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Tag: Vida

Panorama del “comming of age” un sentimiento de adultez

Es aquí, hasta aquí hemos llegado, esta puede que se vea como la recta final, pero la verdad es que no lo es. Todavía falta una vida económica por delante. Algunos ya la tendrán, otros quizás estén a años luz de alcanzarla, u otros, quizás ya la estén persiguiendo o muy cerca.

Por: Karla Monción/ kmoncion@gmail.com

Este escrito va para ti si tienes miedo de esta etapa, llamada adultez. La verdad es que, a muchos nos cuesta muchas veces seguir a cuestas con nuestra vida dado los errores que hemos cometido que acarrean nuestras malas decisiones del pasado consigo. Lo bueno es que, ya estás lo suficientemente mayorcito o mayorcita para aprender que, todo eso por lo que hemos pasado: la importancia de ser popular, de tener los mejores looks de la escuela, de tener novio o novia, de hacer el amor o no por primera vez, son cosas que, ya parecen etapas o partes de nuestra vida que nos hacen nosotros, de alguna manera u otra.

Ciclo de la vida

Puedo sentir cómo estoy creando este sentimiento de discurso final de graduación, pero este no será otro de esos discursos que vas a tener que oír previo a tu graduación. Estoy tratando de ponerte en perspectiva, este sentimiento es el mismo que tuvimos hace unos años cuando salíamos del bachillerato. Todos estábamos felices por graduarnos, esperando ser considerados “personas de la sociedad”. Esto no es muy diferente de aquel entonces, claro, la mayor diferencia la has creado tú, en compañía de las decisiones que tomaste. Esto es, las personas con las que te relacionaste, la dieta que estuviste llevando, la música que decidiste escuchar y la que rechazaste, los vicios que adquiriste, y la práctica que has adquirido en la universidad mientras te pulías y te lucías para dar lo mejor de ti y no defraudarte a ti mismo como el profesional que quieres ser, sea cual sea esa tu visión.

En realidad, esta es la recta final de ese deseo longevo de querer ser “adultos”, pues ya lo somos, nos ocurrió de repente sin pensarlo, pero pensándolo en las decisiones que tomamos, la de no dejar de estudiar , por ejemplo. Ahora seremos capaces de pagar nuestra propia renta, buscarnos cuál es la compañía que ofrece mejor servicio de internet, o cable, tomar todas y cada una de esas decisiones que siempre quisimos tomar pero que nuestros padres o las circunstancias de la vida nos puso el alto. Henos aquí, estos niños tontos que fuimos, ahora están ya fuera de aquella pared protectora que eran nuestros padres, ante el mundo real.

Me gusta como lo dice Nach en su canción titulada “Urbanología”: “La vida es como una tela de bordado, la primera mitad la pasamos en el lado bonito del bordado, y la otra parte vemos todos los hilos que la componen”. Y es así, por lo menos para nosotros que vivimos en un sistema capitalista, es este el momento en que nos toca formarnos desde abajo para crearnos un nombre y ser una de esas personas que siempre quisimos ser, o adoramos. Y, no tengas miedo, esto solo indica que esto ha sido un comienzo, algo así como llegar al nivel 10 del videojuego más real de todos: tu vida.Empieza a vivirla bajo tus propios conceptos, tus propios ideales, tus limitaciones temporales, evitar los malos hábitos, obedece esas frases tan comunes que nunca quisimos escuchar, pero que ahora resuenan como un eco en nuestra memoria, una señal de nuestros padres para que sobrevivamos, y si lo vemos desde un punto de vista biológico, todo se pone más triste.

Estaríamos listos para procrear y nuestros padres listos para dejar esta vida, pues han completado su misión biológica en él. Tenerte a ti, su bebé eterno que ahora es grande y tiene un deseo intrínseco de vivir, dormir, echarle ganas y descansar todo el día. No es como si mamá y papá hayan hecho un buen trabajo, o quizás sí lo hicieron, pero necesita alguna mejora, por fortuna ahora te toca a ti para dibujar lo que tú quieras en la pizarra de tu vida con los marcadores permanentes de gente grande. Es tu vida, disfrútala!

Luchar por un propósito

Cuando pensamos que podemos lograr eso que tanto anhelamos y tomamos acción, ya hemos dado el primer paso

Marcos A. Dalmasí Peña / Estudiante de Ingeniería Civil

La mayoría de las personas viven su vida el día a día pero no se enfocan en establecer un objetivo o algo que les dé sentido a la misma en un futuro. Esta es la razón por la cual solo unos cuantos llegan a alcanzar el éxito o esa satisfacción plena interna.

Debemos descubrir qué es lo que más amamos en la vida y qué se nos da mejor. De ser varias cosas debemos decidir a cuales nos inclinaremos o si solo será una, pero sea cual sea nuestra decisión debemos dejar el corazón en la misma, dedicar todas las horas posibles de nuestro tiempo a esto y por más obstáculos o desilusiones que se nos presenten en el camino nunca tiraremos la toalla o desistiremos.

Cuando pensamos que podemos lograr eso que tanto anhelamos y tomamos acción, ya hemos dado el primer paso y a su vez conseguido el 50% de nuestro éxito, porque tanto las primeras acciones y la creencia en nosotros mismo de que podemos, son las partes cruciales para desarrollar nuestro propósito en la vida.

Foto: www.blogdelfotografo.com

Más allá de la vida en línea

Se quejan en sus redes sociales sobre el tema “necesito que el día tenga más horas”, pero vemos cómo justamente se pasan todo el día posteando en sus redes

Doris Mármol / doris.marmol@intec.edu.do

Día a día son más constantes las quejas de la falta de tiempo que tenemos para realizar todas las actividades que queremos o tenemos que hacer. Las necesidades laborales, sociales y personales ocupan mucho de nuestras 24 horas; sin embargo, te has preguntado ¿cuánto tiempo le dedicas realmente al Internet?

La red llegó para revolucionar nuestro mundo y todo lo que nos rodea está de alguna forma en el reino virtual. En el plano laboral prácticamente todo lo manejamos a través de unos clicks, nuestras opciones de estudio se han ampliado considerablemente, logrando que puedas ser egresado de una universidad extranjera cuyo campus solo conoces a través de fotos que ves justamente por internet, o puedes realizar un montón de actividades laborales y académicas en línea.

Pero fuera de estas dos vertientes, te has puesto a pensar en todo lo que dejas de hacer por estar quizá en redes sociales, en tiendas virtuales, juegos en línea, ¿quién sabe qué otra cosa más?

Resulta muy interesante ver como muchas personalidades del mundo de los deportes y de las artes, se quejan en sus redes sociales sobre el tema “necesito que el día tenga más horas”, pero vemos cómo justamente se pasan todo el día posteando en sus redes, SI, en sus redes porque son varias las cuentas que poseen y que no en todos los casos están vinculadas entre sí.

Lo más chulo de esto es que nosotros los simples mortales anónimos hacemos lo mismo “corriendo a una reunión”, “uff que día tan pesado”, pero cuando nos detenemos a ver nuestras publicaciones, tenemos fotos en la oficina, de lo que comimos, del tránsito, memes, hablamos del tema del día, los buenos días, buenas noches, buen provecho, selfies, ver qué pasa en el mundo o en el entorno al que sigues y BOOM (suenan campanas) las famosas fotos en el gimnasio.

Personalmente me puse a calcular y mejor dejé el tema a mitad para no morir con el resultado. Tiempo para darme una ducha relajante, si tengo pero no lo veía por estar leyendo mi TL en Twitter…tiempo para leer un buen libro, por supuesto!,  si le resto par de minutos  (dígase muchos) a Snapchat y sus filtros locos, o le pongo horario fijo a los portales de noticias y así tiempo exclusivo y de calidad con mi yo interno. Por suerte nunca se me ha ocurrido hacerme fotos mientras hago yoga o sudo el alma en una rutina x.

