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Origen de la Vida: Darwin y la teoría que cambió al mundo

Para la época de Darwin un grupo de científicos pensaba que los organismos vivos podían surgir fácilmente; creían que una fruta podrida creaba las larvas que la consumían o que un cuerpo en descomposición formaba gusanos propio del proceso.

Carlos Lantigua / clantigua@gmail.com

Egresado de Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones

El Beagle zarpó de Devonport en Diciembre de 1831, con Darwin a bordo y el objetivo de explorar La Patagonia, al final el viaje lo llevaría a Galápagos para luego cambiar al mundo [1]. Darwin nació en el seno de una familia Inglesa de clase media-alta a inicios del siglo XIX, su padre era médico y le dio una educación propia de su clase, aunque Darwin era un estudiante por debajo del promedio, le gustaba más disparar y los deportes que estudiar el Griego o Latín. Al terminar la escuela fue a estudiar Medicina en Edimburgo, pero eso le aburrió, entonces, su padre con temor de que se convirtiera en atleta lo envió a Cambridge a estudiar Teología, pretendiendo que esto lo convirtiera en clérigo [2]. Sobre su estadía allí el mismo expresó: “Los tres años que estuve en Cambridge fueron una total pérdida de tiempo, así como también mis estudios académicos en Edimburgo y en la escuela” [3].

A pesar del desagrado por las clases Teológicas de Cambridge, era un citador empedernido de la Biblia, “Mientras navegaba en el Beagle yo era bastante ortodoxo, y recuerdo que los oficiales del barco se burlaban de mí despiadadamente por citar la Biblia como una autoridad incuestionable para ciertos asuntos morales” cuenta Darwin [4].

El fundamentalismo de la era Victoriana comenzaba a entenderse como nocivo para el desarrollo de la ciencia; mientras esto ocurría se alumbraba en el Beagle con Darwin y su exploración del rio Santa Cruz en la Patagonia el principio de la separación de gran parte de la comunidad científica de todo lo que tuviese que ver con la iglesia, Dios o religión. Este momentum fue clave para la acogida empedernida de su teoría.

Los dos pilares de Darwin en su obra “The Origin of Species” son: el ancestro universal común y la selección natural, el mismo argumentó “todos los seres orgánicos que han vivido sobre la tierra descienden de una forma primordial” [5]. Darwin pensaba que esta forma primordial gradualmente se iba desarrollando en nuevas formas de vida, las cuales a su vez seguían gradualmente produciendo otras formas de vida y luego de varios millones de generaciones producirían toda la complejidad biológica que vemos en el presente [6].

Para Darwin la selección natural tenía un poder creativo, un proceso que actúa en variaciones aleatorias en las características de los organismos y sus descendientes.

Darwin tardó 20 años en publicar su obra “El Origen de las Especies”, y en gran medida se debe a profundas evidencias que refutaban su teoría. Le abordaba la duda de tal manera que le dedicó al problema varios capítulos de su obra:

• Dificultades de la teoría. Capítulo VI
• Objeciones Misceláneas a la teoría de selección natural. Capítulo VII
• Imperfección del registro geológico. Capítulo X (ese es uno de mis favoritos)

Darwin sabía que su teoría no podía explicar adecuadamente -a menos con la información y evidencias conocidas a la fecha- cómo en el patrón fósil aparecía documentada la aparición repentina de vida animal en períodos remotos de la historia geológica, específicamente un período conocido como “Silurian” que hoy se conoce como “Cambrian” o Cámbrico [7]. Durante el período cámbrico muchas nuevas y anatómicamente sofisticadas criaturas aparecieron súbitamente en las capas sedimentarias de la columna geológica sin ninguna evidencia de forma ancestral más simple en capas más profundas [8].

El mismo Darwin expresó: “La dificultad en desconocer la ausencia de una vasta acumulación de fósiles en las capas terrestres, que en mi teoría no hay dudas deben estar acumulados en algún lugar antes del Cámbrico… me alude el hecho en el que varias especies del mismo grupo aparecen repentinamente en las capas de rocas más bajas conocidas del registro fósil” [9].

