El profesor Jimmy Barranco además de ser un excelente nutriólogo tiene un gran manejo de las palabras. En esta ocasión nos deleita con un poema en el que mezcla los conceptos de nutrición con la rima de sus versos.
I
En el huerto del Edén
creó Dios un árbol de pera;
para que Adán comiera
y su costilla también.
Pero del árbol del bien
y del mal, una mañana;
Eva toma una manzana
para seducir a Adán.
¡Han pecado y morirán…
…por haber manchado el alma!
II
Por culpa de una manzana
entró el pecado a la tierra.
La enfermedad y la guerra
son pan de cada mañana;
Y una flecha envenenada
atraviesa el corazón.
Por culpa del chicharrón
la cerveza o la manteca;
…el alma gorda que peca
morirá sin redención.
III
En el Edén de la vida
hay manzana, también pera.
No comáis de la primera
aunque parezca atractiva;
Ya que es fruta prohibida
y os puede cambiar la suerte
andando en sombra de muerte
con la pancita arrocera;
Pues la grasa cervecera
causa infartos y diabetes.
IV
La manzana siempre crece
bordeando la cintura;
Y se nutre con las frituras
que se bañan en manteca.
Pero también la cerveza
y la vida sedentaria;
Impiden que las plegarias
lleguen al Omnipotente…
Dejando al impenitente
en sus redes carcelarias
V
Hay tres placeres que matan
de dolor al corazón;
Lo matan de inanición
tapando las coronarias.
Esta banda mercenaria
de ALCOHOL, TABACO y COMIDA;
Permanece allí escondida
en la grasa abdominal;
Hasta hacer un día explotar
Pum!…la bomba fuente de vida.
VI
Esos placeres mortales
comparten la misma cosa:
Los tres entran por la boca
provocando muchos males;
Con resultados fatales
pues producen adicción….
Obnubilan la razón
quemando las neuronas;
…Y el alma que es barrigona
no puede volver a Sion.
VII
Te besaste con la gula
debajo del platanal…
¡Cuántos duermen sin cenar…
…y tú, bañada en gordura!
Mas, si la grasa perdura
almacenada en tu panza…
Se esfumará la esperanza
de vivir por mucho tiempo;
Tu vida será un tormento…
Y tu muerte, una acechanza.
VIII
No es el alcohol tu amigo
para contarle tus penas;
Como grasa se almacena
y pretende acabar contigo.
Escucha lo que te digo
y guárdalo en la memoria;
Tu consuelo, sea tu historia
de vivir con tus placeres;
Pues, quien por su gusto muere
la muerte le sabe a gloria…!
IX
Como buen dominicano
padezco de colofilia ;
A nadie le tengo envidia
y vivo como un bacano.
Soy amante del banano
que se cultiva en el rancho.
No caigo nunca en el gancho
de comer mucho y beber;
Pero amo a cualquier mujer…
que me acurruque en sus brazos.
X
Mas, si tengo que escoger
entre una manzana o pera;
Sin dudas que yo escogiera
la pera como mujer.
Pues, me embriaga de placer
la guitarra seductora;
con su gemir que enamora….
Poniendo mi alma a vibrar;
mucho más que el repicar
rítmico de una tambora
XI
Prefiero tocar guitarra
antes que güira y tambora;
Con néctar de pera y cola
cualquier doncella me amarra.
…Y atrapado entre sus garras
alcanzo la vida eterna;
Pues, ahogando mis penas
en sus mares de placer…
Volvería yo a nacer
sin prisiones ni cadenas.
XII
Un gancho para la güira;
un palo pa´ la tambora…
Y unas manos seductoras
para el cuerpo de mi diva.
¡Piel de ángel, cuerdas divinas!
Un soneto… un madrigal…
sobre las olas del mar;
que acarician tu cintura…
Y despojan las vestiduras
de mi guitarra inmortal.
XIII
¡Dios quiera que tu cuerpo…
Sea cultivado de peras!
Sembradas en las caderas
seductoras de tu huerto.
Justo allí, donde los muertos
dejan su tumba vacía;
Y a la luz del nuevo día
las inmortales criaturas…
Disfrutan en tu cintura
de embriagadora orgía.
XIV
¡Qué linda tu cinturita…
…Dios te la libre de mal!
¡Quién pudiera descansar
meciéndose en tu hamaquita…
De frondosa caderita…
con ritmo y sabor tropical!
…Y libar en tu panal
esa miel con sabor a pera;
Más allá de las fronteras
de tu lecho virginal…!
XV
La manzana trae muerte…
Mas, la pera es placentera.
¡Qué cintura… qué caderas…!
¡Cuántas ganas de comerte!
Dame tu pulpa…y mi suerte
será un huerto fecundo…!
Y mi vida, un nuevo mundo;
en el jardín del Edén…
Pues en tu cuerpo, mi bien…
Se purifica lo inmundo!