Dedica unos minutos a evaluarte a ver qué te sale, aprendamos a administrar adecuadamente nuestros tiempos y no perdernos la vida y la compañía de los que están cerca por estar reencontrando a los que están lejos. Los verdaderos placeres de la vida se encuentran en las cosas que activan nuestros sentidos, están justo al frente, pasan y no se detienen por nada ni por nadie.

Origen de la Vida: Darwin y el registro fósil

En los días de Darwin solo una pequeña fracción de todas las capas fósiles de la tierra había sido estudiada, y el número de paleontólogos se podía contar con dos manos. Inmensas áreas no se habían explorado, como la Unión Soviética, Australia, África y Asia, por lo tanto era razonable esperar que organismos intermedios podrían ser eventualmente encontrados.

Carlos Lantigua / clantigua@gmail.com

Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

“Solo una porción muy pequeña de la superficie terrestre ha sido geológicamente explorada, y en ningún caso con el cuidado suficiente” [1].

A pocos años de ser publicada la obra maestra de Darwin, la búsqueda de los eslabones perdidos de todas las especies se volvió una obsesión por parte de los arqueólogos. Otra idea que en este caso atrapó la imaginación de los biólogos y el público en general, fue embarcarse en la búsqueda de “eslabones vivientes” en las regiones no exploradas del planeta [2].

Algunos de los primeros intentos en la búsqueda de vida ancestral se realizó en el lecho marino de “Lofoten fjords” en Noruega y alrededor de la costa atlántica de Inglaterra, que en 1860 había revelado que algunas especies de criaturas marinas que se pensaban extintas hacía millones de años, estaban de hecho vivas en el suelo marino. A raíz de esto dijeron, “Y algunos de estos sobrevivientes podrían ser los eslabones perdidos que el nuevo concepto de la evolución requiere que hayan existido alguna vez” [3].

“El número de enlaces transitorios e intermedios, entre todas las especies vivientes y extintas, debe haber sido inconcebiblemente grande. Pero ciertamente, si esta teoría es cierta, todos han vivido sobre la tierra” Charles Darwin [4]

Cuando el HMS challenger partió en 1872 a cargo de la primera exploración sistemática a gran escala de la fauna del fondo marino hubo una gran emoción. Uno de los miembros científicos de la expedición registró, “cada joven y adulto que en el barco podía escabullirse en el congestionado grupo, quería ver lo que se había pescado” [5].

A medida que iban explorando la emoción disminuía, casi la totalidad de la pesca eran especies conocidas y cuando un nuevo grupo de organismo fue descubierto, se comprobaba invariablemente que era una especie distinta y en ningún sentido intermedia o ancestral en la forma que requiere la evolución [6].

“Nosotros continuamente sobreestimamos la perfección del registro geológico, y falsamente inferimos que, porque cierta cantidad de grupos o familias no han sido encontrados por debajo de ciertos niveles, los mismos no existieron antes de ese nivel” Charles Darwin [7]

En los días de Darwin solo una pequeña fracción de todas las capas fósiles de la tierra había sido estudiada, y el número de paleontólogos se podía contar con dos manos. Inmensas áreas no se habían explorado, como la Unión Soviética, Australia, África y Asia, por lo tanto era razonable esperar que organismos intermedios podrían ser eventualmente encontrados. Y esta era la principal defensa de Darwin a favor de su teoría.

La expansión de la actividad paleontológica ha sido tal que el 99.9% de toda la exploración se ha realizado en los últimos 100 años. Solo una pequeña fracción de cientos de miles de fósiles conocidos hoy estuvieron al alcance de Darwin [8].

“El número de variedades intermedias que ha existido debe ser verdaderamente enorme. ¿Por qué toda formación geológica y todo estrato no está lleno de dichos enlaces intermedios? La geología ciertamente no revela ninguna cadena orgánica gradualmente afinada, y esto quizá es la más obvia y seria objeción que se puede argumentar en contra de la teoría. La explicación reposa, creo yo, en la extrema imperfección del registro geológico”. Charles Darwin [9]

A pesar del tremendo incremento de la actividad geológica en cada esquina del planeta y a pesar también del descubrimiento de muchas especies extrañas y de formas desconocidas, la “infinidad” de organismos intermedios o eslabones aún no han sido descubiertos, y el registro fósil sigue siendo igual de discontinuo como lo era cuando Darwin escribía “El Origen” [10].

Robert Barnes comenta, “el registro fósil nos dice prácticamente nada sobre el origen y la evolución de las familias y las clases. Formas intermedias son inexistentes, no descubiertas o no reconocidas” [11].

“A partir de todas estas consideraciones, no se puede dudar que el registro geológico, visto como un todo, es extremadamente imperfecto; pero si confinamos nuestra atención a cada una de las formaciones, se hace mucho más difícil entender por qué no encontramos allí variaciones bien definidas y graduales de alegadas especies que vivieron en el inicio y el final de dichas formaciones”. Charles Darwin [12]

La ausencia de formas transicionales en el registro fósil es dramáticamente obvia, incluso para alguien no especializado y sin ningún conocimiento en morfología comparativa [13]. Recordemos que la evolución Darwinista requiere de infinidad de mutaciones logradas al azar y sin ninguna influencia de inteligencia o propósito -con todo lo que esto implica, ver ID3- y las que fuesen beneficiosas de esas lentas y graduales mutaciones, se fijarían en la especie fruto de la selección natural, y dicho cúmulo de variaciones alumbraría toda la diversidad biológica, dígase todos los animales y las plantas que habitan la tierra serían fruto de innumerables organismos que se fueron perfeccionando a través de millones de años hasta lograr el impresionante funcionamiento que hoy conocemos, y me pregunto al igual que Darwin, ¿Por qué no conocemos ninguna especie en transición? O ¿Dónde está el mamífero terrestre que de acuerdo a la teoría evolutiva se fue convirtiendo en ballena? Y finalmente ¿Por qué repentinamente se ha detenido la supuesta macroevolución que genera cambios morfológicos o de forma corporal?, como comenta Michio Kaku.

Charles Darwin como científico responsable dedicó 1/3 de su obra a exponer las graves lagunas que debía sortear su teoría, sin embargo, esos temas a pesar de persistir como lagunas no son abordados por una comunidad científica que a mi entender ha defraudado a Darwin, caminando de espaldas a la evidencia científica y amoldando la teoría a posiciones dogmáticas.

La buena noticia es que la verdad siempre prevalece y con ella la ciencia. Las evidencias que cada día salen a la luz no hacen más que resaltar todos los miedos y dudas de Darwin, haciéndolo grande por haberlos reconocido antes, y dejando en una posición de mediocridad a gran parte de la comunidad científica del siglo XXI, que conociendo las evidencias y pretendiendo defender a Darwin lo que consiguen es pisotear y enlodar su gran obra “El Origen de las Especies”.

En los capítulos siguientes seguiremos profundizando la obra de Darwin, la morfología animal, la explosión de la vida y muchos puntos vitales para entender el “Origen de la Vida”.

