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Tag: Objetivos

Luchar por un propósito

Cuando pensamos que podemos lograr eso que tanto anhelamos y tomamos acción, ya hemos dado el primer paso

Marcos A. Dalmasí Peña / Estudiante de Ingeniería Civil

La mayoría de las personas viven su vida el día a día pero no se enfocan en establecer un objetivo o algo que les dé sentido a la misma en un futuro. Esta es la razón por la cual solo unos cuantos llegan a alcanzar el éxito o esa satisfacción plena interna.

Debemos descubrir qué es lo que más amamos en la vida y qué se nos da mejor. De ser varias cosas debemos decidir a cuales nos inclinaremos o si solo será una, pero sea cual sea nuestra decisión debemos dejar el corazón en la misma, dedicar todas las horas posibles de nuestro tiempo a esto y por más obstáculos o desilusiones que se nos presenten en el camino nunca tiraremos la toalla o desistiremos.

Cuando pensamos que podemos lograr eso que tanto anhelamos y tomamos acción, ya hemos dado el primer paso y a su vez conseguido el 50% de nuestro éxito, porque tanto las primeras acciones y la creencia en nosotros mismo de que podemos, son las partes cruciales para desarrollar nuestro propósito en la vida.

Foto: www.blogdelfotografo.com

Los primeros once meses…

El último mes del año es la línea meta a que apuestan muchos de nuestros planes y proyectos. Sin embargo, para llegar a diciembre hay que tener primero once meses de planificación y trabajo arduo

 

SANTO DOMINGO. Acabamos de vivir el remolino que es el mes de diciembre. El mes que cierra el año es también el plazo que ponemos a la mayoría de nuestros planes y proyectos; Por eso es que además de fiestas, reuniones, encuentros, esos 31 días traen también mucha prisa, nervios y en algunos casos frustración y desesperación.

Y es que para ver nuestras metas del año cumplidas en diciembre, debemos pasar los primeros once meses del año planificando y organizando nuestros proyectos, para luego trabajar arduamente en cumplirlos.

Te proponemos una metodología para organizarte y tener once meses de trabajo arduo en este 2016, y un diciembre de verdadero éxito y celebración.

1. Formula tus metas.

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El planteamiento de metas debe ser un poco atrevido, pero a la vez realista y debe plantearte proyectos que verdaderamente dependan de ti y de tu esfuerzo. Algunas de las metas de año nuevo más comunes son perder peso, ahorrar y leer más.

Conoce las metas de Mark Zuckerberg para este 2016 –> http://goo.gl/jeKlMn

 

2. ¿Cómo te planteas lograrlo?…si, !eso incluye hasta el presupuesto!

planificacionPor ejemplo, si este año te propusiste hacer más ejercicio entonces primero debes preguntarte ¿dónde vas a ejercitarte? (gimnasio, parque..), ¿con cuáles instrumentos? (pesas, bicicleta…) ¿Cuánto podría costarte? (inscripción al gimnasio, compra de tenis, traslados…) ¿Cuándo? (Con tu horario de clases qué días y hora puedes dedicar tiempo a tu meta).

Solo logrando una clara planificación de tus metas podrás hacerla una realidad.

3. Revisa, corrige y aprende.

Erevisastablece un plazo de medio término para revisar el cumplimiento de tus metas y verificar si debes hacer algún cambio en los procesos que habías establecido para mejorar. Por ejemplo, te propusiste leer más y el horario en que elegiste hacerlo era en la noche, pero a menudo te quedabas dormid@ (true story)…entonces es necesario repensar el horario.

 

4. Inspírate en otros.

Todos tenemos nuestros propósitos personales y nuestras maneras de hacerlos realidad. Sin embargo, observar los procedimientos empleados por otros en el camino hacia sus metas, los escollos que superaron e incluso cómo celebraron sus logros son una manera de inspirarte y de comenzar a ver también tus sueños materializados.

Rodéate de personas  que también disfruten plantearse metas y esforzarse para hacerlas realidad.

Comparte ¿cuáles son tus metas para este 2016? y ¿cómo te planteas lograrlas? Ojalá y en diciembre, al pasar balance, sea muy positivo.

 

 

A mitad de año…

Ya pasaron los primeros cinco meses del año y para muchos !fue demasiado pronto! Si todavía ves tus metas anuales muy distantes, estás a tiempo para aplicar los correctivos de lugar y perseguirlas

 

Carmen Matos / carmen.matos@intec.edu.do / @CarmenMatosR

Si usted es como yo, la mitad del año le agarró de lo más “campante” y casi sin darse cuenta. O sea !Faltan cincoseis meses (211 días) para que llegue el 2016! ¿Hacia dónde se fue el año? ¿Cuáles de mis grandes proyectos pude alcanzar? ¿Al menos hay algún avance digno de reportar?

