alberta, una ciudad ubicada en el norte de Canadá, próxima al Polo Norte. Aprovechamos esta oportunidad para compartirte acerca de su experiencia, con la expectativa de que la tuya sea la próxima experiencia internacional que compartamos con la comunidad inteciana.
- ¿Cómo te enteraste de esta experiencia de movilidad?
Conocí acerca de este tipo de experiencias a través de mi prima Lya Restituyo, egresada de la carrera de Diseño Industrial, quien llegó a vivir la experiencia de movilidad, en su caso, hacia Corea.
- ¿Qué te animó a vivir esta aventura?
Las anécdotas de mi prima relatando lo bien que la pasó, lo divertido que fue conocer otras culturas y los hermosos y variados paisajes que apreció fueron uno de los mayores incentivos para vivir esta experiencia por mí misma. A esto se suma que, desde pequeña, he valorado el conocer diferentes culturas, siempre interesada en aprender nuevos idiomas, degustar diversas gastronomías y educarme sobre distintas costumbres alrededor del mundo, por lo que esta oportunidad me venía como anillo al dedo.
Las vivencias que experimenté durante este periodo de mi vida han sido inolvidables y me han dejado historias y relaciones que me acompañarán por el resto de mis años. Sin duda, fueron algunos de los mejores meses de mi vida.
- ¿De qué manera esta experiencia te favorece a nivel personal y profesional?
Durante mi estadía en la universidad de destino, Concordia University of Edmonton, pude convivir con una amplia diversidad de personas de distintos países, cada una con su propia historia, cultura y creencias. Gracias a esto, todas las interacciones que tuve me ayudaron a convertirme en una persona más tolerante, con una mente más abierta y una visión más amplia.
Además, de aquellos extraños que, desde el primer momento, se mostraron amables conmigo, aprendí el valor de la solidaridad y la importancia de la comunidad. Así, esta fue una experiencia en la que adquirí un gran conocimiento, no solo sobre el mundo y sus diferentes costumbres, sino también sobre cómo ser una persona con un mejor sentido de convivencia.
En el aspecto profesional, tuve la oportunidad de obtener un aprendizaje que, de otra manera, no hubiese sido posible, como realizar prácticas en el laboratorio con instrumentos de vanguardia… También pude ampliar mi léxico en inglés con vocabulario más científico y establecer conexiones profesionales, no solo con mis compañeros de clase, sino también con los profesores.
- ¿Alguna anécdota especial de esta pasantía que permanezca en tu memoria?
Uno de los momentos más inolvidables de mi experiencia fue la primera vez que vi una aurora boreal. Desde que llegué a Alberta estaba emocionada por la posibilidad de presenciar este fenómeno, ya que la región, por su proximidad al Polo Norte, ofrece una buena oportunidad para verlo.
Junto con mis amigos, descargamos una aplicación que funcionaba como un radar de auroras y nos notificaba cada vez que había altas probabilidades de avistarlas cerca de nuestra ubicación. Sin falta, cada vez que recibíamos una alerta, un gran grupo de estudiantes salíamos a las afueras con la esperanza de verlas. Sin embargo, esto ocurrió al menos diez veces antes de lograr un avistamiento satisfactorio, sin que las luces estuvieran opacadas por nubes o reducidas a un tenue resplandor verdoso en el cielo.
La noche en que finalmente logramos ver una aurora boreal en todo su esplendor fue una experiencia surrealista. La emoción se extendió entre los residentes de la universidad, formando una reunión espontánea de personas que compartían la misma ilusión. Todos nos sentimos afortunados de presenciar aquel espectáculo y, en ese momento, cada salida a la una de la madrugada en medio del frío glacial valió por completo la pena.

- ¿Recomendarías esta experiencia a otros estudiantes? ¿Por qué?
Sí, realmente no tiene pérdida. No solo contribuye al crecimiento personal al fomentar relaciones de amistad en todo el mundo, sino que también fortalece la base profesional que nos brinda INTEC. Además, ofrece la oportunidad de conocer un lugar que, en el futuro, podría incluso convertirse en un posible espacio de empleo.
¿Ya te decidiste a hacer movilidad?
Obtén más información en las redes @intecmoves y en la página web: https://movilidad.intec.edu.do/