“No pretendo negar que nunca sospeché qué tan pobre era el registro fósil en las secciones geológicas mejor preservadas, tampoco que la ausencia de innumerables enlaces transitorios entre las especies que vivieron al principio y cercano a cada formación, presionaran tan fuerte contra mi teoría”. Charles Darwin [14]

[1] Darwin, Origin of Species, p321
[2] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p158
[3] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p159
[4] Darwin, Origin of Species, p316
[5] Marshall, Aspect of Deep Sea Biology, p19
[6] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p159
[7] Darwin, Origin of Species, p336
[8] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p160
[9] Darwin, Origin of Species, p315
[10] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p162
[11] Barnes, Invertebrate Beginnings, p365
[12] Darwin, Origin of Species, p327
[13] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p166
[14] Darwin, Origin of Species, p335

 

Foto: http://www.escuelapedia.com/blog/una-aproximacion-al-concepto-de-evolucion/

Origen de la Vida: Darwin y la teoría que cambió al mundo

Para la época de Darwin un grupo de científicos pensaba que los organismos vivos podían surgir fácilmente; creían que una fruta podrida creaba las larvas que la consumían o que un cuerpo en descomposición formaba gusanos propio del proceso.

Carlos Lantigua / clantigua@gmail.com

Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

El Beagle zarpó de Devonport en Diciembre de 1831, con Darwin a bordo y el objetivo de explorar La Patagonia, al final el viaje lo llevaría a Galápagos para luego cambiar al mundo [1]. Darwin nació en el seno de una familia Inglesa de clase media-alta a inicios del siglo XIX, su padre era médico y le dio una educación propia de su clase, aunque Darwin era un estudiante por debajo del promedio, le gustaba más disparar y los deportes que estudiar el Griego o Latín. Al terminar la escuela fue a estudiar Medicina en Edimburgo, pero eso le aburrió, entonces, su padre con temor de que se convirtiera en atleta lo envió a Cambridge a estudiar Teología, pretendiendo que esto lo convirtiera en clérigo [2]. Sobre su estadía allí el mismo expresó: “Los tres años que estuve en Cambridge fueron una total pérdida de tiempo, así como también mis estudios académicos en Edimburgo y en la escuela” [3].

A pesar del desagrado por las clases Teológicas de Cambridge, era un citador empedernido de la Biblia, “Mientras navegaba en el Beagle yo era bastante ortodoxo, y recuerdo que los oficiales del barco se burlaban de mí despiadadamente por citar la Biblia como una autoridad incuestionable para ciertos asuntos morales” cuenta Darwin [4].

El fundamentalismo de la era Victoriana comenzaba a entenderse como nocivo para el desarrollo de la ciencia; mientras esto ocurría se alumbraba en el Beagle con Darwin y su exploración del rio Santa Cruz en la Patagonia el principio de la separación de gran parte de la comunidad científica de todo lo que tuviese que ver con la iglesia, Dios o religión. Este momentum fue clave para la acogida empedernida de su teoría.

Los dos pilares de Darwin en su obra “The Origin of Species” son: el ancestro universal común y la selección natural, el mismo argumentó “todos los seres orgánicos que han vivido sobre la tierra descienden de una forma primordial” [5]. Darwin pensaba que esta forma primordial gradualmente se iba desarrollando en nuevas formas de vida, las cuales a su vez seguían gradualmente produciendo otras formas de vida y luego de varios millones de generaciones producirían toda la complejidad biológica que vemos en el presente [6].

Para Darwin la selección natural tenía un poder creativo, un proceso que actúa en variaciones aleatorias en las características de los organismos y sus descendientes.

Darwin tardó 20 años en publicar su obra “El Origen de las Especies”, y en gran medida se debe a profundas evidencias que refutaban su teoría. Le abordaba la duda de tal manera que le dedicó al problema varios capítulos de su obra:

• Dificultades de la teoría. Capítulo VI
• Objeciones Misceláneas a la teoría de selección natural. Capítulo VII
• Imperfección del registro geológico. Capítulo X (ese es uno de mis favoritos)

Darwin sabía que su teoría no podía explicar adecuadamente -a menos con la información y evidencias conocidas a la fecha- cómo en el patrón fósil aparecía documentada la aparición repentina de vida animal en períodos remotos de la historia geológica, específicamente un período conocido como “Silurian” que hoy se conoce como “Cambrian” o Cámbrico [7]. Durante el período cámbrico muchas nuevas y anatómicamente sofisticadas criaturas aparecieron súbitamente en las capas sedimentarias de la columna geológica sin ninguna evidencia de forma ancestral más simple en capas más profundas [8].

El mismo Darwin expresó: “La dificultad en desconocer la ausencia de una vasta acumulación de fósiles en las capas terrestres, que en mi teoría no hay dudas deben estar acumulados en algún lugar antes del Cámbrico… me alude el hecho en el que varias especies del mismo grupo aparecen repentinamente en las capas de rocas más bajas conocidas del registro fósil” [9].

El afamado paleontólogo suizo de la universidad de Harvard Louis Agassiz conocía el registro fósil mejor que cualquier ser humano vivo y por supuesto Darwin le envió una copia de su obra en la que le escribió “Por favor considere mis argumentos con una mente abierta” a lo que Agassiz le respondió “El registro fósil, particularmente el que registra la explosión animal del período Cámbrico, posee una dificultad insuperable para la teoría de Darwin” [10], a lo que Darwin posteriormente en público diría “Con el tiempo, las evidencias fósiles que confirman mi tesis aparecerán”.

Pero los problemas de Darwin y su teoría del ancestro común no solo presentaba inmensos retos concernientes al registro fósil, también la unidad fundamental de la vida lo sería. Una lente convexa y otra cóncava se colocaron juntas en un tubo para formar el primer microscopio en el siglo 17 [11], mejoró un poco para la época de Darwin pero aun así la complejidad celular y su funcionamiento seguía siendo un misterio. Para conocer el impresionante diseño celular y sus bionanobots trabajando es necesario aumentarla millones de veces, hasta que esta tenga el área de unos 20km cuadrados en términos ópticos, Darwin solo la pudo ver aumentada unos cientos de veces, lo que solo le permitía observar un saco gelatinoso, similar a la yema de un huevo con machas dentro.

Para la época de Darwin un grupo de científicos pensaba que los organismos vivos podían surgir fácilmente; creían que una fruta podrida creaba las larvas que la consumían o que un cuerpo en descomposición formaba gusanos propio del proceso.

La complejidad biológica descubierta a partir del 1950 alumbraría una nueva etapa científica y un gran reto para la teoría del ancestro común y la casualidad como disparador del origen de la vida.

Los grandes anatomistas del siglo XIX como Cuvier y posteriormente Owen, mostraron que el mundo viviente estaba dividido en distintos tipos y familias de organismos con claras y definidas distinciones entre ellos, y que ningún organismo intermedio entre clases era conocido, digamos un gato medio perro o un toro medio cocodrilo.

Las comparativas anatómicas mostraban que los organismos son integraciones de un todo en el que todos sus componentes están coadaptados para operar juntos en perfecta armonía y que el menor cambio en la funcionalidad de estos generaban graves enfermedades y con mucha frecuencia la muerte. Darwin y su teoría evolutiva retaría todas esas aseveraciones.

No es difícil entender por qué las preguntas sobre la evolución llaman a la atención, la idea ha influido en casi cualquier aspecto del pensamiento moderno, y no hay otra teoría en tiempos recientes que haya moldeado con tal amplitud la manera como nos vemos a nosotros mismos y nuestra relación con el mundo que nos rodea.

El triunfo de la teoría evolutiva ha significado la fragmentación de la idea general de que el mundo fue creado con propósito y orden -la llamada visión teleológica que ha sido predominante en el mundo occidental por dos mil años-.

En esta etapa del “Origen de la Vida” estudiaremos en detalle la impresionante obra “El Origen de las Especies” y las dudas que atormentaban a Darwin referentes al “ancestro común” ya que, la parte de adaptación al medio o “microevolución” está científicamente probada, claro, dentro de la especie y fue lo que Darwin observó en las Islas Galápagos, lo demás fue conjetura que surgiría únicamente fruto de extrapolar sus observaciones.

