Psicología: pieza clave en la investigación y el estudio de la mente criminal
El análisis de las expresiones o del comportamiento no verbal de una persona permitiría determinar quién ha sido el autor de un crimen o hecho violento con mayor rapidez
SANTO DOMINGO. – Los culpables de un crimen pueden ser hallados con mayor rapidez si en los equipos multidisciplinarios de investigación se incluyera a un psicólogo forense, quien analizaría la conducta, expresiones o comportamiento no verbal de los presuntos autores para determinar si dicen la verdad o mienten durante un interrogatorio o incluso declaración ante los medios de comunicación. También contribuyen a esclarecer casos en los que el sospechoso no está identificado, a través de la creación de los perfiles.
Así lo plantearon el presidente de lo Fundación Universitaria Behavior & Law, doctor Rafael López Pérez, y el director de la Cátedra de Análisis de Conducta la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), doctor Ángel García Collantes, durante un conversatorio con los estudiantes de la asignatura electiva Fundamento de Neurociencias del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
“Cada vez es más necesaria la psicología dentro de los equipos multidisciplinares de investigación”, precisó García, al tiempo de explicar que en España los psicólogos forenses participan en interrogatorios en los que hay menores o personas con discapacidad involucrados, ya sea que hayan sido víctimas o testigos de hechos violentos.
López Pérez señaló que hay una escena del crimen física y una psicológica, “cuando no existen indicios físicos como una prueba de ADN en el escenario del crimen, entonces se recurre a la evaluación del escenario psicológico, en el que el estudio de la conducta y de las expresiones juega un papel preponderante”, manifestó.
Los expertos españoles destacaron que, pese al impacto la psicología forense en los procesos de investigación, pocos países contaban con estos profesionales. “En los últimos años ha habido un boom y ahora la prensa publica, con mayor frecuencia, artículos enfocados en esta temática, en las universidades se realizan más investigaciones relativas al análisis de la conducta en criminales y los equipos de investigación de la Policía procuran integrar un psicólogo en su trabajo de campo”, enfatizaron.
Al cuestionarles sobre la incidencia del crimen en República Dominicana, especialmente los relacionados con violencia de género, López y García señalaron que para prevenir conductas hay que hacer investigación y trabajar a fondo en materia de criminología, la ciencia que estudia el delito, sus causas, las maneras de evitarlo y el modo de actuar de las personas que lo cometen.
Al observar que el país lamentablemente no cuenta con expertos en criminología, García, miembro de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses dijo que: “En República Dominicana y en cualquier país debe haber gente que estudie el crimen, por qué se produce y proponer soluciones”.
Señaló que, en Holanda, por ejemplo, las cárceles están cerrando porque criminólogos han diseñado programas de prevención enfocados en la infancia que repercute en una disminución de la violencia y por ende del crimen.
“La violencia de género hay que combatirla desde la escuela, que los niños y las niñas estén juntos, y que trabajen, estudien y jueguen con lo mismo y eso se consigue con prevención y la criminología es prevención”, subrayó.
Emocionados con la receptividad de los estudiantes de Psicología del INTEC, los profesores españoles se despidieron de la charla motivándoles a especializarse en la psicología forense, una rama, a juicio de ambos profesionales, altamente necesaria en República Dominicana.
Igualmente, en la escuela de Psicologia del INTEC ofrece la asignatura Psicología Jurídica y Forense, como otra posibilidad de estar cercano a estos temas de manera electiva.
García, quien fue miembro del equipo investigador en la desaparición del niño Gabriel Cruz, asesinado por la dominicana Ana Julia Quezada, en España, compartió con los jóvenes algunos aspectos del caso. Indicó cómo el análisis de las expresiones del rostro de Quezada, y su conducta durante los días de búsqueda del infante, captados a través de los medios de comunicación, llevó a la Guardia Civil española a considerarla como principal sospechosa e idear una emboscada para su captura.