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Tag: Derechos Humanos

La sociedad del bullying

Por: Laura Parra

El gran investigador, el explorador, no teme hacer las preguntas adecuadas a las personas adecuadas. El ser humano es un gran averiguador, quiere saberlo todo y a veces sus investigaciones lo llevan a explorar la vida de los otros. Lo malo es cuando se llega al campo de estudio con una idea preconcebida. La homosexualidad es una materia de estudio para much@s, lamentablemente a veces en este campo se llega con ideas tan anticuadas que cualquiera diría que la ciencia tiene veto en sus cabezas.

Este artículo no se trata de las personas que nunca se han visto en una situación de rechazo social. Ser aceptado y disfrutar de la compañía de otros es parte esencial del ser humano, está escrito en nuestra genética; somos gregarios, nadie puede vivir completamente solo; estas líneas van sobre los que deben vivir con ese terrible miedo a ser quien realmente se es por miedo a no ser aceptado.

En este mismo campus los comentarios de rechazo se pueden escuchar por todas partes: estás gordo, eres flaca, tienes el pelo malo, eres bajito, eres muy alto, eres negro, eres pato y un largo etcétera que en realidad prácticamente nos incluye a todos.  Ser homosexual, lesbiana, transexual o bisexual es tan normal como ser bajito o alto, se trata de cómo está hecho cada individuo, y es tan imposible cambiarlo como volver a nacer; rechazar o burlarse de una persona por lo que es, dice mucho más de tu propia ignorancia que de la persona que es atacada.

Para aquellos que han sentido el rechazo o tienen miedo a decir lo que son por temor a perder el afecto que han cultivado en otros (padres incluidos) es necesario que entiendan que no están sol@s, no son los únic@s, ni serán el últim@ y, más importante aún, no están enferm@s, ni son monstruos. Te mereces y tienes derecho a lo mismo que los demás, no te calles, da un paso adelante; a los que no puedan aceptarte, no los necesitas, rodéate de quien te quiera por la persona que eres. No eres ni la vergüenza, ni el chiste de nadie.

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La homosexualidad es tan antigua como el hombre, de hecho, entre romanos y griegos (padres de la cultura occidental) era socialmente aceptada. En aquella época todos eran lanzados a los leones por igual para darle al pueblo su circo.

Las primeras persecuciones de homosexuales por sodomía son de mitad del siglo VI, cuando el emperador bizantino Justiniano y su esposa Teodora prohíben los “actos contra natura” por motivos políticos, amparándose en razones religiosas. Precisamente, es basado en supuestos religiosos, en los que el sexo sin procreación es pecado, donde radica el odio a los homosexuales.Es por personas reticentes al cambio, que aseguraban que el dolor del cuerpo era la mejor manera de acercarse a la divinidad (consiguiendo incluso retrasar el uso del éter como forma de anestesia) y que fueron capaces de negarle a negros e indios el derecho a ser seres humanos (no dejaría las decisiones de mi comportamiento a una organización con semejante capacidad deductiva) que hoy se odia no sólo a los homosexuales sino al propio placer sexual. Desde ese entonces gigantes de la talla de Oscar Wilde, Alan Turing, Virginia Woolf, Reynaldo Arenas, Michel Foucault, Marcel Proust y hasta Leonardo Da Vinci fueron acorralados por sus preferencias sexuales.

No fue hasta 1973, cuando la Asociación de Psiquiatría Americana removió la homosexualidad definitivamente del DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales). Sin embargo, la homofobia es un término estrictamente psicológico. Un estudio publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine indica que las actitudes vinculadas con la homofobia podrían guardar relación con altos niveles de psicoticismo.

De acuerdo con las cifras de la ONU, entre 2008 y 2014 fueron asesinadas 1,612 personas transgénero en 62 países (un promedio de un homicidio cada dos días).

Es precisamente producto de este odio que en 1969 se produjo el estallido de Stonewall en la ciudad de Nueva York, que consistió en una serie de disturbios como reacción a una redada policial en ese bar de ambiente gay. Fue la primera vez que la comunidad homosexual se enfrentaba de manera contundente contra las fuerzas policiales, causando gran conmoción en la comunidad y simultáneamente, sirvieron de aglutinante de las incipientes organizaciones homosexuales que habían funcionado hasta entonces. El Día del Orgullo Gay que se celebra en el mes de junio alrededor del mundo, recuerda ese golpe de resistencia de una minoría oprimida.