¿Ha sido encontrada esa innumerable cantidad de restos fósiles transitorios de los que Darwin daba cuenta en su propia obra que eran fundamentales para comprobar su teoría?

¿Hay evidencias o comprobación científica de que la complejidad celular y morfología animal puede ser funcional con mejoras paulatinas?

¿Las mutaciones para generar cambios morfológicos importantes son posibles sin dañar el organismo y hay evidencias o experimentos que lo comprueben?

Estas y otras interesantes preguntas serán respondidas a la luz de la ciencia. Acompáñenme en este fascinante viaje que he decidido emprender y que al igual que Darwin he sido sorprendido.

Fuentes:

[1] Denton, Evolution: A Theory in Crisis, page 17
[2] Denton, Evolution: A Theory in Crisis, page 24
[3] Darwin, “The Life and Letters of Charles Darwin”, page 46
[4] Darwin, “The Life and Letters of Charles Darwin”, page 45
[5] Darwin, The Origin of Species, page 486
[6] Meyer, Darwin’s Doubt, page 3
[7] Meyer, Darwin’s Doubt, page 6
[8] Meyer, Darwin’s Doubt, page 7
[9] Darwin, The Origin of Species, page 306-307
[10] Meyer, Darwin’s Doubt, page 8.
[11] Behe, Darwin’s Black Box, page 8

Dios, Ignorancia y Ciencia

Un elemento importante y motivador en mi búsqueda de otras tesis, hipótesis y razonamientos fue el hecho de darme cuenta de que el materialismo opera como una religión fundamentalista, en el sentido de que odia la filosofía, detesta que lo cuestionen y se impone como un hecho a pesar de no tener pruebas científicas

 

Carlos Lantigua / clantigua@gmail.com

Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

Luego de una titánica jornada de lectura, ubicación de piezas y largas horas de armado finalmente terminé de ensamblar una cama de dos plantas que adquirí en Ikea, nunca en mi vida había visto tantos tornillos, arandelas, palitos, taponcitos, tarugos, etc. Al final de la tarde me visita un vecino y dice: “ohhh vecino ¿y esa cama? A lo que respondo: ¿qué usted cree vecino?, él se percata del manual sobre el gavetero y dice: bueno vecino, usted como que fue a Ikea, compró la cama, se leyó el manual y se fajó armar”. La explicación del vecino es coherente con la lógica, sentido común y evidencias que él encontró en la habitación, sin embargo no todo mundo ve las cosas de la misma manera; al día siguiente me visitó otro vecino, muy inteligente por cierto, y tuvimos la misma conversación sobre la cama, aunque su explicación fue asombrosa:

“Está claro vecino, resulta que una imprenta explotó, fruto de la explosión toda la tinta y el papel salieron volando por los aires y por efectos de la gravedad, fricción, presión barométrica, humedad relativa, etc. la tinta fue escribiendo todo el manual -imaginen mi cara de asombro- entonces vecino, a lo largo del tiempo el viento y la lluvia fueron trayendo madera, metal, plásticos y de ahí salieron las piezas de la cama -mi mandíbula se comenzaba abrir- pero la cosa no se queda ahí vecino, usted tomó todas las piezas, las metió en una centrifugadora junto con el manual y luego de dar muchas vueltas se formó la cama”, ante tal increíble explicación le dije: waooo vecino, !pero en serio! ¿y cómo a usted se le ocurrió tal genialidad? Y me respondió: “ocurre que soy materialista vecino y así es como concibo se forman las cosas, por las leyes de la naturaleza”, a lo que respondí: simplemente brillante, ¿me podría explicar de nuevo?

“Dado que la experiencia muestra que la inteligencia es la única causa actuante conocida de generar información, podemos inferir que la inteligencia es la mejor explicación para la información contenida en el ADN”.
Jonathan Wells (PhD en Biología Molecular y Celular, University of California, PhD Yale University)

Les cuento esta historia porque a medida que iba creciendo y realizando mis estudios, los cuales contenían muchas materias geniales como física, cálculo, ciencia de los materiales, diseño, etc. comencé a notar algo, y era que las personas más brillantes con las que compartía ya fuesen profesores o estudiantes tenían algo en común y esto es que tendían a ser ateos o agnósticos, lo cual para mí resultaba chocante porque desde bien niño tengo acuñado a mi ser la existencia de Dios. Mientras aprendía física y matemáticas fui comprendiendo que para todo había una explicación y respuesta científica, desde los hermosos colores del arcoíris hasta el funcionamiento de un lector electrónico óptico de retina.

Mis profesores más brillantes provenientes de Europa Oriental tendían a ser ateos, los libros que estudiaba se fundamentaban en el materialismo. A pesar de la situación de contrariedad y surgimiento de nuevas preguntas que tenían lugar en mi cabeza, mi amor por la ciencia aumentó, porque mi principal interés era descubrir “la verdad” -la verdad no es de dominio humano según la filosofía de la ciencia, pero podemos hacer aproximaciones-, también me cautivó la filosofía, la cual sería la causante del asombroso descubrimiento que me sorprendería luego.

Resulta que el pensamiento filosófico invoca el razonamiento crítico, profundo, analítico, el cual permite alumbrar premisas geniales sobre innumerable cantidad de temas, pero lo más sorprende es que luego de alumbrar cosas majestuosas viene otra concesión filosófica y la opaca, desenmascarando sus baches y lagunas, algunas veces ridiculizando aquel pensamiento que en su día era majestuoso, y esto llevó a preguntarme ¿pasará lo mismo con la concepcón materialista de la vida y el universo?

A raíz de la curiosidad comencé a estudiar ciencia con sentido crítico, por ejemplo: si pretendía leer “The God Delusion” de Richard Dawkins lo correcto era continuar con “The Devil’s Delusion” de David Berlinsky matemático y filósofo PhD de Princeton, Si leía “The Origin of Species” del monumental Sir. Charles Darwin luego leía “Darwin’s Doubt” del Dr. Meyer PhD en filosofía de la ciencia en Cambridge, filosofía de la biología y geofísico. En fin, ya no solo conocía lo que me contaba una fracción de científicos, sino toda la diversidad de ellos.

Señores, !qué increíble sorpresa! Resulta que había descubierto el acertijo, no es que para ser brillante hay que ser materialista, es que para ser materialista hay que ser brillante!

Resulta que, estudiando filosofía de la ciencia descubrí que encasillar y tratar de delimitar la ciencia es una tarea anticientífica en sí misma, ya que, la ciencia solo debe seguir una regla de oro: “buscar la verdad hacia donde indiquen las evidencias”, partiendo de esa premisa la fracción de científicos agnósticos y/o ateos han cometido un inmenso error que les genera un costo intelectual/lógico/racional impresionante, ellos han resuelto, violando los fundamentos de la ciencia misma lo siguiente: “Todo fenómeno TIENE una explicación material sin invocar ningún elemento desconocido que no sean las leyes de la naturaleza, de lo contrario no es ciencia”, lo curioso de todo esto es que al momento que escribo este artículo la ciencia ni siquiera sabe qué es la gravedad, sabe cómo opera pero no tiene ni la más remota idea de qué es, por consiguiente la definición anterior del a la materialista del mundo científico me parece pretenciosa y con tendencia a excluir fenómenos desconocidos por ignorancia de causa.

