Actuaría, una profesión que se abre camino en RD
INTEC ofrece desde 2008 la licenciatura en Matemáticas, cuya primera promoción está colocada en departamentos de banca, seguros y negocios
Trabajan en su área seis meses antes de graduarse, con salarios que en algunos casos superan los RD$40,000 como analistas en departamentos de inteligencia de negocios y finanzas. Asumieron el reto de ser los primeros en una carrera en la que INTEC también era primeriza, en 2008, pero hoy ven los frutos de
introducirse al mundo de la Actuaría.
Los actuarios son matemáticos que le dan valor al riesgo para la toma de decisiones. Son profesionales
formados en matemáticas que calculan y validan las tasas de préstamo, las pólizas de seguro tanto personales como de daños, las de pensiones, etc. Es el profesional que realiza la administración
y la auditoría actuarial en las agencias e instituciones relacionadas a seguros, pensiones, banca y entidades controladoras y reguladoras de estos sectores (superintendencias).
“Hay una opinión generalizada en el país de que los matemáticos son solo para dar clases, pero existe una gran necesidad de profesionales con este perfil”, explica René Piedra, coordinador de la carrera en INTEC y matemático cubano especializado en Ciencias Físico-Matemáticas en México. Piedra contagia su entusiasmo sobre el potencial de esta carrera para quienes le gustan las Matemáticas y buscan un campo laboral rentable, con más oportunidades de colocación.
“En Estados Unidos la profesión de actuario es la segunda mejor pagada, según la revista Forbes, y en República Dominicana sectores como la banca, seguros, pensiones y la bolsa de valores, están en expansión con una gran demanda de actuarios, planificadores, analistas de estadísticas. Funciones todas que puede hacer un matemático”, indica el académico,autor del libro Fundamentos de Matemática avanzada (2013).
Experiencia laboral y futura
La primera promoción de actuarios dominicanos, graduados en abril, refleja en su camaradería una amistad cultivada en largas noches de prácticas, silogismos y estadísticas multivariantes. Hoy laboran en empresas como Banco León, ARS Senasa, Seguros Banreservas y Claro. Algunas de éstas les han ofrecido entre los beneficios pagarles la maestría y especializaciones, según el campo de aplicación, generalmente afín a la empresa.
De sus profesores recibieron atenciones especiales. Piedra los convirtió en embajadores de su carrera, conscientes de sus posibilidades y del valor que pueden agregar a una empresa. También docentes como Leticia Martínez,actuaria mexicana, y Alexis Durán, de Cuba, les enseñaron el manejo de softwares, estadísticas y la experiencia de trabajar en el mundo real. En INTEC dos estudiantes aún están en proceso de terminar la licenciatura en Matemáticas, una de ellas es Laura Hiciano, quien además muestra interés en Medio Ambiente, un área todavía menos común de especialización.
Piedra esboza el futuro de estos jóvenes. “La mayoría de los actuarios que dan servicios en el país son extranjeros. Ellos tienen el reto de especializarse y formar la primera sociedad dominicana de actuarios”. Un gran reto, de hecho, también desde la ética, cuando quienes aprendieron a comunicarse con los números deben dar resultados que apuntan a decisiones que inciden en vidas.
¿Cómo la eligieron?
Alejandro Aceituno, Escuela Superior de Preparación de Atletas (ESPA, de Cuba). Consideró Medicina
o Ingeniería, pero, hijo de profesor de matemáticas y física, eligió su carrera pensando que le abriría muchas puertas.
Eduardo Baldero, Colegio Loyola. Su familia tuvo dudas, pero él no. Sabía que esto era lo suyo y que no iba a terminar dando clases. Saulo Carpio, Escuela Liceo Juan XXIII de la Salle (Higüey). Su sueño era ser piloto de avión, algo que no hubiera en su pueblo. Consideró Mecatrónica pero se decidió
por Matemáticas.
Pavel Pacheco, Colegio San Vicente de Paúl. Siempre supo que quería matemáticas pero desconocía las ciencias actuariales y eso el dio curiosidad. “El riesgo forma parte de estar vivo. Esta carrera te da una base en economía, finanzas, administración, contabilidad, ingeniería industrial… puedes
aplicarlo a lo que quieras”.
Marsella García, Colegio Loyola. Su madre le presentó el pensum y decidió probarla. Es la única mujer del grupo y aunque le fue un tanto difícil no tener alguna amiga cerca a la hora de las prácticas, está orgullosa de su carrera.
Deivy Moreno, Colegio Cardenal Sancha. Se inscribió en Ingeniería de Sistemas, vio un letrero sobre la carrera y simplemente se cambió.Francisco Sánchez, Escuela Liceo Juan XXIII de la Salle (Higüey). Sabía que quería estudiar en INTEC y se había matriculado en Ingeniería y luego se cambió.