Una paloma en Haití
Tras haber dedicado tiempo a buscar opciones para comenzar una maestría, Paloma Rivera no dudó en postergar sus planes para viajar a un país al que nunca había ido y dedicarse de lleno a proveer ayuda a los damnificados del terremoto en Haití. Tras el terremoto del 12 de enero, esta inteciana, que terminó Trabajo Social en el 2008, vislumbró cómo sus conocimientos académicos, su liderazgo juvenil, la experiencia que había adquirido en sus trabajos anteriores y sobre todo su solidaridad serían de gran utilidad en Haití.
Así que, sin dudarlo, Paloma convocó activistas juveniles y dirigentes de organizaciones no gubernamentales y como una “tech-freak” –como se autodefine– hizo uso de las redes sociales para conseguir insumos materiales, comida y agua para llevarlos a los damnificados.
Ya el año pasado Paloma había alternado su trabajo de investigación sobre el mercado laboral con el activismo a través de la ONG Indajoven, del grupo Autoconvocados y en manifestaciones en contra de la instalación de una cementera en Los Haitises, así como en protestas contra la privatización de las playas.
Aunque confiesa que lamenta no poder participar en luchas sociales y medioambientales, está convencida que su apoyo es importante en Haití. “Lo que comenzó como un esfuerzo para llevar alivio a Haití se convirtió en la oportunidad para poner en práctica mis habilidades como trabajadora social”, comenta.
Paloma cruzó por primera vez la frontera a mediados de enero con un cargamento de ayuda recabada a través de Indajoven y otras ONGs.
Sin contar con más recursos que la buena intención, Rivera tomó el liderazgo para organizar tres campamentos de damnificados en Delmas 33, Marassa 10 y Duval 26.
La labor de Paloma no se limitó a la entrega de ayuda recolectada en República Dominicana, sino en el manejo de los tres campos de damnificados, en la gestión de apoyo por parte de las organizaciones internacionales para asegurar el suministro de alimentos y agua.
Una ONG con base en Miami la invitó incluso a viajar a esa ciudad para recaudar fondos para Haití a través de un desfile de modas y diarios como el New York Times, The Washington Post o The Guardian la citaron en algunos de sus reportajes.
Con su trabajo, Paloma también ha puesto el nombre de INTEC en alto.“Estamos ante una oportunidad para que haitianos y dominicanos nos demos cuenta que aunque somos dos países, compartimos los mismos riesgos naturales y medioambientales”, insiste.
Recientemente el Instituto Haitiano de Desarrollo Integral (IHDI) la contrató c