El afamado paleontólogo suizo de la universidad de Harvard Louis Agassiz conocía el registro fósil mejor que cualquier ser humano vivo y por supuesto Darwin le envió una copia de su obra en la que le escribió “Por favor considere mis argumentos con una mente abierta” a lo que Agassiz le respondió “El registro fósil, particularmente el que registra la explosión animal del período Cámbrico, posee una dificultad insuperable para la teoría de Darwin” [10], a lo que Darwin posteriormente en público diría “Con el tiempo, las evidencias fósiles que confirman mi tesis aparecerán”.

Pero los problemas de Darwin y su teoría del ancestro común no solo presentaba inmensos retos concernientes al registro fósil, también la unidad fundamental de la vida lo sería. Una lente convexa y otra cóncava se colocaron juntas en un tubo para formar el primer microscopio en el siglo 17 [11], mejoró un poco para la época de Darwin pero aun así la complejidad celular y su funcionamiento seguía siendo un misterio. Para conocer el impresionante diseño celular y sus bionanobots trabajando es necesario aumentarla millones de veces, hasta que esta tenga el área de unos 20km cuadrados en términos ópticos, Darwin solo la pudo ver aumentada unos cientos de veces, lo que solo le permitía observar un saco gelatinoso, similar a la yema de un huevo con machas dentro.

Para la época de Darwin un grupo de científicos pensaba que los organismos vivos podían surgir fácilmente; creían que una fruta podrida creaba las larvas que la consumían o que un cuerpo en descomposición formaba gusanos propio del proceso.

La complejidad biológica descubierta a partir del 1950 alumbraría una nueva etapa científica y un gran reto para la teoría del ancestro común y la casualidad como disparador del origen de la vida.

Los grandes anatomistas del siglo XIX como Cuvier y posteriormente Owen, mostraron que el mundo viviente estaba dividido en distintos tipos y familias de organismos con claras y definidas distinciones entre ellos, y que ningún organismo intermedio entre clases era conocido, digamos un gato medio perro o un toro medio cocodrilo.

Las comparativas anatómicas mostraban que los organismos son integraciones de un todo en el que todos sus componentes están coadaptados para operar juntos en perfecta armonía y que el menor cambio en la funcionalidad de estos generaban graves enfermedades y con mucha frecuencia la muerte. Darwin y su teoría evolutiva retaría todas esas aseveraciones.

No es difícil entender por qué las preguntas sobre la evolución llaman a la atención, la idea ha influido en casi cualquier aspecto del pensamiento moderno, y no hay otra teoría en tiempos recientes que haya moldeado con tal amplitud la manera como nos vemos a nosotros mismos y nuestra relación con el mundo que nos rodea.

El triunfo de la teoría evolutiva ha significado la fragmentación de la idea general de que el mundo fue creado con propósito y orden -la llamada visión teleológica que ha sido predominante en el mundo occidental por dos mil años-.

En esta etapa del “Origen de la Vida” estudiaremos en detalle la impresionante obra “El Origen de las Especies” y las dudas que atormentaban a Darwin referentes al “ancestro común” ya que, la parte de adaptación al medio o “microevolución” está científicamente probada, claro, dentro de la especie y fue lo que Darwin observó en las Islas Galápagos, lo demás fue conjetura que surgiría únicamente fruto de extrapolar sus observaciones.

¿Ha sido encontrada esa innumerable cantidad de restos fósiles transitorios de los que Darwin daba cuenta en su propia obra que eran fundamentales para comprobar su teoría?

¿Hay evidencias o comprobación científica de que la complejidad celular y morfología animal puede ser funcional con mejoras paulatinas?

¿Las mutaciones para generar cambios morfológicos importantes son posibles sin dañar el organismo y hay evidencias o experimentos que lo comprueben?

Estas y otras interesantes preguntas serán respondidas a la luz de la ciencia. Acompáñenme en este fascinante viaje que he decidido emprender y que al igual que Darwin he sido sorprendido.

Fuentes:

[1] Denton, Evolution: A Theory in Crisis, page 17
[2] Denton, Evolution: A Theory in Crisis, page 24
[3] Darwin, “The Life and Letters of Charles Darwin”, page 46
[4] Darwin, “The Life and Letters of Charles Darwin”, page 45
[5] Darwin, The Origin of Species, page 486
[6] Meyer, Darwin’s Doubt, page 3
[7] Meyer, Darwin’s Doubt, page 6
[8] Meyer, Darwin’s Doubt, page 7
[9] Darwin, The Origin of Species, page 306-307
[10] Meyer, Darwin’s Doubt, page 8.
[11] Behe, Darwin’s Black Box, page 8