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Tag: dominicanidad

Intecianos elevan la Bandera Nacional a la estratósfera

Su meta era llevar la enseña tricolor al punto más alto de toda su historia utilizando un equipo diseñado por ellos mismos, con el objetivo de probar que los dominicanos logramos todo lo que nos proponemos

SANTO DOMINGO. Cuatro ingenieros egresados del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) lograron recientemente una hazaña histórica. Utilizando un equipo fabricado por ellos mismos, Roniel Guzmán, Alfredo Garó, Carlos De Jesús y José Alberto García elevaron la Bandera Nacional al punto más alto de toda su historia, alcanzando la estratósfera y sobrepasando los 30,316 metros de altura.

Los jóvenes decidieron que nuestra enseña tricolor podía elevarse más arriba (¡mucho más!) de los 8,848 metros a los que había llegado hasta el momento, cuando en 2012 el también inteciano Iván Gómez la colocó en la cima del Monte Everest, la montaña más alta del planeta. Y después de varios intentos, lo lograron.

Pero no solo querían generar un nuevo récord de altura. Su objetivo final era llevar el mensaje de que  todo dominicano tiene el deber de poner, con sus acciones, la Bandera hacia lo más alto y demostrarle al mundo la capacidad que tiene.

“Me llena de orgullo poder decir que eso lo hicimos un grupo de dominicanos, estudiados en el país, y con experiencia adquirida en nuestro país”, expresó Roniel Guzmán, ingeniero mecatrónico de 26 años de edad, creador del proyecto y director del equipo.

Durante todo el proceso, el equipo contó con el apoyo del Banco de Reservas, que donó los recursos y les brindó la asesoría para que pudieran materializar sus ideas y convirtió toda la experiencia en una campaña nacional, que resalta la voluntad de los dominicanos de llegar cada vez más lejos.

¿Quiénes son?

¿Cómo lo hicieron?

La Bandera Nacional fue lanzada a la estratosfera utilizando una cápsula estratosférica que fue fabricada por ellos en el espacio de trabajo colaborativo para HubMakerSpace, del que Roniel es miembro fundador.

Hasta lograr su objetivo, los jóvenes tuvieron que lanzar un total de tres cápsulas; la primera fue la más compleja de todas y tomó nueve días, pues hubo un proceso de diseño, selección de materiales y ubicación de equipos electrónicos que no tenían. La fabricación de la segunda y tercera cápsula se tomó de 2 a 3 días.

La cápsula está compuesta por varios equipos: Sistema GPS, que enviaba las coordenadas del globo mediante mensajes de texto a los celulares de los miembros del equipo; GPS Satelital, que mostraba la posición de la cápsula mediante plataforma web; baterías externas, cámaras de acción, sensores de presión, luminosidad, temperatura, módulos GSM para comunicación celular, paneles aislantes términos y por supuesto, ¡la Bandera Nacional!

Los intentos

La Bandera Dominicana en su punto más alto.
Los ingenieros afinando detalles.
Los ingenieros afinando detalles.
Roniel Guzmán Toribio lideró el equipo
Roniel Guzmán Toribio lideró el equipo
  1. En el primer lanzamiento, la trayectoria fue desde Rincón – El Pino, Junumucú, La Vega, y el lugar de aterrizaje fue en Maimón – Cotuí, Sánchez Ramírez. El recorrido total del globo fue de: 72.93 KM con una distancia lineal desde el punto A al B de 38.31 KM y a 29,800 metros de altura.
  2. La trayectoria del segundo lanzamiento fue Rincón – El Pino, Junumucú, La Vega, y el último lugar de contacto fue Hato Mayor, Hato Mayor, dentro del parque los Haitises. Esta cápsula aún no ha sido recuperada. El recorrido total de este globo fue de: 109.86 KM y altura estimada alcanzada de 32,000 metros.
  3. Para el tercer lanzamiento se encontró un mejor punto de partida. La cápsula fue lanzada desde Villa Tapia – Salcedo, Hermanas Mirabal y el punto de aterrizaje fue en La Reforma, Los Aguayos, Duarte. El recorrido total de este globo fue de 93.11 KM, con una distancia lineal desde el punto A al B de 15.89 KM, y la altura alcanzada fue de 30,316 metros.

¿Quieres saber más?