Filosofía debería venir con un letrero de advertencia: “Aprenderla podría ser peligroso para su materialismo”.
Michael Egnor (Neurocirujano Columbia University, Prof. Stony Brook University)

Un elemento importante y motivador en mi búsqueda de otras tesis, hipótesis y razonamientos fue el hecho de darme cuenta de que el materialismo opera como una religión fundamentalista, en el sentido de que odia la filosofía, detesta que lo cuestionen y se impone como un hecho a pesar de no tener pruebas científicas. Por ejemplo Stephen Hawkins del cual soy fan, dice en la primera página de su libro The Grand Desing “estas preguntas -las del origen de la vida y el universo- son preguntas para la filosofía, pero la filosofía está muerta”, en pocas palabras, el materialismo debe ser consumido como una especie de supositorio sobre un paciente anestesiado. En un artículo futuro analizaremos porqué los materialistas menosprecian la filosofía y qué tiene que ver todo esto con un descubrimiento sorprendente hecho en el campo de la física cuántica.

Lo más emocionante de todo es que la curiosidad me llevó a conocer ciencia de primera mano, consultando los más altos centros de estudio del mundo donde me di cuenta de las lagunas inmensas que tienen teorías que supuestamente son un hecho científico, como las teorías evolutivas, el origen del universo, origen de la vida, etc. pero lo que realmente me sorprendió fue la inmensa cantidad de científicos líderes en sus respectivos campos que creen que un diseñador inteligente es la explicación más plausible a las evidencias científicas descubiertas sobre el universo, la complejidad biológica celular, la evidencia fósil de aparición repentina de decenas de especies sin rastro evolutivo, entre muchas otras razones.

Entonces, ¿porqué afirmo que para ser materialista es imprescindible ser brillante? resulta que deben sustentar cosas de las que no hay prueba ni evidencia alguna y convencer de que son científicas, por ejemplo: ya casi la totalidad de la comunidad científica aceptó que invocar la casualidad como artífice de la creación del universo es científicamente insustentable por no decir una locura, y por supuesto Stephen Hawkins una de las mentes más brillantes del mundo también lo sabe. Entonces, así como mi vecino se vio obligado a recurrir a una explicación acorralada por sus prejuicios, Hawkins también acorralado por el materialismo recurre a “los multiversos”, dicha teoría plantea que hay “n” cantidad de universos, por lo tanto uno tan perfecto como el nuestro está dentro de las posibilidades; dicha hipótesis en adición a ser incomprobable y científicamente inviable tiene un costo argumentativo importante; dice el Matemático y PhD en filosofía de Oxford John Lennox: “Si hay infinitos universos donde todo es posible, entonces la existencia de Dios también sería una posibilidad, por lo tanto como Dios es omnipotente y omnipresente, igual estaría en este universo y en cualquier otro”, invocar multiversos parece no ser una propuesta muy adecuada para Hawkins librarse del diseño inteligente.

Los materialistas que he leído y conversado -son bastantes porque tengo varios amigos en esa línea- cometen casi en su totalidad un error de conceptualización importante; ellos relacionan la imposibilidad de la existencia de “Dios” como diseñador inteligente, a los fallos y desgracias históricas provocados por las religiones en nombre de Dios. Dicho razonamiento es simplista y superfluo porque es como decir “las ciencias políticas no pueden ser, porque los partidos políticos son una asociación de malhechores y saqueadores”. Las religiones monoteístas hacen construcciones de cómo interpretan a Dios, no son Dios, y varían impresionantemente dependiendo la cultura y época donde se desarrollen. Lo que sí comparten todas es que Dios trasciende todo, incluso a la religión misma.

“La evidencia científica de la existencia de Dios puede ser encontrada estudiando los orígenes del universo y su diseño, además de los 322 parámetros con los que debe contar la tierra para sustentar vida inteligente y la inimaginablemente pequeña probabilidad de 1 en 1×10^282 de que esto ocurra por casualidad”
Michael Strauss (PhD Física University of California, Prof. Física Oklahoma University, actualmente físico experimental colisionador de Hadrones (CERN) Suiza y estudio de propiedades cromodinámicas del Quantum en colisionador Tevatron)

Aunque les confieso, no todos los materialistas son brillantes, tengo algunos amigos sin demasiadas luces cuya razón principal y casi única de acoger esa tesis es para librarse de cualquier atadura moral, ya que la existencia de un creador invoca consideraciones filosóficas y teológicas, que como ya sabemos detestan, y además les generan preguntas que no a todos les gustaría responder, como ¿Hay vida después de la muerte? ¿Dónde iremos? ¿Vamos todos al mismo lugar?

El pensamiento de que ser ateo es de gente inteligente y cool es bastante reciente, tiene aproximadamente siglo y medio de vigencia; será en otro post donde veremos cómo y cuándo surge esa parte de la ciencia y su proceso de permeabilidad en lo sociocultural. La realidad es que los fundamentos de la ciencia reposan sobre grandes luminarias que también creían en un diseño inteligente como mejor explicación al orden cósmico y biológico, como Pascal, Kepler, Descartes, y hasta Albert Einstein. El especial caso de Isaac Newton por su devoción lo veremos a fondo en unos meses cuando analicemos la que se considera la obra más excelsa jamás escrita de toda la ciencia, “The Principia”.

Decía mi profesor Chileno de Marxismo y Comunismo: “Lo que se aprende debe pesarse, si luego de finalizado este curso algunos de ustedes resulta declararse comunista deben pesar eso que creen ser, es más, si les traigo un Derechista preparado que les explique porqué el comunismo no es posible, estoy seguro que a muchos de los “comunistas” aquí presentes los convencería”. El pensamiento crítico requiere inexorablemente de conocer las versiones en disputa, no puedo criticar el comunismo sin antes estudiarlo.

“La búsqueda puede ser extendida, pero los resultados son los mismos. Nunca se ha realizado una reunión, libro o paper que muestre en detalle la evolución de algún sistema bioquímico complejo”
Michael Behe (PhD en Bioquímica de Pennsylvania University, Prof. De Ciencias Biológicas de Lehigh University)

Lo interesante de esto que les cuento es que podría mencionarles innumerables casos de contradicciones monumentales alumbradas por mentes brillantes acorraladas por el prejuicio del materialismo. Con este ejemplo concluyo: Richard Dawkins en su libro “The Blind Watchmaker” -el cual les recomiendo leer- nos escribe esto, “Biología es el estudio de cosas complicadas que aparentan estar diseñadas para un propósito” y claro como ateo brillante que es, explica luego que a pesar de la sobrecogedora evidencia de diseño que existe, al final no están diseñadas. Interpretando la cita de Dawkins yo diría: “A pesar de que toda la evidencia apunta a que la naturaleza parece estar diseñada para un propósito, en realidad no lo está, recordemos que ninguna fuerza o entidad desconocida a las leyes de la naturaleza puede operar, entonces, a pesar de la contundencia evidencial del hecho, debemos buscarle otra explicación -como la del vecino a la cama de Ikea- que se ajuste a nuestros prejuicios”.

“La complejidad de la más simple de las célula es tan grande que es imposible aceptar que tal objeto pudo haber sido articulado por algún loco e inmensamente improbable evento. De ser así dicha ocurrencia seria indistinguible de un milagro”.
Michael Denton, Evolution: A Theory In Crisis. (PhD en Bioquímica King’s College London, Doctor en Medicina Bristol University)

Y termino preguntándome, ¿por qué si el ala atea de científicos al igual que la creyente, invocan eventos metafísicos para explicar el origen del universo y la vida, una tesis es científica y la otra no? La explicación de Hawkins sobre el origen del universo en “The Grand Design” es tan increíble y maravillosa que opaca al más sorprendente de los milagros bíblicos.

Origen de la Vida: barreras del parchís

Carlos Lantigua, egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones, nos plantea la oportunidad vamos a evaluar los siguientes elementos que se requieren para determinar si la casualidad es la actuante o no en un evento determinado; estos son los recursos probabilísticos y el patrón

 

Carlos Lantigua / clantigua@gmail.com

Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

En el artículo anterior estuvimos analizando científicamente la probabilidad de que una simple proteína de 150 aminoácidos se formara por casualidad, y los resultados fueron impresionantemente bajos, casi imposible a menos que una inteligencia haya estado detrás de tan meticuloso proceso.

