Angel Tomas Ureña Valerio, presidente del Comité de Biotecnología 2023-2024: “Mis preocupaciones pasaron de ser personales a las del colectivo”
Los presidentes de los Comités salientes del 2023-2024 relatan sus experiencias en La Colmena
Angel Tomas Ureña Valerio, estudiante de Biotecnología
SANTO DOMINGO.- Un grupo de personas que va en representación de un colectivo mayor pudiese denominarse un “comité”. Esta definición, aunque concisa, engloba los aspectos principales que caracterizaron mi experiencia en el Comité Estudiantil de Biotecnología (CEBT) durante el período 2023-2024. En cuanto a la representatividad que este otorgaba a los estudiantes, dar la cara por otros, asegurar los intereses que los mueven y hablar sus palabras con mi boca fueron elementos siempre presentes.
Aun cuando surgieran problemas menores para un universitario de término como yo, la gravedad que representara para al menos un individuo implicaba la seriedad con la que debía abordarlo. Al ser presidente del comité, mis ganancias y mis preocupaciones pasaron de ser aquellas más personales a las del colectivo que representaba.
A pesar de ver mi propio reflejo de una persona en el espejo, un título como el que me fue dado podía crear en mí un anhelo de ser super humano para todo el que lo necesitara, pero los comités están compuestos de personas tradicionales. Ser una persona como cualquier otra durante la gestión me sostuvo cercano a las realidades — felices y penosas, emocionantes y tediosas — de la Biotecnología que afectaban a los demás, porque yo también las vivía. Allí entró en juego lo más interesante de un comité estudiantil: las responsabilidades académicas no se desvanecieron sólo formando parte de este grupo, pero la pasión y las necesidades de la carrera tampoco.
La capacidad de hacer algo con esta otra cara de la moneda fue lo que me mantuvo velando por el bienestar y avance de cada biotecnólogo y bioquímico que estuviese a mi alcance, pese a que yo mismo fuese un sujeto ordinario.
Por último, y aunque hable de mi experiencia, el CEBT también cumplió con el requisito de los comités de ser un “grupo” y no sólo un presidente. Yo, por mi cuenta, no conformé todo el conjunto en ninguna etapa del 2023-2024. Mi accionar en ocasiones era el más vistoso, pero se apoyaba siempre en los esfuerzos, ideas y ánimos de mis compañeros, y gracias a Dios por ellos.
Formar parte de este organismo estudiantil fue muy demandante en más de una ocasión, pero ese grupo de personas siempre me ayudó mientras aportábamos nuestro grano de arena en el desarrollo académico y nacional de la biotecnología. Entre todos, constituimos un colectivo de humanos comunes y corrientes que figuraban en nombre y a favor de muchos más iguales a nosotros.