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Origen de la Vida: Darwin y el registro fósil

En los días de Darwin solo una pequeña fracción de todas las capas fósiles de la tierra había sido estudiada, y el número de paleontólogos se podía contar con dos manos. Inmensas áreas no se habían explorado, como la Unión Soviética, Australia, África y Asia, por lo tanto era razonable esperar que organismos intermedios podrían ser eventualmente encontrados.

Carlos Lantigua / clantigua@gmail.com

Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

“Solo una porción muy pequeña de la superficie terrestre ha sido geológicamente explorada, y en ningún caso con el cuidado suficiente” [1].

A pocos años de ser publicada la obra maestra de Darwin, la búsqueda de los eslabones perdidos de todas las especies se volvió una obsesión por parte de los arqueólogos. Otra idea que en este caso atrapó la imaginación de los biólogos y el público en general, fue embarcarse en la búsqueda de “eslabones vivientes” en las regiones no exploradas del planeta [2].

Algunos de los primeros intentos en la búsqueda de vida ancestral se realizó en el lecho marino de “Lofoten fjords” en Noruega y alrededor de la costa atlántica de Inglaterra, que en 1860 había revelado que algunas especies de criaturas marinas que se pensaban extintas hacía millones de años, estaban de hecho vivas en el suelo marino. A raíz de esto dijeron, “Y algunos de estos sobrevivientes podrían ser los eslabones perdidos que el nuevo concepto de la evolución requiere que hayan existido alguna vez” [3].

“El número de enlaces transitorios e intermedios, entre todas las especies vivientes y extintas, debe haber sido inconcebiblemente grande. Pero ciertamente, si esta teoría es cierta, todos han vivido sobre la tierra” Charles Darwin [4]

Cuando el HMS challenger partió en 1872 a cargo de la primera exploración sistemática a gran escala de la fauna del fondo marino hubo una gran emoción. Uno de los miembros científicos de la expedición registró, “cada joven y adulto que en el barco podía escabullirse en el congestionado grupo, quería ver lo que se había pescado” [5].

A medida que iban explorando la emoción disminuía, casi la totalidad de la pesca eran especies conocidas y cuando un nuevo grupo de organismo fue descubierto, se comprobaba invariablemente que era una especie distinta y en ningún sentido intermedia o ancestral en la forma que requiere la evolución [6].

“Nosotros continuamente sobreestimamos la perfección del registro geológico, y falsamente inferimos que, porque cierta cantidad de grupos o familias no han sido encontrados por debajo de ciertos niveles, los mismos no existieron antes de ese nivel” Charles Darwin [7]

En los días de Darwin solo una pequeña fracción de todas las capas fósiles de la tierra había sido estudiada, y el número de paleontólogos se podía contar con dos manos. Inmensas áreas no se habían explorado, como la Unión Soviética, Australia, África y Asia, por lo tanto era razonable esperar que organismos intermedios podrían ser eventualmente encontrados. Y esta era la principal defensa de Darwin a favor de su teoría.

La expansión de la actividad paleontológica ha sido tal que el 99.9% de toda la exploración se ha realizado en los últimos 100 años. Solo una pequeña fracción de cientos de miles de fósiles conocidos hoy estuvieron al alcance de Darwin [8].

“El número de variedades intermedias que ha existido debe ser verdaderamente enorme. ¿Por qué toda formación geológica y todo estrato no está lleno de dichos enlaces intermedios? La geología ciertamente no revela ninguna cadena orgánica gradualmente afinada, y esto quizá es la más obvia y seria objeción que se puede argumentar en contra de la teoría. La explicación reposa, creo yo, en la extrema imperfección del registro geológico”. Charles Darwin [9]

A pesar del tremendo incremento de la actividad geológica en cada esquina del planeta y a pesar también del descubrimiento de muchas especies extrañas y de formas desconocidas, la “infinidad” de organismos intermedios o eslabones aún no han sido descubiertos, y el registro fósil sigue siendo igual de discontinuo como lo era cuando Darwin escribía “El Origen” [10].

Robert Barnes comenta, “el registro fósil nos dice prácticamente nada sobre el origen y la evolución de las familias y las clases. Formas intermedias son inexistentes, no descubiertas o no reconocidas” [11].

“A partir de todas estas consideraciones, no se puede dudar que el registro geológico, visto como un todo, es extremadamente imperfecto; pero si confinamos nuestra atención a cada una de las formaciones, se hace mucho más difícil entender por qué no encontramos allí variaciones bien definidas y graduales de alegadas especies que vivieron en el inicio y el final de dichas formaciones”. Charles Darwin [12]

La ausencia de formas transicionales en el registro fósil es dramáticamente obvia, incluso para alguien no especializado y sin ningún conocimiento en morfología comparativa [13]. Recordemos que la evolución Darwinista requiere de infinidad de mutaciones logradas al azar y sin ninguna influencia de inteligencia o propósito -con todo lo que esto implica, ver ID3- y las que fuesen beneficiosas de esas lentas y graduales mutaciones, se fijarían en la especie fruto de la selección natural, y dicho cúmulo de variaciones alumbraría toda la diversidad biológica, dígase todos los animales y las plantas que habitan la tierra serían fruto de innumerables organismos que se fueron perfeccionando a través de millones de años hasta lograr el impresionante funcionamiento que hoy conocemos, y me pregunto al igual que Darwin, ¿Por qué no conocemos ninguna especie en transición? O ¿Dónde está el mamífero terrestre que de acuerdo a la teoría evolutiva se fue convirtiendo en ballena? Y finalmente ¿Por qué repentinamente se ha detenido la supuesta macroevolución que genera cambios morfológicos o de forma corporal?, como comenta Michio Kaku.

Charles Darwin como científico responsable dedicó 1/3 de su obra a exponer las graves lagunas que debía sortear su teoría, sin embargo, esos temas a pesar de persistir como lagunas no son abordados por una comunidad científica que a mi entender ha defraudado a Darwin, caminando de espaldas a la evidencia científica y amoldando la teoría a posiciones dogmáticas.

La buena noticia es que la verdad siempre prevalece y con ella la ciencia. Las evidencias que cada día salen a la luz no hacen más que resaltar todos los miedos y dudas de Darwin, haciéndolo grande por haberlos reconocido antes, y dejando en una posición de mediocridad a gran parte de la comunidad científica del siglo XXI, que conociendo las evidencias y pretendiendo defender a Darwin lo que consiguen es pisotear y enlodar su gran obra “El Origen de las Especies”.

En los capítulos siguientes seguiremos profundizando la obra de Darwin, la morfología animal, la explosión de la vida y muchos puntos vitales para entender el “Origen de la Vida”.

“No pretendo negar que nunca sospeché qué tan pobre era el registro fósil en las secciones geológicas mejor preservadas, tampoco que la ausencia de innumerables enlaces transitorios entre las especies que vivieron al principio y cercano a cada formación, presionaran tan fuerte contra mi teoría”. Charles Darwin [14]

[1] Darwin, Origin of Species, p321
[2] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p158
[3] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p159
[4] Darwin, Origin of Species, p316
[5] Marshall, Aspect of Deep Sea Biology, p19
[6] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p159
[7] Darwin, Origin of Species, p336
[8] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p160
[9] Darwin, Origin of Species, p315
[10] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p162
[11] Barnes, Invertebrate Beginnings, p365
[12] Darwin, Origin of Species, p327
[13] Denton, Evolution a Theory in Crisis, p166
[14] Darwin, Origin of Species, p335

 

Foto: http://www.escuelapedia.com/blog/una-aproximacion-al-concepto-de-evolucion/