Todo lo bueno termina. Todo lo malo acaba. Si terminaste o acabaste es decisión tuya
Pre-seleccionar “lo que falta” debe de ser uno de los sentimientos más satisfactorios de la vida después de romper una dieta. Uno anda simpático, con la sonrisa al pecho cuando viene la pregunta: ¿Cuándo terminas? Y de tu boca sale casi de forma maliciosa “Este es mi último”.
Vivir en la biblioteca por si acaso, no vaya a ser cosa que por un desliz te tengas que quedar un trimestre más. ¿Trabajos en grupo? Los haces y los mandas al grupo, no vaya a ser que por un gracioso te quiten puntos. ¿Explicaciones en el curso? Yo le monto hasta el Circo del Sol en plena plazoleta.
Hay quienes llevan un conteo regresivo en sus redes sociales. Otros, a partir de la semana de exámenes van contando los segundos y cuando no queda más nada que entregar: ¡¡¡Que sufra INTEC Virtual!!!
A uno le entra una adicción a esa sección en espera de la publicación de calificaciones.
¿Qué hacemos en el desayuno, niños? ENTRAR A INTEC VIRTUAL, PICHÓN
¿Y en la cena? ¡ENTRAR A INTEC VIRTUAL!
¿Y cuando no podemos pensar en más nada porque ya estamos en INTEC Virtual? Salir de INTEC Virtual para volver a entrar solo para asegurarnos de que no hubiera una falla.
Empieza la publicación y ya te da lo mismo: Ojalá publiquen todo en C, “porta mí”, pero que publiquen. Hasta que solo falta “la última”.
Pasa un día y todo anda bien, pasan 2 y ya entran los nervios, pero al 3er día el estudiante promedio ya está sudando. Y con esto viene la solución del inteciano promedio: “Vamos a preguntarle al Facebook de INTEC cuándo es que ese profesor va a publicar mi nota”. Tú sabes…al Facebook, a quién más ¿Al Área? No, hombe…el Facebook es lo más sabio en la historia de la vida. Aunque sabes que Facebook te va a mandar al área.
Pasan los días y de repente…
¡Anímate a concluir esta odisea!