En esta oportunidad vamos a evaluar los siguientes elementos que se requieren para determinar si la casualidad es la actuante o no en un evento determinado; estos son los recursos probabilísticos y el patrón.

Si usted nació antes del año 2000 seguramente jugó parchís o como se conoce en la Rep. Dominicana “parché”. Resulta que este juego ilustra muy bien lo que a continuación vamos a tratar. Imaginen que el juego va avanzado y a usted le colocan una barrera delante, la misma requiere que al jugador atrapado le salga un “doble cinco” en el lanzamiento de los dados para quebrar la barrera, pero hay un problema, la probabilidad de que esto ocurra es de 1 en 36, o sea un acierto por cada 36 lanzamientos, pero casi nadie sabe esto, entonces ¿por qué sudamos frío cuando nos colocan una barrera a mitad de juego? Resulta que sin conocer las probabilidades, la experiencia acumulada nos dice que “el patrón” del juego sugiere que esto ocurre poco y los intentos que requiero son muchos, lo que imposibilita la victoria y hace que mis contrincantes avancen porque la cantidad de lanzamientos que tengo es limitada por la llegada a la meta del contrario. En pocas palabras, sin saber la probabilidad real de un evento puedo inferir a través del patrón y los recursos probabilísticos, que tan frecuente es la ocurrencia de dicho evento.

El Matemático William Dembsky ha calculado la cantidad máxima de eventos que pudieron haber ocurrido a todo lo largo de la historia del universo observable [1]. Hizo este cálculo para poder establecer los “recursos probabilísticos” disponibles para producir en el universo cualquier evento por casualidad.

Durante la determinación del cálculo sobre los eventos posibles a lo largo de la historia del universo, Dembsky descubrió que existen 1×10^80 partículas elementales en el universo observable (dado que la velocidad de la luz tiene un límite de velocidad tope, solo las partes del universo que son observables pueden afectar algún evento en la tierra) -Este cálculo solo incluye protón, electrón y neutrón dado que son los únicos elementos que constituyen estructura de materia, el boson ha quedado excluido porque solo transmite energía y el quark también por ser parte de la constitución de protones y neutrones, pero si hubiesen sido contados solo cambiarían el dato final en un orden de magnitud- [2].

Otro parámetro de vital importancia es la llamada “unidad de Planck”. Dadas las propiedades de la gravedad, la materia y la radiación electromagnética, los físicos han determinado que hay un límite en el número de transiciones físicas que pueden ocurrir de un estado a otro dada una unidad de tiempo [3].

Según los físicos una transición física de un estado a otro no puede ocurrir más rápido que el tiempo que le toma a la luz atravesar la más pequeña unidad física de distancia “el quantum”, esa unidad de distancia es llamada “longitud de Planck” y equivale a 1×10^-33 centímetros. Dada esa longitud, el tiempo que le toma a la luz atravesarla determina la menor unidad de tiempo en que cualquier evento físico puede ocurrir, a esto se le conoce como “tiempo de Planck” y equivale a 1×10^-43 segundos.

Entonces dado que la mayor cantidad de elementos físicos que pueden ocurrir en un segundo es de 1×10^43, así como también el número de partículas elementales en nuestro universo observable es de 1×10^80 y en adición a esto de acuerdo al último cálculo sobre la ocurrencia del Big Bang y el tiempo transcurrido hasta el día de hoy es de 1×10^16, si multiplicamos los tres factores obtenemos que la cantidad máxima de eventos físicos que pudieron haber ocurrido desde el Big Bang hasta hoy es de 1×10^139.
Recordando el dato de que la probabilidad de que una proteína compuesta por solo 150 aminoácidos se forme por casualidad es de 1×10^164 y que la mayor cantidad de eventos físicos posibles ocurridos en toda la historia del universo es de 1×10^139 nos deja con la evidente conclusión de que la casualidad y el azar ni siquiera cuentan con los recursos probabilísticos o intentos necesarios para formar UNA sola proteína en toda la historia del universo [4].

Si en adición a todo esto puntualizamos que las condiciones en la tierra joven para generar vida a nivel celular eran extremadamente hostiles dada su última composición descubierta conformada por dióxido de carbono, nitrógeno y vapor de agua, colocan a la casualidad como una explicación irracional y anti científica sobre origen de la vida; a menos que haya que justificarla por absurda que sea, para defender la hipótesis materialista del surgimiento de la vida y el universo, donde la casualidad y no el propósito es la protagonista [5].

Los renombrados geoquímicos James Brook y Gordon Shaw sostienen que si una “sopa” rica en aminoácidos y ácidos nucleicos alguna vez existió en el periodo pre-cámbrico, debió dejar vastos depósitos de minerales con altas concentraciones de nitrógeno, sin embargo no hay evidencia alguna de dichos depósitos. El nitrógeno descubierto en organismos del período pre-cámbrico es menor a 0.015% lo que coloca a la hipotética sopa como inexistente o insignificante si es que alguna vez existió [6].

En lo referente al patrón, la cosa es mucho peor para la tesis de la casualidad, y esto es así porque no hay experimento ni comprobación científica alguna en el mundo, ni ha sido constatado jamás, que la casualidad unida a las leyes de la naturaleza y la materia haya podido ser la causante comprobada de algún surgimiento biológico por simple que sea. Todos los desarrollos en manipulación biológica han sido fruto de sofisticados equipos, ambientes controlados y lo más importante, genialidad de la inteligencia humana.

En los próximos artículos vamos a conocer de qué se trata la “Complejidad Irreducible” y la incapacidad de la teoría evolutiva y la selección natural para explicarla, así como también exploraremos el gran secreto que Charles Darwin nunca conoció y al cual temía.

[1] Dembsky, The Desing Inference, Cap. 6
[2] Dr. Meyer, Signature in the Cell, page. 216
[3] Dr. Meyer, Signature in the Cell, page. 216
[4] Dr. Meyer, Signature in the Cell, page. 217
[5] Dr. Meyer, Signature in the Cell, page. 225
[6] Brooks, The Origin of Life, page. 118

Origen de la Vida: probabilidad de la casualidad

¿Cómo explicar científicamente las casualidades? ¿Cuáles elementos debemos considerar para aproximarnos a los eventos que no parecen tener una explicación? El egresado Carlos Lantigua nos escribe con las respuestas

Carlos Lantigua / clantigua@gmail.com

Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

Luego de la boda bajamos al casino del hotel, parados en medio del salón con esos gestos y pose que caracteriza a los seres perdidos que buscan dirección, mi amigo saltó de alegría y dijo “mira la ruleta allí”, nos acercamos y habían tres personas jugando, entre ellos una doñita que para su edad mostraba un inusual corte de pelo y tinte rojo.

Repentinamente mi amigo dice “voy a entrar”, planta su apuesta negro 18, comienza la ruleta a dar vueltas, todo mundo alrededor con una calma pasmosa mientras mi amigo brotaba adrenalina hasta por los ojos, luego de varios saltos de la bolita y vueltas de la ruleta Bang! Negro 18! A lo que mi amigo grita a todo pulmón soy rico soy rico, en realidad solo había ganado 500 pesos, inteligentemente se retira, la doñita lo mira con desdén y le dice “yo tengo una hora aquí y vienes tú con esa chepa” –o casualidad en castellano dominicano-.