Sigue toda la historia de la bandera a través de http://banderas.banreservas.com/

Conoce más sobre la oferta del Área de Ingenierías del INTEC.

 

Nuestro lector Miguel Bennasar informa que La Bandera Dominicana ha volado en el Transbordador Espacial Discovery, visitando la Estación Espacial Internacional. Ocurrió el 4 de Julio del 2006 en la Misión STS-121.

¡Qué contradictorios somos!

El orgullo por la dominicanidad no debe perderse bajo ninguna circunstancia, la actitud amable que mostramos hacia el extranjero debemos practicarla entre nosotros, así lo plantea este artículo que trata sobre las “incongruencias” de algunos criollos en su diario vivir

Por: Luisa Lachapel

República Dominicana es considerado un país de gente buena, agradable, amistosa, con un gran don de servicio, del cual los turistas no quieren irse debido al gran calor humano de sus habitantes. Un país, donde si te caes te dan la mano para que te levantes y si estás perdido un transeúnte te lleva a tu destino sin pedir nada a cambio. Así somos los dominicanos.

Cuando tomé un trabajo de verano en Estados Unidos, laboré junto a estadounidenses que habían visitado el país, y todos me recibieron con gran alegría y las manos abiertas, pues tenían una muy buena idea de  la personalidad y costumbres de los dominicanos. A cada persona que decía mi nacionalidad, me respondía con comentarios sobre las maravillas del país y de su gente.

Recuerdo la tarde en que, con los ojos llorosos y lleno de nostalgia, un hombre me contó sobre cuando le tocó vivir por algún tiempo en el país, debido a asuntos de trabajo. Emocionado me dijo lo que sintió, me describió sus lugares favoritos, la comida y la buena impresión que se llevó de los dominicanos, que hasta le hizo un contrato de trabajo a dos de sus empleados criollos, para que se regresaran a trabajar con él a su país.

“Los dominicanos son luchadores, honrados y trabajadores, gente así es que queremos en nuestro país”, me dijo. Su esposa me apuntaba en broma que a todos los dominicanos que encuentra les hacía la misma historia de su estadía en República Dominicana, y ella concluye diciéndome que “hasta los productos dominicanos del cabello son buenos, pero los dominicanos no los usan”.

Sin embargo, los dominicanos son los mismos que muchas veces nos dejamos llevar del morbo y ante una situación de desastre o peligro graban en vez de ayudar, las noticias y las redes sociales son cada vez más evidencia de eso; ejemplos palpables y recientes son los vídeos que circulan en las redes de peleas en las escuelas públicas y accidentes de tránsito que son publicados con asombrosa rapidez.

Otra actitud que vemos comúnmente es el cambio de personalidad que manifiestan algunos, tan pronto alcanzan cierto status económico o sencillamente cuando obtienen un trabajo donde se vinculan con personalidades y se piensan ser mejores, mirando a quienes tienen de frente por “encima del hombro”, como un gesto de superioridad.

No pueden faltar aquellos que por ostentar un cargo público piensan que no pueden socializar con quienes acostumbraban, incluyendo muchas veces incluso a sus propios familiares.

Por último, las personas de un nivel social alto dicen ser dominicanos cuando se reconocen algún logro nacional o se destaca algún artista o deportista en el extranjero, sin embargo, inscriben a sus hijos en colegios bilingües, celebran el Día de Thanksgiving como si fuera parte de su cultura y escuchan rock en vez de merengue, al menos que sea de Juan Luis Guerra, por sus méritos internacionales, y criticando lo criollo y lo autóctono. Cada quien elige cómo educar a sus hijos, pero en esos centros, se enseña la cultura estadounidense, que muchas veces deja de lado la de su propio país, incluyendo sus tradiciones.

Entiendo que, si copiamos tanto de otros países, debemos copiar también el orgullo patrio que tienen los americanos, su sencillez, a no fijarse en lo que los demás llevan puesto o dónde lo compró, a no mirar de arriba abajo a las personas cuando entran a una zona de lujo. Vamos a copiar de los argentinos y de su orgullo e identidad patria, vamos a copiar a los colombianos, en la forma correcta de hablar y escribir, vamos a copiar a todos los extranjeros que viven aquí durante décadas y no olvidan su acento, vamos a copiar todo lo bueno de todas partes del mundo que les lleva a conservar su cultura, mas no perdamos nunca la esencia de ser DOMINICANOS.