A propósito de que el 28 de este mes celebramos el Día Internacional del Libro, compartimos un Rincón Literario sobre los “Best sellers” de siempre, los libros de autoayuda
Petra Saviñón / ferrerasster@gmail.com
Desde los proverbios precristianos hasta los modernos coaching, los materiales de autoayuda han sido para muchos esa varita mágica que puede transformarlos y abrir puertas al éxito.
Así, libros, canciones, mensajes telefónicos, cadenas de correo electrónico, conferencias y todo cuanto pueda calificarse de autoayuda amplía su mercado entre gente que según especialistas es flagelada por los grandes vacíos existenciales que trae consigo la vida posmoderna.
¿Dónde radica su victoria? José Miguel Gómez, expresidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, responde en que tratan temas vitales como autoestima, inteligencia emocional, conflictos de parejas, familiares, problemas de salud mental y los temas espirituales y existenciales.
“Muchas veces hay traumas sicológicos, miedos, falta de madurez o inteligencia para aprender a armar proyectos de vida y en el material de autoayuda los profesionales hablan de todas esas complejidades”, explica.
Las féminas, sobre todo, entre los 35 y los 50 años, quizás no sean las más necesitadas, pero sí las que más recurren a este tipo de asistencia, de acuerdo con las estadísticas que maneja el especialista.
El volumen de ventas en la Librería Cuesta así lo manifiesta. Al cierre de 2015, los materiales de autoayuda aparecían en el primer lugar de ventas, seguido de narrativa de ficción y novelas de no ficción. El dato establece que la tendencia se ha convertido en una vía de escape para personas de 18 a 40 años.
El profesor de Letras Manuel Matos Moquete expresa que los libros de autoayuda no son literatura como tal y que no siempre cumplen un fin estético porque no los redactan escritores, pero contienen estrategias para resolver problemas a modo de guía lo que los convierte en un fenómeno.
El escritor Eloy Alberto Tejera plantea que hay un determinado ciclo en la vida del ser humano en el que los textos auxilian, sobre todo, en la juventud, pero su importancia principal es el potencial: pueden acercarlo a la literatura.
“Tienen una función, dan fortaleza al ser humano y aproximan a la gente a los libros que en definitiva es importante, y en ellos a veces hay pensamientos bellísimos y frases de grandes pensadores”, sostiene.
Lo que sí es evidente es que el elemento cultural canaliza los vacíos de distintas maneras. De ese modo, lo que antes era resuelto con clubes de lectura, actividades culturales o comunitarias, ahora se le busca respuesta de manera individualizada con fórmulas preestablecidas.
Al rescate de la literatura
Desde 2012, programas como el de la Biblioteca Emilio Rodríguez Demorizi del INTEC prestan lectores de libros electrónicos, como Kindles, con una selección de más de 1,500 obras clásicas, filosóficas, políticas y de ciencias. El plan ha sido tan exitoso que hasta los padres de los estudiantes los solicitan. Descúbrelos aquí.