Cuando salimos a cambiar las monedas vemos que la doñita con su flamante pelo rojo también se retira, y justo antes de salir del casino le cae encima un plafón del techo que la deja ceniza, inmediatamente salen los empleados a socorrer su singular cliente y le dicen “discúlpenos ese plafón se cayó por casualidad”, a lo que la doñita responde “casualidad fue lo del jovencito que ganó a la primera en la ruleta, esto es vicio de construcción o falta de mantenimiento, voy a demandar!”

Ante este evento nos pueden surgir las preguntas: ¿Qué significa que algo ocurra por casualidad? O ¿Cuándo es razonable o plausible* invocar la casualidad como explicación de un evento? Y ¿Cuáles razones son válidas para excluir la casualidad como mejor explicación de algo? [1]

En nuestra aventura en el casino el evento de mi amigo parece encajar dentro de la casualidad, dado que hay un proceso conocido llamado “el juego de la ruleta” con 38 compartimientos y una bolita que pueden generar el evento producido con un probabilidad conocida (1 en 38) o sea cada 38 intentos en promedio es probable tener éxito en 1 ocasión prediciendo en qué lugar caerá la bolita. En el caso de la pobre doñita invocar la casualidad no parece ser plausible, dado que no existe un evento conocido específico y medible cuyo resultado pueda producir la caída de ese plafón, la única casualidad podría ser que la doñita estuviese en ese momento caminando debajo, pero no la caída del plafón en si, por lo tanto la respuesta de la señora de atribuir el evento a vicios de construcción o falta de mantenimiento es correcta.Aunque es muy común que los seres humanos invoquemos la casualidad fruto de la ignorancia o desconocimiento de los elementos que dieron origen a un evento en específico.

En términos científicos, cuando se dice que algo ocurrió por casualidad se quiere decir que el evento ocurrido pudo ser producto de una combinación compleja de factores conocidos que hace imposible determinar qué específicamente desencadenó el evento en cuestión [2].

En el verano de 1992 en Cambridge, el Dr. Meyer inició un proyecto de investigación junto al matemático William Dembsky y otro colega llamado Paul Nelson quien es PhD en filosofía de la biología de la universidad de Chicago. La idea del proyecto era descubrir cuales elementos definen la casualidad para luego de su posterior estudio y entendimiento analizar con mayor rigor las diferentes hipótesis sobre el origen de la vida. Fruto de esa búsqueda descubrieron que la casualidad para ser diagnosticada correctamente debe contar con tres elementos fundamentales de análisis:

  • Primero, el cálculo probabilístico de su ocurrencia
  • Segundo, los patrones que se relacionan con el evento
  • Tercero, los recursos probabilísticos con los que cuenta.

Veamos a continuación de qué se trata:
Tomemos el ejemplo de nuestra aventura en el casino, imaginen que regresamos más tarde esa noche, mi amigo sintiéndose dichoso vuelve a la ruleta y apuesta siempre al negro 18 y gana en 100 intentos consecutivos, la probabilidad de acertar en un intento es de 1 en 38, pero la probabilidad de acertar en 100 intentos consecutivos es de 1 en 1×10^158 (extremadamente improbable), ante este escenario inmediatamente se intuye que algo más allá a la casualidad está operando, o bien la mesa tiene un problema mecánico que genera el resultado por necesidad o mi querido amigo está haciendo trampa, pero ¿Por qué se presume que algo más allá de la “casualidad” está operando?, Sucede que la probabilidad de que esa sucesión de aciertos ocurra es inimaginablemente pequeña en términos probabilísticos.

Ronald Fisher desarrolló durante 1920 un método estadístico de evaluación para determinar “la casualidad” y cómo la misma puede considerase una explicación razonable o no; según Fisher la teoría de la casualidad puede ser eliminada cuando un evento se desvía grandemente de la frecuencia y distribución estadística que debería tener, a este método Fisher le ha denominado “rejection region” [3].

En adición a la improbabilidad de la ocurrencia del evento pasado hay otro elemento de vital importancia: el juego de la ruleta habitualmente describe un comportamiento estadísticamente predecible –patrón- y es que cada 38 intentos ocurra un acierto y cada cien ocurran dos, quizá un día de mucha suerte ocurran tres, más allá de ahí sugiere que otra causa está interviniendo.

Imaginemos que se descubre que la ruleta tenía un desperfecto mecánico en el que obligaba a la bolita caer siempre en el negro 18, efectivamente la teoría de la casualidad es eliminada, pero ¿Qué sucede si mi amigo cambia constantemente su apuesta de lugar y número, negro 4, rojo 25, rojo 7… y aun así acierta siempre? Las razones por la que este evento ocurre podrían sobrepasar la física para convertirse en metafísicas –probablemente es familia de Casablanca- sin embargo no deja de inferirse que la casualidad no es la única actuante, aunque no se entienda ni conozca la causa que desencadena el evento, igual se puede llegar a la conclusión de que algo más allá de la mera casualidad es parte de este evento [4] y la razón por la que podemos inferir esto es porque no obedece al “patrón” que describe el juego de la ruleta.

Para tener totalmente abarcadas las causas y los elementos que componen la “casualidad” nos falta analizar el último punto y es “recurso probabilístico” o como lo bautizó Dembsky “probabilistic resource”, el matemático dijo: lo que realmente importa no es tanto la poca probabilidad de que un evento ocurra, más importante es la cantidad de oportunidades que dicho evento tiene disponible para su ocurrencia [5].

Pongamos un ejemplo: si lanzo un dado la probabilidad de acertar en un cara del dado es de 1 en 6, si lanzo dos dados la probabilidad de acertar en ambas caras es de 1 en 36, pero lo más importante no es la probabilidad en sí, sino más bien cuantas oportunidades tengo para lanzar los dados, es evidente que si lanzo los dados una sola vez es mucho menos probable acertar en mis predicciones que si los lanzo 36 veces, en dicha cantidad de intentos es probable que consiga atinar una vez.

Los “recursos probabilísticos” pueden hacer de un evento poco probable un evento muy probable, dado el tiempo o cantidad de intentos disponibles que tenga dicho evento en ocurrir.
El premio Nobel de medicina George Wald dijo “El tiempo lo hace todo, dado el suficiente tiempo lo imposible se hace posible, lo posible probable y lo probable cierto”, entonces tomando en cuenta esta premisa nos aluden las preguntas: ¿Son suficientes los 4,500 millones de años que se estima tiene la tierra de antigüedad para alumbrar vida a través de mutaciones aleatorias y reacciones químicas sin guía

ni propósito? o mejor aún, desde el Big Bang hasta nuestros días ¿Cuántos intentos tuvo la vida para surgir por casualidad? O ¿Cuántos intentos necesita la vida para que surgir por casualidad sea una explicación plausible? Y también ¿Tiene la casualidad los recursos probabilísticos necesarios para ser tomada como la razón del origen de la vida y la información biológica?

Contando con las herramientas analíticas para conceptualizar sobre la casualidad y sus particularidades podremos en el próximo artículo evaluar científica y lógicamente las respuestas a todas esas preguntas, además conocer si es plausible concebir la vida como un evento ocurrido por casualidad fruto de la interacción entre la materia y las fuerzas de la naturaleza, así como también conoceremos datos impresionantes sobre el tiempo, los átomos y el universo.

Hasta la próxima entrega…

[1] Dr. Meyer, Signature in the Cell, 174
[2] Dr. Meyer, Signature in the Cell, 176
[3] Fisher, The Design of Experiments, 13, 17
[4] Dr. Meyer, Signature in the Cell, 185
[5] Dr. Meyer, Signature in the Cell, 190
*Plausible: atendible, admisible, satisfactorio.

Origen de la Vida: información

Un gran misterio del mundo científico es ¿de dónde y cómo se originó la primera vida si la misma necesita información para ser creada, reproducirse y mantenerse; de dónde vino la información contenida en la primera célula?