Hoy, gracias a luchadores individuales y asociaciones como el Frente de Liberación Gay (GLF), las parejas homosexuales tienen derecho a casarse en 21 países y valientes como Ellen Degeneres, George Michael, Elton Jhon, Jim Parsons, Ian McKellen, Jodie Foster y Ricky Martin han roto el silencio para millones de personas LGTB (Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales) diciendo: estamos por todos lados y no vamos a cambiar.


 

¿Por qué el “Feminismo”?

Nuestra egresada Luvil González comparte sus pensamientos sobre ¿qué es ser mujer? a la vez que ofrece una visión a su día a día, sus principios y el punto de vista como una joven profesional

Luvil González // luvil.gonzalez@intec.edu.do

A riesgo de que mis mejores amigas, 1) la última trabajadora social del INTEC que está realizando su maestría en sexualidad en San Francisco, la capital sexual del mundo y 2) una psicóloga maravillosa, que se refiere a Dios como mamá Diosa y tiene en su cover de Facebook una escultura de múltiples formaciones vaginales (“La Gran Muralla de las Vaginas”, obra del artista Jamie McCartney), me reprochen por este artículo hay algunas consideraciones y preguntas que tengo y  espero los lectores ayuden a responder.

Soy mujer. ¿Y qué? ¿Qué significa eso en el 2014? ¿Me gusta ser mujer? A veces… ¿Cuándo no me gusta?

  • 1)      Cuándo me siento fea ante mujeres con el pelo largo y lacio, más delgadas, más altas, más frágiles que yo.
  • 2)      Cuando me entero de que al hombre que ocupaba mi posición anteriormente y que trabajaba menos que yo le pagaban más que a mí.
  • 3)      Cuando veo a un ex que se pasa de chica en chica sin que nadie diga nada, mientras escucho a mis espaldas que yo soy la mala por haber salido de esta relación abusiva en la que añoraba atención de este personaje a llegar una unión sana.

feminismoSoy empleada de 9 a 5, soy actriz ensayando en el teatro de 6 a 8, soy novia cuando hago la cena y recuento el día con mi pareja de 8 a 11. Soy hija cuando llego a la casa de mis padres. Soy “buena” cuando llego temprano a casa, cocino o friego y no salgo los fines de semana. Soy “mala” cuando amanezco fuera de casa, impongo mi parecer en una reunión  y cuando pertenezco a un grupo de teatro que se denomina “Maleducadas”.

Entonces he aquí mi pregunta: ¿Ser mujer es ser “buena” o ser “mala”? De acuerdo al “pasado” es ser buena, de acuerdo al futuro es ser “mala” y en el presente? ¿Ser mujer es no ser hombre? ¿Ser MUJER es parecerse lo más posible a un hombre? ¿Ser mujer es una o la otra?

Yo me limito a ser y a conquistar mis derechos siendo el hibrido entre mala y buena. No me gusta reclamar mis derechos voceando frente al congreso, pero entiendo y agradezco a quienes lo hacen. Ellas reclaman nuestros derechos, yo vivo mis derechos. No digo que está mal protestar por ellos; sólo pienso que hay más formas de conquistar terreno. Programas como los que exponen  a muchas mujeres a ser seleccionadas por un hombre atacan nuestra percepción de la femineidad. La pareja escogida usualmente es la sumisa, la menos histérica y que se ha acostado con el alfa macho. El mismo programa en su otra versión nos desvirtúa aún más, mostrándonos como seres incapaces de tomar decisiones objetivas y débiles ante el cortejo de varios machos. El escogido es el que nos ha tratado más como la princesa de Disney, no el que ha cuestionado nuestros pensamientos y el que quiere ayudar a florecer y explotar el potencial absoluto de la mujer: SER lo que ella quiera, no sólo “mujer” de alguien.

Para mí, mujer es aquella que reclama su satisfacción sexual, siendo un ente activo o pasivo en la relación, pero que sea ella quien lo decida. Mujer es aquella que reclama el respeto de quienes la miran al pasar por su seguridad al caminar. Mujer es aquella que reconoce su sensibilidad y no teme atender a sus emociones. Mujer es la que da leche materna a sus hijos, si puede biológicamente, la que ama a su pareja, la que  reclama que en su presencia no se hable mal de otras mujeres, la que no juzga a sus compañeras por sus decisiones.

Mujer es la que da el ejemplo a jóvenes de que tener un cuerpo con cuervas no es un error, es la que es dueña de su futuro, la que no acepta ser burlada de manera sexista, es la que no está limitada por el rosa ni por su vagina, es la que entiende el feminismo como una oportunidad de igualdad, no con una connotación negativa. Es más fácil pedir perdón que pedir permiso. Sean mujeres, actúen, vivan, crezcan, sean. Y entonces seremos reconocidas como tal.