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“¡Ouch!”, dijo el robot

Desde chiquita jugaba a ser doctora. A mis muñecas les daba fiebre, sarampión (producto de un lapicero rojo) y las más desdichadas, corrían la desgracia de quedar calvas o mutiladas. Recordando esos años mozos, me entero que INTEC recibió unos muñecos que serán utilizados para las prácticas de los estudiantes de medicina. ¿Pero cómo así? ¿A estos muñecos les dará sarampión de lapicero rojo?, algo parecido pero no igual.

Los maniquíes permiten a los futuros médicos ensayar y obtener respuestas “reales” en un ambiente controlado. Foto: J.M. Sánchez.

Los maniquíes formarán parte del nuevo laboratorio del Área de Medicina. Con una inversión de alrededor de 27 mil dólares, sirven para simular y entrenar habilidades sin riesgo alguno en personas. Así como los pilotos aprenden en programas de simulación antes de volar un avión, así mismo nuestros futuros galenos podrán repetir su experiencia con estos muñecos tantas veces sea necesario hasta contar con los conocimientos necesarios y ejecutarlos con un paciente real.

Los “pacientes simulados” estarán en clases de fisiología, fisiopatología, semiología, cardiología, neumología y demás asignaturas en que haya signos físicos por conocer. Los estudiantes harán prácticas de identificación de señales físicas normales y patológicas como ruidos cardíacos y respiratorios, pulsos, coloración de las uñas, etc. Todo en un ambiente controlado.

“Tendremos en las manos lo que antes se decía de manera verbal, escrita o por imágenes. Signos clínicos que teníamos que buscar en algún paciente de una sala del hospital, sin seguridad de encontrarlos”, explica el decano de Salud, Raymundo Jiménez.

En total son tres pacientes simulados: dos adultos, que hacen la función de hombre o mujer y un infante.

A uno se le puede intubar (colocación de

una vía respiratoria dentro de la tráquea). Con otro, se entrena la resucitación cardiorespiratoria, dando masajes cardíacos externos en el tórax y aplicando respiración asistida. También están los brazos artificiales para aprender a colocar vías endovenosas, catéteres o venoclisis (poner una aguja en una vena).

El decano resume que “la enseñanza por simulación es como los ensayos antes de una obra de teatro, o el entrenamiento de un deportista antes de una final.”.

Yo, desde mi sentido médico infantil (que nunca se desarrolló más allá), lo explico informándoles que desde ahora, nuestros estudiantes de medicinas jugarán al doctor, pero para la vida real.


Khayssy Cruz

Comunicadora Social y maestra de ceremonias que se desempeña en voces comerciales y gestión de comunicaciones. Además de laborar en el Dpto. de Relaciones Públicas del INTEC y de ser una locutora frustrada, tiene una adicción al chocolate difícil de comprender.

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