Carlos Lantigua / clantigua@gmail.com

Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

En el año 1997 cuando aún era un niño un fenómeno cósmico cambió la forma de cómo miraba al cielo, se trataba del cometa Hale-Bopp cuyo evento fue algo fuera de serie para la astronomía. Cada noche después de cenar salía al balcón del apartamento a observar aquella cola de fuego paseándose por las estrellas como si la luna no existiera. Luego de calmado el asombro y con el cometa apareciendo cada noche durante meses, comenzaron a revolotear en mi cabeza preguntas que nunca jamás me abandonarían, ¿Cómo se formó el universo?, ¿De dónde venimos?, ¿Hacia dónde vamos?, ¿Por qué existimos?

A continuación con una serie de artículos que inician con este escrito, les voy hacer parte de las inesperadas respuestas que me he encontrado de adulto, viajando por los textos más fascinantes, las historias más sorprendentes y los increíbles acontecimientos que en las academias más prestigiosas del mundo se dieron y dan lugar en aras de responder estas preguntas, que para mi suerte resultaron también ser las inquilinas permanentes de mentes brillantes en el mundo científico.

Susej lkh uh lenfkwhj 6hue… No se asusten, no ha sido poseído mi teclado, es solo que con ojos cerrados he escrito al azar, inmediatamente me fue evidente que esa combinación de letras no me brinda ninguna información en los códigos que conozco.

Cuando James Watson y Francis Crick en 1953 descubrieron la estructura del ADN quizá no imaginaban cómo cambiarían la ciencia, especialmente en el área de la biología y la información. Uno de los descubrimientos científicos más grandiosos de todos los tiempos ha sido que en cada una de las 10 trillones de células que aproximadamente posee el cuerpo humano, tenemos contenida una “palabra” con la asombrosa cifra de 3,500 millones de letras de longitud, escrita con 4 letras químicas “C,G,A,T” (Citosina, Guanina, Adenina, Timina) [1].

El ADN tiene almacenada las instrucciones de ensamblaje para construir gran cantidad de proteínas y máquinas de proteínas que sustentan y mantienen la vida del más primitivo de los seres vivos unicelulares [2]. Bill Gates dijo, “El ADN es como un programa de computación, pero mucho, mucho más avanzado que cualquier programa jamás creado” [3]. Un gran misterio del mundo científico es ¿de dónde y cómo se originó la primera vida si la misma necesita información para ser creada, reproducirse y mantenerse; de dónde vino la información contenida en la primera célula?

También el investigador y científico del “origen de la vida” Bernd-Olaf Küppers explica, “El problema del origen de la vida es claramente equivalente al problema del origen de la información biológica” [4].

En la presentación final del proyecto del “Genoma Humano” culminado en el año 2000 y presidida por Bill Clinton en La Casa Blanca, el científico director del proyecto Francis Collins describió el genoma humano como “un gran libro repositorio de instrucciones, el libro de la vida” [5]. A principios del 1960 los avances en el campo de la biología molecular dejaron claro que la información digital contenida en el ADN solo era parte de un complejo sistema de procesamiento de información y una forma avanzada de nanotecnología que excede cualquier invención humana en complejidad, densidad de almacenamiento y lógica de diseño [6].

Para poner todo esto en perspectiva debemos tener claro qué es la información y cómo se origina, por ejemplo, estamos tomando una clase de “campo electromagnético” con uno de nuestros queridos profesores (inserte emoji), la pizarra blanca, el marcador y el profesor están constituidos por materia, la tinta con que el profesor transfiere “información” a la pizarra también es materia, pero lo que el estudiante percibe de una ecuación escrita con tinta para calcular el campo de una carga puntual no es materia, la materia fue el medio no la fuente, la pizarra y el marcador con la tinta no pueden suministrar información por si solas, solo la mente inteligente de nuestro querido profesor puede. Si lanzamos el marcador contra la pizarra “n” cantidad de veces es “casi imposible” que surja algún tipo de información, mucho menos información compleja y específica. Más adelante en artículos siguientes definiremos con exactitud cuánto es “casi imposible” y qué es información compleja y específica.

El biólogo evolucionista George Williams apuntó “puedes hablar de galaxias y partículas de polvo en los mismos términos porque ambos son masa y carga, anchura y longitud, pero no puedes hacer eso con la información y la materia” [7]. La materia y la información pertenecen a dominios diferentes, no guardan relación ni proporcionalidad alguna, por un hilo de fibra óptica del grosor de un cabello se puede transmitir muchísima más información que por un cable de cobre cientos de veces más grueso.

Lo que el ser humano reconoce como información siempre es generado por pensamientos, consciencia o actividad inteligente de algún tipo. Miren como la NASA valida esta aseveración: en el año 2008 la NASA transmitió al espacio la canción de los Beatles “Across the Space” en conmemoración del 40vo. aniversario de haberse grabado la canción y de los 50 años de la NASA ser fundada [8], y lo interesante de todo es que Paul McCartney dijo “Muy bien NASA envíen todo mi amor a los alienígenas”, ¿qué hace pensar a Paul que su mensaje puede ser tomado en consideración estando el espacio plagado de ondas de radio de todo tipo? Ahhh bingo!! La información, NASA y Paul saben que si existe un ser extraterrestre inteligente que recibe las ondas de radio de la canción va a inferir que otro ser inteligente la ha enviado, porque la canción contiene información. La única diferencia que existe entre las ondas de la canción y el resto de ondas, es que la canción fue hecha con propósito, no al azar, con música y melodía, la aleatoriedad no hace canciones, solo crea ruido, el azar no crea belleza, la distorsiona.

Por todo esto la NASA tiene decenas de antenas gigantes en todo el mundo, recibiendo señales 24/7 [9] albergando la esperanza de algún día encontrar información dentro de tanto ruido y poder decirnos a todos “Hemos encontrado vida inteligente, recibimos una señal con información”, porque la única fuente conocida por la humanidad que genera información es la de una mente inteligente, entonces me vuelvo a preguntar ¿Quién o qué escribió el “libro de la vida” contenido en el genoma humano?

En los siguientes post seguiremos juntos desenmarañando la respuesta…

[1] PhD. Jhon C. Lennox “Seven Days That Divide The World”, 100
[2] multimedia.mcb.harvard.edu/media.html
[3] Bill Gates, The Road Ahead, 188
[4] Küppers, Information and the Origin of Life, 170
[5] Elisabeth Pennisi, Finally the Book of Life
[6] PhD Stephen Meyer, Signature in the Cell
[7] Interview with Williams, Brockman, The Third Culture, 42-43
[8] http://www.nasa.gov/home/hqnews/2008/jan/HQ_08032_NASA_Beatles.html
[9] http://deepspace.jpl.nasa.gov/

El valor de las pequeñas cosas

Laura Marcelino / lauramarcelino10@gmail.com

Mientras buscaba concentradamente en mi computador, inmersa en mis deseos de éxito laboral, un documento solicitado por mi jefe, me detuve ante la presencia de una paloma negra que se posaba en mi ventana. Inmediatamente bauticé aquel momento como “la bendición del día”. Rápidamente y con esa excitación con la que los jóvenes de este tiempo solemos captar todo en nuestros teléfonos, tomé mi celular para retratar el singular acontecimiento. Segundos antes de presionar el botón de la cámara, acercando mi aparato al ave, está alzó sus alas y se marchó.

Entonces comprendí como la tecnología, a pesar de habernos traído un sinnúmero de beneficios, muchas veces provoca la extinción de pequeños placeres e instantes de la vida. Que al final lo que importa es capturar el momento, pero en el corazón, para que una vez escondido allí pueda realmente florecer en nosotros.

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