Les confieso que el párrafo anterior me da escalofríos, ¿qué he estado haciendo todo este año que no fuera parte de la rutina? Para que no “cunda el pánico” las evaluaciones de medio tiempo tienen su razón de ser, y es darnos cuenta de ¿en qué hemos estado fallando para aplicar los correctivos necesarios y salvar nuestras metas del año? (o lo que quede de ellas).

Investigando un poco en la web encontré algunos consejos interesantes y se los comparto:

  • Analiza el progreso de cada meta ¿Qué pasos debes seguir para alcanzarla? ¿Cuáles has completado y hasta qué nivel?
  • Identifica barreras y sus posibles soluciones.
  • Nunca dejes fuera la
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    parte financiera, las metas casi siempre suponen una inversión que casi nunca consideramos al momento de planificarnos (transporte, pago de servicios, compra de materiales y equipos, etc.).

  • El seguimiento no puede ser cada seis meses, sino una práctica constante.
  • Busca apoyo de otras personas en el diseño de tus metas.
  • No tengas miedo de tomar un camino alternos, nuestras metas evolucionan y también pueden cambiar. No tengas miedo de hacerlo en la medida en que contribuyan a tu crecimiento integral.

Si te interesa profundizar, aquí algunos links consultados:

Imagen:http://www.aprendeseduccion.com/?p=3687

El dominicano y la búsqueda de la perfección

Muchas veces nos imponemos estándares inalcanzables de la perfección, sin embargo, como plantea el profesor Eligio Cabrera, debemos construir un nuevo concepto que invite a tener metas más reales enfocado en nuestros logros

 

Eligio Cabrera / Profesor Área de Ingeniería / eligio.cabrera@intec.edu.do

El concepto de perfección que tenemos en la cultura dominicana, en mi opinión, representa un gran escollo para nuestro desarrollo personal, familiar, institucional, nacional.

En aritmética, un número perfecto es aquel entero positivo que coincide con la suma de sus factores propios. Los números enteros positivos, o naturales, son los que usamos para contar y un factor de un número natural es otro número natural que lo divide exactamente.

Todo número natural es divisible por sí mismo, por ejemplo, 15/15=1, 12/12=1, 6/6/=1, y, en general, para cualquier número natural n, n/n=1.

Y se dice que una fracción es propia cuando el numerador es menor que el denominador, como 1/6, 1/12, 1/15, 5/6, 6/12, 6/15, 12/15. Pero 6/6, 12/12, 15/15, son fracciones impropias, pues en cada una el numerador es igual y no menor que el denominador.

Así que 15 no es perfecto, ya que sus factores propios son 1, 3, 5, que sumados dan 9, que es menor que 15, y como cuando la suma de los factores propios de un número natural es menor que el número se dice que es deficiente, entonces 15 es un número deficiente.

El 12 tiene como factores propios a 1, 2, 3, 4, 6, cuya suma es 16, mayor que 12. Cuando la suma de los factores propios de un número natural es mayor que la suma de sus factores propios se dice que es abundante. Por tanto, 12 es abundante.

Pero acontece que el 6 tiene como factores propios a 1, 2, 3, que sumados dan justamente 6, por lo que se dice que 6 es un número perfecto. También lo es 28, pues sus factores propios son 1, 2, 4, 7, 14, que sumados dan exactamente 28.

Si un dominicano hubiese creado las definiciones de número deficiente, perfecto y abundante, muy probablemente hubiese intercambiado perfecto y abundante. Y esto así porque para nosotros la perfección no está entre dos extremos, sino en el extremo superior, incluso por encima de él, suele ser inalcanzable.

Sin embargo, recuerdo que en la escuela primaria me enseñaron que los latinos de la antigüedad decían que en el medio es que está la virtud. Incluso en la Biblia se advierte de no ser demasiado justo por el riesgo de auto destrucción.

En la cultura oriental, en Japón y China, concretamente, lo perfecto es lo que logra su cometido. Si se fabrica un producto, por ejemplo, una vez cumple con las especificaciones acordadas, se dice que está perfecto y entonces procede a mejorarlo.

De manera que para los orientales, como para los latinos de la antigüedad, la perfección es un umbral, un punto de equilibrio, no un máximo o un tope inalcanzable, o la falta absoluta de fallas o limitaciones.

