La depresión en RD va en aumento
Según datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 4.7% de la población dominicana padece de depresión; la tasa ha aumentado en los últimos años y es una de las principales causas de suicidio en el país. Especialistas de la salud mental del INTEC reflexionan sobre el tema
SANTO DOMINGO. – La depresión es un trastorno mental y como tal está compuesto por una serie de síntomas que van más allá de la tristeza. Puede ser que una persona se note eufórica o feliz e incluso otros que lo que reflejan sea estar irritados y sin embargo lo que subyace es una pérdida de interés o entusiasmo por la vida, sensación de no tener energía ni ganas y una alteración en aspectos importantes como puede ser la ingesta de comida o el sueño.
“Cuando estamos depresivos tocamos los extremos: comemos poco o comemos demasiado, dormimos mucho o no dormimos, tenemos una sensación de que las cosas que antes tenían sentido y saber han dejado de tenerlos. Sensaciones de vacío, culpa o desinterés que, si no somos dados a reflexionar y autoanalizarnos, pueden incluso pasar desapercibidas por la propia persona que lo padece”, sostiene Maricécili Mora, psicóloga clínica y docente de la carrera de Psicología del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Lo que antes se consideraba un mito, en la actualidad afecta al 5% de personas adultas a nivel mundial y al 4.7% de la población dominicana, de acuerdo a informes estadísticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al definir el concepto de depresión, Nicole Márquez, psicóloga del INTEC se refiere a esta como “una condición emocional y mental que hace que una persona se sienta muy triste, irritada, cansada y sin ganas de hacer cosas que normalmente disfruta”.
“No es lo mismo que estar triste por un rato; ni pasar por un momento difícil como la muerte de un familiar, por ejemplo. Es como si esa tristeza y desesperanza no desaparecieran, incluso sin una razón clara. Es una enfermedad seria, pero tiene tratamiento, y con ayuda de profesionales y apoyo, es posible sentirse mejor”, afirma Márquez.
De manera más detallada, Larissa De Peña, psicóloga egresada de INTEC, lo describe como un trastorno del estado de ánimo, que implica la presencia de un conjunto de síntomas que incluyen aislamiento, tristeza, culpa, fatiga, desmotivación para la realización de actividades, disminución de los niveles de energía, alteración en los hábitos de sueño y alimentación, entre otros. “Puede presentarse en distintos grados y afecta el funcionamiento diario de la persona en distintas áreas de su vida”, expone al referirse al tema.
Según datos estadísticos, la tasa de depresión ha aumentado en los últimos años y es una de las principales causas de suicidio en el país. Entre 2019 y 2023, la tasa de suicidio osciló entre 6.60 y 7.13 por cada 100,000 personas mayores de seis años, siendo el año 2021 el de mayor tasa con 7.13. Los hombres representan una proporción significativamente mayor de estos casos, con una sobremortalidad masculina de seis a uno en comparación con las mujeres.
La depresión y los jóvenes
“Los adolescentes han estado más expuestos a temas de salud mental luego de la pandemia, razón por la cual han surgido muchos casos entre las edades de 12 y18 años. Existe una mayor asistencia y consistencia en el aspecto terapéutico en estas edades”, afirmó Márquez.
En tal sentido, Maricécili Mora, advierte que la generación Z vio cercenada parte de su pubertad y adolescencia porque le tocó vivir la pandemia del COVID-19 cuando aún no habían concluido su proceso de aprendizaje y en medio de cambios profundos físicos, psicológicos y sociales.
“Es una generación que ha vivido una sobre protección que ha mermado su capacidad de crecimiento y es una generación que afirma sentir una enorme deuda ante unos padres que ven llegar cansados y que “se lo han dado todo”, menos la libertad de equivocarse y de vivir determinados procesos por ellos mismos”, insistió Mora.
Estos aspectos han producido una fragilidad o vulnerabilidad mayor que en otras generaciones y ello provoca que, estresores sencillos como elegir una carrera, mantener un ritmo académico, tener relaciones de pareja, etc., provoquen en ellos un impacto que puede llegar a significar el padecer algún tipo de trastorno mental como los trastornos de la alimentación, la ansiedad y la depresión”, continuó la especialista.
¿El origen?
Las altas demandas de la sociedad actual, así como la sobreexposición a las redes sociales se constituyen como posibles orígenes, de acuerdo a la psicóloga De Peña. A su vez, son posibles causantes las situaciones traumáticas o estresantes, como maltrato físico o abuso sexual, la muerte o la pérdida de un ser querido, una relación difícil o problemas económicos.
“También puede asociarse a diversos factores propios de estas nuevas décadas, como el aumento de exigencias por parte de la sociedad, mayor demanda en cuanto a niveles de productividad, junto a la mayor exposición a contenido, por ejemplo, en redes sociales o medios de comunicación, que den lugar a comparaciones hacia otros y sus estilos de vida, lo cual puede influir en alterar el estado de ánimo de la persona”, expone De Peña.
Perla Navarro, docente de Psicología del INTEC, afirmó que los adolescentes y jóvenes son especialmente vulnerables al desarrollo de la depresión. “La depresión es una enfermedad multifactorial y son muchas las variables que intervienen para que alguien esté en riesgo, entre ellas: factores biológicos y hereditarios, exposición a situaciones traumáticas o emocionalmente dañinas, bajo apoyo social, bajo autoconcepto, tendencia a pensamientos catastróficos, hábitos poco saludables (uso y abuso de sustancia, sedentarismo, entre otros)”, dice.
Asimismo, coincidió con De Peña al exponer que en los últimos años la alta exposición a las redes sociales ha constituido un factor de riesgo para el desarrollo de la depresión y otros trastornos de salud mental. “La comparación constante, la sobre estimulación y el deterioro de las relaciones interpersonales que se genera a partir del uso desmedido de las redes son algunos de los factores que se señalan como posibles causas”, expresa.
¿Te sientes identificad@ con los síntomas mencionados?
“Así como se tratan y curan enfermedades a nivel físico, la depresión se trabaja en salud mental desde la psiquiatría y psicoterapia, de manera que la persona puede volver a experimentar un estado de ánimo en niveles esperados, que le permita tener un funcionamiento adecuado y la vivencia desde la salud y el bienestar en su día a día”, así lo describe la psicóloga De Peña.
Entre los consejos para prevenir y abordar temas de salud mental, Márquez recomienda “Aprender a expresarnos: hablar de nuestras emociones cómodamente con personas que tenemos confianza”.
Cuidarse físicamente contribuye al bienestar emocional y mental, aportando energía y motivación. De igual modo, pedir ayuda a un profesional y a personas cercanas. “Ser emotivo no es un signo de debilidad, al contrario, demuestra fortaleza y valentía”, añade Márquez.
Sobre la carrera de Psicología del INTEC
La carrera de Psicología del INTEC forma a profesionales centrados en el desarrollo humano y social, con una perspectiva ética, crítica, multi e interdisciplinaria. La carrera, acreditada internacionalmente, cuenta con un programa académico de alto nivel y ajustado a las demandas del mercado laboral, en correspondencia con los más altos estándares internacionales de calidad, que permite el acceso a formaciones especializadas y doctorales.
Amplía más detalles sobre la oferta académica en el portal web: https://www.intec.edu.do/oferta-academica/grado/ciencias-sociales-y-humanidades/item/licenciatura-en-psicologia.