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Tag: algoritmos

Las hormigas: usuarias de algoritmos de internet

Si creían que dos cosas aparentemente remotas no pueden relacionarse, les cuento que científicos han descubierto que las hormigas han usado algoritmos bastantes similares al internet por millones de años, y que su uso principal ha sido para las redes de transporte de comida. El protocolo de comunicación usado por estos insectos, presenta mucha similitud a nuestro Protocolo de Transmisión y Control (TCP, por sus siglas en ingles) que es el núcleo de las telecomunicaciones modernas.

TCP trabaja dividiendo el ancho de banda disponible en una transmisión, confiando en un sistema de retroalimentación de envío y recepción de paquetes. De ésta forma, a la hora de dividir el paquete para su mejor transmisión, si hay una demora de recepción, el ancho de banda es adaptado para la eficiencia de transmisión y recepción acorde a la banda disponible.La relación descubierta se da porque la forma en que las hormigas (que están en las cosechas de comida) determinan cuantas de ellas han de salir del nido, es muy similar a la forma en como los protocolos que rigen el internet, descubren cuanto ancho de banda hay disponible para la transmisión de data.

De igual manera, a la hora de salir por comida, las hormigas que están en la cosecha envían menos hormigas exploradoras, si las primeras que han salido tardan más o vienen con las manos vacías. Una exploradora no puede llegar sin comida a la colmena. Si las cosechas son buenas, la salida del nido se acelera y más hormigas salen a llenar las redes de alimentación de la colmena. A medida que disminuye, de igual manera baja el numero de exploradores hasta que se termina.

Otra similitud es que así mismo como un paquete TCP expira después de un tiempo en que la fuente ya no envía paquetes, también las hormigas dejan de enviar exploradores, si ninguno regresa después de 20 minutos. Los científicos creen que si este hallazgo se hubiese hecho antes del internet, hubiese influido directamente en su diseño, de igual forma, no descartan que haya algo que aun podamos aprender de esto. ¡Vaya curioso planeta en el que vivimos!

Fuente: Gizmodo | Stanford | Imagen