Cuando los productos japoneses comenzaron a llegar a los mercados occidentales, como ocurrió posteriormente con los chinos, eran motivo de burla. Pero funcionaban, hacían el trabajo, y a un precio muy inferior al de aquellos que imitaban.

Pero gradualmente fueron mejorando y desde hace ya décadas los productos japoneses son sinónimo de máxima calidad. De hecho, la industria automovilística japonesa llevó casi a la extinción a la norteamericana.

Por tanto, este concepto dominicano actual de perfección es algo que nos hace mucho daño. Deberíamos abandonarlo. Y tenemos un buen ejemplo a tomar del béisbol, deporte muy popular entre nosotros.

En efecto, el promedio de 300 para un bateador en béisbol se considera muy bueno, a pesar de que literalmente significa que el bateador falla 7 de cada diez veces que va al plato. Pero no se mira las veces que falla, sino las que acierta, a saber, tres de cada diez. Similar a los orientales, que miran el promedio, y lo van mejorando.

Insisto en este concepto de perfección nos corroe como cultura, porque nos lleva a ni siquiera emprender grandes cosas, pues ponemos el énfasis en las fallas y no en los aciertos.

Y es extraño que hayamos llegado a esto, teniendo una influencia judeo cristiana tan marcada en otras cosas, como nuestro machismo, que se dice tiene su origen allí.

El apóstol Pablo en su carta a los Filipenses plantea: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8)

Es claro como el sol del mediodía que Pablo está instruyendo a los miembros de la iglesia a poner la atención, constantemente en lo positivo. Incluso esforzarse por encontrarlo donde pareciera que no lo hay.

Y Pablo pide a los hermanos que llenen su mente de estas cosas buenas, que desestimen el resto. ¡Qué diferencia con nuestros programas de comentario que llenan y rebozan la radio y la tv dominicanas! De hecho, tengo años sin ver televisión y oigo la radio muy selectivamente, por este espíritu de que todo está mal que promueven y la ingente cantidad de anuncios, por supuesto.

Que Dios nos permita alcanzar un nuevo concepto de perfección, como individuos, familias, instituciones y nación.

Planificación, ¿disciplina o necesidad?

Para muchos, la clave en alcanzar el éxito está en hacernos a menudo las siguientes preguntas:¿qué tengo que hacer?, ¿qué otras tareas o personas dependen de ello?, ¿cuánto tiempo me tomará hacerlo?, ¿qué necesitaré?, ¿a quién/es les puede interesar? 

Margarita Báez Reyes

La era de la autogestión ha llegado. Reconocer que si un mismo sistema no es capaz de regenerarse ante las potenciales contingencias que puedan presentarse, simplemente de nada sirve, es un muy buen indicio de que entiendes la importancia de la planificación como una ruta hacia el desenvolvimiento autónomo de tu trabajo.

Pasa en la vida, pasa en los negocios, pasa inclusive con las nuevas ideas. No tienes que ser un gurú en administración del tiempo para experimentar la satisfacción de haber planificado adecuadamente las tareas: ¿qué tengo que hacer?, ¿qué otras tareas o personas dependen de ello?, ¿cuánto tiempo me tomará hacerlo?, ¿qué necesitaré?, ¿a quién/es les puede interesar? Responde estas interrogantes y asegurarás el éxito deseado.

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Ahora bien, ¿cómo se mide el éxito?, ¿cuándo y cómo reconocer una desviación en los objetivos ya definidos? Si durante la planificación se han tomado en cuenta todos los puntos correspondientes de manera objetiva y ajustada a las necesidades reales, en teoría, no debe haber cabida para los errores. Sin embargo, muchas veces la planificación esconde rasgos que a simple vista son invisibles cuando ésta se utiliza como una necesidad y no una disciplina.

La planificación como disciplina es tan fundamental como que salga el sol todos los días, es considerada la acción preventiva por excelencia. Si alguna vez quisiste ser un mago, es tu momento, lúcetela y:

  • Sé realista.
  • Establece un rango de estimaciones en base a lo que quieres alcanzar y permanece constante en ello.
  • Autogestiona tus recursos y sé diligente.
  • Sé flexible y toma riesgos.
  • Planifica también los cambios.

Que no cunda el pánico, los imprevistos pueden ser molestosos y estresantes pero sirven de fuente para la concepción de nuevas lecciones aprendidas, que aportan un valor sustancial en el desenvolvimiento de futuros proyectos.

Fuente de las imágenes: Cómo planificar actividades TIC de manera eficiente, María Rodríguez López (Jun 2012) / Shutterstock