Su día más emocionante
Cuarenta y cinco estudiantes de Medicina recibieron su anhelada bata blanca, la llave de acceso al pre internado, momento en el que empiezan su trajinar por los hospitales del país
SANTO DOMINGO. Vestidos con sus mejores galas y mostrando en sus rostros las sonrisas más grandes, los estudiantes de la carrera de Medicina que diariamente vemos en el edificio Ana Mercedes Henríquez cargados de libros y a veces soñolientos, llegan acompañados de sus familiares para vivir el que califican como el mejor día de sus vidas académicas, la investidura de Bata Blanca.
Esta ceremonia, que marca el inicio del pre-internado, se vive con emoción. Las risas se conjugan con las lágrimas y el sentimiento de orgullo que expresan los investidos, sus padres y sus maestros. Durante la décimo sexta investidura de Bata Blanca un total de 45 futuros médicos recibieron la vestimenta con la que empezarán un recorrido por los hospitales del país y tendrán contacto con los pacientes.
El pre-interno Juan Brea recordó los momentos de felicidad que él y sus compañeros experimentaron durante el camino transcurrido hasta llegar a la meta del pre-internado. “Hemos sido felices como por ejemplo cuando pasamos al séptimo trimestre y por fin dimos asignaturas de la carrera, cuando hicimos nuestro Foro de Epidemiología y fue exitoso, cuando presentamos nuestras primeras mesas redondas en la asignatura de Salud Pública y cuando hicimos nuestros últimos dibujos de Patología”, dijo mientras era ovacionado por el público.
Brea reconoció dos características que para él son sumamente valiosas, el compañerismo y la solidaridad que poseen los estudiantes de Medicina del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). “Los aquí presente no somos ni la sombra de los muchachos que iniciamos la carrera, hemos superado muchos obstáculos, pero al final lo importante no es ser médicos en el menor tiempo posible, sino conservar ese deseo de ser médico por vocación”.
Orlando Camacho, presidente del Comité de Estudiantes de Medicina (CEMED) llamó a sus compañeros a portar con honor y responsabilidad la vestimenta que identifica al médico. “Cuando visten la bata blanca tendrán a alguien que depende y confía plenamente en ustedes”, señaló.
De igual manera las palabras de la doctora Adriana Oliart fueron reflexivas e inspiradoras para sus alumnos. “En aquellos momentos en que el camino se ponga difícil o sientan dudas respecto a alguna decisión, regresen a este día y visualicen a ese médico lleno de amor que sacrifica su tiempo en favor del bienestar del otro, cargado de humildad, que reconoce el valor y la fragilidad de la vida humana, un médico con vocación de servicio para dar sin restricciones a quienes más necesitan y colmado de paciencia para reconocer que cada caso, que cada persona, cada familia es única, que necesita que las cosas se le expliquen detenidamente”, enfatizó.
En medio de un fuerte aplauso y la ovación de sus alumnos, Oliart pidió a los pre-internos agradecer a sus padres por ser esos héroes que han respaldado sus sueños de estudiar medicina y que en los momentos de dificultad han estado apoyándoles.