¿Por qué el “Feminismo”?
Nuestra egresada Luvil González comparte sus pensamientos sobre ¿qué es ser mujer? a la vez que ofrece una visión a su día a día, sus principios y el punto de vista como una joven profesional
Luvil González // luvil.gonzalez@intec.edu.do
A riesgo de que mis mejores amigas, 1) la última trabajadora social del INTEC que está realizando su maestría en sexualidad en San Francisco, la capital sexual del mundo y 2) una psicóloga maravillosa, que se refiere a Dios como mamá Diosa y tiene en su cover de Facebook una escultura de múltiples formaciones vaginales (“La Gran Muralla de las Vaginas”, obra del artista Jamie McCartney), me reprochen por este artículo hay algunas consideraciones y preguntas que tengo y espero los lectores ayuden a responder.
Soy mujer. ¿Y qué? ¿Qué significa eso en el 2014? ¿Me gusta ser mujer? A veces… ¿Cuándo no me gusta?
- 1) Cuándo me siento fea ante mujeres con el pelo largo y lacio, más delgadas, más altas, más frágiles que yo.
- 2) Cuando me entero de que al hombre que ocupaba mi posición anteriormente y que trabajaba menos que yo le pagaban más que a mí.
- 3) Cuando veo a un ex que se pasa de chica en chica sin que nadie diga nada, mientras escucho a mis espaldas que yo soy la mala por haber salido de esta relación abusiva en la que añoraba atención de este personaje a llegar una unión sana.
Soy empleada de 9 a 5, soy actriz ensayando en el teatro de 6 a 8, soy novia cuando hago la cena y recuento el día con mi pareja de 8 a 11. Soy hija cuando llego a la casa de mis padres. Soy “buena” cuando llego temprano a casa, cocino o friego y no salgo los fines de semana. Soy “mala” cuando amanezco fuera de casa, impongo mi parecer en una reunión y cuando pertenezco a un grupo de teatro que se denomina “Maleducadas”.
Entonces he aquí mi pregunta: ¿Ser mujer es ser “buena” o ser “mala”? De acuerdo al “pasado” es ser buena, de acuerdo al futuro es ser “mala” y en el presente? ¿Ser mujer es no ser hombre? ¿Ser MUJER es parecerse lo más posible a un hombre? ¿Ser mujer es una o la otra?
Yo me limito a ser y a conquistar mis derechos siendo el hibrido entre mala y buena. No me gusta reclamar mis derechos voceando frente al congreso, pero entiendo y agradezco a quienes lo hacen. Ellas reclaman nuestros derechos, yo vivo mis derechos. No digo que está mal protestar por ellos; sólo pienso que hay más formas de conquistar terreno. Programas como los que exponen a muchas mujeres a ser seleccionadas por un hombre atacan nuestra percepción de la femineidad. La pareja escogida usualmente es la sumisa, la menos histérica y que se ha acostado con el alfa macho. El mismo programa en su otra versión nos desvirtúa aún más, mostrándonos como seres incapaces de tomar decisiones objetivas y débiles ante el cortejo de varios machos. El escogido es el que nos ha tratado más como la princesa de Disney, no el que ha cuestionado nuestros pensamientos y el que quiere ayudar a florecer y explotar el potencial absoluto de la mujer: SER lo que ella quiera, no sólo “mujer” de alguien.
Para mí, mujer es aquella que reclama su satisfacción sexual, siendo un ente activo o pasivo en la relación, pero que sea ella quien lo decida. Mujer es aquella que reclama el respeto de quienes la miran al pasar por su seguridad al caminar. Mujer es aquella que reconoce su sensibilidad y no teme atender a sus emociones. Mujer es la que da leche materna a sus hijos, si puede biológicamente, la que ama a su pareja, la que reclama que en su presencia no se hable mal de otras mujeres, la que no juzga a sus compañeras por sus decisiones.
Mujer es la que da el ejemplo a jóvenes de que tener un cuerpo con cuervas no es un error, es la que es dueña de su futuro, la que no acepta ser burlada de manera sexista, es la que no está limitada por el rosa ni por su vagina, es la que entiende el feminismo como una oportunidad de igualdad, no con una connotación negativa. Es más fácil pedir perdón que pedir permiso. Sean mujeres, actúen, vivan, crezcan, sean. Y entonces seremos reconocidas como tal.