“¿Quién no ha comprado el La Guagüita? “ Es probablemente la expresión que escucharíamos de cualquier estudiante o profesor de INTEC cuando se le pregunta por ésta. Pues precisamente la Guagüita es algo más que una paletera móvil; forma parte de la historia de INTEC y es muestra que no todo en esta universidad es pura clase y exámenes; de vez en cuando, los estudiantes necesitamos recuperar energía con alguna golosina o bebida.
Ambar Chireno, Dimelfy Domínguez y Larissa Aybar
Es normal ver mucha gente comprando cosas ahí y quedándose a charlar un poco con los vendedores, ahora bien, ¿nos hemos detenido a pensar como sucedió eso? ¿qué hace diferente a esta guagüita de las cafeterías o cualquier otra paletera? La Guagüita de INTEC tiene un desarrollo conjunto con el de la universidad, pero para conocer un poco de éste, trataremos de visualizarlo desde la perspectiva de el dueño y de los estudiantes.
“Yo he visto mucha gente venir y pasar, recuerdo cuando INTEC tenía sólo el GC y los Fundadores”
¿Cuándo y cómo surgió?
David Hernández es el dueño y creador del concepto de la Guagüita. Dice que primero empezó teniendo una paletera pequeña dentro de INTEC que para ese entonces era el único que ofrecía ese servicio dentro allí. Adquirió la guagüita cuando empezó a vender más y ya tiene, en INTEC, aproximadamente 30 años.
La Guaguita lleva su nombre por el modelo de carro que es; es una van pequeña marca Toyota modelo 4WD de color dorado. Su interior fue modificado para dar espacio para la mercancía a excepción del asiento de conductor.
La Guaguita se surte de dos formas: o se va a adquirir la mercancía directamente a establecimientos proveedores o los proveedores van y les surten a ellos. La mercancía siempre es traída en cajas. Actualmente cuenta con tres empleados, entre ellos, el propio dueño. El menudo para la devuelta se coloca en la parte superior, clasificado y de fácil acceso.
“Lo que más se vende no son los cigarrillos como se piensa, en realidad lo que más se vende son los dulces”
Los diversos productos de la Guagüita nos han sido útiles en cualquier momento de nuestra vida universitaria. Podemos encontrar desde dulces hasta papel ministro para algún examen del que no estuviésemos enterados ( definitivamente, incluir este producto fue muy buena idea! ). Es una paletera muy completa.
Entre las cosas que podemos encontrar se enumeran:
-Dulces ( mentas, gomas de mascar, chocolates )
-Cigarros
-Utensilios ( papel ministro, borras, reglas)
-Bocadillos ( granolas, papitas, galletas)
-Bebidas ( agua, refrescos, jugos)
“A diferencia de otros, yo he fiado…” – Esto le agrega más valor a su pequeño negocio, aparte de la variedad de marcas y productos.
“Muchos me saludan, ya que siempre vienen a comprar algo aquí, aunque sea una menta…”
La Guaguita se encuentra en el parqueo de la calle Crisantemos,sector Galá, justamente al frente de la entrada del edifcio García de La Concha de INTEC, para que, quien salga o entre a la universidad, pase por ahí para que le sea más fácil comprarlo o, quién sabe si se le pega algún antojo. Desde ahí ha podido ver el desarrollo que ha tenido la universidad: los cambios en su infraesructura, los cambios de los alrededores y la gran masa de estudiantes que allí interactúa.
“Una vez trataron de moverme de sitio la Guaguita, un poco más lejos de la entrada, pero gracias a Dios nada grave.”
Cuando se instaló una cafetería en INTEC , David se trasladó a la calle donde instaló su guaguita, sin embargo, trataron de moverlo del lugar (unos cuantos parqueos hacia la derecha ), quizás porque mucha gente se acumulaba en la entrada. Nos dice que siempre tiene que llegar bien temprano, a eso de las 6:00 A.M., para apartar el parqueo que queda en frente de la puerta del GC. Ahí , la guaguita se queda hasta las 10:00 P.M.
Nos comenta que a su entender la universidad tiene buenos estudiantes y buen personal, pero el problema principal que tiene es de espacio.
Los estudiantes opinan
Para algunos, es una paletera donde encontramos más baratas las bebidas y dulces, otros opinan que es la solución más rápida par “picar” algo o fumar un rato, otros dicen que es el primer lugar donde buscan un papel ministro en época de exámenes. Lo que si es seguro es que todos alguna vez hemos consumido algo de ahí.
“Ahí es donde consigo algo rápido para comer entre mis clases” – María Sánchez
Hemos visto que la Guagüita es de gran utilidad para los estudiantes, casi imprescindible para algunos durante su estadía en el recinto; las facilidades de precio y la obtención de materiales de urgencia es lo que hace que estos vayan.
“Es donde puedo conseguir “snacks” más baratos” –José Jimenez
Este pequeño ejemplo de micro negocio es un ejemplo de que las personas pueden buscar una forma de sustento de forma ingeniosa y que no necesariamente tiene que ser algo muy grande para tener buenas ventas. La Guagüita es un establecimiento impredecible para algunos y para otros práctico, cualquier cosita se puede encontrar en la Guagüita. los estudiantes ven la Guagüita como una necesidad, sus precios son más bajos que la cafetería, su variedad incluso también la ubicación de esta es muy conveniente para muchos de ellos. en fin los estudiantes se siente a gusto ya que le resuelve muchos pequeños problemas que se presentan en su vida estudiantil.
“Me ha pasado que he tenido exámenes a ultimo minuto, y ahí consigo el papel y hasta una borra” –Antonio Tejeda.
Finalmente hemos visto que no importa que tan pequeño sea un espacio u objeto, siempre representa algo dentro de un ambiente y por tanto influye en su desarrollo; si existe tiene influencia y si no existe también suceden cosas, como es el caso de nuestra Guagüita, que parecer ser un pequeño complemento de la universidad pero influye en el comportamiento de los estudiantes.
Probablemente para quienes estén fuera de la universidad sólo sea una paletera más, pero hay que admitirlo, ¿qué paletera te vendería hasta papel ministro o te fiaría? Los detalles hacen las cosas diferentes. Esta Guagüita inteciana forma parte de nuestro día a día universitario, ya que buena parte de nosotros pasa por donde está y no es fácil no antojarse de alguna galleta o un refresco.