La masculinidad positiva ha llegado para quedarse
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Este artículo fue escrito por estudiantes de diversas carreras del Instituto Tecnológico de Santo Domingo que cursaron la asignatura Redacción del ciclo general.
“¡E’ fácil criar muchacho ajeno!”, así dice Nelson Guerrero en un episodio de “Los ConPadres”, un podcast que surge de la complejidad para abordar los desafíos de la paternidad y ofrecer apoyo a padres de la actualidad. La transmisión de esta sesión se realizó́ recientemente en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), como parte de “Pin-Pun: Igualando la Colmena”, una campaña coordinada por la Vicerrectoría de Administración y Finanzas que busca promover el concepto de igualdad y equidad.
Entre risas y bromas, con la presencia de docentes y estudiantes de La Colmena, Nelson Guerrero confiesa que la paternidad es un reto, ya que esta no viene con un manual instructivo. Su afirmación es corroborada por su compañero de programa Enrique Quailey y su invitado Wellington Arnaud, director ejecutivo del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA).
En este evento, los tres abordan temas fundamentales sobre lo que es ser un papá en la actualidad. De igual modo, enfatizan en la importancia de tener una masculinidad positiva. Hablando desde su propia experiencia, tanto Enrique, Nelson y Wellington, coinciden en que tener una presencia activa con sus hijos es muy importante para fortalecer una buena relación con ellos y promover este modelo de masculinidad.
Wellington menciona que el reflejo de los padres son sus hijos, por eso es importante el cómo los progenitores se muestran frente a su familia, teniendo una mentalidad positiva y manteniéndose siempre atentos y tolerantes hacia los suyos. Este último mensaje conmovedor motivó a que los estudiantes de Redacción no solo estén interesados, sino que también se cuestionen e investiguen algunas curiosidades que llevaron a redactar la presente reflexión.
Masculinidad positiva
En este capítulo de “Los ConPadres” se habla sobre la masculinidad positiva, una perspectiva en la que el hombre rompe con estereotipos caracterizados por ciclos de violencia y egoísmo, comunes en generaciones anteriores. Si se comparan todas las maneras de percibir la masculinidad a lo largo de la historia, se pueden notar amplias diferencias.
Durante la Edad Antigua, Media, Moderna y Contemporánea, hasta el siglo XX, los modelos tradicionales de masculinidad se centraban en funciones estrictas para el hombre, tales como: ser físicamente fuerte, emocionalmente “duro” y erigirse como el proveedor de la casa. La vulnerabilidad o la participación activa en tareas de cuidado eran conductas menos aceptadas socialmente, consideradas incompatibles con la idea de “ser hombre”. Estos valores fueron impulsados por estructuras patriarcales y se vinculan con el liderazgo autoritario.
A partir de la segunda década del siglo XXI empezó́ a hacerse popular en redes sociales como Twitter/X el término “masculinidad positiva” por parte del colectivo feminista. Este se refiere a una masculinidad que busca cuestionar y redefinir estos roles promoviendo lo siguiente: participar activamente en el cuidado de los hijos, valorar la capacidad de reconocer y expresar emociones, rechazo a comportamientos machistas y a la violencia de género.
¿De dónde salen estos cambios en la percepción de la masculinidad?
La diversificación entre los conceptos de masculinidad se debe a múltiples acontecimientos sociales transcurridos a mediados del siglo XX e inicios del siglo XXI, como el surgimiento de movimientos feministas a favor de los derechos humanos que planteó el inicio de un cambio en la equidad. Por otro lado, los movimientos a favor de los derechos humanos abogan para qye minorías oprimidas sean aceptadas y porque grupos como los LGTB no fueran vulnerados.
No obstante, el internet fue el factor principal al propagar modelos positivos y desafiar estereotipos vinculados a la masculinidad frágil. Esto ha promovido una perspectiva más receptiva y sana que incluye los derechos de todos, logrando una evolución en contra de los patrones convencionales.
Una vez mi hijo me preguntó: “¿Cómo llegué al mundo?”
“Tu saliste primero de mí y luego llegaste a tu mamá. Una vez, el niño dijo eso delante de la familia y me dijeron que le bajara algo”, dice Nelson, quien fruto de esta conversación llegó a la conclusión de que es importante conversar con sus hijos sobre temas sexuales a una edad adecuada.
Durante el siglo XX, hablar sobre sexualidad era un tabú́, incluso llegando a castigar a hijos e hijas por mencionarlo. En la actualidad, los padres están más abiertos a tratarlo de forma integral, abarcando emociones, consentimiento y derechos. La educación sexual ha evolucionado desde enfocarse únicamente en la reproducción hasta incluir temas como diversidad, prevención de enfermedades y derechos sexuales, adaptándose a los avances científicos y a una mayor apertura social. Instándolos a protegerse de la forma apropiada.
Una dificultad que puede competir con estos diálogos es la edad en la que se debería abordar esto. Exponer a las mentes curiosas de los jóvenes a una edad temprana y/o inadecuada puede ser perjudicial para su desarrollo, por lo tanto, es muy importante hacerlo correctamente.
Una edad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es empezar alrededor de los cinco años con el conocimiento de su cuerpo, el consentimiento y cómo manejarse en situaciones de abuso. La ESI (Educacion Sexual Integral) busca adentrarse en los temas relacionados al sexo en edades más avanzadas durante la pubertad y adolescencia.
Papel de la masculinidad positiva en la paternidad
Este progreso en la masculinidad ha transformado la paternidad y la dinámica familiar. La paternidad en la generación “Boomer” se limitaba a imponer de manera autoritaria, mientras que ahora, producto de los cambios de mentalidad, surgen los Millennials y la generación Z, quienes se esfuerzan por escuchar, comprender y construir confianza.
Según Wellington Arnaud: la confianza es el núcleo de la familia; si se rompe, todo se desmorona. En sus palabras, un padre que maneja sus emociones no solo construye confianza, sino también seguridad emocional para sus hijos, dándole así herramientas que lo acompañarán toda la vida y demostrando, a través del ejemplo, que los padres pueden ser los principales agentes de cambio en el hogar.
Otro aspecto tratado durante esta conversación es la comunicación. Para Wellington: “Sin la comunicación, la cosa no funciona”. En ese sentido, es bueno desconectarse del mundo para brindarle atención a la familia y a las curiosidades de los hijos, siendo esto muy importante para crear vínculos con ellos. Hay que ser sinceros con los hijos, pero siempre hablando con prudencia y respeto.
Estas herramientas tan esenciales serán la clave de los hijos a la hora de relacionarse en la sociedad, una visión que creará un respeto mutuo generacional, logrando un “Pin-Pun” ideal. Así lo considera Enrique Quailey al decir: “Todos estos cambios significativos se deben gracias a una paternidad positiva que sana”.
Autores
Carlos David Binett Cid
Victor Welvy Carrión de Jesús
Jorge Andrés Frías Simo
Leanny García Lora
José Harlem Palín Montilla
Juan Diego Sánchez Pérez
Paola Marie Then Ortiz
Carlos Yoan Valdespina Martínez
Docente:
Mitri Jiménez, periodista y escritora.
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